sábado, 18 de junio de 2016

La Gran Fraternidad Blanca. Capitulo I (V.B. Anglada)



V.B. Anglada
La Gran Fraternidad Blanca. I

Al hablar de Jerarquía y teniendo en cuenta que estamos hablando de algo que está más allá y por encima de los sentidos corrientes, al tener que ejecutar con la inteligencia vamos a analizar uno de los grandes misterios que se realizan constantemente en el planeta y que tienen como base una Fraternidad oculta llamada la Gran Fraternidad Blanca o la Jerarquía Planetaria.

Y estamos hablando de jerarquía. Si vamos a buscar la jerarquía de los reinos tenemos el reino mineral, el vegetal, el animal, el humano, y ahora estamos entrando progresivamente en el reino de las almas liberadas o en el reino del Ángel Solar, o sea, que estamos penetrando en el quinto gran reino de la naturaleza ocupado precisamente por todos aquellos seres humanos que después de pagar con el sacrificio de muchas vidas un canto a la libertad espiritual se convirtieron en Iniciados, se convirtieron en Adeptos, en Maestros de Compasión y de Sabiduría.

Por lo tanto, cuando hablamos de jerarquía desde el punto de vista espiritual más trascendente según nuestra observación normal, tenemos que la Jerarquía Planetaria ocupa el centro del planeta en un lugar, precisamente en los Montes Himalayas, pero cuyo centro místico se halla en Shamballa, la Gran Isla Blanca en materia etérica de la más alta vibración, en el desierto de Gobi, en el Asia.

...Ateniéndonos a lo que se nos ha dicho a través de los libros santos, con conclusiones en la propia Biblia y en los libros santos de la India, vemos que lo que entendemos por Gran Fraternidad o Gran Logia Blanca del Planeta se estableció en la Tierra después de un Concilio Solar que tuvo lugar hace unos dieciocho millones de años, una cantidad astronómica que, al parecer, no tiene importancia cuando se observa desde un alto nivel cósmico.

Se dice que se había realizado una experiencia de propagación o aceleración del poder del espíritu en el esquema planetario de Venus y que había tenido un éxito en el sentido de que realmente había acelerado el proceso de evolución de la humanidad venusiana, y que los animales o el reino animal de Venus había accedido al reino humano en Venus, y que el reino animal en Venus era de la categoría similar al reino humano en la Tierra.

Estas son cosas que no pueden ser comprobadas, pero ustedes sigan atentamente, escuchen al corazón a ver qué les dice. A este Concilio que se realizó en un lugar indeterminado del Cosmos absoluto, se dice esotéricamente, asistió el
propio Logos Solar, asistió la Cámara del Consejo de todas las Logias existentes y evolucionantes de todos los planetas sagrados del Sistema Solar, que hubo también enviados de otros planetas sagrados de no importa qué Sistema Solar, dando prueba de que existe también una Fraternidad Cósmica como existe también una fraternidad entre los hombres, porque la Ley hermética es “igual es abajo que arriba, igual es arriba que abajo”.

El éxito del Concilio en la puesta de acuerdo del Concilio tuvo una gran derivación, y de esta derivación salió un ruego, porque jerárquicamente no existe el mandato sino que existe una insinuación, y el ser que cumple con aquella misión se siente lanzado kármicamente a realizarla. La respuesta vino de un elevado y trascendente Ser de la Cadena Venusiana, que aceptó el encargo de descender de su alto nivel espiritual, de no importa qué dimensión a la cual no podemos acceder con la mente, y aceptando el encargo hizo conciencia de la Tierra.

No vamos a decir descendió o ascendió porque en el Cosmos no existe ni arriba ni abajo, ni derecha ni izquierda, existe un estado de conciencia y una propagación de ese estado de conciencia que transporta y se materializa en otro planeta, este poder lo tienen todos los Adeptos de la Jerarquía. Por lo tanto, no trabajamos con sueños, es algo sin embargo que escapa muy por encima de aquello que podemos nosotros comprender según nuestro estado actual de conciencia.

El “Hágase” del Logos Solar, la invocación dentro del Concilio que tuvo lugar durante ese tiempo, con la respuesta de este excelso Ser que, en la literatura esotérica toma el nombre de Sanat Kumara, trajo como consecuencia la instauración en la Tierra de la Jerarquía Planetaria.

Sanat Kumara hizo conciencia en la Tierra con tres de sus inmediatos discípulos, que junto con el Señor del Mundo o Sanat Kumara toman el nombre de los Señores de la Llama o también los Cuatro Kumaras.

Respondiendo también a esta vibración invocativa del Logos Solar en relación a aquel centro Tierra dentro de Su cuerpo
universal, vinieron también, cósmicamente hablando, de fuera del Sistema Solar otras tres Jerarquías, otros tres grandes Señores o conciencias psicológicas que se cuidaron de establecer el nexo de unión entre Sanat Kumara y los Señores de la Llama sus tres discípulos con todo el ambiente cósmico más allá del planeta.

El acto de sacrificio de Sanat Kumara tuvo como consecuencia ante todo un resurgimiento total de las energías que operaban en el planeta Tierra.

También se dice que se operó un prodigio en el reino animal, y todas aquellas entidades del mundo animal que estaban ya invocando la fuerza del espíritu accedieron por obra y gracia de Sanat Kumara al proceso de individualización. Se trajeron del Cosmos, del gran quinto principio cósmico, del quinto plano del Sistema Solar la luz, aquello que se llama el Prometeo cósmico que roba a los dioses, el fuego de los espacios siderales, y unas entidades pertenecientes asimismo al Corazón místico del Logos Solar, que se llaman los Ángeles Solares, cogieron el fuego de manas y lo transportaron al cerebro incipiente de la raza de los hombres, y desde entonces el hombre accedió, por obra y gracia del Espíritu Santo, tal como místicamente se dice, a la gloria de la mente.

Desde entonces, una serie indeterminada de unidades monádicas que operaban en el reino animal accedió al reino humano, y desde entonces existió el 4º Reino de la Naturaleza o Reino Humano. Aquello fue trascendido, pasaron las épocas, se sucedieron razas y subrazas hasta llegar al momento actual, que es donde basamos nuestro estudio constantemente. 

De la misma manera que existe un proceso que ha llevado al ser que evolucionaba en el reino animal a la gloria de la mente, existe también el ser superior o Ángel Solar que está constantemente llamando al hombre para consumar el Verbo y realizar la perfección a la cual tiene derecho como ser humano que busca las alturas.

Y el próximo paso no puede ser dado sin contar con la fuerza de la Jerarquía, por esta Fraternidad de almas liberadas que existen antes aún de que se creara el Esquema terrestre y que, por tanto, pertenecen a otro Universo que precedió al nuestro, como constituyendo un cuerpo dentro del Logos Solar, y ahora, la Jerarquía, se dice, es el Chakra Cardíaco de esta Entidad planetaria que llamamos el Logos Planetario, de la cual Sanat Kumara es la expresión física.

Hay que distinguir pues, en este orden de cosas y de acuerdo con la evolución de las especies humanas superiores, que el Logos Solar manifiesta su poder a través de siete centros y que cada una de estos centros es un tipo de Jerarquía y que los siete centros, convertidos en planetas sagrados, tienen la misión de llevar la voluntad del Logos Solar o el Dios del Universo a todas y cada una de aquellas unidades vivas de conciencia que realizan su evolución en el planeta Tierra, y como el que está más adelantado en este orden de cosas es el ser humano, vamos a buscar su Jerarquía para ver cómo se introduce jerárquicamente en el reino de las almas liberadas o en el reino de la Gran Fraternidad Blanca o la Jerarquía Planetaria.

Desde el momento que la Nueva Era empezó a crear las condiciones requeridas en el planeta Tierra, llenando los éteres con otro dinamismo eléctrico superior al conocido, todo cuanto era anteriormente una sumisión a la Divinidad, un pedido a la Divinidad, se convierte ahora, por obra y magia del espíritu en un decirle vamos a ayudarte, porque es la Nueva Era. 

Es la Nueva Era de oportunidad para todos, y desde el momento que la oportunidad es para todos nuestro deber será simplemente aceptarla, porque todo lo tenemos ya, solamente hay que descubrir en nosotros y desarrollar la capacidad de recibir.

Y llegados a este punto vemos exactamente cómo todo cuanto se nos ha dicho en el pasado a través de las filosofías, de las creencias múltiples, de las grandes religiones, se resume en una sola cosa: expresar cada cual la cualidad característica de Dios que cualifica su vida y le convierte en una entidad inteligente. 

Y esto podemos hacerlo todos nosotros, teniendo en cuenta que en la pesquisa espiritual tendremos a nuestro alcance el poder de un planeta sagrado que nos ayudará.

Decir planeta sagrado es decir el campo de actividad de una entidad gloriosa, psicológicamente hablando, de un Dios planetario que utiliza este planeta como cuerpo de expresión, siendo al propio tiempo cada uno de esos planetas un chakra dentro del organismo entero del Universo, pues tal como veían en su magnífica inteligencia los grandes sacerdotes druidas, todo hombre es la manifestación del Universo, y donde ahora se ponen santos e imágenes existía la imagen realmente pero de un hombre abierto, mostrando los planetas que correspondían a cada uno de sus centros. Entonces, los sacerdotes eran realmente personas inteligentes que estaban señaladas por el dedo de Dios, y no como ahora que están señaladas por los dedos de las jerarquías de los hombres.

Ahí está la diferencia, estamos llegando a un punto, dentro del programa de evolución cósmica, en el que por poco que nos esforcemos llegaremos a establecer contacto con la Divinidad, 

y ahí está la gracia y la oportunidad de esta Era que estamos viviendo. 
Es esta Era gloriosa para la cual nos hemos preparado desde luengas edades, teniendo en cuenta que llegamos aquí a través de muchos caminos, a través de muchas cualidades de Rayo, 
a través de muchos estímulos de conciencia, pero atravesando muros y muros de incomprensión, muros de agonía, de tristeza y de dolor. No se llega a la comprensión de Dios sin haber tenido que pagar un tributo a la vida kármica dentro de la cual estamos inmersos, pero el gran karma que tenemos actualmente, que es el buen karma de nuestro momento actual, al menos para todas aquellas personas de buena voluntad que asisten aquí, es dar el siguiente paso, y pasar del aspirante espiritual que busca a Dios al estado de discípulo que trata de servirle.

Y ahí estamos en este punto, en este punto misterioso que solamente es apreciado por la persona que es pura de corazón, que es sencilla de mente y que realmente trata de acatar la voluntad del Señor, místicamente hablando.

Así que estamos como siempre, y siempre soy reiterativo en este aspecto, que el mejor servicio que podemos hacerle a la humanidad y por ende a esta Entidad gloriosa llamada Dios a través de nosotros, es dar la oportunidad de manifestarse por simplificación constante, es decir, que en vez de hacer a Dios algo semejante a nosotros, definitivamente hagamos de nosotros algo semejante a Dios.

