viernes, 24 de junio de 2016

Curación Esotérica -Segunda Parte (Vicente Beltrán Anglada)



V.B. Anglada
Curación Esotérica. Parte II.


LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA
SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE
REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZÓN.


Conversaciones Esotéricas

Vicente. — En el curso de la conversación del mes pasado tratamos la base esencial de lo que implica para nuestro mundo atormentado una curación; una curación que no puede relegarse únicamente al plano físico puesto que el plano físico reacciona automáticamente a las impresiones espirituales. Se trata más bien de encontrar, de hallar de una manera positiva, de una manera concreta, no simplemente intelectual pero sí casi intuitiva, de momento, las causas ocultas de todas las enfermedades. La experiencia del Gran Maestro Siddhartha Gautama, el Buda, cuando se dio cuenta que los males del mundo, los que alteraban el principio del destino humano, eran la vejez, la enfermedad y la muerte, puede depararnos a nosotros un sentido de valores genuinamente profundo cuando abordamos el tema de la curación o el tema de la enfermedad. Dense cuenta que la experiencia esotérica de los últimos tiempos en la aurora de la era de Acuario se basa principalmente en el reconocimiento casi objetivo, científico por excelencia, de que las enfermedades no son cosas, no son simplemente virus sino que son entidades. El alcance de esta afirmación esotérica puede cambiar totalmente el rumbo de la ciencia médica. Desde el momento que estamos tratando sólo científicamente o físicamente el problema de la enfermedad estamos rebotando de uno al otro lado del par de opuestos, de la pared de una ciencia caduca que viene transportada del pasado con toda su tradición, toda su historia, a menudo nefasta por cuanto se trata de equivocaciones, de grandes errores de la humanidad, y cuando enfrentamos por el otro lado este sentido de valores genuinamente nuevo que trata las enfermedades como entidades psíquicas, con conciencia, que reaccionan conscientemente y que están operando los planes de la ciencia respecto a la curación, que están impidiendo de una manera casi absoluta que se encuentre la causa de las enfermedades, de esas enfermedades que corroen el corazón de la humanidad tales como el cáncer, por ejemplo, como las enfermedades de tipo nervioso que son psíquicas, tales como toda clase de enfermedades que la ciencia solamente alivia pero que no cura. Entonces, desde el momento que el esoterismo, la investigación esotérica mejor dicho, se introduce en niveles suprafísicos y puede ver clarividentemente esas entidades y puede ver cómo se están formando cómo están siendo vivificadas por el temor que causa una enfermedad. Cómo todo el sistema de valores se basa precisamente en aliviar y no en curar porque no se establece una línea de comunicación entre el plano astral y el plano físico, entre el plano somático y el plano psíquico. Entonces, tiene que haber un cambio total en el rumbo de las investigaciones. Se trabaja mucho con las enfermedades y ya se ha llegado a la comprensión de que hay que evitarlas antes de que se formen, pero, ¿podemos tener una garantía de curación cuando no sabemos absolutamente las causas que radican en el cuerpo etérico, cuando el cuerpo etérico ha sido comido, por así decirlo por esta especie de criaturas dévicas que llamamos larvas que están consumiendo la trama etérica de este cuerpo etérico del hombre? Es como si una hoja de cualquier árbol se sintiese desmenuzada progresivamente por algún animal: un gusano, una mariposa, cualquier elemento atmosférico transporta estos animales por la atmósfera, pero cuando vemos un árbol y las hojas están agujereadas, cuando la trama de la hoja ya está desmenuzándose poco a poco podemos ponerle remedio porque es físico, pero, ¿qué ocurre cuando se trata del campo etérico o del campo psíquico donde no tenemos visión y por lo tanto la ciencia no puede trabajar con aquello que no ve?, porque la ciencia trabaja con cosas concretas, trabaja precisamente con el intelecto, con aquello que puede pesar y medir, con aquello que puede concretar, objetivizar y finalmente buscar el remedio oportuno a través de la química. Bien, se trata de algo que tendremos que tener presente en el curso de estas conversaciones, que una enfermedad está muy aliada a nuestros estados de conciencia, que no se trata simplemente de algo sino de alguien, ¿se dan cuenta Uds. de la absoluta diferencia de ambos términos? Algo puede desaparecer, la ciencia puede curar algo, pero ¿puede curar a alguien, o destruir ese alguien? Cuando ese alguien está sentado en las bases mismas de la civilización y la historia de los pueblos de la Tierra, porque está en la base misma de la conciencia. Uds. saben, o recordarán, que en la conversación del mes anterior hicimos referencia a tres importantes lemures, tres importantes entidades psíquicas que están todavía flotando en el ambiente planetario. Lemures porque provienen de la época Lemur, la primera raza organizada que tuvo el planeta, cuando el hombre todavía no era hombre que era semi-animal y sólo poseía una mente embrionaria, pues bien, estos tres enemigos del hombre, el mundo, el demonio y la carne, tal como lo nombra la religión, pero que son el deseo sexual, el egoísmo y el temor, es lo que causa más víctimas en el planeta que todos los virus que pululan por la superficie planetaria, o por el aura magnética de la Tierra. Hay que darse cuenta de que todos en latencia, o en potencia, poseemos estas tres espantables entidades psíquicas dentro del corazón, y son estas entidades vibrando en el éter que absorben del aura etérica de la Tierra las larvas productos de una descomposición astral, de cuya descomposición no es ajena la Luna, el satélite de la Tierra que está en proceso de desintegración, y que por lo tanto está llevando al planeta los microbios, las bacterias que se están produciendo al descomponerse su cuerpo. Esto parecerá seguramente una ilusión, una utopía, pero dense cuenta que todos nosotros y todos los planetas y todo el universo está sumergido en éter. El éter es la sangre, por así decirlo, de los dioses, y es a través del éter que se comunican los mundos entre sí, y es a través del éter que se transportan de uno a otro mundo las bacterias producto de descomposiciones de planetas, satélites y universos enteros que están en proceso de desintegración. Solamente para darles una idea de lo que entiendo por mal cósmico, que tratamos el otro día. ¿Qué hay que entender por mal cósmico? El mal cósmico no es otra cosa que el producto de un estado de vacío dentro de cualquier Logos planetario o Solar. Desde el momento en que el universo está en manifestación, el cuidado del Logos de aquel universo es su perfección. Si busca una perfección establecerá una meta, y esta meta obligará a este Logos a realizar esfuerzo, y estos esfuerzos reaccionarán sobre sus vehículos, y estos vehículos generarán energía, potenciarán el éter, y el éter reaccionará a esta potencia y establecerá a través de los mundos una corriente que podemos llamar de mal cósmico. Un mal que puede ser psíquico, que puede ser simplemente etérico, que puede ser físico o puede ser mental, pero existe, y hay que darse cuenta de que existe. Hay que ser sincero y aceptar noblemente, honradamente y con toda sencillez que todos estamos generando en el éter un proceso de contaminación y que esta contaminación psíquica produce enfermedades físicas.

Así el médico del futuro no solamente tendrá que poseer conocimientos científicos sino que tendrá que ser un clarividente y un astrólogo, y a ser posible un matemático, porque tendrá que luchar activamente contra el mal cósmico, tendrá que formarse una célula radioactiva mas allá de lo que viene transportado, tendrá que sentarse definitivamente en un punto en el Cosmos rodeado por el aura de sí mismo llena de perfección, o de pureza, si Uds. me permiten esta expresión, que haga posible que el mal cósmico rebote y se vuelva al Cosmos, o que se consuma al llegar a su aura magnética, pero al hacer esto estamos trabajando a favor del Cosmos. Para mí, desde un ángulo absolutamente esotérico, el cosmos absoluto, el universo, el planeta y el hombre son la misma cosa, solamente existe un grado de evolución superior en el universo absoluto, pero el hombre, como el propio átomo, está tratando de identificarse con un principio superior, y no olviden ustedes que esto trae como consecuencia fuerza, fatiga, inquietudes, temores, desesperanzas, inquietudes las cuales son causa de enfermedades.

Bien, nuestra conversación de hoy continuará por el mismo derrotero, tratando de clarificar puntos que quedaron quizá inconcretos en la conversación del mes anterior. Uds. habrán visto repetida muchas veces esta silueta, este dibujo, este grabado, pero aquí es muy diferente, porque aquí no solamente existe en el aura etérica sino que hay el aura astral y el aura mental y más allá de esto existe el cuerpo búdico. Dense cuenta de que la enfermedad, la vejez y la muerte solamente actúan en el cuaternario, es decir, en el cuerpo físico, en el vehículo etérico, en el cuerpo astral y en la mente. Esto es el cuaternario del hombre, más allá no existe la enfermedad, no existe la muerte, existe un plano búdico de unidad, o si existen enfermedades, si existen problemas están más allá de nuestra mente, más allá del alcance de nuestro entendimiento humano.

Bien, examinaremos esta figura que tienen Uds. a su mano derecha, significa el proceso de las tres grandes leyes kármicas que constituyen el destino del hombre. Verán Uds. que existe lo que es el nacimiento, renacimiento, no hay que decir reencarnación porque la carne no reencarna, reencarna el espíritu en carne nueva, no existe la reencarnación, existe siempre un renacimiento. Existe después que al dar el ciclo completo, tal como es la ley, tenemos lo que llamamos la muerte, pero la muerte y el nacimiento son la misma cosa, porque el nacimiento da la vuelta y pasa por la muerte y la muerte da un ciclo y pasa por el nacimiento, o el renacimiento, solamente hay un trabajo a hacer y es la conservación, la preservación de los vehículos que utiliza la conciencia para manifestarse en el tiempo. Así el nacimiento sigue a la muerte y la muerte sigue al nacimiento, son los opuestos de la vida, el nacimiento es positivo, la muerte es negativa, pero en el proceso lo que interesa es la preservación, la curación esotérica constituye el aspecto de la consideración de los cuerpos porque es a través de los cuerpos que el ser humano realiza su evolución y esta evolución será tanto más efectiva cuanto con más cuidado estemos presentes en la actividad de nuestro cuerpo celular, de nuestro cuerpo psíquico, de las emociones y de la sensibilidad de nuestra mente. Pero si la muerte sigue al nacimiento y el nacimiento sigue a la muerte en la Rueda de Samsâra, que es la rueda del karma, esta rueda que algunos llaman la secuela de muertes y nacimientos, de las cuales solamente una cosa permanece inmutable: la vida. Es decir, que al penetrar en la vida y al penetrar en la muerte, lo que decimos el cambio de situaciones, la vida está absolutamente igual, solamente se ha perdido un cuerpo, o se van perdiendo cuerpos, hasta llegar a un punto en que existe liberación, cuando no hay necesidad de renacimiento, cuando se ha consumado la etapa evolutiva que corresponde como seres humanos y cuando hayamos alcanzado el poder de penetrar en el 5º Reino de la Naturaleza, cuando seamos Maestros, Adeptos de Compasión y de Sabiduría. Pero, lo interesante es la pregunta que se hace el científico cuando ve por ejemplo que en la rueda que va de la muerte al nacimiento o que va del nacimiento a la muerte existen etapas. Existe la etapa de la infancia, de la juventud, de la edad madura, o tercera edad –está de moda esa palabra– y la vejez. Pero, dense cuenta que siempre existe una circunferencia, un círculo dentro de otro círculo, se puede morir en la infancia, en la juventud, en la vejez, y llegada la muerte quizás sin necesidad de pasar por la edad madura, o pasar de la edad madura a una edad muy avanzada, lo que interesa es que el círculo sea completo, que sea completamente, digamos, circular, que pueda penetrar dentro de la muerte con plena autonomía. Aquí, por ejemplo, está este punto que da una vuelta, ven que da la vuelta por un punto diferente, porque ha cambiado el módulo del tiempo. Aparentemente en la infancia no tendría que existir la muerte, pero existe la muerte por deudas kármicas, y que no vamos a tratar en este momento porque pertenecen a conversaciones posteriores, pero interesa una cosa, que entre la vida y la forma existe siempre un derecho a la vida, un derecho, un deber diría yo mejor de preservar los cuerpos, porque los cuerpos son los habitáculos del Alma y el Alma es la que evoluciona, los cuerpos se desintegran, vuelven al depósito universal, al gran Akasha, y ahí se convierten en algo superior porque al pasar unos átomos por los cuerpos de las personas, por el cuerpo de los animales o por el cuerpo de los vegetales está evolucionando. No sólo evoluciona la vida de la conciencia sino que evoluciona también la vida de la forma y esta vida de la forma es la que estamos tratando activamente cuando hablamos de curación esotérica.