Por Vicente Beltrán Anglada
http://www.sabiduriarcana.org/conferencias-vba-ce1.htm
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La Gran Fraternidad Blanca. Capitulo II (V.B. Anglada)



V.B. Anglada
La Gran Fraternidad Blanca. II

Vicente.-... a la Tierra, procedente del sistema planetario de Venus, muy avanzado en relación a nosotros, se demuestra que puede vivir en un nivel inferior, es un sacrificio naturalmente. Habrá que pagarse con sangre del corazón, como se dice, lavarse los pies en la sangre del corazón, de Luz en el Sendero, para poder realizar esta grandeza, esta maravilla. Naturalmente, habrá que hacer un esfuerzo, pero si nos damos cuenta del esfuerzo que ha supuesto llegar aquí después de pasar por todos los reinos de la naturaleza para llegar a ese estado iniciático de hombre como actualmente tenemos, hasta cierto punto aparece como algo que puede ser realizado o realizable, de mantenerse en un estado de pureza y al propio tiempo vivir en el mundo, haciendo lo que decía Cristo “vivir en el mundo sin ser del mundo”. 

Esta es la ley de la naturaleza, pero sabemos que existen Maestros de Compasión y de Sabiduría en cuerpo físico aquí en la Tierra, grandes Maestros, grandes Iniciados, y progresivamente los campos filosóficos, políticos, económicos del mundo, y religiosos naturalmente, deberán ser ocupados por Maestros de Compasión y Sabiduría; es decir, por Adeptos, por grandes Iniciados. Naturalmente hay que prepararles el camino. Se nos habla místicamente de la Reaparición de Cristo, y si Cristo está puede volver a la Tierra, aunque siempre he tenido interés en señalar que hay que crear el camino para que Él pueda regresar a la Tierra, en este sentido, regresar también es una palabra que no es la propia, porque nunca ha salido del planeta Tierra. Se nos dice que Cristo tiene cuerpo físico y está en los montes Himalayas junto con otros Maestros, incluido el Manú y el Mahachohan, que están en un nivel superior al de Adepto, siendo Buda tal como se nos dice esotéricamente el punto de unión entre Shamballa y el mundo cósmico, es decir, que hace la función de los Budas..., que son los que tienen contacto en el sistema planetario con todos los sistemas solares del Universo, porque hay que tener en cuenta, siguiendo la ley de analogía, que de la misma manera que estamos reunidos en función de familia o de amistad, lo mismo existe en el Cosmos, 
y que de la misma manera que kármicamente estamos unos a otros en la familia o en ciertas comunidades, los Logos planetarios, solares y cósmicos están unidos también por lazos kármicos, y ahí está donde la razón se nos pierde, y también se nos señala el hecho cuando se nos habla de platillos volantes. Cada vez se verán más, teniendo en cuenta una cosa muy esencial, que no puede venir un platillo volante de otro sistema solar ni de otro sistema planetario sin contar de antemano con el beneplácito del Señor del Mundo. 
Así que no teman nunca que vengan, tal como se hace en las películas hoy día, seres aquí para tratar de apoderarse de la Tierra o gobernarnos según sus propios sistemas. 
De la misma manera que al pasar una frontera se nos pide el pasaporte con un visado del país donde vamos, así de esta manera no puede pasar el círculo mágico infranqueable de un sistema planetario sin contar con la fuerza de la voluntad o con el beneplácito del Señor que utiliza aquel planeta como campo de expresión; no hay que temer por tanto resultados funestos desde el momento en que tenemos una Jerarquía que está tratando de representarnos ante el Cosmos, que nos protege como protege a toda la naturaleza y que por lo tanto solamente tenemos como misión esencial tratar de cooperar con esta fuerza gigantesca a fin de que un día nuestro planeta pase de la categoría de glándula endocrina a la categoría de chakra coronario o chakra cardíaco, que es tal misterio que muchos tratan de comprender actualmente. Es decir, que todo cuanto existe en el universo planetario que no sea un planeta sagrado es una glándula específica endocrina, de la misma manera que cada chakra en nuestro cuerpo etérico está relacionado con una función glandular o un proceso hormonal que conduce precisamente a la expresión física de cierta naturaleza psicológica, y aquí estamos otra vez con lo mismo de antes y lo de siempre, estamos constantemente unidos con esta fuerza magnífica a través de la fuerza expansiva de los nadis y del sistema nervioso en contacto con aquél, hasta llegar a un punto de confluencia en el cual vemos que todo es Voluntad de Dios, siendo el ser humano el único que se aparta de esta voluntad desde el momento en que ha creado el ejercicio del libre albedrío, siendo el libre albedrío no un poder unificante sino un poder divisor, porque desde el momento en que tenemos libre albedrío nos vemos enfrentados con el dilema de tener que elegir entre el par de opuestos, en tanto que al desaparecer, por obra y gracia de la Voluntad de Dios esta fuerza del libre albedrío ya no tenemos necesidad de decidir, porque estamos decidiendo exactamente aquello que debemos hacer, no dentro de la fluctuación del par de opuestos.

Interlocutor.- Quería hacer una pregunta que traía preparada, pero ya hemos hablado del par de opuestos por lo que ya lo dejaría para otro día, y sería interesante esto del libre albedrío, pero iré a lo que iba primero. O sea, que el fuego Venusiano, de Agni toma posesión de la mente humana y ésta, la mente humana, logra entonces el conocimiento; bien, esto lo relaciona usted con la bajada o venida del Espíritu Santo, pero teniendo en cuenta que lo primero que ocurrió hace millones de años, y lo bíblico no llega apenas a dos mil, bien, ¿es correcto entender que el primer fuego iba dirigido a la mente y lo bíblico era fuego espiritual?

Vicente.- El fuego..., todo de hecho en la Creación es fuego. 

El fuego cuando lo relacionamos con un sistema solar o con un ser humano lo dividimos en tres etapas, decimos, como usted sabe, que San Pablo —Pablo de Tarso—, definía al hombre como un compuesto de Espíritu, de Alma y de Cuerpo, haciendo una división triple de un solo fuego, entonces el Espíritu corresponde al llamado Fuego de Fohat; el aspecto, digamos, Conciencia, el aspecto del Alma en el hombre, es el Fuego Solar; y el Fuego de la Materia del Cuerpo corresponde a Kundalini, pero entendamos que solamente existe un solo Fuego en el Universo. 
Solamente cuando Dios decide manifestarse es cuando se divide el Fuego, y entonces tenemos el Fuego de Manas, hay el Fuego de Adi, hay el Fuego Átmico, hay el Fuego del mundo inferior que es Kundalini y hay el poder de Kundalini que es, fíjense bien, algo que quizá todavía no ha entrado en el conocimiento de la astronomía, y es que el planeta que no tiene fuego queda completamente parado, porque el fuego es vida, es decir, que si tomamos el ejemplo de la Luna que no tiene movimiento de rotación es porque carece de fuego. 
Kundalini, expresado en la fuerza vivificante del tercer aspecto del Logos que lo informaba, ha desaparecido, entonces la Luna está desintegrándose porque ha perdido la vida, el aliento vital que era Kundalini central, ha desaparecido, entonces solamente tiene un movimiento, el movimiento de traslación; en cambio, 
la Tierra tiene dos movimientos originados, inicialmente, el de rotación por Kundalini central, por la fuerza expansiva del Tercer Logos o el Espíritu Santo, o el Paráclito tal como se dice en ciertos relatos místicos. 
Es decir, que cuando un planeta carece de vida entonces solamente sigue un movimiento: el movimiento del primer astro que encuentra a su alrededor que puede atraerle según la 
Ley física de gravedad, pero ha perdido por completo la característica vital que informa a todos los astros que tienen movimiento de rotación, siendo el Fuego la vida dentro de la naturaleza el que nos informa a nosotros, el que nos crea las condiciones vitales, la que llega un día a la inteligencia que hace que un día cuando somos Maestros de Compasión y de Sabiduría hemos unificado el triple fuego. 
Y, entonces, tenemos en un solo punto Monádico de atención central el Fuego de Fohat del Espíritu, el Fuego Solar del Alma y el Fuego de Kundalini del Cuerpo, utilizado todo según una regla rítmica de vibración que no crea división posible, entonces se dice que sobre el Adepto está operando constantemente la Voluntad de Dios y que, por lo tanto, no tienen ya por qué preocuparse por lo que se preocupa el ser humano, de el tener que decidir entre dos cosas, ¿por qué?, porque lo que entendemos por libre albedrío es el resultado del ejercitamiento de la mente por el hombre, que produjo una división para mejor comprenderse. 
Es decir, que los Prometeos del Cosmos nos dieron la mente para que dividiéramos las cosas a fin de reconocerlas, porque si reconocemos las tinieblas, automáticamente reconocemos la luz, y así sucesivamente con todos los pares de opuestos. 
Pero llegado un momento en que todos nosotros somos un cuerpo de luz, como decía Pablo de Tarso, vemos por todas partes sin ulterior discusión sobre lo que vemos. 
La percepción de Dios se manifiesta a través de nosotros teniendo en cuenta que somos vehículos de la Voluntad de Dios y no vehículos de que es lo que ocurre constantemente, y esto lo sabía exactamente el Logos planetario cuando permitió que se creara la mente de los hombres, porque la primera división fue separarse del Creador, separarse de los Ángeles, separarse del proceso místico y espiritual para buscar ya la solución de problemas inmediatos. 
Es decir, que lo que antes era solamente una panorámica que se manifestaba y dentro de la cual se creía ser un juguete, de un lado a otro, entonces se ve que el hombre hace una división entre él y la historia, entre él y las circunstancias, entre él y los hechos, y de esta manera es como va progresando hasta adquirir un grado suficiente de autoconciencia o un vacío interior tan grande que le impulsa a hacer lo que estamos tratando de hacer nosotros: buscar la unidad dentro de esta dualidad, no por extinción, no por aniquilación de algunos de estos puntos de polaridad, sino tratando de equilibrar ambos polos para llegar a un punto, como la luz: desde el momento que el polo positivo y el polo negativo se han juntado se ha creado la luz, ya tenemos la unidad. Pues este misterio tan fácil es el que estamos tratando de desarrollar nosotros. Es sencillo, difícil de realizar, pero de comprender es sencillo. Y aquí ven tres aspectos de luz: un polo positivo, tenemos la luz de Fohat, a otro lado el fuego de Kundalini; cuando Kundalini y Fohat se juntan sale el Fuego Solar, del cual la electricidad es un síntoma, porque de la electricidad se saben solamente los efectos pero nunca la causa, pues la causa está en el misterio de la unidad del hombre cuando haya equilibrado Fohat con Kundalini.

Leonor.- Resulta que yo pensaba en lo positivo y negativo, y en la dualidad y en el libre albedrío si también tiene mucha relación con la escisión del ser entero cuando se dividió en hombre y mujer.

Vicente.- Sí, naturalmente, y esto se ve precisamente fíjense en el proceso y guarden un poco de atención porque es fácil de ver pero difícil de apreciar así experimentalmente y es que del centro de la Tierra ascienden ondas concéntricas del fuego de Kundalini vivificando todo el contenido geológico a través de Agni, el Señor del Fuego, desde el centro de Kundalini. 

Pero, vamos a hacer un pequeño dibujo porque a mí me gusta mucho dibujar... Esto es un área de la Tierra, un segmento, entonces suponiendo que el Kundalini está aquí, el fuego asciende de la misma manera que ascienden las ondas de la luz y las ondas acústicas, pero, ¿qué le pasa al hombre? (dibuja un hombre), fíjense en la forma del hombre, aquí está el depósito de Kundalini, cuando asciende Kundalini sube por aquí y por aquí. El lado derecho se convierte en pingala, el izquierdo en ida, y en el centro está la columna vertebral como una especie de columna de mercurio que hace que suba el Fuego Creador de la naturaleza hasta llegar a su tiempo a culminar aquí. Entonces, dense cuenta de que el Fuego del Espíritu debe ascender por la columna vertebral a través de los distintos chakras o de los distintos planetas sagrados de nuestro organismo hasta llegar al punto más alto, y que es lo que pasó con el caduceo de mercurio... dos serpientes que salen de aquí, y aquí unas alas. Ya tienen ustedes la ascensión del Señor, que es lo que están tratando de decidir todas las grandes religiones del mundo, pero lo fácil es verlo de esta manera, que ¿por qué tenemos dos piernas y por qué el animal no anda de pie sino agachado? Es este el misterio. Kundalini y la parte material, el animal anda agachado porque todavía no tiene sus reservas o chakras especializados para contener el Fuego de Kundalini, el hombre sí, ya que tiene un depósito, el depósito de Kundalini, que es el que a medida que va evolucionando va haciendo crear en los chakras un vacío, que al ser vacío, debido a la falta de peso, o de forma ígnea, atrae a Kundalini y entonces empieza a ascender, siendo el misterio no el que el Raja Yoga (propugna): en que a medida de que asciende el fuego se están desarrollando los chakras, (sino que) a medida que los chakras se están desarrollando es cuando surge Kundalini. 
Así que no se puede provocar el fuego de Kundalini, sino que es la evolución a través de una vida sencilla y sin complicaciones como asciende el fuego de la naturaleza sin peligro. ¿Ven?, de esta manera, por el lado izquierdo se crea ida, por el derecho pingala, haciendo un cruce, lo mismo que estamos haciendo aquí, siendo la luz eléctrica el fuego que asciende, una columna de mercurio o, como decíamos el otro día, una flauta con siete agujeros, y cada cual tiene solamente un agujero que es el que le corresponde, que es el chakra que utiliza mayormente para ponerse en contacto con su centro planetario. ¿Ven claro esto, más o menos? Masculino y femenino, siendo el del medio el andrógino. Es decir, que si desapareciesen automáticamente ida y pingala —con el tiempo desaparecerán— quedará solamente un solo punto, que es cuando el hombre no tendrá sexo, entonces no se creará una dualidad, el hombre será el andrógino, será un ángel, de hecho el Ángel Solar contemplado con clarividencia es un ángel, no tiene sexo, es una forma radiante, eléctrica se puede decir, tiene un brillo magnífico, bueno no hay palabras para expresar los colores del Ángel Solar. Pero, más o menos se dan cuenta de que al llegar a cierto punto desaparece todo cuanto condiciona al hombre, que lo hace dual, para convertirse realmente en algo especial. Fíjense que la serpiente del Edén es esto también, pero de hecho en el Árbol del Edén con el conocimiento del bien y del mal siempre hay la serpiente; pero antiguamente se representaba como en el caduceo de mercurio: dos serpientes o la serpiente con dos cabezas. ¿Por qué?, porque la serpiente está tentando a Eva, pero Eva tienta a Adán, entonces hay dos puntos de confluencia, pero lo que está tratando de desarrollar el hombre es la fuerza del conocimiento del bien y del mal que es el libre albedrío. ¿Se dan cuenta? Una vez Kundalini ha desaparecido, ida y pingala han desaparecido, solamente queda un canal que va desde el Kundalini al punto más elevado de Fohat y entonces tenemos el hombre-unidad, el hhoommbbrree ddiivviinnoo. 
De esta manera es el poder mágico de la naturaleza o el Verbo revelado o el hombre celeste manifestado a través de un cuerpo físico.

Interlocutor.- ¿Cómo se puede saber tocar esa flauta con un agujero sólo?

Vicente.- (risas) ¡Ah! Yo no se música, eh! Para darse una idea, fíjense bien, porque realmente es esto...

Interlocutor.- No lo he dicho en plan así..., pero es importante...

Vicente.-... suponemos que la flauta es esto, algo así, porque esto está aquí..., dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Para dar un sonido hay que dejar todos y dejar solamente uno, aquél es el que nos corresponde. Puede ser, por ejemplo, el chakra Sahasrâra, y esto es una cosa interesante porque es el más alto, o puede ser el chakra Muladhâra que está en la parte baja de la columna vertebral, o puede ser el centro Anâhata del corazón, o el Visuddha de la garganta, o el Ajna, o cualquiera de los otros.

Leonor.- Quiere saber cómo se conoce, ¿verdad?

Interlocutor.-... esto es como a veces cuando uno se queda en silencio que empieza a escuchar...

Vicente.-... sí desde luego, porque esto está en relación con la música de las esferas, teniendo en cuenta que Dios es un flautista que está tocando en el Cosmos utilizando un instrumento con siete planetas sagrados, y unas veces uno está en vibración mayor que los otros, lo cual significa que en el periodo de evolución de cierta raza evoluciona cierto Rayo, lo cual significa que el Gran Flautista está dejando aquel abierto y los demás, así, un poco retenidos. Esto nos pasa a nosotros al practicar el yoga. Por eso digo que para practicar yoga hay que saber a qué tipo psicológico pertenecemos, para saber qué nota debemos pulsar, cuál es el yoga que nos favorece más, y es esto, ¿cuál es la respiración, cuál es el pranayama que más favorece nuestro significado?, porque se dan normas generales y te dicen “apáñate”. Yo digo siempre que hay que partir de la intuición y que no hay que empezar a respirar buscando la intuición sino que hay que buscar la intuición y después respirar, porque primero es el Reino de Dios y lo demás viene por añadidura. Si se nos ha dicho todo, solamente repetimos cosas que sabemos; no hay más sabiduría que esta. Deberemos saber comprender lo que se nos ha dicho hasta aquí, no pasemos de aquí, porque siempre lo que decimos es lo que sabemos, sólo que quizá lo decimos de otra manera para mejor comprenderlo. Pero esto desde hace miles y miles de años se está enseñando a la humanidad, y cuando Madame Blavatsky en el 1875 empezó a introducir en el mundo la idea de la Jerarquía, la Jerarquía existía hacía dieciocho millones de años, y antes de esa Jerarquía existieron otras Jerarquías dentro del Sistema planetario que nos han ayudado, como el caso de Venus, hay una correlación misteriosa, kármica, entre Venus y Marte y la Tierra, formando un triángulo; hay otro entre Venus, la Tierra y Saturno, y hay otro superior que es entre Venus, Saturno y Mercurio, y aún otro superior que es el de los Adeptos que es el que tiene que ver con Júpiter, siendo Júpiter el chakra Cardíaco del Señor del Universo, por lo tanto, es el planeta más poderoso que existe en nuestro Sistema Solar, desde el punto de vista esotérico.

Interlocutor.- Acabas de decir amigo Beltrán de que nosotros tenemos siete chakras, cada chakra que nosotros tenemos es un planeta sagrado, entonces ¿cada uno de nosotros somos un Logos solar?

Vicente.- Claro que sí. Somos una representación, sí, sí.

Interlocutor.- Vamos a ver, entonces eso quiere decir que si nosotros somos un Logos solar, nuestras células, por ejemplo, son humanidades ¿estamos de acuerdo?

Vicente.- Sí, sí...

Interlocutor.-... entonces si lo que hay arriba es abajo y lo que es abajo es arriba, nosotros si funcionamos mal, muy mal, muy mal, podemos crearle una enfermedad a nuestro Logos solar y podría morir de ella.

Vicente.- Justo, justo, ahí está el caso. ¿Se dan cuenta de la responsabilidad del discípulo? Ha dado en el clavo. Desde el momento en que sabemos que formamos parte de un Sistema Solar, que somos una célula viva en el Corazón de Dios, o dentro de su Universo, hay que entender al llegar a cierto punto la responsabilidad que tenemos para no crear una desarmonía de tipo cósmico. ¿Por qué creen ustedes que hemos sido visitados muy a menudo por estos aparatos extraterrestres? 

A partir de la desintegración del átomo y cuando empezaron ya a arrojarse bombas atómicas, en Nagasaki e Hiroshima. Entonces, aquello es visible a los ojos de los dioses y a los ojos de las humanidades de otras partes, como nosotros podemos ver con un telescopio una mancha solar, por ejemplo, entonces hay un desequilibrio, y entonces un Logos dice al otro Logos.... (corte del sonido)

Vicente.-... dejemos de pensar en términos de individualidad y pensemos un poco más en términos de grupo, en términos de equipo, sin pensar quién va delante y quién va detrás, sino que cada cual, tanto el que va delante como el que va detrás, sepa imponerse a la norma de disciplina de su propio estado evolutivo, que sea conscientemente social, que se convierta en una persona honrada, en un buen ciudadano, porque esto es lo que pretende la Jerarquía de todos y cada uno de sus discípulos, no pretende que sean hombres de grandes conocimientos sino que pretende que la persona sea realmente creadora, que viva el impacto de las nobles razones de lo eterno, que los latidos de su corazón sean los latidos del corazón cósmico, lo cual quieres significar que cuanto menos sea él, más será el espíritu de Dios, muy al revés de lo que hasta ahora, que a fuerza de querer ser uno se olvida del propio Dios, de aquel Ser que lo ha creado y del cual no es más que un pequeño instrumento, y cuando sepa esto entonces estoy seguro que la vida tenderá a cambiar completamente, deparándole una visión distinta de las cosas y con una nueva sonrisa a flor de labio.

En cada uno de los lapsos del tiempo se cumple un proceso creador; cada raza y cada subraza deben cumplir así su propio cometido esencial, así como en el misterio de los Rayos cada cual tiene su propia finalidad, y dentro del hemisferio de la Vida de Dios no hay superior ni inferior sino que hay un deber; cada cual debe cumplir este deber en la hora cósmica que le toca vivir, ya puede ser rico o pobre, ya puede ser enfermo o sano, ya puede estar en las grandes alturas o ser un mendigo, que mendiga su sustento por las calles, todos debemos cumplir una misión y un deber. Solamente aquel que se escapa del deber cae en el karma, y este es el primero de los grandes misterios que debemos revelar a la humanidad: de que el karma, lo que somos nosotros, represente genuinamente un misterio revelado, una redención en marcha, un proceso creador, algo que se ve en movimiento, que no está paralizado por el imperio de los yugos del tiempo o de las horas críticas que estamos viviendo. No hay dificultad alguna en la vida humana que no pueda ser solucionada por el misterio de la fe, no hay nada que pueda ser una perdición para el hombre que busca, no existen dificultades en el orden conflictivo que puedan detener la marcha del progreso, ni la magia negra puede hacer nada contra nosotros cuando estamos insuflados por el espíritu de bien, porque la magia en todos sus aspectos es un aspecto de la Divinidad más o menos mal enfocado o bien enfocado. El proceso en el tiempo se realiza según los misterios de la realización, así vemos que surgen como estrellas estelares dentro de un Universo de una raza determinada, los grandes avatares que con su voz iluminan los caminos, pero ahora, estamos enfrentando la Era de Acuario, cada uno debe convertirse en un avatar. 