Existe como verán ustedes un hilo de la vida que desciende de la Mónada o del Espíritu y se asienta en el corazón, es el hilo de la vida. Existe otro hilo que desciende también de la Mónada y en vez de pasar al corazón pasa a la cabeza y se aloja en el cerebro, es el hilo de la conciencia, y cuando se habla de muerte clínica se habla cuando ha desaparecido la conciencia y ha desaparecido también el hilo, el Sutrama que liga el Espíritu en el corazón del hombre, cuando ha cesado de latir el corazón se produce la muerte clínica, el cuerpo empieza su proceso de desintegración, pero dense cuenta que se puede estar mucho tiempo la conciencia aparte del corazón y continuar viviendo el cuerpo, pero la conciencia está quizá ya en el plano causal. Son cosas que tiene que aprender el médico del futuro, tendrá que tener clarividencia para cortar el hilo de la vida sin caer en el riesgo de la eutanasia. Los médicos tendrán que tener, repito, clarividencia etérica y astral para poder ver el desenlace para que no existan las equivocaciones, los enterramientos prematuros si no está la persona muerta, es más frecuente este caso de lo que creemos, porque no existe realmente una clarividencia en el hombre, en el médico, en el curador. El estudio del cuerpo físico, del cuerpo etérico, del cuerpo astral y del cuerpo mental serán temas sucesivos, pero interesa que nos demos cuenta de que el cuerpo planetario, nuestro planeta Tierra, está envuelto también circularmente por un campo etérico, por un campo astral, por un campo mental, y también tiene un campo búdico, podemos decir que el cuerpo etérico que utilizamos y a través del cual entran las energías de todas clases, filtradas o no, pertenece siempre al cuerpo etérico planetario, y que el cuerpo astral del hombre no es más que una derivación, no es más que el complemento, no es más que una centralización individualizada del cuerpo astral del planeta, y que la mente humana es la cantidad de mente del Creador que puede utilizar en un momento dado del tiempo, pero el hombre al extraer de la mente de Dios la cantidad necesaria de materia para manifestarse ha quedado reducido, se ha circunscrito mentalmente y se ha separado de la mente de Dios, entonces es cuando empieza el proceso de individualización, con las consecuencias de proyección desde los planos cósmicos sin poder filtrarse de las energías que producen las enfermedades. Esto lo hemos dicho y tendremos que repetirlo muchas veces, el pensamiento del hombre atrae del Cosmos toda aquella materia que causa enfermedades, que vienen transportadas Dios sabe de qué hemisferio, puede ser de la propia Tierra del contexto ambiental, de la marcha de la civilización técnica, del contexto industrial, de todo cuanto permite que la atmósfera quede ecológicamente contaminada, sin darnos cuenta también de que el ambiente social de la raza con sus inquietudes, sus temores, siempre hay un temor oculto en el corazón del hombre. En el ser primitivo se temía a las fieras, se temía al rayo, al trueno, a los grandes vendavales, las tempestades, porque el hombre no tenía capacidad para discernir los fenómenos naturales de los fenómenos extranaturales o divinos, entonces el miedo se fue posesionando del corazón de los seres humanos, y ha llegado hasta nosotros en forma de una serie inexplicable pero numerosa de temores. Uno de los grandes temores es el temor a la propia enfermedad, y una cosa que causa muchas enfermedades es el temor a contraer una enfermedad, una cosa que trae enfermedades es el temor a la soledad, son tempestades psíquicas que producen reacciones en el éter y el éter envía su respuesta en forma también de sacudida psíquica que a su vez penetra en el cuerpo etérico, encuentran una larva alojada en el cuerpo etérico y penetra en el cuerpo físico, ya tenemos entonces en el cuerpo físico el principio de una enfermedad cualquiera. Y esto ocurre ahora, ha ocurrido siempre, me pregunto si podemos evitar que continúe progresando en el futuro, porque el futuro de la raza hasta dónde mi mente llega a penetrarlo es de paz y armonía, de seguridad, de ausencia total de temor, es decir, que no pueden existir enfermedades en un mundo donde exista armonía, en donde exista seguridad y ausencia de temor.

Bien, una de las cosas que hay que distinguir al examinar este grabado veremos que hay tres puntos principales: hay un punto digamos superior, un punto inferior y un punto medio. El punto medio siempre es el chakra cardiaco o el del corazón. El punto superior es siempre la parte espiritual del hombre, y el punto inferior es la parte material. Dense cuenta que cuando estamos atribulados no miramos hacia arriba sino hacia abajo, estamos agobiados por el peso de tantas cosas, o cuando tenemos arrepentimiento, cuando sentimos impaciencias, cuando tenemos algo que nos lleva fatalmente a crear en el ambiente social reacciones miramos hacia abajo, hacia los centros inferiores, hacia el centro que analizaremos; y cuando estamos en un estado de exaltación espiritual miramos hacia arriba, y cuando estamos normales miramos hacia el centro, miramos la vida cara a cara. Dense cuenta, los tres principales lemures deben ser vencidos a través de estos tres grandes centros: primero, un centro espiritual técnicamente definido como fuego de Fohat o fuego del Espíritu, un fuego inferior –inferior hasta el punto que estamos analizando la cosa muy psíquicamente– que es el aspecto material de la persona, que es el fuego de Kundalini; y tenemos un centro que es el corazón, y cuando hablamos de prana deberemos hablar mucho de prana, porque el prana es la substancia viva que nos da existencia, que nos da vitalidad, y que permite pensar y sentir, es la reunión en el corazón del fuego de Fohat y del fuego de Kundalini, y cuando hablamos del equilibrio que debe existir entre la mente y el corazón estamos refiriéndonos en última instancia a la armonía que debe existir entre el fuego de Fohat y el fuego de Kundalini a través del corazón. Entonces, el fuego Solar y el corazón es prana puro. Existen también siete principios que deberemos considerar, principios que son altamente beneficiosos porque tendrán que ser los que marcarán la pauta de los estudios científicos del futuro para los médicos y para los curadores, que son el principio espiritual, el principio mental, el principio kamamanásico, es decir, la mente aliada al deseo, que constituye una forma de energía típica también muy utilizada en curación, el centro del corazón que es prana puro, el centro Manipura que es el centro astral, que está en comunicación y por lo tanto se puede curar astralmente utilizando las energías del cuerpo astral, y existe también las energías del bazo que son las que llevan el prana pero vitalizado con la energía de la Tierra, está cercano ya al fuego de Kundalini. Y existe después el fuego de Kundalini que es el que vitaliza todo el planeta, precisamente el estudio de esta figura es interesante porque no sólo permite ver los centros, los chacras, sino que nos introduce en aquello que está en la parte física de los chacras que son las glándulas endocrinas, de las cuales se está haciendo un estudio muy intenso por parte de la ciencia actual porque desde el momento que hablamos de hormonas y cromosomas tendremos que hablar precisamente de la relación que existe entre los chacras etéricos y las glándulas endocrinas. No existe ninguna enfermedad psicológica, física o etérica sin que no exista en su base una desarmonía entre glándulas y centros, y como los centros etéricos solamente pueden ser desarrollados a base de aspiración espiritual y a base de trabajo esotérico y a base de investigación, de ahí que resulta difícil que el médico pueda absorber, porque hasta dónde me alcanza el entendimiento he visto que lo que se enseña en la universidades es a memorizar, a saber mucha biología, pero las causas que producen la biología del cuerpo o que producen su estructura o que producen todas sus reacciones psicológicas o científicas siempre están en el trasfondo de la cuestión, donde la ciencia no penetra, porque no basta una gran memoria si no hay inteligencia, y la mayoría de universitarios –y es lamentable– son grandes memoriones, pero no son inteligentes, y según leía el otro día en una revista americana: la memoria ha llevado más muertes de la humanidad porque existen enfermedades que no han sabido dictaminar, o porque no han podido saber a dónde conducía aquella causa, se han limitado a repasar algunos pequeños efectos y es casi un 30% de las muertes que existen en la humanidad hoy en día, sabiendo que la causa de enfermedades visto en un porcentaje científico son de un 80% de carácter psíquico, porque existe más psiquismo en la raza entera, salvo excepciones reacciona psíquicamente, reacciona de forma astral, no reacciona mentalmente. Es decir, que las enfermedades típicamente mentales son minoritarias, un 5% como máximo, en cambio etéricamente y astralmente un 80% y un 15% viene determinado por cuanto existe en el aura planetaria que viene del pasado, porque todas las enfermedades no son actuales, han sido gestadas en el pasado, por ejemplo, el exceso sexual de la raza Lemur trajo como consecuencia la sífilis, y aún no se ha marchado la sífilis del ámbito planetario, aún continua y continuará porque continúan existiendo los excesos sexuales y otras clases de enfermedades de tipo sexual que son las que crea la inhibición. Una persona inhibida atrae a través del Cosmos partículas negativas, los grandes castos de la historia han sido siempre hombres enfermos, a no ser que sean santos verdaderos, no los santos de que nos habla la tradición sino los santos iniciados que pueden hacer de su cuerpo lo que quieran porque lo tienen controlado, pero la mayoría de las personas no están controladas, y a veces pecan por exceso y a veces por inhibición, eso trae enfermedades. Y ya digo, una enfermedad por excelencia de la raza lemur es el exceso sexual, es lo que podríamos decir el pecado original de la raza, el pecado contra el sexo. El sexo ha sido prostituido naturalmente, el sexo tiene una línea natural de expansión, ha sido prostituido y en la vida se han creado larvas en el 7
plano etérico y estas larvas están produciendo grandes conmociones en el halo social del mundo que están llevando enfermedades y se llevan a muchas personas a la muerte por esta falta, por esta inhibición, o por esta extracción pura de fuerzas psíquicas del ambiente.

Hemos dicho también muchas veces que el aura etérica del planeta es geométrica, el hecho de que en el cuerpo etérico del ser humano exista una cantidad apreciable de cuadrados, que existan triángulos o círculos demuestran no solamente la evolución de esta persona sino la capacidad que tiene esta persona de luchar contra todo tipo de enfermedades. Si tenemos un cuadrado irregular habrá motivos de enfermedad porque actuará sobre los vértices, si existe un triangulo perfecto es muy difícil, será enfermedades llamadas de los discípulos, de las personas espirituales, son enfermedades que la ciencia no podrá reconocer porque están más allá de su talento. Son enfermedades de tipo espiritual que están trabajando en niveles que su cuerpo en cierta manera y hasta cierto punto queda inhibido, queda condicionado por el ambiente, pero también se nos dice que es una prueba kármica y por lo tanto hay que aceptar la prueba de la iniciación también como un tipo de enfermedad, y ha habido grandes discípulos que han muerto por enfermedades, pero enfermedades que la ciencia médica no ha podido catalogar, pero que están ahí y hay que considerar, y hay que evitar que los discípulos entren también en la agonía por enfermedad, sino que tienen que llegar a un punto en que el discípulo desaparezca de la Tierra a voluntad, quemando su cuerpo a voluntad, utilizando el fuego de Kundalini en contacto con su… escapándose por el corazón, y esto lo hacen los discípulos avanzados y los grandes iniciados, pero estas no son cosas que puedan ser de interés quizás para el médico de hoy que tiene sus problemas de adaptación, tiene sus problemas intelectuales, de absorción de la cantidad infinita de lectura de algo que jamás utilizará, perdiendo el tiempo inexplicablemente debido a los errores en la educación de cosas tan importantes como es la curación del cuerpo, que pertenece a la ley de acumulación de energía superior para poder preservar el cuerpo de las enfermedades. Naturalmente que con los interrogantes de Uds. esto quedará mucho más ampliado, me limito a dar un bosquejo por encima de estas cosas. Entonces es necesario que podamos establecer una sintonía, una sincronización perfecta entre lo que llamamos principios etéricos o chakras etéricos con su manifestación física, las glándulas endocrinas, porque de no haber una comprensión perfecta de la línea de comunicación que une la glándula con su chakra respectivo puede existir una desviación, una desvirtuación del fluir de la realidad que tiene por objeto que el individuo se auto reconozca de una manera total y absoluta como el rey de la creación, pero con toda la potencia del Verbo, el ser el rey de la creación. Hasta aquí solamente vemos una ola de incomprensión de grandes reacciones sociales que llevan al hombre de aquí para allá, a través del deseo, de la esperanza o del temor, pero el temor, insisto en este punto, es negativo a extremos insospechables, como es el egoísmo, la persona egoísta crea un aura de inquietud a su alrededor, y sin darse cuenta está poniéndose en contacto, sin que se dé cuenta, con la entidad del cáncer.