Ya no debemos confiar demasiado en los avatares porque la mente ha dado un paso de gigante y muchos seres humanos están bordeando los límites, las fronteras, que nos separan del plano búdico, donde solamente existe humildad, el razonamiento ha desaparecido completamente, solamente existe intuición, vida profunda y escasez de comentarios. Es otro punto para que lo tengamos en cuenta en un momento de la meditación. Tener en cuenta también que todo está inmerso en el éter, los pensamientos, las emociones, los actos reflejos, todo cuanto existe en nosotros está proyectado al ambiente y vive en el ambiente y constituye el ambiente, y cuando nos quejamos del ambiente sería mejor que pensásemos en la causa del ambiente: qué es lo que determina la escasa vibración o la vibración elevada del ambiente o de los éteres que constituyen el ambiente, hasta qué punto hemos contribuido a la creación del ambiente, es como si hubiésemos construido una máquina y la máquina nos triturara. Es decir, son cosas que debemos pensar en la meditación, que estamos tratando de reorientar todas las energías de nuestra vida hacia un punto positivo de acción, algo que pueda ser realizable, y yo creo que la buena voluntad es realizable, no se pide que el hombre sea un genio ni que sea un gigante del intelecto o un mago con poderes psíquicos, sino simplemente lo que quiere el Maestro de todos y de cada uno de nosotros es que seamos buenos ciudadanos, por eso insisto mucho en esta palabra, lo cual significa que debemos cumplir un deber social en la vida que nos rodea, con los seres humanos, con los animalitos, con las plantas, con todo, porque somos redentores, y en este proceso de redención ya está el principio de la liberación. 
Y todos podemos liberarnos como dice Krishnamurti, tenemos que atenernos a palabras que conocemos para mejor comprender. Podemos comprender la vida y en el momento en que la vayamos comprendiendo ya nos estamos liberando. No hay que esperar a mañana sino ahora, el trabajo es ahora, que comprendamos en este místico silencio la fuerza, el valor de los argumentos debe ceder a la fuerza del espíritu y dejar que el espíritu guíe el entendimiento y no sea el entendimiento el que quiera guiar las grandes reflexiones del espíritu. Aprovecharemos este místico silencio para la meditación.


“Que la energía del alma nos inspire
y que su luz nos guíe
de la oscuridad a la luz,
de lo irreal a lo real
y de la muerte a la inmortalidad”

OM OM OM

Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 14 de Junio de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) 12 de Agosto de 2009 

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Las Exigencias de la Nueva Era. I (Vicente Beltrán Anglada)



Las Exigencias de la Nueva Era. I

Vicente.- Vamos a iniciar estas conversaciones.
Tengo un interés especial en decir –como siempre digo- que aquello que la mente no puede comprender en el sentido intelectual lo comprenderá muy fácilmente con la atención, porque cuando la atención es profunda y sostenida se comprende por una parte de nosotros mismos que tiene carácter esencial, (y) me refiero exactamente al corazón.
Se comprende con el corazón mejor que se conoce con la mente, y esto es la base de que las conversaciones esotéricas, a pesar de que tengan que ser descritas en un lenguaje algo técnico debido a la tecnología del propio esoterismo, siempre existe la posibilidad de poder hacerlo comprender en un sentido, digamos popular, en un sentido corriente porque el corazón tiene la virtud de comprender todas las cosas.
Así que iniciaremos la conversación con algo que está en la mente y en el corazón de todos ustedes y que se refiere, precisamente, a las exigencias de la Nueva Era, esta era que tenemos todos la oportunidad de vivir.

Una era que por un lado muestra la acuciante presión de la técnica con sus inventos maravillosos y fantásticos descubrimientos, con la conquista del espacio y, al parecer también, con la conquista del tiempo. Si añadimos a esto la revelación del mundo oculto, de aquel mundo que está más allá y por encima de la concepción y percepción corrientes, tendremos un cuadro aproximado de situaciones de lo que intento decir con el término “Las exigencias de la Nueva Era”, esta era técnica y al propio tiempo llena de dinamismo creador.

La técnica nos permite establecer relaciones automáticas y con un ritmo de instantaneidad de cualquier hecho que sucede en el planeta, en un momento determinado del tiempo, así, los descubrimientos de la televisión, de la radio, del teléfono, han puesto en manos del hombre aquel poder vital que acerca los continentes, pero con el descubrimiento del mundo oculto, de aquel misterio que existe en los éteres del espacio a medida que vamos penetrando en las fronteras de lo cósmico, (ha surgido una situación que) tiene un valor esencial por el motivo que nos permite ser conscientes de esta oportunidad magnífica de conocernos, no sólo en el aspecto técnico de la personalidad sino también en el aspecto místico del alma, creándose por primera vez en la historia del planeta esta posición de síntesis o de inteligencia creadora que nace cuando la mente y el corazón se equilibran, unifican y expansionan.

Naturalmente, para hablarles de las oportunidades magníficas de la Nueva Era tengo en cuenta –y creo también que ustedes lo verán claro–, que la humanidad como un todo está penetrando en zonas de conciencia profundas y misteriosas como jamás había podido ser realizado en la historia planetaria.
De la misma manera que la evolución de la naturaleza ascendiendo de reino en reino, de dimensión en dimensión, de raza en raza, ha llegado al siglo XX con sus inmensas posibilidades técnicas y místicas, así se presenta la opción al cuarto reino de la naturaleza -el reino de los hombres, la raza de los hombres, el reino humano - de penetrar en ese aspecto de la naturaleza que llamamos el quinto reino, el reino de las almas liberadas, el reino de una perfección a la cual podemos acceder por medio y a través del esfuerzo que seamos capaces de desarrollar en ese momento del tiempo y (de la) oportunidad que tenemos la ocasión de vivir.

Hace, según los cálculos esotéricos del tiempo, unos dieciocho millones de años, que, por un proceso alquímico de la naturaleza, el animal que evolucionaba en el tercer reino pudo acceder a la gloria de la mente. El tercer reino (debido a su paso) por el tamiz de aquella individualización o expansión de conciencia que convirtió al ser humano en una mente iluminada proveniente del tercer reino –el reino animal-, abrevió en aquellos tiempos la perspectiva intuitiva de este momento, en el cual todos los seres humanos inteligentes y de buena voluntad pueden, rasgando místicamente los velos del tiempo, penetrar en las fronteras del quinto reino de la naturaleza, convirtiendo la personalidad integrada, hasta cierto punto, en un alma consciente en el quinto plano de la naturaleza.
Y esto naturalmente requiere una preparación técnica, pero al propio tiempo debe ser el producto de una evolución de un propósito interior que no todo el mundo es capaz de desarrollar.

Yo creo, sinceramente, que todas las personas que se dan cuenta de la importancia de este momento presente, en el cual por primera vez el avance técnico de la vida o los descubrimientos científicos son avalados oportunamente por la visión interior, es el indicio de que la humanidad como un todo, o al menos la mayoría de seres humanos inteligentes y con cierta buena voluntad en el corazón, puede penetrar, como digo, en este otro esplendente reino del cual nos han hablado todas las filosofías y todas las grandes religiones de todos los tiempos. Entonces, cuando místicamente se nos habla de reino de los cielos o de “Cristo en ti, esperanza de gloria”, o nos hablan del estado de samadhi, o nos hablan de la inteligencia creadora o de la mente iluminada, o del corazón casto y honesto, se están refiriendo precisamente a todas aquellas individualidades que antaño fueron humanas y que ahora son expresión de este quinto reino de la naturaleza al cual me estoy refiriendo.

Ha sido tal la respuesta de la humanidad, en sus variados niveles, a la impresión de ese momento cósmico, astrológico -es decir, aquel momento en que el ser humano representado en la naturaleza crística se halla en el monte Tabor de su conciencia contemplando a sus pies los tres discípulos dormidos, o sea a la mente, al cuerpo emocional y al cuerpo físico-, (que) entonces, todas aquellas personas que han dado un paso preliminar y han sabido desapegarse, por así decirlo, de todo contenido ambiental, de todo cuanto es y produce la naturaleza y, aun la propia humanidad, y que han perdido, hablando técnicamente, peso, han liberado una porción de luz, si ustedes me permiten, (y) en su aura se ha formado una fosforescencia especial o un dinamismo creador o un magnetismo puro que puede ser contemplado desde estas alturas celestiales a las cuales me estoy refiriendo.

Esto ha motivado que exista un inter-coloquio, que exista una comunicación entre el cuarto reino y el quinto reino de la naturaleza por medio de la mente iluminada, y todas aquellas personas que sienten en su corazón la sed de aquella agua de vida a la cual constantemente se refirió el Maestro de Maestros y que, al propio tiempo, son capaces de crear a su alrededor un hálito de atracción por su conducta, automáticamente y sin que se den cuenta, se hallan vinculados a esta fuerza tremenda de esta Jerarquía espiritual del quinto reino, convirtiéndose, se den o no cuenta de ello, en una avanzada de los misterios que se están gestando en las zonas libres del tiempo, allí donde el proceso de la vida es tan veloz que nuestra mente es incapaz de poder apreciar.

Existe una preparación técnica, pero en el sentido espiritual, para todas aquellas personas que inicialmente han dado un paso, y este paso que ha dado este hombre vinculándose a la Jerarquía planetaria ha quedado automáticamente ligado para siempre a esta hermandad de almas iluminadas, cuya conciencia está más allá y por encima del tiempo y que, por lo tanto, se convierte en un Maestro en el tiempo y en el espacio y puede de esta manera ayudar a aquellos que vivimos forzosamente todavía en tiempo y espacio.

A estas escuelas preliminares se les asigna técnicamente el nombre de ashramas, y para explicarles lo que es técnicamente -(a partir de) nuestros conocimientos corrientes- un ashrama les diré que es una escuela preliminar de los misterios celestes y que toda aquella persona, repito, de buena voluntad, que ha realizado el esfuerzo requerido se halla, lo sepa o no —tengo interés en remarcar este hecho—, unido a alguna de estas escuelas esotéricas o ashramas que son escuelas preliminares donde se enseña a la unidad del cuarto reino para que se prepare para entrar dignamente en el quinto reino de la naturaleza, y pase así del reino humano al reino divino, de la misma manera que el hombre-animal de hace dieciocho millones de años penetró un día, por el misterio iniciático de la individualización, en el cuarto reino de la naturaleza convirtiéndose en un ser humano.

Todo proceso, como verán, si lo analizamos con una mente fría, y no como hacemos constantemente con el corazón ardiendo, que nos crea un espejismo dentro del cuerpo emocional, si miramos las cosas científicamente, tratando de comprobar en nosotros los hechos a los cuales nos estamos refiriendo, tendremos todos una vislumbre de que realmente hay en nuestra vida algo que revela esta fuerza misteriosa del quinto reino en nosotros. (Algo) Que transforma nuestras actitudes, que purifica nuestra mente del contexto habitual, que ordena nuestras emociones siguiendo el estímulo de una creciente estabilidad, y que somos capaces de manifestar un equilibrio en cada una de nuestras acciones. Podemos llegar a la conclusión de que realmente estamos librando aquí, en estos momentos, una de las batallas finales del ser humano para reconstruir en su vida afectiva, mental, familiar y social, todo aquel contexto iniciático que demostró Cristo a través de los grandes misterios, a los cuales estamos habituados si hemos seguido atentamente la evolución del cristianismo esotérico.

Por lo tanto, no estamos diciendo algo que anteriormente no haya sido formulado. Quizás estamos penetrando audazmente, como debe ser, porque el cielo puede ser arrebatado por la violencia, en estas zonas las cuales todos tenemos intuitivamente en nuestro hogar, y empezar a cambiar de esta manera nuestra vida en términos místicos de realización, y eso no pertenece a una individualidad aislada sino que es el patrimonio, es la herencia, de toda la humanidad y, por lo tanto, todo esto está a nuestro alcance ahora y aquí.
No hay que esperar que los dones del cielo o del espíritu santo vengan en alas de la brisa o como un aspecto milagroso del tiempo, sino por un esfuerzo que cada cual puede realizar.

Técnicamente, ¿qué es lo que necesita el ser humano? Yo diría que el ser humano tiene mucho peso todavía, tiene el peso físico por su conducta, naturalmente, ya sabemos que existe el maya de los sentidos o el karma, o que sobre él gravita el peso de la Ley, no la ley de los hombres sino la Ley cósmica de la naturaleza, y que estas Leyes de la naturaleza no pueden ser transgredidas sin caer en el riesgo de que el karma caiga sobre su cabeza y le haga sentir el peso de la Ley natural. Pero, en todo caso, la historia nos ha demostrado, si estamos atentos y vemos la historia en su aspecto más esotérico y místico, que en todos los tiempos ha habido seres humanos que han realizado el esfuerzo, han contraído, si ustedes me lo permiten, el mérito de llamar a esta puerta de los misterios y penetrar dentro tratando de adueñarse del espíritu creador.

Es decir, que si analizamos la historia en sus puntos sombríos, porque la historia de la humanidad es una historia de hambre, de guerras y de calamidades, siempre existen unos puntos de luz que han dado origen a que (perviva) el misterio iniciático de esa puerta constantemente cerrada para el intelecto -pero nunca para la fuerza expansiva del corazón, (de los) que nos han dado testimonio de aquello que vivieron y de aquello que realizaron. Y todos aquellos seres que realizaron algo en favor de la humanidad, en no importa qué campo filosófico, científico, religioso, pedagógico, psicológico o místico, han sido expresiones de esta fuerza del quinto reino, manifestando ese aspecto de abnegación, de servicio y de sacrificio que ha motivado el que la historia de la humanidad no sea simplemente una secuela horrorosa de crímenes y de desmanes y de miseria por doquier, sino que existe esta parcela de luz que nos da la seguridad de que realmente existe el quinto reino de la naturaleza, y algo más, que podemos hollar el camino y que para todo ser humano esta puerta puede ser abierta constantemente.

Ahí está la cuestión, entonces, ¿cuál es el requisito?, ¿qué es lo que precisa el ser humano para penetrar en ese sagrado recinto? Siempre he tenido intención y me he esforzado en decir que más que estudios filosóficos profundos, que más que una técnica depurada de entendimiento intelectual, lo que precisa el ser humano es, simplemente, relación correcta.
El que establezcamos correctas relaciones con los demás es la puerta de entrada más directa a los misterios de la divinidad, (es) por esto que les he dicho antes, por aquel misterio que dice que “es más fácil que penetre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos”, pero esta riqueza ¿es la riqueza de bienes materiales? ¿es la posesión material? ¿es el dinero en el banco?... Esto es muy limitado.

La riqueza puede ser la riqueza intelectual o puede ser la riqueza de un deseo, teniendo en cuenta que no es muy rico el que tiene mucho sino el que se conforma con poco.
De ahí que esta elasticidad, esta flexibilidad, esta pureza de principios, que está al alcance de todos, es el pasaporte de entrada a esta frontera que separa al cuarto reino del quinto, que separa a la humanidad de las almas iluminadas, pero hay que ser consecuentes y utilizar la mente solamente como un sistema de analogías de todo cuanto es y representa la historia planetaria.

Desde un buen principio, a partir de las primeras razas, del hombre prehistórico hasta nuestros días, hemos visto un avance constantemente del hombre en un aspecto: siempre ha ido en pos de una realidad trascendente, habida cuenta que cada reino de la naturaleza tiene que descubrir, realizar y materializar un arquetipo. El arquetipo del reino mineral, su puerta de entrada a los misterios, si puede decirse así, es el estado transmutatorio de los materiales que constituyen el mineral, y cuando los esposos Curie llegaron a descubrir el radio, se había demostrado por primera vez en la historia del planeta que el átomo era sustancia de luz y que se podía liberar esa sustancia. Y cuando se descubrió en el reino vegetal que había plantas que tenían una sensibilidad parecida a la del reino animal, entonces se dio cuenta la humanidad también que por aquella puerta pequeñita de la sensibilidad vegetal se podía penetrar fácilmente al reino animal, y que los filamentos nerviosos que constituyen el sistema nervioso de los animales no son más que la estructuración más perfecta de lo que es la estructuración incipiente dentro de la planta sensitiva, que ha ido evolucionando a través del tiempo.

Y cuando el animal ha organizado todo cuanto es, cuanto expresa como entidad de un reino, cuando ha creado un sistema nervioso completo, sanguíneo también y digestivo, y cuando ya todo está realizado, entonces viene la individualización y, si además, añadimos a todo el contexto de cuanto había realizado primeramente el reino animal, anteriormente el vegetal, iniciándose en el mineral, un ser humano que posee un cuerpo que participa de todos los demás reinos de la naturaleza, (acabará todo) convirtiéndose (este) por esta magia de la evolución en el punto de paso de los reinos subhumanos hacia el reino super-humano. Entonces, la puerta de misterios no es tampoco una exclusiva del ser humano ni tampoco una exclusiva de los seres divinos del quinto reino que tendrán ante sí otra meta más luminosa y más profunda, porque la evolución no termina jamás ¿Por qué?, porque siempre hay algo más, este algo más es el misterio místico de la evolución, aquello que decía Darwin con muy buena visión: “Cuando llego aquí solamente percibo algo que no puede ser descrito”.

La especie no termina jamás. Termina la historia y continúa la especie, y termina la historia porque no somos capaces de reconducir aquellos hechos históricos que suceden en niveles allende nuestra razón. Todo el proceso de la vida, el que va de un reino a otro o, si ustedes me lo permiten también, (el problema que va) de dimensión en dimensión y de iniciación en iniciación, pues siempre es lo mismo, no es más que la trayectoria del espíritu a través de cárceles de materia cada vez más sublimes, llegando finalmente a descubrir que materia y espíritu son la misma cosa bajo distinta vibración, bajo diferente densidad. Todo cuanto produce el espíritu humano tendrá que manifestarse constantemente a través de la materia, de no ser así no existiría el universo.

Penetren ustedes en este misterio, dense cuenta que la divinidad, pese a su magnificencia, no puede existir sin nosotros, somos parte de la divinidad, y por ser parte de la divinidad tenemos entrada y participamos de los misterios de la divinidad, porque somos la esencia de la propia divinidad y utilizamos la materia que forma parte de la divinidad.
Ahora bien, ¿cuál es el cometido del ser humano? ¿Qué es lo que debe realizar? ¿Cómo debe reaccionar ante la vida para penetrar en el santuario donde existe el Maestro de los Maestros o en el Sancta Santorum del corazón? ¿O cómo puede realizar esa tremenda alquimia de purificar cada uno de los átomos del cuerpo, convirtiéndolos en el oro del espíritu?
Este proceso, aparentemente sin sentido para algunas mentes intelectuales, es lo que estamos realizando cada vez que utilizando la mente y el corazón equilibrados tratamos de conducir la nave de nuestra vida por el mar de la liberación, y nunca podemos dejar de actuar de acuerdo con el principio de la ética o de la moral, porque la moral y la ética son consecuencia de que una parte iluminada de nuestro ser continúa vibrando más allá y por encima del entendimiento natural o normal.

Así que ustedes deben fijarse siempre en algo muy importante, y es que la vida es un árbol tremendo, un árbol que da frutos de santidad, del cual el Adepto, el Maestro de Compasión y de Sabiduría, o de un ciudadano del 5º Reino de la Naturaleza , es la expresión magnificente hasta donde nuestra mente puede llegar a alcanzarlo. Pero es que el árbol gigantesco de la humanidad que produce los frutos de sabiduría no tendría su razón de ser si no existiesen las raíces hundidas en el lodo. Entonces, el árbol de la vida en secciones nos demuestra el estado de la humanidad en un momento dado, desde el nivel de percepción que guía la mirada de un Adepto de la Buena Ley o de un Alma liberada. Y es mirando este árbol gigantesco y viendo los puntitos de luz, de amor y de poder que surgen en cada uno de los niveles, que sabe este Maestro dónde hay un discípulo en ciernes o en preparación, y son esos puntitos de luz de esos discípulos en cada uno de los reinos dentro del propio reino humano, que pueden ser entresacados, educados y preparados todos aquellos seres humanos que están suspirando ardientemente por la liberación y que, por lo tanto, son seres que sufren mucho porque están sujetos, como todos los seres humanos, a la fricción del karma colectivo.

No podemos liberar al discípulo del karma colectivo, (porque este) constituye una parte de este karma, pero no en un sentido de participar activamente en la perpetuación de este karma o fruto amargo del tiempo, sino que por su propia ley va extinguiendo el karma de los demás, y ahí está el punto donde es considerado este ser: que en los confines de cualquier nivel psicológico del ser humano, o de la humanidad, puede ser entresacada la persona preparada, la persona que en un momento determinado será un portavoz de la Jerarquía Planetaria, o de esto que místicamente llamamos el Cristo y su Iglesia. No me refiero a la Iglesia como cuerpo organizado sino al cuerpo de la Iglesia de Cristo en el 5º Reino de la Naturaleza o el Reino de los Cielos, y esto naturalmente lo tenemos todos aquí dentro del corazón, no se trata de algo externo que tengamos nosotros que buscar.

En todo caso la búsqueda es hacia dentro y no hacia fuera, hacia fuera revelamos los frutos de la acción pero hacia dentro estamos descubriendo los Misterios del Reino, que, como místicamente se dice, tiene siete llaves, siendo cada una de las llaves el plano, dimensión o nivel que cada cual ha logrado superar o nivelar dentro de su propio status quo, de su propia organización psicológica. Así que todo el proceso es, desde este punto de vista, científico por excelencia, y (está abierto a) todos los seres humanos que se dan cuenta de esta particularidad y, volviendo al principio, se dan cuenta de la oportunidad que nos ofrece la constelación de Acuario iluminando una franja de los cielos que recorreremos durante dos mil trescientos cincuenta años. Hay una esperanza de gloria en este devenir incesante, cuando vemos que Piscis se va alejando progresivamente aunque produciendo todavía cataclismos de todo orden, pero existe la esperanza de ver que el presente va siendo constantemente iluminado y que la persona en este momento no responde ni mucho menos a las exigencias que respondían nuestros antepasados del siglo XX cuando se inició, sino que hemos progresado hasta un punto en que todo cuanto pertenezca al siglo XXI nos parece familiar y hasta lo estamos revelando en el presente.