Igual que la gran irritación se pone en contacto con la entidad que llamamos de la diabetes, ¿por qué?, porque existe en todo momento una línea de comunicación a través del cuerpo psíquico, y este cuerpo psíquico no está educado, no está controlado, no está sensibilizado, no está purificado, no puede de ninguna manera servir de tamiz para que no penetren las energías que provienen de otros hemisferios en donde existen perturbaciones, en donde existe caos, en donde existe desintegración y por lo tanto un número impresionante de genes negativos que penetran en la atmósfera y se adueñan de nuestro cotidiano vivir a través de las células de nuestro cuerpo. Y al hablar de las células habrá que hablar en un sentido muy descriptivo de lo que significa para el hombre el conocer exactamente qué es un compuesto celular, según se nos dice estamos compuestos, uno más o menos, por treinta trillones de células, y cada una de estas células con su medida de una milésima de milímetro, significa esto que estamos tratando de considerar la causa de la enfermedad por estas pequeñas moléculas que existen en nuestro cuerpo, pero que reaccionan contra nuestra vida, siempre se ha tenido interés en poner a la enfermedad como una reacción celular, en el nivel que sea, hasta penetrar en el cuerpo etérico y llegar finalmente al cuerpo físico. Es decir, que una célula enferma de cáncer vista esotéricamente está yendo al revés de las demás células, entonces existe una fricción entre el mundo de la vida que es siempre circular, perfecto, y aquella pequeña célula o corpúsculo celular que está yendo al revés del proceso, y el contacto de una línea esférica o circular a la derecha y otra pequeña hacia la izquierda está creando un vórtice de energía negativa, si se puede curar anteriormente que se produzcan los efectos habrá una posibilidad de acción, se podrá curar, pero cuando ha llegado a desgarrar una cantidad equis de tejidos es imposible la curación, ya no puede haber ninguna acción sobre la entidad porque la entidad –permítanme expresarme de alguna manera– ha introducido sus tentáculos en aquel cuerpo y no hay fuerza humana hoy día, a no ser la magia, que pueda cortar esta maya inmunda que ha penetrado dentro del cuerpo físico. Y todo puede ser evitado porque la medicina preventiva es la que trabaja con mucha antelación al principio físico de la enfermedad, significa que está trabajando en los niveles psíquicos o en los niveles mentales o en los niveles etéricos, que está creando un cuerpo etérico formidable con un campo magnético bien establecido, a fin de que el cuerpo celular reaccione correctamente a la infusión de las energías. Estas energías de la vida que constituyen la esencia de nuestro ser y el alma de nuestro destino como seres humanos.

El prana, repito, es la unión entre la vida espiritual y la vida material, se crea el círculo en el corazón y el corazón está progresando hacia el exterior en forma de ondas de vitalidad. El bazo es el recipiente de la energía pura de la Tierra. El día que el prana planetario pueda unificarse con el prana solar tendremos cuerpos sanos, cuerpos que no estarán sujetos a la acción de la enfermedad, y eso es necesario que lo hagamos ahora, no solamente nuestra visión esotérica debe circunscribirse al área del conocimiento típicamente 9
esotérico. De qué nos sirve saber que los Maestros existen, de que existen los asrhamas de la Jerarquía, de que existe el Cristo y los grandes Maestros superiores, y de que existen los Logos de los sistemas planetarios y toda la progresión de los grandes enviados avatares de la humanidad si somos incapaces de curar una pequeña lesión que nos viene progresando desde el tiempo Lemur, es decir, de hace casi 25 millones de años. Es decir, que hay que empezar a trabajar aquí y ahora, en este momento. Si pudiésemos estar constantemente en silencio, como ahora por ejemplo, la cosa cambiaría, porque cuando el aura de la persona –el aura magnética me refiero– está apaciguada, está creando los genes del bien cósmico, y está atrayendo aquello que puede luchar contra la enfermedad cósmica, y estamos tratando de utilizar la geometría pura del espacio para crear círculos en nuestro cuerpo etérico. La forma que adopta el cuerpo etérico, o el tejido o la red del cuerpo etérico, en un sentido geométrico es circular, o si ustedes me lo permiten en forma de pequeñas esferas de colores que están reaccionando de una manera sincrónica con el Cosmos absoluto, y esto solamente se realiza cuando estamos en silencio. Bien, esto es lo principal. Cuando la persona está angustiada automáticamente la esfera se convierte en un cuadrado o en un cubo, un hexaedro más o menos rectangular, más o menos perfecto, pero cuando existe una desviación de los ejes, o de las diagonales, o de los vértices, existe el principio de una enfermedad, de ahí que el cuerpo etérico es siempre geométrico. Y no se trata de visualizar triángulos o esferas sino tratar de reducir el volumen del egoísmo, el volumen del temor y el volumen de la atracción sexual. A ver si podemos llegar de una manera persistente pero con gran inteligencia y buena fe dentro de los cauces libres que nos llevan más allá de la historia. La historia fue escrita por hombres que murieron de grandes enfermedades, y me pregunto si podrá llegar un momento en que escribamos la historia del planeta sin el agobio de los tres lemures, si podremos vencer a los enemigos del hombre, no sólo el mundo, el demonio y la carne de la tradición sino a todo cuanto implica egoísmo, temor y deseo sexual insatisfactoriamente realizado siempre.

Y ya para terminar, preparando el diálogo, vamos a hablar breves momentos sobre lo que yo creo como ciencia moderna de curación. Si hemos estado atentos al proceso, si hemos visto claramente determinado todo cuanto estamos realizando aquí, si somos conscientes de que hay una unidad de conciencia y que todos de una u otra manera estamos intentando llegar a un punto dentro de la órbita de nosotros mismos que nos facilite el camino de la liberación, estamos trabajando en las líneas de la curación esotérica, porque la mente está equilibrada, el corazón es sensible al extremo de tener armonía, y lo demás sigue al compás de la mente y del corazón. Es así que cuando hablamos del equilibrio que ha de existir entre la mente y el corazón estamos hablando también del equilibrio que debe existir entre las glándulas y los centros, el equilibrio que debe existir también entre el sistema nervioso y el sistema sanguíneo, dense cuenta de algo importante, porque tendremos que insistir muchas veces, el sistema nervioso trae luz de conciencia y el sistema sanguíneo trae calor y sensibilidad, de ahí la necesidad de que no seamos demasiado intelectuales ni que seamos demasiado místicos, que podamos establecer un equilibrio entre la razón y el amor, entre el conocimiento y el sentimiento, entre la luz y el calor, para darnos cuenta de que todo cuanto constituye nuestro código genético a través de los cromosomas, entendiendo que cromosomas es memoria y que esta memoria es kármica y que no viene ningún cromosoma del pasado si no es a través del átomo permanente físico, mental o emocional, nos daremos cuenta de la necesidad de variar psíquicamente, mentalmente, porque el cuerpo físico, repito, no es un principio, está trascendido, y esto lo hemos dicho muchas veces, y parece mentira que siendo un autómata de los demás cuerpos, el cuerpo físico desaparezca de la Tierra víctima de enfermedades incurables. Es algo que deberemos tratar de realizar a través de la línea no de los comentarios esotéricos sino a través de la línea de la vida esotérica, que es la vida que está por encima de los lemures y de los enemigos del hombre, está dentro de la propia senda del ser, está en el centro del corazón mirando hacia arriba con igual serenidad que mirando hacia abajo, no hay perturbación ambiental, no hay reacción posible, no hay posibilidad de que la persona recorra el camino del regreso a las fuentes por un camino equivocado, sino que está siempre viendo la meta constantemente, sin significar esto que la meta enturbie su visión, o que haga de la meta el objetivo de su vida, sino que la meta está aproximándose en la medida que deja de luchar, que deja de reaccionar, que deja de tener miedo a todo cuanto le rodea, desde el simple miedo a la oscuridad hasta el miedo a la muerte. Este miedo es lo que lleva a muchas enfermedades y habrá que eliminar el miedo, el miedo ambiental, el miedo a una situación nueva, el miedo a cualquier situación conflictiva en el mundo. Démonos cuenta que la única manera que tenemos hoy día de luchar contra la inestabilidad del mundo es estando serenos y tranquilos. No es egoísmo mantener dentro del corazón esta armonía, es la única posibilidad de curación de las enfermedades típicas de la raza humana.

Si estamos en equilibrio tendremos un campo magnético puro y nuestra irradiación curará, no habrá necesidad de curadores cuando el hombre sea perfecto porque su irradiación curará a igual que lo hacía Cristo, a igual que lo han hecho a través de la historia todos los grandes taumaturgos, fueron aquellos que con su sola presencia curaron a las gentes, porque no solamente curaron los cuerpos sino que también curaron las almas y establecieron un capítulo nuevo en la historia planetaria, la historia de la luz, la historia de la verdad y la historia de la armonía.
Interlocutora. — En principio yo quisiera saber si cuando tienes contacto con gente enferma muy directa como es a través de las manos, o sea, ya sé que hay algo que se puede dar, pero, ¿qué peligro se corre a través de estas cosas que has estado explicando?

Vicente. — Ante todo hay que darse cuenta, y soy muy honrado al decir esto, de si estamos realmente capacitados para curar, ¿y cómo lo sabremos?, cuando una voz interna nos diga realmente que estamos preparados para esto, porque un curador en esta nueva era, como decía, no solamente tiene que tener una progresión magnífica de sus centros etéricos sino que tiene que visualizarlos, que tiene que verlos, que tiene que percibirlos, y tiene que percibir a través del cuerpo etérico las glándulas endocrinas para saber dónde está el órgano afectado y ver si la glándula endocrina segrega la hormona necesaria que corresponde a la sangre de aquel enfermo, o si hay que inhibir algún centro para desarrollar otro, ¿se dan cuenta? Esto primero. Segunda respuesta, hay que darse cuenta si conocemos científicamente el karma del enfermo. Esto, naturalmente, no es que quiera inhibir a aquellos que tengan deseos de curar, todos tenemos deseos de curar porque el mal nos conmueve y somos sensibles al sufrimiento humano, pero, si estamos enfermos nosotros ¿podremos curar? Y la mayoría de las personas que curan están enfermos; significa, o bien que están transportando su enfermedad a los demás, a los que están curando, o bien que están absorbiendo la enfermedad de los demás porque no tienen suficiente técnica, porque no han aprovechado las sabias reglas de la magia o del espíritu. Naturalmente son ya dos cosas que tenemos antes de ir a la imposición de las manos. Tercero, los mudras, la posición de las manos para curar, son secretos iniciativos. Todo el mundo pone la mano sobre una enfermedad, y me pregunto: ¿se sabe si las manos están capacitadas por su pureza radiactiva? Deben transportar prana del corazón, o prana vital del bazo, del centro sacro para curar etéricamente. ¿Sabemos esto? El médico del futuro, repito, tendrá que ser un clarividente, un clariaudiente, tendrá que ver los colores de las auras, tendrá que ver la evolución del ser para saber si le corresponde actuar sobre aquel ser, tendrá que tener gran confianza en sus propias fuerzas, porque cuando existe realmente el don de la curación, como cuando existe el don de la profecía y es perfecta es cuando existe un campo magnético radioactivo, lleno de pureza, significa esto que transporta prana puro y puede curar sin necesidad de imponer las manos, dirá como Cristo: “Vete que estás curado”, solamente la persona que utiliza las manos en su campo magnético es que todavía no tiene radiación superior. Ahora bien, cuando existe un conocimiento perfecto de las glándulas, de los centros, y también de cuanto existe en el campo etérico físico que puede ser aprovechado como corazón de la enfermedad solamente entonces puede iniciar como un aprendiz el trabajo de curación, como un aprendiz, y si en los primeros momentos se encuentra indispuesto y ve que las energías reaccionan en contra de él debe cesar inmediatamente esperando un nuevo ciclo de evolución interna. Todo el mundo está curando, yo diría, está aliviando por encima, pero curando ¡no!
La segunda pregunta…

Interlocutora. —… llamo recuperación, no trato de curar, trato de aliviar, entonces cuando se tiene esa buena voluntad de que estás haciendo eso y creo que es una cosa que la he aprendido bastante bien y trato de hacerlo todo lo mejor que puedo, creo que se puede aliviar ¿no? [Sí] No curar, aliviar.

Vicente. — Un consejo: póngase en contra de la corriente y sumérjase sus manos…

Interlocutora. — Lo hago con jabón, además visualizo un poquito como salida de cosas.

Vicente. — Exacto, porque el aspecto psíquico queda apegado a la parte etérica, es como un microbio, puede penetrar en un momento determinado en su aura etérica en forma de una pequeña larva, insignificante al principio pero después puede convertirse en un gran mal. Pero si la persona por su oficio tiene que trabajar con las manos tendrá que hacer una práctica especial de mudras, de movimiento de manos, y esto vendrá más por intuición quizás que por estudio. Es decir, la mano está llena de centros, hay que determinar los centros de la mano, uno principal que es donde clavan al Cristo en la cruz, hay una fuerza tremenda en este centro, pero los demás dedos cada cual tiene su propia misión, por lo tanto, es un estudio concienzudo que se pondrá en evidencia cuando la persona que está curando – usted mire en el caso de algún enfermo – se dé cuenta que circula la energía, que siente no solamente como una picazón sino algo que fluye en forma de frío intenso, entonces es el principio de que se puede continuar el trabajo. El agua solamente lo puede… lo demás es una cosa que vendrá por añadidura, pero en el caso de las manos es para que desaparezca porque hay una relación de simpatía entre el agua líquida y entre el campo psíquico. El agua, como veremos, está en relación con el plano astral, que son los temperamentos biliosos, después lo veremos, es decir, que los cuatro elementos que constituyen el cuerpo físico – es una explicación adicional de lo que usted pregunta – están reaccionando siempre sobre individualidades; por ejemplo, el temperamento linfático está relacionado con el aspecto tierra, son aquellas personas que están apegadas a la tierra. Son los tipos clásicos estudiados en astrología, pero no es mi intención hablar de astrología, pero el agua siempre reacciona sobre los individuos de tipo bilioso, personas emocionales, y esto hay que saber si la persona es mental, emocional, o si bien es de temperamento físico. Tenemos después que el aspecto fuego, el aspecto sanguíneo, está reaccionando de una manera diferente, y hay que tratarlo a través del cuerpo etérico-físico, entonces se puede hablar de lo que interesa despejar de una persona. Y finalmente existe el ambiente de la persona que es nerviosa. La persona nerviosa está utilizando el aire etérico y tiene un gran poder - esta persona - en caso de que tenga dotes curativos para atraer del campo etérico muchas energías de curación, pero claro es un sentido de algo que viene por la propia práctica, porque en las universidades, permítanme ustedes decirlo, no se da una cosa práctica, se da una teoría inmensa con grandes conocimientos, de algo que muchas veces no nos servirá de nada pero ahí están, en los libros de textos, y se pierde mucho tiempo con los libros de textos, singularmente en casos de enfermedad cuando se podría adquirir el don de curación por medio de una curación colectiva, por ejemplo, o de meditaciones grupales, o bien de una enseñanza sobre el cuerpo psíquico del hombre.