Y, para mí, esto constituye la garantía solemne de que muchos de nosotros hemos penetrado ya en conciencia en el 5º Reino de la Naturaleza, y que desde allí estamos trabajando, sin darnos cuenta quizás. Pero (por otra parte) no por no saberlo no trataremos el asunto con menos actividad (porque sirve) para ayudar a reconstruir dentro del aparente caos aquella unidad de vida que es la que debe hacer que cada unidad separada de conciencia pueda unificarse con las otras, cesando finalmente aquello que Madame Blavatsky definió como la gran herejía de la separatividad humana. Y esto solamente puede ser realizado siguiendo el triple sendero de amor al bien, de buena voluntad y correcta relación.

Esto que parece una cosa muy difícil de apreciar lo estamos realizando, porque todos tenemos una diferenciación mental que hace que podamos ver cómo nos comportamos en sociedad y cómo reaccionamos socialmente para tratar de establecer, dentro de la sociedad que nos rodea, aquel aspecto fundamental de la psicología divina que llamamos amor al bien.
La buena voluntad es natural, no exige esfuerzo; a medida que nos vamos liberando de capas de egoísmo la buena voluntad surge espontáneamente, no hay esfuerzo en este cometido.
Es un devenir dentro de la conciencia, una aventura que finalmente desembocará en la relación correcta con los seres que nos rodean, iniciando así aquella era de equilibrio individual que se proyecta a lo familiar, al campo profesional o social y que (hace que), finalmente, la persona será aparentemente como las demás pero en realidad es lo que se llama un Alma Bendita del Señor, que está tratando constantemente con su irradiación de mantener el statu quo divino en la naturaleza. Que trata que todo peregrino pueda participar de la gloria de aquello que él participa y que pueda finalmente solamente con la influencia de su aura magnética de crear las requeridas condiciones para que dentro de la humanidad surjan los fermentos redentores y, finalmente, que todos los seres humanos puedan ver claro que tienen ante sí una meta divina y que ahora, en este momento, ya pueden empezar a proyectarla con toda devoción, con toda energía y con todo entendimiento.


Extracto de la Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 1 de Diciembre de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) el 11 de Marzo de 2007
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Las Exigencias de la Nueva Era.II (Vicente Beltrán Anglada)


Las Exigencias de la Nueva Era. II

Es decir, que cada uno de nosotros, por el hecho de que hemos dicho de que (se) puede pertenecer a una ashrama, debe darse cuenta que dentro del ashrama ocupará, sin que se dé cuenta, por orden, si ustedes me lo permiten, de densidad química, en un nivel, en un centro de estos siete centros. Entonces recibirá del ashrama la parte que le corresponde, que es la parte que corresponde a cada uno de los pequeños electrones de cualquier átomo, de acuerdo a su grado de receptividad del gran protón central. Pero esto no solamente sucede en el sistema solar al cual pertenece nuestra Tierra, ni tampoco al ashrama de cualquier Maestro, sino también que corresponde al misterio de los Rayos, siendo cada escuela de misterios un lugar oculto donde se le enseña al candidato a cómo utilizar su Rayo de poder.

Esto significa que cuando hablamos de la Jerarquía y que cuando hablamos de los ashramas, tenemos en cuenta también ese aspecto séptuple de la naturaleza, y podemos decir que existen siete ashramas principales, más cada uno de estos ashramas principales, o de Rayo, contiene otros siete ashramas principales llevados por un Maestro de Compasión y de Sabiduría, pero, que extendiendo la órbita de la expresión de este quinto reino, al cual nos estamos refiriendo, tendrán ustedes, que cada uno de los pequeños discípulos de un ashrama tiene, sin darse cuenta, su pequeño ashrama particular, en donde se está fraguando ya por primera vez en la historia kármica de la naturaleza, aquel punto de luz que (le) convertirá dentro de un ciclo posterior de vida —y no hablamos de tiempo porque puede pertenecer a millones de años—, en el cual será el Maestro de un ashrama, y que todas aquellas personas que con él están vinculadas se convertirán asimismo en sus discípulos principales, y así la rueda de la vida se va expandiendo y propagando de eternidad en eternidad hasta la consumación de los siglos.

Es decir, concretando más, no miremos las cosas desde un punto de vista tan humano que el ver las cosas de esta manera no deforme la esencia de lo que signifique la vida espiritual. Al decir pues, y repito, que cada uno puede pertenecer, lo sepa o no a un ashrama, significa que el grado de atención que ha logrado despertar en un Maestro de la Jerarquía lo ha situado por méritos de luz, de entendimiento, y singularmente, por sus actos de abnegación, de servicio y de sacrificio, en uno de estos siete centros que están constituyendo en su totalidad el centro místico que llamamos ashrama. Así, de esta manera, vemos que estamos produciendo incesantemente una comunicación no sólo con aquellos que están encima de nosotros por ley evolutiva, sino que tendemos la mano a todos aquellos que por luz y por ley vienen detrás de nosotros, así que la cadena iniciática que se inicia –fíjense ustedes- en el primer reino de la naturaleza no termina jamás, y, cuando entra en el gran sueño eterno el Dios del Universo, aquello queda como un fermento redentor de mundos y de sistemas. Porque lo que interesa es la esencia del recuerdo o el gran pralaya en donde la Divinidad está rememorando constantemente los frutos de su acción. Así que, por vía especulativa, aunque sea así intelectualmente, se puede comprender que lo que estamos realizando conjuntamente en este planeta, como lo que se está realizando en cualquier planeta de este sistema solar, y lo que se está realizando por la unidad de planetas y sistemas solares y aun de galaxias, no es ni más ni menos una expresión de esta cadena de luz que se inicia desde lo más hondo hasta culminar en las esferas de lo eterno.

Pregunta.- Entonces, según lo que ha dicho ahora, el discípulo iniciado se le deja muy solo, podíamos decir, para que él vaya descubriendo, trabajando una fase del tiempo, y para que vaya descubriendo él mismo los misterios, y entonces, la intuición, las intuiciones, aquellas ráfagas sitúan al estudiante en un nivel en el que él comprende más o menos donde puede estar. [Sí] O sea, que según la revelación de aquella iluminación que a él le parece a veces desorbitante incluso, porque están tan fuera de lo corriente ¿verdad?, puede meditarlo muy bien —esto cuesta decirlo, por eso voy diciéndolo así—, entonces, él no debe rechazarlo sino al contrario, de al ver que parecen desorbitados por lo extraño que son, irse situando bajo conciencia, bajo el estudio de estos misterios. Es esto lo que yo quería decir por si tú querías…

Vicente.- Bueno, pero hay una cosa que es muy interesante, y es que el discípulo, entendiendo por discípulo aquella persona que ha logrado atraer la atención de alguien que está por encima de nosotros o de un habitante del quinto reino de la naturaleza, nunca se le deja solo, esto ya como una capitalidad afirmativa. Cuando una persona ha sido admitida en el seno de un ashrama, está bajo constante supervisión, a menos que él o ella, la persona, decida individualmente y conscientemente abandonarlo.

Cuando está en las primeras fases tal como está en las últimas fases, solamente que a medida que aumenta la profundidad de la afiliación con el corazón del Maestro llega un momento en que no puede dejar el ashrama, es como aquel átomo que se ha acercado tanto al protón central que sin darse cuenta queda sumergido dentro del protón central, y (en) esto la radioactividad nos da una pequeña muestra. Es decir, y cuando el individuo, justo es decirlo, ha merecido ingresar en un ashrama o en un grupo especializado espiritual para ingresar en otro reino de la naturaleza, es porque antes, previamente, ha dado un paso grande en su vida, en el aspecto kármico de su vida, y sin darse cuenta ha rasgado los Velos de Isis, tal como esotéricamente se dice, y se ha puesto en contacto con su alma, siendo el alma del ser, la trascendencia del ser, el que motiva aquel aspecto de luz en su aura por el cual puede ser percibido por los ojos del Maestro. No es gratuita la entrada en un ashrama, sino que el esfuerzo realizado, los pequeños esfuerzos de buena voluntad que toda persona va acumulando en la historia de su vida, llega un momento en que crean, permítanme decir esto, una explosión en su aura etérica que lo convierte en radioactivo y magnético y, por lo tanto, su aura refleja esa luz y ese magnetismo. Entonces, es cuando surge la mirada escrutadora del Maestro, este ojo vigilante dentro del triángulo mágico de la divinidad, y desde este momento hay lo que llamamos los encargados, los protectores invisibles, que conocemos desde los tiempos de Blavatsky. Hay las almas de buena voluntad, con más luz que las del pequeño aspirante, que sin que se dé cuenta, pero influenciado por el Maestro, están dándole a conocer las primeras letras del gran abecedario cósmico, entonces, estas letras están grabadas en su corazón en forma de luz, y la luz se va centuplicando, pero ¿quién recibe la luz?, ¿la personalidad pequeña que todos tenemos? Desdichadamente no.

Es el alma quien recibe esta luz y la proyecta después a la zona de influencia de la personalidad, creándose entonces un vórtice de energía que va desde el pequeño aspirante, la pequeña persona de buena voluntad a la cual no damos importancia, hasta el propio corazón de un Adepto de Compasión y de Sabiduría, de un ser que se ha liberado de las redes quiméricas del tiempo. Entonces, no es que el Maestro esté encima del aspirante sino que el gran portón central envía una energía que, a través de los distintos electrones, al pequeño electrón final le llega la energía, pero entonces es interesante el hecho que existe lo que se llama la responsabilidad de la energía, y si la responsabilidad ha sido perfectamente aceptada entonces la afluencia de luz es mayor y se suceden lo que llamamos estados preiniciáticos, para llegar finalmente a la iniciación y hasta penetrar un día en el sagrado retiro del Maestro que es, místicamente hablando, el Sancta Sanctorum del propio corazón, y habiendo descubierto en nosotros este Cristo en ti esperanza de gloria, el Maestro está constantemente ante nosotros. Luego, el proceso alquímico, a pesar de la ayuda externa, a pesar de lo que usted dice, de iluminación, de grandiosidad, de observaciones cósmicas en un momento dado, no es más que algo que ha merecido obtener, porque sin darse cuenta, los triples vehículos de cada ser humano se han abierto al Verbo inmaculado, y el misterio del Cáliz y del Verbo es expresión de esto. Es decir, que el alma siempre es sinónimo de la Hostia, suspendida encima del cáliz, y el cáliz es el cuerpo físico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental.

Por lo tanto, todo el proceso es lo que todos sabemos por la mística religiosa, solamente que cuando lo estamos verificando en nosotros no nos damos cuenta, porque estamos todavía intelectualizando la vida, y esto es quizás lo que nos resta algo del dinamismo creador que debe producir en nosotros una afluencia tal de luz, de amor y de poder que, casi sin hablar, convenceremos a las gentes.

Interlocutor.- ¿Puede ser factible que en estado inconsciente físico, pero consciente espiritual, pueda prestarse una actividad de servicio a seres desencarnados?

Vicente.- Puede que sí, porque el servicio, lo que llamamos servicio, no tiene un nivel definido, el servicio es solamente ayuda. Si hay buena voluntad en la persona y esta buena voluntad es constante e ininterrumpida, todo este proceso se propaga por los éteres a los planos con los cuales, digamos, estamos virtualmente ligados. Usted se refiere, quizás, al cuerpo astral en referencia con el cuerpo físico cuando está durmiendo o cuando está, digamos, dominado completamente, controlado, y en el cual podemos actuar en un cuerpo sutil, pues bien, sí es posible ayudar en este cuerpo sutil, pero —un momentito, porque quiero dejar clara la idea—, solamente será posible ayudar si realmente estamos capacitados para ayudar en estos planos, porque dense cuenta de que los tres enemigos del discípulo son el maya de los sentidos, el espejismo en el mundo emocional —que a veces nos causa la sensación de que estamos ayudando— y, luego, la ilusión mental, que recobrando la conciencia física la intelectualiza y cree que ha hecho algo. Por lo tanto, antes de ser conscientes en un mundo espiritual hay que ser espirituales, es decir, debemos perder peso y nunca debemos actuar en un nivel si lo desconocemos, porque entonces sin darnos cuenta cargamos con el espejismo en aquel plano. Yo le he dicho que sí que podemos ayudar, yo no digo que siempre se esté ayudando, yo digo que sí que se puede ayudar. Entonces, la persona que porque tiene ciertos poderes establecidos cree que está ayudando, puede ser que sí o puede ser que no, depende de su grado de pureza, de su grado de conocimiento, y de su grado de control en aquel plano para saber si realmente está ayudando o está contribuyendo con su acción al incremento del espejismo en este plano, con lo cual contrae una grave responsabilidad. ¿He contestado?

(Se produce un corte de sonido)

Vicente.- … los del sistema solar y aquellos otros que, traspasadas las fronteras de nuestro universo, se encuentran por doquier en el Cosmos absoluto. Desde este punto de vista, existe una relación magnética entre los mundos más lejanos y nuestro pequeño planeta, pero, hay otra cosa fundamental, y es que cada universo y aun cada planeta, están protegidos por un círculo infranqueable, un círculo establecido por el regente de aquel planeta o, en un aspecto superior, por el regente de un sistema solar o de un regente cósmico. Cuando se nos habla de que seremos invadidos en los espacios por unidades de extraterrestres, estamos quizás manteniendo una idea muy equivocada acerca de aquello que podemos llamar la Gran Fraternidad del Cosmos, mediante el cual todos los planetas son solidarios. Tú mismo has hablado, precisamente, de los Señores de la Llama; todas aquellas personas que han leído esoterismo, sabrán que hay un mito, una leyenda o una realidad —eso depende de la evolución intelectual, mental o espiritual de las personas—, en que según un Concilio Solar, en una época en la que la Tierra estaba todavía sujeta a un proceso de animalidad, en el que fue sugerida la idea, partiendo de un Concilio Cósmico, de si sería necesario implantar aquí en el planeta Tierra el sistema iniciático que había sido empleado hacía millones de años en Venus, el sistema iniciático es aquel proceso al cual me he referido anteriormente.

Entonces se decidió dentro de ese Concilio Solar, en el cual intervinieron —si ustedes pueden aceptar esta idea— entidades psicológicas provenientes no sólo de los planetas de nuestro sistema solar sino también de la estrella Sirio, de la Constelación del Can, de las Pléyades y de la Osa Mayor, para demostrar que existe una Fraternidad Cósmica, y se decidió que podía ser implantado en la Tierra el sistema iniciático. Y, desde entonces, una de las conclusiones, una de las razones fundamentales, una de las primera expresiones concretas de este acuerdo, fue que desde el planeta Venus que estaba en una cadena superior a la de la Tierra, un gran Adepto, al cual nos hemos referido anteriormente, junto con tres de sus exaltados discípulos, con un carro de fuego, como místicamente se nos dice, vino del planeta Venus a la Tierra inaugurándose con su venida aquello que yo he definido como el proceso de la individualización.

Llegados a este punto, y esto queda siempre a la concepción de todos ustedes, o a su aceptación natural o intuitiva, o a su rechazo si no les interesa si debe ser así, de que existe una solidaridad profunda y misteriosa de todos los mundos; es decir, (una solidaridad) de aquellas entidades psicológicas espirituales que utilizan los mundos para expresarse, de la misma manera que nosotros nos expresamos como almas a través de un cuerpo físico, de una mente organizada y de un cuerpo emocional, porque la analogía es perfecta constantemente, entonces, ¿por qué no cabe la posibilidad de que proveniente de cualquier oculta y lejana galaxia no vengan naves espaciales?, ¿por qué no?, pero (al menos) será en plan de turismo, expresando esta realidad así, en forma jocosa, porque existen las fronteras de nuestro universo bendecidas por el hálito del Señor del Mundo, de Aquel que utiliza el planeta Tierra para expresar su voluntad, y del cual toda la humanidad en su conjunto constituye solamente un centro de su atención; pero, místicamente hablando, todo el dinamismo del Cosmos está implícito en esta idea de fraternidad de los mundos.

Si utilizamos la analogía más inmediata, ¿acaso no nos relacionamos entre nosotros? y, desde un punto de vista atómico, la distancia que hay entre una y otra persona, en relación con los astros, es igual, idéntica, debido a que un átomo en relación con otro átomo deja un espacio entre sí de cientos de kilómetros, desde un punto de vista no teórico sino fundamentado por la expresión científica. Entonces, si nosotros nos podemos relacionar —y a veces nuestra relación no son lo simpáticas que deberían ser, por eso hay que activar las correctas relaciones—, por qué no imaginar, desde un punto de vista hipotético también, pero al cual hay que dar la luz del entendimiento, de que una entidad psicológica de Sirio, por ejemplo, o de Betelgeuse o de Aldebarán o de la Osa Mayor, de las Pléyades, o de cualquier galaxia del universo, no pueda manifestarse como nosotros lo hacemos dentro de un correcto orden social, ¿por qué no? Hermes Trismegistus había dicho que toda la vida es analogía, y su enunciado igual es arriba que abajo, igual es abajo que arriba, que equipara que todo cuanto sucede en el hombre o en el ser humano como entidad microcósmica o como microcosmos es una revelación de todo cuanto sucede en el macrocosmos, esto queda a la atención intelectual, mental o espiritual de todos ustedes. Yo lanzo solamente una idea, contesto una pregunta, el análisis corresponde a ustedes.

Interlocutor.- (sonido inaudible)

Vicente.- De acuerdo, la lucha es inevitable. Precisamente, lo que dignifica a la persona es el vencer en esta lucha que tenemos que realizar. El hábito, como decía el otro día, es la expresión de todo cuanto está vinculado con el yo, el yo de la persona, este yo que se manifiesta como mente, como emoción y como conducta. Todo cuanto estemos realizando en el presente, en virtud de autoidentificación con cualquier tipo de hábito establecido es falso, es negativo, porque lo que el ser humano precisa es una avenida tan amplia y extensa frente a la realidad, con una rapidez tan extraordinaria de contactos que sea capaz de vivir sin crear nuevos hábitos, porque todo está en lo mismo. Todo cuanto caracteriza la gran herejía de la separatividad es que cada cual haya establecido hábitos. Estos hábitos nos diferencian de los demás porque el hábito y el yo son la misma cosa, al yo inferior, me refiero. Entonces, si miramos a los demás a través de un hábito establecido crearemos una coraza, una barrera, y nunca podremos llenar con nuestra vida el corazón del hermano, sino que estaremos marcando, como tantas cosas se hacen en la vida, el compás del tiempo.

La iniciación, a la cual nos hemos referido, y que puede ser aceptada o negada o puesta en duda, esto no tiene importancia porque la verdad será verdad aunque se la niegue, y la mentira continuará siendo mentira aunque se la erija en monumentos dentro de la conciencia, por lo tanto, si dentro de la conciencia tenemos siempre esta idea profunda de que solamente por el amor y la buena voluntad puede ser salvado y redimido el hombre dentro del maremágnum actual de acontecimientos, y que el intelecto, del cual tanto se vanaglorian muchas gentes todavía, no es sino el fruto de un experimento cósmico que hasta aquí no ha dado un resultado positivo, y que el intelecto deberá un día dar su paso a una razón superior, como es por ejemplo la intuición. Entonces nos daremos cuenta, en virtud de este principio reconocido, que el sistema mejor de todos, el que elimina los obstáculos y las barreras que quebrantan los hábitos y la tradición y que hunde profundamente la espada del conocimiento en los hechos de la historia, es solamente la buena voluntad, no es el intelecto.

El intelecto siempre debe dar paso a la buena voluntad, ahora bien, si la buena voluntad es dirigida por el intelecto, por la conciencia inteligente, y al propio tiempo la buena voluntad se deja conducir por un intelecto florecido por las visiones de conjunto de la intuición, es posible que un día nos demos cuenta (de) que nos hemos liberado de los hábitos que es el maya de los sentidos, que nos hemos liberado del espejismo del mundo emocional, con el deseo que nos limita o con la aspiración que nos conecta, para llegar finalmente a la conclusión de que el tercero de los enemigos es aquel que llamamos la ilusión de la mente. Y cuando a la mente se la considere no ya como un contenido de intelecto o de cosas, de memorias o de hábitos adquiridos en el tiempo, cuando quede vacía completamente de todo esto, nos daremos cuenta de que realmente quien está en nosotros es la gloria de Dios, que no tiene peso ni tiene edad porque está más allá de espacio y tiempo. Pues esto es lo que hemos venido diciendo desde el momento mismo en que hemos iniciado nuestra conversación de hoy, en la cual se ha dicho que todo cuanto estamos realizando en este momento es simplemente tratar de hurgar en los velos de misterio que encubren nuestra pequeña personalidad, buscando el origen de todas las cosas del tiempo para poder liberarnos de las cosas del tiempo, llegando así a unas zonas de profundidad vital en las cuales somos conscientes de que pertenecemos a un grupo de luz, y que, profundizando así, llegaremos un día a ser admitidos dentro del Sancta Sanctorum del corazón en donde se halla el Maestro.

Todo esto parece místico, (pero) yo les diría a ustedes que es una realidad pura y simple que pasa aquí y ahora, y que, por lo tanto, no es un misterio, sino que llegará un día a constituir una parte, digamos, una gran parte de nuestra vida cotidiana y así empezará para la humanidad el siglo de oro, el Krita-yuga para el cual se ha ido formando a través de las edades. Y si vamos ascendiendo por la línea de la analogía también tendremos que reconocer, aunque sea de una manera empírica, espiritual o hipotética, de que las unidades avanzadas en sus distintos niveles de ese gran quinto reino de la naturaleza, tienen también ante sí otro reino superior. Y así de reino en reino y de dimensión en dimensión iremos creciendo hasta la eternidad, y no podemos seguir aquí y aquí porque la mente no tiene registros positivos de lo que sucede en regiones para las cuales el cerebro no está capacitado. Solamente aconsejo algo que, para mí, da la medida de lo que podemos realizar y es no temer nunca lanzar el pensamiento a la más insondable perspectiva, pensar en grandes proporciones, de no limitarse a lo corriente y habitual —aunque lo habitual y lo corriente formen parte de nuestro equipo de experiencia—, sino que la mente tiene que tener unos niveles de aproximación a estos reinos maravillosos por el sólo hecho de la buena voluntad libre de la acción, que nos convierte en pensadores creativos, y al mismo tiempo (nos convierte) en unidades magnéticas que pueden favorecer el restablecimiento de una paz mundial, que buena falta nos hace.

Interlocutor.- O sea, que el ser ya evolucionado, con buena voluntad, prepara un estado de conciencia, de expresión interior, de expresiones para en el tiempo dar formas desarrolladas.