Interlocutora. — Algo que nos debe preocupar con respecto al niño es el silencio, ¿cree que es conveniente hacer cada equis tiempo un ejercicio de silencio?

Vicente. — Dense cuenta que el niño está aprendiendo a pensar, y el hombre está aprendiendo a no pensar, entonces yo creo que los niños en ciertos momentos, sin gran duración, puede ser eficaz para calmar su sistema nervioso, porque los niños son muy sensitivos y por lo tanto atraen más de la atmósfera, ven cosas que no vemos nosotros, entonces un niño entrenado en el silencio quizás en etapas posteriores tenga la incapacidad de formular hipótesis mentales, o de extraer de sí pensamientos. Un momento para apaciguar los ánimos es estupendo, pero no demasiado tiempo.

Interlocutor. — (Inaudible)

Vicente. — Si la evolución del niño es tan intensa y clarividentemente se ve su proyección espiritual, el silencio será una línea de comunicación, porque su mente ya está estructurada desde tiempos inmemoriales, pero al hablar de niños corrientes, generalizando, el silencio mental, o el silencio simplemente físico, quizás impida que formulen pensamientos, que aprendan a hablar, que aprendan a descubrir, que aprendan a formar hipótesis mentales, están tratando de ser en el tiempo. ¿Qué pasa con el hombre? El hombre piensa con exceso y entonces viene un proceso de rechazo de valores. ¿Cómo ha llegado a un cierto punto dentro de la órbita mental de sus conclusiones, de sus hipótesis, teorías o pensamientos? Entones se le obliga internamente - el alma es el gran obligador en este aspecto - que hace que vaya dejando jirones de pensamientos a cada paso, hasta que su mente - en los grandes Iniciados es así - queda reducida a cero. Es que no posee mente un Iniciado, lo que posee es una mente que está enlazada con la mente de Dios, significa que ha dejado de formular pensamientos humanos, imágenes y pensamientos, y veremos siempre que en las grandes etapas del misticismo una de las técnicas es el silencio, no el quietismo sino el silencio mental completo, y dense cuenta que el silencio mental es dinámico, porque pertenece a la línea del 1er Rayo, no es una derivación del 6º Rayo como es el quietismo, es muy interesante esta distinción, y tampoco sabemos si los niños reaccionan al 1er Rayo o al 2º Rayo, al 3er Rayo para obligarles a todos a seguir. ¿Qué paso con el yoga? El yoga es una técnica hoy en día estandartizada para todo el mundo, lo cual para mí es un gran error porque cada persona tiene absolutamente que ver con su propio yoga, porque tiene sus propias conclusiones mentales, porque tiene su propia sensibilidad y porque tiene su propia característica volitiva, no podemos enseñar a todos por igual, por lo tanto, cada cual con el tiempo si tiene aspiración verá claro el proceso, y tal como se dice ocultamente “cuando el discípulo está preparado entonces surge el Maestro, no antes”. Y no son Maestros a los que yo me refiero los yoguis o las personas que están enseñando e impartiendo técnicas estandartizadas, técnicas generales para todo el mundo, es como el médico que quiere curar a una persona con los mismos síntomas pero con diferente enfermedad, ¿qué es lo que ocurre?, una persona tendrá una enfermedad idéntica a otra, y desde el punto de vista esotérico no puede ser curado de la misma manera. Y luego hay el compuesto bioquímico. Luego existen los períodos cíclicos o los tattvas. ¿Qué sabemos de los tattvas? Los tattvas son momentos cíclicos en que una cosa tendrá poder, y en otro momento no tendrá poder, y si no sabemos ver los tattvas de la atmósfera que son globitos luminosos que pueden introducirse en la causa de la enfermedad, no podremos curar tampoco, es decir, que es un proceso complejo, sencillo en la esencia porque se basa en la purificación espiritual, pero claro como espiritualmente no somos puros nos encontramos con el gran problema, y vean ustedes como refiriéndonos por ejemplo a los grandes lemures, y repetiremos siempre lo mismo, están reaccionando los lemures contra nosotros, no podemos luchar contra el egoísmo ¿verdad? No podemos, estamos incapacitados, tratamos de luchar, tratamos de ser mejores, pero cuando no nos damos cuenta ya ha surgido la serpiente, de la tentación o lo que sea, y estamos cayendo constantemente en manos de los tres lemures. Lemures que tienen millones de años de ascendencia, luego son fuertes, son potentes, están en el plano psíquico, son la causa de muchas de las enfermedades de todos los órdenes que conocemos.

Interlocutora. — Yo querría recorrer un poco sobre la parte sexual, pues sobre esto hemos recibido una educación con mucha represión, y muchísimas cosas que todos sabemos, aquellos que somos de una edad un poco avanzada, entonces es difícil, aunque ese equilibrio se logre a nivel interno, pero cuando queremos hacer las cosas bien siempre es este infierno lo que nos dirige para no caer en eso, en una represión, o continuar en esa represión por creer que estás haciendo el mal o vas a hacer mal.

Vicente. — Seguramente que nos equivocaremos muchas veces antes de encontrar una solución a estos problemas, sexuales o no sexuales. Para mí el problema es problema, en un nivel o en otro, para mí el más grande problema es el egoísmo, porque el egoísmo nos hace sexuales o nos hace tener miedo, dense cuenta que el temor de muchas personas es aquella persona llena de egoísmo que ha acumulado muchos tesoros en el tiempo, y cuando ha acumulado mucho tiene miedo de perder aquello, está viviendo y pensando que va a perderlo, y está perdiendo ahí, está perdiendo la vida tratando de retener algo que no le pertenece, algo que es del contexto general. Y en el caso sexual usted tiene razón, hay una educación acerca del sexo tan restringida, tan sujeta, tan reprimida en todos los aspectos, que naturalmente la persona trata constantemente de liberarse y entonces cae en excesos. Una cosa enseñada en las escuelas, por ejemplo, bien, ustedes saben que existe ahora un gran problema con el libro rojo en las escuelas, ustedes lo saben, este libro quizás sea prematuro, yo no sé, no lo he leído, quizás no tenga tiempo de leerlo, pero el problema será en que la persona que ha hecho esto no sé si tendrá suficiente visión espiritual para dar aquello con algo de matiz espiritual, porque, naturalmente, los seres humanos reaccionamos a ideas, a palabras y a pensamientos, y depende de la cantidad de energía espiritual que el autor pone en una obra para que la obra tenga una reacción o una respuesta sensible de parte de los lectores, más cuando se trata de lectores que están sujetos a la represión que viene de siglos, a través de las iglesias organizadas y a través de la propia represión y a través del temor a la muerte, porque somos buenos porque tememos que vamos a morir y que vamos a ir Dios sabe dónde, y como decía el otro día es tanto nuestro miedo que nos levantamos por la mañana, es una imagen pictórica, y ponemos velas a todos los santos por si alguno falla, esto es una cosa que lo sabemos, es decir, que vamos al mejor postor siempre, al que dé más seguridades, cuando en la vida espiritual no existen seguridades, por el contrario existe una gran inseguridad, fíjese bien, el silencio es inseguro, y la máxima espiritualidad es el silencio, no el silencio de palabra, me refiero al silencio de deseos y al silencio de pensamientos que está simbolizado en el plano búdico. Bien, llega un momento en la vida del ser, del discípulo, en que su mente va siendo descargado automáticamente del peso de muchos errores porque fueron trascendidos a través del esfuerzo, a través de la meditación, de la disciplina o del servicio, pero ¿qué ocurre?, siempre existe un mismo temor, y el que se enfrenta ante el silencio absoluto como la persona profana que enfrenta el problema de la muerte es lo mismo, porque el silencio es para verlo y no verlo, porque tenemos miedo de enfrentar el silencio, porque estamos más acompañados con la serie, con el cortejo de pensamientos que hemos creado a través del tiempo y que constantemente nos acompañan, y esto lo hacemos constantemente todos sin excepción, y cuando viene una prueba iniciática en que el pensamiento es absorbido por la fuerza misma de la evolución hay que tener una estructura psicológica muy fuerte para poder permanecer tranquilos, serenos, expectantes, en aquel místico y profundo silencio. Así que no es fácil la vida espiritual, también hay un temor en los grandes espirituales, también hay soberbia, también hay irreflexión en ciertos casos, pero hay más ratos más buenos que malos, y eso es lo que salva al hombre de la tentación de regresar al pasado, de este temor inconsciente que tenemos de volver a ser aquello que fuimos y que tanto nos hizo sufrir.

Interlocutora. — Hace muchos años que me doy cuenta que los dogmas y las leyes me han condicionado, este condicionamiento que nos hacen estos dogmas creo que intervienen en parte en los miedos, los temores, que es consecuencia de esto, este acondicionamiento a la persona que se produce puede uno fácilmente…, porque yo me parece que a través de los pocos meses que vengo aquí me estoy un poco liberando de ese acondicionamiento, y que es difícil ¿no? Estamos dentro de una sociedad en la cual todo es así. ¿Tiene importancia esto que estamos hablando o cree usted que realmente estamos condicionados, que somos un prototipo o consecuencia antinaturales?

Vicente. — Sí, sí. Estamos absolutamente condicionados, lo que ocurre es que hay personas que se dejan voluntariamente condicionar porque son personas que están viviendo la inercia mental todavía, y hay personas que luchan contra lo establecido. Si nos damos cuenta de lo condicionados que estamos por el medio ambiente, por el temor a lo que dirán de nosotros, por el temor a perder lo que tenemos, por el temor a la soledad, por el temor a la muerte, por el temor al sexo, por el temor a todas las enfermedades habidas y por haber, y si nosotros nos condicionamos hasta el punto de seguir el juego de la sociedad que nos rodea, ya estamos virtualmente muertos en vida. Entonces, no hay que morir, hay que vivir constantemente, habida cuenta que la vida triunfa de la muerte y del nacimiento, está siempre permanente la vida, es decir, que uno de los extremos que analizaremos aquí es el problema de la muerte. ¿Qué es lo que ocurre después de la muerte física? Y sé que será un tema que a todos nos apasionará porque en el fondo del corazón todo el mundo teme afrontar el riesgo de la muerte, ¿qué es lo que ocurrirá?, y hemos muerto muchas miles de veces, por lo tanto será una experiencia cuando pasemos por ella que será familiar, pero es aquí que tenemos miedo, enfrentando el problema de la muerte cuando todas las cosas van bien, una persona que sufre mucho dirá “que se me lleven pronto”, porque todo el mundo quiere dejar de sufrir, o la persona que se suicida porque quiere resolver sus problemas sin darse cuenta que se lleva el… al otro lado, y entonces continúa la muerte es su corazón, ahora bien, no hay mejor sistema de vivir que estar constantemente, armoniosamente uncidos al carro de la humanidad que nos rodea, sin reaccionar, amando constantemente.

Leonor. — Yo querría que aclararas un poco esto de “estar en la lucha sin luchar”, el no querer ser condicionado y decimos que no hemos de luchar, pero en cambio hablamos de una determinada lucha. ¿Podías aclarar estos dos conceptos que podrían pasar a veces como una cosa vaga o ambigua? Porque esto de no querer ser dominado por las circunstancias, luchar para no ser dominado pero sin luchar, entonces esto hay que aclararlo, me parece a mí.