Vicente.- Sí. De momento, sabemos... quizá lo haré en forma indirecta, pero dense cuenta de una cosa, toda persona que se haya atrevido, por así decirlo, a investigar todo cuanto sucede en su interior, buscando aquellas zonas de conciencia en las cuales se adivina fuera del tiempo, está educando unos sentidos que favorecen la creación de formas que no están accesibles todavía a la humanidad. Pero cada una de estas formas que está conquistando, o que está restableciendo en su interior, constituyen el núcleo vital que favorece la construcción de ciertos vehículos más sutiles en otros niveles superiores; por eso San Pablo nos hablaba del cuerpo de luz o el cuerpo causal. Y ¿cómo se crea el cuerpo causal? Con las cualidades de las acciones que cometemos o realizamos en la vida. Una buena acción forma parte, como se dice místicamente en el Bhagavad Gîta, de la túnica del Señor del Mundo, y parte de esta túnica constituye el cuerpo que cada cual debe crear en cada uno de los planos del sistema solar. Tenemos un cuerpo físico, somos conscientes completamente del cuerpo físico hasta el extremo de que respiramos sin darnos cuenta, el corazón da sus latidos sin darnos cuenta, la digestión se realiza por sí misma.

Por lo tanto, está superado el cuerpo físico, ha llegado a un punto de integración, solamente le falta purificarse para ser resplandeciente como cáliz. ¿Y qué pasa con el cuerpo emocional? Somos autoconscientes del cuerpo físico y, hasta cierto punto, conscientes en el plano emocional, pero en el plano emocional no somos conscientes completamente, de ahí que el sueño sea todavía un misterio para el psicólogo y para el psiquiatra y para la persona sujeta a sueños ¿Y la mente? Más todavía, la persona no puede detener el flujo de sus pensamientos ni puede crear pensamientos a voluntad hasta una forma que pueda ser reconocida como un pensamiento o forma en el mundo mental. Entonces, tenemos un cuerpo físico plenamente estructurado, tenemos un cuerpo astral que se está constituyendo y un incipiente cuerpo mental. Con ese equipo no podemos ir muy lejos, le falta combustible a este cohete.

Entonces, claro, cuando les digo que proyecten la mente a altas e insondables perspectivas me refiero siempre al estímulo creador, que es al que a través de cada vehículo debe manifestar la energía de los planos más elevados del sistema solar, así que nuestra misión es estructurar el cáliz. Primero, el cáliz del cuerpo físico, del cuerpo emocional y del cuerpo mental. Después, cuando estén plenamente purificados e integrados, la invocación, digamos, al Alma o al Ángel Solar, a la Hostia Mística que constituye en su plano un cuerpo, el cuerpo causal. Es un cáliz de suntuosos ornamentos, brillante, majestuoso, maravilloso en su expresión, que solamente puede ser accesible a la videncia de los seres iluminados; y que luego hablemos de contactos búdicos, átmicos, ádicos o anupadátikos de los sistemas solares, para darnos cuenta del trabajo que hay todavía que realizar. No obstante, (primero hay que) ser conscientes de que pertenecemos a un ashrama de la Jerarquía, porque un Maestro tiene que contar con los materiales que tiene a su alcance, si no somos más tiene que tomarnos tal como somos, y cada cual tal como es debe tratar de representar, a su manera, a su condición, la voluntad de Aquel. Entonces, la forma... ¿de dónde proviene el sentido de la forma, a la que usted se refería? Precisamente, en la medida que vamos integrando este cáliz inmenso, este vehículo triple que es nuestra personalidad, estamos sin darnos cuenta favoreciendo la creación del cuerpo causal, el cuerpo de luz de Pablo de Tarso, y estamos echando ya los rudimentos del plano búdico o del cuerpo búdico y, quizá, en una esfera muy elevada los Maestros han creado ya el cuerpo ádico en el cual se puede manifestar ante la propia gloria de la Divinidad. Así que todo es lo mismo y, sin embargo, es la eterna escalera de Jacob que va desde los reinos subhumanos hasta la gran majestad divina.

Interlocutor.- Entonces, parece que sea correcto este pensamiento que ahora voy a dar, que es como un vacío que la mente puede hacer para introducirnos en el eterno ahora, pensando que lo que en este momento estamos realizando, pues pensarlo en forma sublime, o sea, como si estuviéramos en presencia con un cuerpo sutil. No se cómo expresarme ¿Es correcto hacer este pensamiento? Quiero decir, si estamos en el eterno ahora, si pensamos que en el momento que hacemos nosotros nuestra obra física la hacemos sutil.

Vicente.- Yo diría..., bueno quizá no sé si interpreté bien su idea, pero desde el momento que estamos pensando ya estamos dejando de lado el eterno ahora. Es decir, que si estoy hablando, y esto siempre lo digo, mis palabras pertenecen mientras se están pronunciando al eterno ahora, pero cuando han pasado ya no son del eterno ahora. Usted podrá recordarlas pero la gracia de este momento usted no la tendrá jamás, de ahí la necesidad de una atención formidable a todo cuanto sucede, a todo cuanto pasa en nosotros y a nuestro alrededor, pues en el momento en que estamos atentos se está realizando la gran transmutación de convertir la mente, digamos, en un depósito o en un tabernáculo del Espíritu Santo, aquello que dice Krishnamurti que la mente solamente puede quedar creadoramente vacía cuando está atentamente observando. Ahora bien, yo me pregunto, ¿cuántas veces estamos atentamente observando? Pues, cuando existe un vacío de inseguridad, por aquel vacío de inseguridad se filtran, o bien el espejismo, la ilusión, o el maya de los sentidos. Ahí está el proceso, ¿podemos ser capaces de estar tan atentamente vigilando todo cuanto pasa en nosotros y a nuestro alrededor, que, en la intensidad de la observación, el pequeño yo desaparezca y que sea el Alma la que se adueñe de la mente? Esta es la respuesta positiva. Yo estoy seguro, y siempre estoy refiriéndome a este estado de conciencia de atención, que (tenemos) cuando estamos atentos, no a algo que nos produce una satisfacción sino a todo. En aquel mismo momento —es místico, es profundo y es divino—, la mente queda transfigurada, el pensamiento deja de ser, no existe un deseo en el corazón ni existe un gran equilibrio físico ¿Por qué?, porque en la atención hemos creado una gran integración y esta integración ha establecido contacto de la pequeña alma, que está tratando de demostrar la gloria de Dios, con el Alma que realmente representa a Dios en las alturas y paz en la Tierra entre los hombres.

Si se dan cuenta de lo sencillo que es y, al propio tiempo, lo difícil que resulta -fíjense bien, aparentemente es una paradoja: lo sencillo que es comprenderlo y lo difícil que es realizarlo-, sabrán por anticipado las angustias del discípulo en el camino y las exigencias de la entrada en un ashrama de la Jerarquía. Pues ahí está la cuestión, ahí está el ser o no ser, y es ahí precisamente, en ese punto donde nos auto reconocemos con toda sinceridad y con toda honestidad, (el punto) en el cual realmente podemos establecernos definitivamente, o definitivamente separarnos, de los umbrales de misterio que conducen al corazón del Maestro.

Interlocutor.- Me parece que de esto se deduce la densidad del ser, ¿verdad?, para pertenecer, según has dicho …

Vicente.- Bueno, se puede expresar científicamente como una densidad, sí. Naturalmente, al tener que valernos de palabras para expresar estados de conciencia y dimensiones puede aparecer, a veces, como una cierta confusión, pero realmente es una densidad parecida a aquella que resulta cuando situamos o ponemos dentro de una botella muchos líquidos diferentes. Podemos agitar todo aquello, pero cada cual por su propia evolución tendrá su justo y equitativo nivel: el aceite siempre estará por encima del agua, el agua por encima del alcohol, el alcohol por encima del petróleo, y así aunque agitemos la botella constantemente al paralizarse el movimiento veremos que todo se sitúa. Pues así es un ashrama, y así hay que entender el asunto de la densidad psicológica o el grado de espiritualidad, si ustedes me permiten esta palabra, o este grado de sutilidad mediante el cual un alma es reconocida en el sendero. Y si definimos siete estados de conciencia, desde la pequeña conciencia de la periferia hasta la conciencia que está en el centro místico del ashrama, tendremos una idea de dónde estamos situados, con toda honestidad y con toda humildad.

Y no (debemos de) creernos nunca grandes dentro de la miseria que todavía arrastramos en nuestro karma particular, porque la humildad solamente se registra cuando existe un grado de pureza superior en el alma, no cuando estamos luchando con la tribulación del karma, sino cuando hemos liberado de nuestra personalidad una cantidad muy grande de karma y la luz liberada nos da cuenta del terreno que falta todavía para llegar al Maestro. Ahí reside la humildad, lo cual al propio tiempo da un sentido augusto de responsabilidad a la vida y, al propio tiempo, da a la vida aquel sabor al cual se refería Cristo: Sois la sal de la tierra. Ya que realmente, un discípulo debe ser forzosamente esto que dijo Cristo, la sal de la tierra, o la levadura o el grano de mostaza, que pese a ser pequeño crea algo grande. Unos pocos granos de sal pueden dar gusto a un vaso de agua a pesar de su insignificancia y la levadura puede hacer crecer una gran masa de harina. Pues esto es el tesoro del reino y el misterio del reino: que la humildad es precisamente el camino de más fácil acceso al corazón místico del ashrama. Y todos estamos preparados para esto; todos cuantos estamos aquí estamos preparados, y esta seguridad viene representada por el hecho de que están aquí y ahora. El estado o la densidad de cada cual eso pertenece a cada cual, pertenece al misterio augusto o joya del loto en su propio corazón. Ya no pertenece al juicio ajeno. Por lo tanto, yo creo que ahí queda casi, casi, casi, resumida la idea de todo cuanto habíamos iniciado al principio: que estamos enfrente hoy día de una gran evolución técnica y, al propio tiempo, estamos abiertos constantemente y muy profundamente a la revelación oculta. Muchas gracias. Hacemos un poco de silencio si quieren.

Interlocutor.- ¿Me permite una pregunta? Si no he comprendido mal el primer objetivo que tenemos es llegar a la impersonalidad.

Vicente.- Yo diría que sí, la impersonalidad. Pero, aún y todo, insisto en el hecho, de que la impersonalidad solamente puede surgir cuando existe una mente omniabarcante, cuando no se limita a los conceptos intelectuales y cuando el corazón se haya místicamente proyectado hacia los niveles ocultos o allí donde el ser no tiene densidad alguna. Es un asunto de orientación, digamos de poder evolutivo superior, que surgiendo de las entrañas de una decisión de principio llega a culminar dentro de un estado de conciencia en el cual todo cuanto le es asignada importancia aquí, deja de tenerla allí, naturalmente, (igual que pasa con) la diferencia que hay entre la personalidad y la impersonalidad, entre el egoísmo y el altruismo.
Y ahora yo les pediría un poco de silencio, porque yo creo que siempre todo cuanto se ha dicho nunca tendrá la importancia de un momento de recogimiento, de silencio, que podemos establecer, en ese momento, que no es necesario prolongar mucho, (porque) todo cuanto se ha dicho queda albergado en la cámara del corazón y constituye ya el motivo para el siguiente paso a dar.


Extracto de la Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 1 de Diciembre de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) el 11 de Marzo de 2007

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