Vicente. — Yo digo que en tanto la persona esté asida, repito, al carro de la sociedad, forzosamente tendrá que luchar, no contra la sociedad sino contra sus reacciones contra la sociedad, si nos damos cuenta que estamos constantemente reaccionando contra los demás empezaremos a no luchar. Lo que pasa es que el problema es siempre de la sociedad no nuestro, porque caemos en la fatal idea de que somos superiores, ya forma parte del contexto del egoísmo del gran lemur, entonces el problema entre luchar o dejar de luchar es la máxima de Buda que decía: ”El hombre perfecto es perfecto porque no lucha“. Aparentemente una paradoja, porque habrá que luchar para establecer, por ejemplo, una integración en el mundo físico, hay que trabajar, hay que luchar para establecer una integración en el mundo emocional, hay que establecer también una integración en el mundo mental hasta llegar al plano búdico donde aparentemente no hay lucha, y que naturalmente no podemos pasar del plano físico al plano búdico sin pasar por la lucha, es decir, que no lucha la persona, el ser humano o el ser divino que está en el plano búdico, utilizando las energías de la unidad, al menos desde el punto de vista humano no está luchando en el plano búdico, puede haber una especie de lucha que escapa a nuestro entendimiento. La lucha es inevitable, ahora bien, no analizo el sentido íntimo de la lucha sino ¡cómo afrontamos la lucha! Ahí está el problema, el “ser o no ser”. Unas personas lucharán quedando absorbidas en el objeto de su lucha, y por lo tanto tendrán doble lucha, la de la reacción propia y la de la reacción del ambiente, y habrá personas que no lucharán contra el ambiente, están reaccionando contra ellos mismos, no culpando a la sociedad sino culpándose a ellos mismos de sus errores. En un caso muy desesperado dirán: “es el destino que nos hace esto, es el karma”, lo cual es negativo hasta cierto punto, porque la lucha de la persona siempre es un proceso de adaptación, pero cuando existe una adaptación automáticamente cesa la lucha tal como la conocemos. Existe lucha, la lucha de la adaptación, pero no es la lucha contra la sociedad, entonces, ¿qué es lo que hay que entender por adaptación? Estamos pensando en nosotros mismos constantemente, pero en el momento en que toda la intención y toda la atención va sobre un objeto de interés vital desaparece el yo, porque desaparece el ambiente, cuando la persona contempla algo con gran pasión, una pasión con expectación, con serenidad, sin ánimo de lucha, automáticamente se siente identificado, sea una persona, un animal o una cosa, hay un proceso de identificación que no podemos decir que haya venido por obra y gracia del Espíritu Santo, ha venido por un esfuerzo de adaptación constante de lucha, entonces si hay que luchar, luchemos por una causa que sea serena, que sea noble, que sea espiritual, que sea realmente decisiva en la lucha humana, yo diría que hay luchar contra la lucha, si es que puede darse esta paradoja, y hay que adaptarse constantemente, ¿por qué el agua aparentemente no sufre? porque es adaptable a todas las vasijas que deben contenerla, pero el hombre reacciona constantemente con cada nuevo ambiente porque cada nuevo ambiente les trae una nueva crisis de valores psicológicos, es un proceso que estamos realizando constantemente, es algo que está en la esencia del ser, y naturalmente hay que hablar de la jerarquía espiritual de los seres humanos, hay niveles naturalmente, no podemos negarlo, y cada uno debe adaptarse a su propio nivel, ni pretender el superior ni hacer escarnio del inferior, hay que estar en el propio nivel de adaptación, porque cuando el momento sea llegado ascenderá por la fuerza misma de las cosas, de la misma manera que el agua flota sobre otros materiales que son más densos. Me explico ¿verdad?

Interlocutora. — Por lo que se ha dicho pues entonces el principal principio de trabajar deber ser el del plano astral, que es el del agua, que es el de la parte emocional.

Vicente. — Es el Kurushetra, como se dice esotéricamente, el plano astral es el plano más potente dentro del cual trabaja el hombre, es decir, que la persona corrientemente no es mental sino que es típicamente emocional, con unos puntos kamamanásicos en la mente, en el centro Ajna; por lo tanto, el proceso está si podemos ver en el plano astral desde el plano mental y el plano físico desde el plano astral, es decir, que cuando nosotros queremos indagar el proceso que está gestándose en el plano físico deberemos ascender al plano etérico, con la visión etérica, con la clarividencia física que decíamos antes, y si quiere ver la causa que está en el cuerpo etérico tendrá que ascender al plano astral, y desde la clarividencia astral ver el cuerpo etérico, y si quiere ver las causas psíquicas o astrales de las enfermedades y descubrir el origen remoto de los lemures tendrá que ascender al plano mental, pero no en los primeros niveles sino en el quinto nivel del mental, porque allí en el plano causal ve las cosas sin deformación. Se trata constantemente de ver las cosas en su justa perspectiva, y ninguna enfermedad, ninguna conmoción psíquica y ninguna conmoción de tipo mental podrá ser resuelta en su propio plano de proyección. Es decir, que habrá que ascender siempre un plano más para ver las causas y redimir los efectos, de ahí la necesidad de que empecemos a pensar hacia arriba, más arriba del diafragma. El diafragma separa la parte espiritual de la parte material, el corazón es el centro, de hecho existe una cruz cósmica con centro en el corazón, se extiende en servicio por toda la humanidad, pero ascienden las energías hacia arriba buscando la glándula pineal que es el asiento del alma y el punto máximo de la conciencia humana.

Se trata de un proceso constante de incorporación de materiales más nobles. Estamos realizando una gran alquimia, conjuntamente estamos buscando el Santo Grial y hay que ser consecuentes al respecto. Dense cuenta de algo muy importante: el conocimiento esotérico es un conocimiento, es intelectual, ahora bien, la vida esotérica es vida espiritual, es aplicar el conocimiento, y esto va para todas las personas, deben actuar hasta donde comprendan, porque el karma actúa hasta donde puedes comprender, más allá de tu comprensión nadie te exigirá ninguna deuda porque es la vida la gran reguladora, la gran justicia está en la vida misma.

Interlocutora. — Yo quería preguntar: ¿cuando una persona te ofende qué se ha de hacer?

Vicente. — Cuando una persona nos ofende dependerá de la persona que nos haya ofendido, y dependerá de nuestro estado de conciencia en aquellos momentos. Cuando una persona ofende a otra hay que decir “pobre persona”, y si la persona reacciona en contra dirán “pobre persona”, son dos pobres personas, entonces estamos reaccionando siempre, pero esto pasa constantemente porque seguro que saliendo de aquí después del silencio iremos en el autobús nos pisarán y reaccionaremos, ¿por qué?, porque así ha sido establecido, es una simple imagen mental, o un recuerdo. Tengan en cuenta de lo que es una experiencia, o el recuerdo una experiencia, porque la experiencia no debe ser intermitente, es decir, debe ser continua. La vida, por ejemplo, es constante, la conciencia intermitente, entonces no podemos comprender la vida porque estamos vacíos en algunos momentos de nuestra vida. Hay fracciones que no estamos atentos a la vida, y cuando estamos inatentos, cuando estamos descuidados o distraídos es cuando penetran por la mente, por el cuerpo emocional el germen de todas las enfermedades, de ahí que lo mejor es estar atentos siempre. ¿Atentos a qué? A todo, a la vida, salir de aquí atentos a todo cuanto ocurre, atentos a esto, atento a lo otro, pero tendremos tiempo de pensar en nosotros mismos según el grado de nuestra atención, a mayor atención menor recuerdo del yo, menor recuerdo del egoísmo y de todo lo demás, y de acuerdo con el aspecto sexual, que está en el orden del día, porque existe una gran pornografía ambiental creada por grandes lemures que provienen de la Lemuria lo cual significa que son viejos pero son nuevos constantemente, porque si nos olvidamos de nosotros mismos hay un interés particular de que recordemos estas cosas, y ahora una de la grandes libertades es la pornografía. Me pregunto hasta dónde podremos resistir el peso de la tradición, que viene bajo otra forma, antes había inhibición ahora todo lo tienes aquí delante, entonces no hay un término medio, todavía no funciona el corazón que está en el centro de todas las cosas, funciona la mente solamente, y lo mismo ocurre con la sociedad de consumo, compramos no por necesidad sino por obligación psicológica, se nos obliga, y ustedes saben que cuando se quiere atentar contra la sociedad sólo hay que coger la televisión y ver cómo te están lavando el cerebro con los anuncios, y cada cual lava mejor que nadie, (risas en la sala) Es verdad, nos reímos porque es una triste verdad, porque todo el mundo quiere ser mejor y esto naturalmente es una estupidez, porque -dense cuenta- desde el momento en que se están invirtiendo millones de propaganda tiene que comprar el producto para compensar el precio del producto, es una cosa de pena para mí no es de risa, porque veo las cosas desde arriba, naturalmente lo sabemos todos, y todos compramos lo que sea, lo que se nos enseña por la televisión, y esto con el aceite mejor, o la colonia mejor, o con el whisky mejor, y todo lo mejor, es la sociedad de consumo. Lo que demuestra que la gran técnica de hoy en día, que nos ha traído la televisión en color, o los reactores, también son propiedad de la sociedad de consumo, y nosotros acudimos a la sociedad de consumo porque todavía somos egoístas, o bien tenemos temor, y cuantas más cosas tengamos, de cuantas más cosas nos rodeamos mejor será la seguridad aparentemente que tendremos. Lo interesante es no pasar los muros del silencio, aquellas fronteras dentro de las cuales existe un gran enigma ¿Qué pasará después? Pues bien, no puede pasar nada, no pasa nada, solamente pasan cosas a las personas que tienen miedo, porque el miedo es un tamiz que te oculta la verdad, y hay que liberarse del miedo al tabú y a la represión, pero observando el proceso desde arriba, siempre.

Leonor. — Yo quería también que aclararas, por ejemplo, esto que decimos de cuando nos ofenden, no es que a veces resulta ser que los Maestros…, yo lo leí una vez, que dice que a veces no nos enseña el que sabe más como el que sabe mucho menos, o sea, que algunas veces las ofensas que nos hacen ¿no puede ser que el que las hace es porque no puede hacerlo mejor?, pero nosotros para que analicemos bien hasta donde nos ha llegado, podría ser que pudiéramos analizar qué parte de nosotros mismos ha atacado aquello para que otra vez lo hagamos mejor, o repartamos de una manera más equilibrada nuestro amor, o nuestra, digamos, complacencia, para que otra vez lo hagamos más equilibradamente.

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Curación Esotérica - Primera Parte (Vicente Beltrán Anglada)



V.B. Anglada
Curación Esotérica. Parte I


LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA
SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE
REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZÓN.


Vicente.- Vamos a reemprender nuestra eterna conversación. En nuestra conversación del mes pasado, nos referimos exclusivamente a la diferenciación que existe entre la filosofía de la vida y la filosofía de la forma, por entender que si bien había un espacio geométrico externo, objetivo, tangible, existía al propio tiempo una geometría esotérica subjetiva o interna. Como ustedes saben, la geometría se basa en las formas y puede parecer paradójico que se hable de formas subjetivas, pero una forma subjetiva percibida en su propio nivel de percepción, por ejemplo, la forma astral, es netamente objetiva. Lo mismo ocurre con el mundo mental, con el mundo búdico, átmico y los demás planos del Universo; pues, no olviden ustedes que nuestro Universo es físico, es el cuerpo físico de una gigantesca, incomprensible e indescriptible entidad que llamamos Dios. Y siempre que nos referimos a Dios, solamente nuestra mente puede abarcar los confines de nuestro Universo, con una entidad central, psicológica e incluyente que es la que dirige todo el proceso universal de creación, de existencia y, finalmente, de restitución de la materia en sus principios más incluyentes.

Bien, al hablar de formas geométricas refiriéndonos al mundo interno, hicimos hincapié en la imaginación, habida cuenta también desde el punto de vista de la forma más enaltecida, y tal como lo veía el gran Leonardo da Vinci, que la geometría es el andamiaje de la imaginación. No podemos hablar de imaginación sin hablar de geometría. La geometría está pues en la base de la substancia, está en la base del desarrollo de cualquier tipo de conciencia en evolución, no sólo en nuestro pequeño planeta Tierra sino en cualquier astro del Universo; llegando finalmente a la conclusión, de que el Universo en su totalidad y, tal como lo veía Platón, es geométrico y matemático.

Así, en nuestra época de grandes avances científicos y donde la tecnología ha hecho gigantescos descubrimientos técnicos, también es válida la afirmación añadiéndole un poder de síntesis, es decir, que hoy día no podemos hablar de esoterismo o de misticismo si no va precedido todo ello de una gran penetración científica. Por lo tanto, llegará el momento en que hablaremos de los Logos, de los Maestros, de los Adeptos de Compasión y Sabiduría, de los Grandes Iniciados, más, en términos simbólicos y geométricos, es así como yo lo veo en estos momentos de gran tensión planetaria, otra forma de expresar que las energías que están entrando en la Tierra en estos momentos cruciales de traspaso de Eras, es eminentemente mental. No sólo está en conflicto el 5º Rayo con el 6º que desaparece, sino que progresivamente van entrando también las energías del 7º Rayo, el Rayo de la Magia Aplicada, el Rayo de la Ceremonia y de la Liturgia, pero conducida por el poder de la mente y no por el poder de las emociones. Por lo tanto, estamos entrando en una fase de nuestra historia planetaria tan interesante que bien podemos decir que se trata de una oportunidad única en la historia del planeta. Una historia que compartimos todos nosotros, como el resto de la humanidad, naturalmente, pero que en las personas de acusadas tendencias espirituales debe hacerse cada vez más trepidante y científica, más dinámica e incluyente, hasta llegar un momento en que nos demos cuenta realmente de que nuestro pensamiento es una forma geométrica que podemos modelar, que nuestros sentimientos, emociones y deseos son también materia geométrica que podemos asimismo modelar. Así, vamos consiguiendo de hecho y, quizá, por primera vez en nuestra historia planetaria, la capacidad de síntesis, la capacidad de unir el centro mental con todos los demás centros del Universo a través de las formas geométricas.

Dijimos también, en una parte de nuestra conversación, de que existe por doquier grandes necesidades y, quizá ustedes se preguntaban y, quizá se pregunten ahora, cómo un cambio de teoría esotérica puede galvanizar el aura del planeta y constituir un nuevo núcleo de potencia creadora a disposición de las personas inteligentes y de buena voluntad. Me lo estoy preguntando constantemente, y mi respuesta es que es el propio siglo, que es la propia época, que es la era de grandes transformaciones sociales la que tiene la última palabra, es por así decirlo, la gran pantalla donde debemos mirarnos y desde donde debemos contemplar todo cuanto nos rodea, con un nuevo espíritu más selectivo, más incluyente, en suma, más rápido; lo cual no ha ocurrido después de dos mil años de cristianismo, Cristo continua siendo una incógnita.

Bien, entonces el esoterista o el discípulo mundial, la persona altamente capacitada en el aspecto espiritual, debe hacerse esta pregunta: ¿qué es lo que hago yo para transformar la sociedad?, o, ¿podemos esperar que la sociedad se transforme por el impulso técnico simplemente?, ¿no habremos de añadir algo más a este conglomerado de cosas, a esta técnica precisa y a este trepidante dinamismo que vemos por doquier? Simplemente, hay que añadir armonía a todo esto, y la armonía no es algo que viene de la masa o de una gigantesca cantidad de personas, viene de las propias raíces espirituales dentro del individuo, y si somos conscientes de esta verdad, automáticamente tiene que haber un cambio de situación psicológica, y en el momento en que hay un cambio de situación psicológica podemos decir que la vida empieza a cambiar. No podemos esperar a que cambie el vecino o la sociedad o el grupo, somos nosotros quienes debemos cambiar. Ya con esta premisa de base podríamos ya emprender nuestra búsqueda en otra dirección.

Bien, el tema elegido para nuestra conversación de hoy, y será un tema que durará yo creo varios meses, es el de la curación esotérica, porque todos sufrimos en uno u otro nivel, hay quien sufre en el nivel físico, otros sufren en el nivel emocional o psíquico y otros lo hacen en el nivel mental, pero todos sufrimos ¿verdad?, es evidente, porque no estamos adecuados, porque nos falta armonía, porque vivimos enclaustrados en viejos prejuicios, porque el atavismo y la tradición todavía sojuzga nuestras mentes y corazones, y siempre estamos esperando que se resuelva todo por obra y gracia del Espíritu Santo, pero, el Espíritu Santo somos nosotros. Dense cuenta ustedes de esta afirmación, categórica y al propio tiempo muy espiritual, en nosotros descansa toda la tradición, en nosotros descansa toda la historia, en nosotros descansa todo cuanto es, cuanto ha sido y cuanto será, y es a partir de aquí que podemos preguntarnos por qué sufrimos. Cuando el gran Señor Gautama, el Buda, se dio cuenta de los males del mundo, empezó para Él el largo peregrinaje que conducía a la liberación, y lo que Él vio, su experiencia, fue siempre que el mundo sufría por tres poderosos factores: por la vejez, por la enfermedad y por la muerte. Me pregunto si a igual que Buda, que fue un gran Instructor y continua siendo un Instructor en las esferas más allá de nuestro entendimiento, que podamos resolver la incógnita o ésta pregunta misteriosa de cómo puedo vencer el mal en mí y qué es el mal en su esencia. Esotéricamente, se nos habla del mal cósmico, ya no se trata del mal individual, de que tengamos ciertas enfermedades de tipo psicológico o psíquico o físico, se trata de llegar a las causas de los dolores de la humanidad, porque en tanto no se llegue a las causas o a las raíces del dolor existirá la enfermedad, la vejez y la muerte. ¿Por qué hablamos de un mal cósmico, o es que todo es humano? Dense cuenta de una verdad esencial desde el ángulo esotérico, todos los Logos están en vía de perfección, todo el Universo es evolución, y evolución siempre conduce a una más alta perfección. No les hablo de la perfección única sino la perfección de estados, y cada universo es un estado de conciencia psicológico, con sus problemas y sus dificultades del orden que sea. Por lo tanto, la primera causa de una enfermedad, del tipo que sea, debemos hallarlo en las regiones en donde existe un intento de parte del Dios del Universo de alcanzar una cima superior de donde está situado. El espacio está más allá de toda ponderación, el espacio solamente puede ser ponderado cuando desde el centro de conciencia podemos extender un círculo y quedarnos dentro, y empezar a crear dentro de aquel círculo, que es lo mismo que hacemos nosotros, creamos un centro de conciencia y lo demás viene por añadidura, tal como es la ley, tal como es el reglamento de las razas y de las especies. Pero, la experiencia de Buda y el conocimiento de que existe un mal cósmico del cual aparentemente no tenemos nosotros la culpa, que existe una ley de causa y efecto más allá de nuestro propio karma ¿nos dice algo en nuestro presente estado de evolución? Si estamos todavía pendientes de aglutinar nuestros vehículos, de llevarlos a un estado de armonía, ¿cómo podemos medir entonces el mal cósmico?, es decir, la imperfección —con toda reverencia lo digo—, de un Logos o de un Dios Solar.

Bien, solamente para medir, para darnos cuenta, cuando hablemos de mal y las consecuencias del mal del karma, que tengamos en cuenta que existen muchas formas de mal, pero la mayoría son gestadas en el aura del hombre y vienen desde el principio de los tiempos. Cuando examinemos aquellas formas gastadas veremos que el aura de la humanidad está llena de estas formas; formas que las vemos en su propio nivel de esta manera, pero si aumentamos la vibración y ascendemos a los niveles causales, estas formas aparecen netamente geométricas, pero con formas netamente irregulares también, imperfectas, porque la perfección de un estado es el cuadrado regular o bien el triángulo equilátero o bien el círculo perfecto, tal como hemos dicho en varias ocasiones y, hoy veremos la misma consideración desde otro ángulo de vista. Porque para hablar con justicia de cualquier tema hay que presentarlo siempre con varios matices, habida cuenta que nuestra mente es tridimensional, debido a la influencia del mundo físico en el cual existen tres dimensiones, más, añadido, a la dificultad que tenemos de apreciar las tres dimensiones dentro de las cuales estamos inmersos, por más que extrememos la percepción siempre nuestra visión abarcará dos dimensiones del espacio, solamente dos, siempre veremos un plano, nunca veremos un volumen. Solamente es ascendiendo por las rutas del espíritu, tal como esotéricamente se dice, que podemos ver que las tres dimensiones que corresponden al plano físico y que mecanizan hasta cierto punto la mente, son porque estamos viéndolas desde el nivel de la tercera dimensión, pero, ¿qué ocurre cuando pasamos a la cuarta dimensión contemplando la tercera? Entonces, vemos realmente la tercera dimensión en toda su completa riqueza de significados, ya no vemos cuadrados, ya no vemos superficies, vemos volúmenes, volúmenes luminosos, y si estas formas las contemplamos más allá y por encima del mundo mental, aparecen como símbolos, y ¿qué es lo que hay más allá del símbolo? La armonía suprema. Yo creo que en la armonía suprema se halla la base de la curación de todo tipo de enfermedades..

Las enfermedades en sus raíces son psicológicas siempre y provienen de un remotísimo pasado y, las tres causas principales que provienen de un pasado, el primitivo pasado del cual nuestra historia guarda razón, es la triple figura: del deseo sexual, del egoísmo y del miedo. Estas tres causas principales están llevando el mundo al desastre porque continúan actuando, en lenguaje esotérico a estas tres formas las llamamos lemures, con el significado de que provienen de la época Lemur, es decir, cuando por primera vez en la historia el hombre tuvo un cuerpo y empezó a ejercitarlo, desde aquel momento en que tuvo el cuerpo ya a punto, dispuesto, empezó el karma de la humanidad, y este karma continúa, el deseo sexual continúa, unos por exceso, otros por inhibición, y ambos extremos causan enfermedades, y de esto no nos damos cuenta.

Otra forma que existe de enfermedad es el egoísmo que corroe los corazones. En tanto exista egoísmo en el corazón habrá enfermedades, y cuando después de acumular los tesoros temporales no veamos ninguna solución porque nos hacemos viejos y somos pobres y enfermos ¿qué es lo que pasa entonces? Sobreviene el temor, y para mí el temor... el temor engendrado en la época Lemur, cuando el hombre tenía miedo al rayo y al trueno porque desconocía su origen, en el hombre moderno se convierte, o bien, en el miedo a la oscuridad, en el miedo a afrontar una situación cualquiera, o bien, en el temor a la muerte. Y, naturalmente, si debemos hablar de curación esotérica deberemos hablar de los tres pilares en donde se sustenta la evolución de los tiempos, y es en el nacimiento en un cuerpo físico, es la conservación de este cuerpo físico y es la restitución de este cuerpo físico a la naturaleza en el momento de la muerte. Todo es liberación, para mí curación esotérica significa liberación, liberación en el plano que sea, en el nivel físico por la curación de enfermedades, en el nivel emocional por el control de los deseos, y en el mundo mental por la inspiración del pensamiento viniendo de sagradas alturas, búdicas o átmicas.

Pero, en todo caso, démonos cuenta de que estamos sufriendo y que todos estamos interesados en dejar de sufrir, además, existe una ley de la naturaleza que es la ley de preservación de la materia, que nace, vive y se sustenta de la propia naturaleza, y que lo que interesa es hacer causa común con la naturaleza y progresar de aquí hasta las alturas más sublimes. Pero, en todo caso, todo cuanto existe en la naturaleza está sujeto a la muerte, pero una cosa es vivir un período de tiempo asignado a cada especie o a cada raza o a cada ser humano o a cada unidad o a cada especie vegetal, animal o humana, y otra cosa es poder llevar firmemente el trabajo de conservación hasta sus extremos límites, hasta más allá de las capacidades conocidas, porque en todo caso estamos interesados en conservar nuestro cuerpo, porque nuestro cuerpo es el tabernáculo del Espíritu Santo como decía Pablo de Tarso, y es ahí donde hay que trabajar, y me pregunto ¿qué es lo que hacemos?, porque desde el momento en que sabemos que las causas de la enfermedad es falta de armonía, hay que preguntarse también ¿qué es lo que hacemos para armonizar nuestra vida?, ¿lo hacemos verdaderamente? Para mí vivir en armonía es vivir en paz con todo cuanto nos rodea, empezando con algo que a ustedes les parecerá paradójico, y es no hacer resistencia a la propia enfermedad, sea la que sea, esta es una verdad incluyente, esotérica en sumo grado, que difícilmente aceptará la mente intelectual, porque ¡cómo vamos a resistir aquello que nos hace sufrir!, pues bien, una considerable parte de nuestros sufrimientos es siempre esta resistencia impuesta, este no querer ver las cosas tal como son, tratar de eludir el dolor, apaciguarlo solamente, pero nunca lo enfrentamos de frente, porque siempre tememos el dolor, y parte de este sentido del dolor es una resistencia al propio dolor, de ahí que cuando resistimos algo añadimos fuerza a este algo, sea una enfermedad, sea un estado de conciencia, sea un hábito, porque los hábitos engendran causalidades que infunden fortaleza en los niveles psíquicos, se convierten en un campo abonado para todo tipo de enfermedades.

No sé si ustedes recordarán que en una de nuestras conversaciones afirmé que las enfermedades no son algo sino que son alguien, que tienen características similares a las humanas, aunque no llegan a su grado de evolución, desde el momento en que un hábito ha sido establecido tiene tanta fuerza como la propia conciencia, y traten ustedes de luchar contra sus hábitos.

Cuando una conciencia ha sido establecida en un hábito, entonces, hay que preocuparse mucho porque está en camino cualquier enfermedad. Cualquier hábito establecido exige liberación, ya sea el hábito de pasar siempre por el mismo sitio, ya sea el hábito de cualquier condición que sea, física, emocional o mental, exige destrucción, porque si no hay destrucción de los hábitos se convierten en conciencia. Una conciencia, que con el tiempo llega a ser tan poderosa como la propia razón del hombre, la propia voluntad, porque es que añadimos voluntad a los hábitos, y cuando hemos añadido cierta cantidad de voluntad, hablando de una manera muy científica, esta enfermedad, este hábito establecido o este estado de conciencia, se convierte en nuestro amo, no en nuestro obrero, no podemos disponer ya de él sino que él está por encima de nosotros, nos guía y no deja que nada en el mundo llegue a nosotros sin pasar por aquello, entonces, justo será reconocer que si esto es verdad, yo les ruego que lo acepten como una hipótesis de trabajo mental, de no ser así no podemos explicar el sentido oculto de cualquier tipo de enfermedad, para poder de esta manera ir desglosando este bloque de granito que oculta la verdad, porque si realmente estas formas de enfermedades son entidades habrá que luchar de manera diferente, no a través de la alopatía o la homeopatía o del naturismo o de cualquier cosa de estas para luchar contra una enfermedad física, sino estableciendo contacto con el mundo de las formas creadas a través del tiempo a partir de las primeras razas humanas, y empezar ya a cortar hilitos, estos hilitos que constituyen la cuerda que une a la humanidad a todas las enfermedades del tipo que sean, pues hemos llegado casi al final del Siglo XX y hay enfermedades de tipo realmente incurable.

¿Qué hace la ciencia, por ejemplo, contra el cáncer, contra la diabetes, contra cualquier enfermedad de tipo nervioso, contra el reumatismo? No hay nada, se alivia un poco pero no se cura, porque se está pasando la mano por encima, por la periferia, pero no existe un poder oculto que vaya a la causa inmediata, la causa productora de cualquier tipo de enfermedad y, naturalmente, hay que hablar de aquello que os decía, que es el mundo, el demonio y la carne, o lo que antes decía, que es lo mismo partiendo desde el ángulo esotérico, de los lemures, es decir, el deseo sexual incontrolado por una parte, el egoísmo que nos corroe a todos por dentro por otra, y el miedo que tenemos constante. Siempre estamos llenos de miedo; ¿por qué tenemos tanto miedo? Porque el miedo aparentemente salvaguarda, es un aliado de la ley de preservación del cuerpo, pero no es así, porque el miedo siempre contraria la razón, elude el reto de la acción, elude el compromiso, elude la lucha y cada vez nos hace más esclavos de los prejuicios y cada vez somos menos creadores ante el reto de la acción. De ahí la importancia que tiene que nos demos cuenta del lugar que estamos situados en el tiempo, que nos demos cuenta que una gran parte del sufrimiento es voluntario; démonos cuenta también que nuestra voluntad es poderosa, es parte de la voluntad divina, es por tal motivo que de la misma manera que Dios ha dado fuerza, razón y entendimiento al hombre, nosotros que somos hechos a su imagen y semejanza, también podemos dar razón, voluntad y fuerza a una entidad, y esta entidad son enfermedades en el plano psíquico, y el que tenga visión clarividente notará la influencia de lo que llamamos en términos esotéricos las larvas, los cascarones astrales, los lemures, y toda fuerza que viene desde los tiempos inmemoriales, y que no sólo abarca el aura planetaria constituyendo una red tupida por donde no puede entrar la energía cósmica, sino que nuestros ambientes sociales constituyen todavía un sentido de regresión porque las auras magnéticas del hombre están llenas de estos animalitos aparentemente. Pero, ¿quién da vida a estas formas sino nosotros mismos? La diferencia que existe entre la fuerza radiante del aura etérica del hombre cuando está en contacto con el cuerpo búdico, cuando elimina automáticamente después de haber pasado por la transfiguración, después de haber ascendido por la montaña que conduce al sufrimiento hasta llegar a la cima para contemplar después mirando hacia abajo sin ningún error de perspectiva cuanto ocurre allí, nos hemos situado en el punto exacto en donde se halla una enfermedad, y entonces, podemos enfrentarla, de la misma manera que en el momento de la iniciación, la que sea, siempre enfrentamos el mundo de la dualidad en forma del Guardián del Umbral y en forma del Ángel de la Presencia, entonces, habrá que medir también la existencia de un bien cósmico, me pregunto ¿qué vamos a hacer con esto? Si la dualidad está por doquier, si existe un mal cósmico que crea enfermedades y turbaciones en todos los planetas de nuestro sistema solar, y quizá, en otros sistemas planetarios, y si existe este estado perenne de regresión al pasado a través de la tradición ¿qué es lo que importa más actualmente? Yo creo que la humildad es lo primero que hay que cultivar, darnos cuenta que nunca damos todo cuanto valemos, porque estamos en un sentido de refracción, porque estamos siguiendo una inclinación del eje de la Tierra, y aunque nosotros aparentemente tenemos la conciencia recta siempre está torcida y vemos las cosas siempre bajo perspectivas falsas. Uno de los aspectos particulares del karma o una definición científica del karma, es una perspectiva falsa, es decir, hasta aquí, y siempre de acuerdo con la temática de la curación, vemos el karma como una ley a la cual debemos sujetarnos íntegramente para poder surgir triunfantes de cualquier estado. Siempre estamos luchando con la idea de karma, como si el karma fuese una ley de retribución constante, como si debiésemos pagar algo por algo que hemos hecho antes, en cualquier remoto lugar y en cualquier remoto estado del tiempo. Pero, ¿es así esto? ¿han considerado alguna vez el karma como una oportunidad única de perfección y a partir de aquí empezar a ver las cosas de otra manera? No contemplar el karma con la mente timorata del novicio espiritual o con la confianza del discípulo que enfrenta el karma cara a cara, no como una ley de justificación, no como una ley de causa y efecto que viene por el tiempo y que fatalmente tiene que conducir nuestro destino sino desde el ángulo de vista de la armonía natural, como un efecto de la naturaleza. Nunca consideramos el karma ni el destino como algo natural, como un hecho en la naturaleza, estamos luchando siempre con la idea de karma en un sentido de que somos malos y hemos de cumplir el karma, nuestro destino es malo porque habremos hecho algo mal en el pasado o que eres bueno porque hemos hecho buenos actos en el pasado, esta idea es falsa, desde el momento en que el discípulo precipita karma a voluntad, y si puede precipitar karma a voluntad significa que puede precipitar oportunidades creadoras en su vida, que puede crear una armonía que no corresponde al ambiente social en donde vive inmerso, que él puede quedar tranquilo cuando todo está en movimiento ¿se han dado cuenta? Y ahí está una de las bases principales en donde se apoya la curación total, psicológica; y ¿por qué tenemos miedo?, simplemente porque a través del egoísmo personal, otro hecho en la naturaleza, no vamos de forma natural, hemos acumulado en el tiempo, y cuando hemos acumulado mucho surge el temor de perderlo, y con el saquito a cuestas vamos recorriendo nuestro destino, y cuando llega el momento de la muerte no sabemos que hacer con aquel saco, ahí está el dilema de muchas personas que tienen miedo a la muerte, y me pregunto por qué, ¿por qué no dejamos ahora las cosas ya? Y no digo que vas a vender tu casa y a vender tu coche ¡no!, de esto no se trata, la riqueza no está en el tener mucho o en el tener poco, se trata simplemente de que mi mmente esté muy separada de lo mucho y de lo poco; es que el término es egoísta, decimos: “el rico es egoísta” y el pobre ¿qué?, el rico es egoísta de millones y el pobre es egoísta en miserias, pero, en la esencia, el egoísmo es lo mismo.

Por lo tanto, si nos diésemos cuenta que el egoísmo forma una parte inseparable de la enfermedad quizá viviríamos más humildemente, sin tantas pretensiones, porque todo vamos a dejarlo, y precisamente aquí vamos a hablar sobre la muerte. Debemos enfrentar la muerte cara a cara para que nos demos cuenta de que no es tan horrorosa como nos la ha pintado la tradición, sino que es la liberación de un estado de conciencia, que es parte del programa de la Vida del Creador, es una renovación constante, y me pregunto, y ahora hay una explicación de por qué los místicos del pasado que conocían la ley decían: “Hay que morir un poco cada día”, porque si morimos un poco cada día dejamos algo del saco fuera y, entonces, en el momento de la muerte no tenemos nada. Desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano, esto dice Sancho Panza en el Quijote, pero dense cuenta que es una verdad, cuanto más tengamos más temor a la muerte, seguro. Y esto no solo para las riquezas materiales sino también por las emociones, los sentimientos queridos y la imaginación desbordante; y también el pensamiento, siempre atado a conceptos, cuantos más conceptos, cuanta más riqueza intelectual menos riqueza espiritual. Es lógico, estamos acumulando valores en el tiempo y me pregunto por qué, ¿qué nos quedará después? El miedo. Bien, hay que luchar contra miedo ¿verdad?

Bien, vamos a concretar algo más la idea acerca de la curación. En la naturaleza planetaria la enfermedad existe en cuatro niveles: en el físico, el etérico, el astral y el mental; más allá de aquí ya no existe enfermedad, ni vejez, ni muerte, existe un renacimiento a voluntad, existe la ley del orden y de la armonía y la unidad incluyente, más allá de todo esto la Divinidad, no podemos recrearnos con el cuerpo búdico naturalmente, estamos luchando en un caso muy excepcional en el mundo mental y de aquí no podemos pasar, porque la mente impone sus propias fronteras, la evolución tiene sus exigencias y nosotros sabemos que no podemos pasar más allá del juicio. Quizá algún día a través del juicio bien establecido entraremos dentro del campo de la intuición o que la intuición llegará a nosotros por vía interna, pero este no es el caso. Recuerden estas figuras: la figura del cuadrado, del triángulo y del círculo, ya siempre de acuerdo con la temática de hoy. ¿Por qué en el cuerpo físico situamos cuatro gradaciones o cuatro planos? Nuestro cuerpo físico está constituido de cuatro elementos, un elemento que es mineral, un elemento que es vegetal, otro animal y otro humano, pero en sentido de elementos químicos tenemos: tierra, agua, fuego y aire. Todo esto está en nuestro cuerpo, la tierra está llena de componentes químicos, y el cuerpo humano, que pertenece a la tierra está llena de componentes, el calcio, el fósforo, el manganeso, todo cuanto existe en la naturaleza en pequeñas dosis y partículas está en el cuerpo humano. Existe el ambiente agua o el elemento agua, que crea el ambiente acuoso o psíquico, y está compuesta el agua, como ustedes saben, es un compuesto de dos gases, de oxígeno e hidrógeno, esta composición hace posible que el hombre pueda extenderse en sensibilidad en el cuerpo físico. Si no existiese el elemento agua el cuerpo físico no podría situarse en el mundo astral, no podría conocer el mundo astral, se vería limitado por el campo astral, porque no habría un mundo de comunicación, de entendimiento y de conciencia. Luego, el elemento fuego. El elemento fuego que es la calor del cuerpo, es la que nos permite vivir y, ¿de dónde surge el fuego? El fuego surge de las misteriosas raíces del fondo de la Tierra, de Kundalini, es decir, que el fuego es el Kundalini expresado en vitalidad, y cuando el fuego y el agua se ponen en contacto crean una sustancia por evaporación y es el aire, es decir, que el aire es lo que nos permite vivir casi de una manera segura dentro de campos gravitatorios. La ley de gravedad sin tener aire y agua en el cuerpo carecería de sentido, habría una dispersión total de elementos; pero, analizando el aire, vemos que existe una participación de aire que lo enlaza con el cuerpo etérico. También tenemos algo que es muy interesante desde el ángulo de vista de las enfermedades y es que los cuatro elementos son vitalizados desde arriba... (se produce un corte de sonido)... cuando el cuerpo humano que tiene esta aura magnética, y esta aura la tenemos todos sin distinción alguna, más radiante según la salud, según nuestra impresiones internas, estas condiciones vienen alteradas cuando existen aquellos elementos dentro del aura etérica, que cuando hablamos de enfermedades estamos diciendo desde un buen principio que las energías que vienen del plano astral o del plano mental al encontrarse con el campo etérico si encuentran resistencia no pueden pasar y crean vórtices de energía negativa. El cáncer es una enfermedad vibratoria localizada en el campo astral, proviene de la raza Atlante, la sífilis pertenece a la época Lemur, y están condensadas bajo formas en nuestra aura. Es decir, que el curador del futuro no mirará el aura simplemente como miramos ahora, dice: “sí, el aura la tiene usted bien”, pero para ver el aura humana aún en el campo etérico debemos ascender al mundo mental y desde el mundo mental ver las formas de su aura, no simplemente en el mismo nivel, que es falso, porque la perspectiva siempre es falsa cuando se realiza en el mismo nivel de percepción, hay que subir cuanto más lejos o más arriba mejor para ver lo que pasa en nuestra aura y, entonces, sabremos el porqué de los dolores de cabeza inoportunos, de aquella sensación de apagamiento, aquella sensación de debilidad extrema, de disgusto ante la vida que nos suele acontecer a todos cada día o frecuentemente, por la actividad en nuestra aura de pequeños “animáculos” como estos, —Vicente lo representa en la pizarra— no son tan grandes naturalmente, estamos viendo esto aumentado millones de veces, pero existen en esta forma, porque la calidad del esotérico entrenado, del clarividente, es poder aumentar a voluntad todas las formas, aunque sean atómicas, hasta el nivel que desee para poder observar clarividentemente las causas, las formas exactas; y naturalmente, reitero lo que decía antes, contemplado desde el plano causal, estas formas que deben ser contempladas desde ciertos niveles mentales mirando en el plano astral, aparecen en forma de larvas, aparecen como figuras geométricas irregulares, con un color definido, habida cuenta de que un color definido es siempre un conjunto de formas geométricas. La forma geométrica perfecta del círculo, por eso, el cuerpo búdico si lo pudiésemos manifestar siempre es circular, o esférico mejor dicho, pero en todo este conjunto de cosas vemos siempre la presencia interna de una fuerza que trata de llegar a nosotros y encuentra el impedimento de estas fuerzas opuestas, de aquello que ha venido importado a través de las edades y que recobramos en cada nuevo nacimiento. Es decir, nacemos ya con el estigma, no del karma sino del estigma de una acción incorrecta, que hay que rectificar naturalmente, y en el caso que nos ocupa, rectificar una conducta es buscar la armonía de la conducta. Si hay armonía en la conducta aquello languidece, va perdiendo fuerza, y el cuerpo etérico se convierte en radiante, magnético; y una de las fórmulas básicas de curación para el futuro es el magnetismo y la radiación. Es decir, podíamos decir que el magnetismo va del mundo mental al cerebro del individuo, pasa por su corazón y va a las manos, y el hombre cura por imposición de manos; pero cuando hay pureza, cuando hay radiación, el magnetismo se manifiesta a través de toda su aura, el aura ha crecido. Habitualmente nuestra aura viene a tener unos diez centímetros, pero el aura de un Adepto tiene kilómetros y todo cuanto abarque en su campo de acción lo está curando. ¿Por qué viven los Maestros retirados? Viven retirados porque el mal del mundo impediría que pudiesen vivir, porque hay tanta necesidad y hay tanta compasión en sus corazones que fácilmente serían destruidos por la fuerza misma de su compasión, por eso viven en lugares apartados, allí donde solo pueden acceder las almas puras, de aquellos que tienen poder radiactivo. Pero todo está compendiado dentro de los órganos de percepción mental, porque no-solo el cuerpo etérico es la base de la vitalidad del organismo sino que es donde debe penetrar la energía espiritual más elevada, y naturalmente hablamos de integración, y la integración siempre tiene que ver en el momento en que el cuadrado del cuerpo físico es perfecto, está apoyado por el éter —el cuerpo etérico— y a través del cuerpo etérico se manifiesta la energía emocional y la energía mental purificadas, y entonces cuando esto se ha realizado —dense cuenta que es la cumbre de una montaña—‚ se realiza el milagro de la Transfiguración en el Monte Tabor de la Conciencia, o en los Montes Himalayas de la Conciencia. Hay un escritor esotérico que dice que esta cúspide de la Transfiguración son los Montes Himalayas o el Everest de la Conciencia, lo más elevado, a partir de aquí todo es ya circular, ya no hay aristas, el ser se ha convertido en uno, que ve las cosas desde el ángulo mismo de la unidad, desde el centro, tiene la visión propia de los Grandes Iniciados; y es un camino que tenemos que recorrer todos. Así que estamos aquí escuchando unas cosas aparentemente sin sentido porque cuando hablamos del mal cósmico o cuando hablamos de la imperfección de los Dioses parece ser que estamos queriendo superar aquel estado que somos superiores a ellos, se trata simplemente de reconocer un hecho en la naturaleza, hay una imperfección que busca una perfección, y esto lo hallamos en todos los niveles de la naturaleza, en todos los sistemas solares y en todas las constelaciones y en todas las galaxias, existe siempre un superior estado de perfección; no podemos pasar de ahí, démonos cuenta, que la perfección de un estado es nuestra meta, la perfección única no existe para nosotros, sería la negación de la propia perfección, y no tenemos que hablar de cosas negativas. Estamos llegando a un punto dentro de la órbita de nuestras consideraciones dentro de la cuales nosotros debemos sentirnos integrados en una perfección cada vez más efectiva, más continuada, más perseverante, pero sin culminación alguna, ahí está la gracia de la armonía, y por lo tanto, la gracia de curación de todas las enfermedades.

Para terminar, la Jerarquía Planetaria está muy interesada en la curación de las enfermedades que afectan a la raza humana, y al hablar de Jerarquía Planetaria me estoy refiriendo concretamente a esta corporación de almas liberadas que técnicamente definimos: “el 5º Reino de la Naturaleza”, es decir, un ciudadano del 5º Reino de la Naturaleza, un Alma liberada, carece de enfermedad, de dolor, de vejez y de muerte, por lo tanto, no estoy hablando de teorías, estoy repitiendo lo que se repitió desde hace siglos a través de la sucesión apostólica de los Hijos Liberados de Dios, que han tenido su experiencia idéntica, una experiencia que llamamos Iniciación. Todos estamos preparándonos para la Iniciación, todos estamos preparándonos para un nuevo estado de conciencia o para un nuevo nacimiento. Si queremos curarnos de estas enfermedades, psíquicas, psicológicas y físicas, debemos entrar siempre en el campo de la Iniciación, en la gran corriente iniciática que es la que regula el proceso, y esto se logra simplemente atendiendo la voz de la razón, del juicio, del entendimiento, de la simplicidad exquisita, de la humildad suprema. Me pregunto cuántos de nosotros estamos dispuestos a hacer esto, vivir más armoniosos en nuestras relaciones sociales, en el hogar, en cualquier sentido y si podemos permanecer tranquilos en tanto todo el mundo está luchando, es decir, que cuando todo está en movimiento, este movimiento de las ondas que vemos por doquier, nosotros luminosos en el centro, manteniendo incólumes la armonía que hemos conquistado. Bien, en este caso, solo falta ver algo muy esencial, no olvidemos que estamos aquí por una función o por un destino trascendente, este destino trascendente, llámenlo ustedes del modo que quieran, es siempre la liberación, pero no puede haber liberación en tanto exista enfermedad en nuestro cuerpo, en tanto exista enfermedad psicológica en nuestra vida, en tanto exista algo en nuestra existencia que nos haga retrotraernos hacia nosotros mismos y nos conduzca al pasado, de ahí que la verdadera ciencia de creación que es armonía es al propio tiempo la esencia liberadora del ser. Si podemos lograr armonía no habrá enfermedades, hay que liberarse del miedo; primero, el miedo a cualquier situación ambiental, no tengamos miedo de enfrentar las situaciones; el miedo a la oscuridad, otra forma de miedo, hay que buscar la luz interna, así la oscuridad no podrá contra nosotros; y hay que liberarse finalmente del temor a la muerte, porque aquellos que temen la muerte es porque no aman la vida, esto lo decía Cristo y es una gran verdad. Cuando tengamos establecido este propósito, cuando los tres enemigos del tiempo: el deseo, en sus formas múltiples y variadas, el temor y la esperanza sean vencidas en su punto culminante, entonces, alcanzaremos la armonía y esta armonía nos conducirá a la liberación, más allá de esto solamente existe Dios. Y ahora ustedes mismos pueden preguntar.

Interlocutor.- En referencia al karma. Entonces, el karma es la memoria del Ser planetario que es el Cosmos. [Exacto] ¿Es la memoria? [Sí.]

Vicente.- Bueno, existe una cosa; cuando hablamos de nuestro cuerpo etérico hay que significar que este cuerpo etérico forma parte del cuerpo etérico planetario, cuando hablamos de karma humano estamos refiriéndonos a que nuestro pequeño karma se halla sumergido dentro del karma solar, del karma planetario en este caso, y que todo cuanto existe es porque nosotros tomamos siempre una pequeña parte en su desarrollo, de no ser así no tendría razón la existencia.

Interlocutor.- Tenemos que liberarnos de este karma, o sea, las experiencias de este ser, todas sus experiencias, claro, en un principio este ser, sus experiencias, podíamos decir, eran de imperfección hasta que superó, entonces, para nosotros el trabajo que tenemos que hacer es superar esta imperfección que claro la encontramos que está en nosotros, pero con la inteligencia, o sea, con lo que podemos saber del esoterismo que vamos aprendiendo vida a vida, vamos eliminando y vamos ya entrando en un karma, podíamos decir superior, liberando todo esto más o menos.

Vicente.- Exacto, exacto, teniendo en cuenta lo que he dicho también de que el karma no es solamente la ley de retribución, es decir, la ley que obliga a hacer algo en respuesta a un acto anterior, sino que es una oportunidad. Si no fuese una oportunidad el discípulo no podría, el discípulo me refiero a la persona rectamente intencionada, por lo tanto, una persona inteligente y de buena voluntad es un discípulo a mi entender, por lo tanto, remarco esto para remachar la frase; el discípulo está atento al destino no solo suyo, porque él sabe perfectamente que forma parte de un vasto plan de liberación, que solamente el Maestro conoce y sirve, pero dándose cuenta que en el momento de la individualización, cuando el hombre empezó a ser autoconsciente, automáticamente recibió un impacto de la voluntad de Dios, significa que tiene parte de la voluntad de Dios, entonces, a cambio de darle su voluntad le da su karma también; dense cuenta que aparentemente es nulo pero es una idea vieja como el mundo. Por lo tanto, al eliminar el karma de la sociedad, al eliminar el karma individual, estamos ayudando al Logos Planetario a liberarse de su propio karma. Veamos que somos discípulos del propio Señor del Mundo y trabajemos en este sentido. No nos creamos tan solos y desamparados, podemos curarnos a voluntad, porque poseemos la fuerza de la inteligencia y de la razón, de la voluntad. También sabía el Señor Planetario o el Señor Solar, cuando nos dio la inteligencia a qué se exponía, porque nos daba parte de su poder, y el hombre, todos lo sabemos, ha abusado de este poder divino, ya sea en forma de vida sexual incorrecta, de egoísmo y de temor. Solamente en las elevadas esferas de la inteligencia, cuando el hombre ha rebasado ciertos ciclos obligados de ejercicio, digamos, de acción kármica, es cuando se da cuenta de que es la propia voluntad de Dios, y entonces, puede decir: ”Yo Soy la Verdad, Yo Soy el Camino, Yo Soy la Vida”, porque se siente Yo y el Padre somos Uno, porque por primera vez en su vida el iniciado se da cuenta realmente de que forma parte de la Voluntad de Dios. Pues bien, si mantenemos siempre esta idea de que somos la parte de la Voluntad de Dios, que somos parte de la Inteligencia de Dios y que somos parte del Cuerpo de Dios, que es el planeta, tenemos el deber de curar nuestras enfermedades, las que sean, no aceptarlas como un castigo sino como una oportunidad, pero no dejarlas en el ocaso, no, no decir “vamos a dejarla” sino trabajando intensamente en el sentido de curación, porque toda enfermedad que llegue a curarse radicalmente en el planeta es algo que eliminamos del aura planetaria, del aura del Señor del Mundo y, por lo tanto, del karma solar también.

Interlocutor.-…un tipo de figuras geométricas que corresponden a...

Vicente.- Exactamente, pero no se ha catalogado todavía, solamente se sabe..., además es un secreto iniciático, que en cada iniciación se revela un sonido, un color y una forma geométrica. En la 1ª Iniciación se da el secreto del cuadrado, el color que corresponde al cuadrado y también la forma, digamos, del sonido que corresponde al cuadrado, y entonces se sabe…, porque la naturaleza es sabia, que a través de la visión de los cuadrados que se ven en el aura humana se sabe como es aquella persona, porque debemos empezar por equilibrar el cuerpo físico, lo cual significa que hay que equilibrar los cuatro elementos que componen el cuerpo físico. Esto es físico aparentemente pero esos cuadrados están ahí, en la mente y en el mundo de las emociones, porque el cuerpo no es un principio, el cuerpo es mecánico, una vez se fundó o se ejercitó a través de un arquetipo definido, que es un arquetipo solar, y se creó en la época Lemur el cuerpo físico, ya no ha evolucionado, ya está creado todo, por más que trabajemos no saldrán más ojos, ni más orejas, ni más narices, estamos perfectos. Ahora bien, ¿qué es lo que puede hacer el cuerpo físico? La purificación de cada una de las moléculas o de átomos constituyentes del cuerpo físico para que puedan penetrar las energías del cuerpo búdico y se elimine esas formas.

Bien, continuemos. En la 2ª Iniciación, se nos enseña el secreto del triángulo equilátero, con el color que corresponde al triángulo equilátero perfecto —más allá de la medida humana y psicológico—, y el sonido que corresponde también a éste triángulo. Bien, vamos siguiendo hacia arriba, pero esto ya no me corresponde a mí, solamente son leyes establecidas por la naturaleza que corroboran todo cuanto hemos venido diciendo aquí, desde el principio de los tiempos, en que empezamos naturalmente. Siempre veremos las figuras de base: el cuadrado, el triángulo y el círculo, o viéndolo es su tercera dimensión perfecta: el cubo, el tetraedro y la esfera, ¿qué pasa entonces?, solamente hay que buscar, indagar, averiguar, penetrar dentro. La penetración de la inteligencia dentro de cualquier símbolo nos da como consecuencia la liberación de un estado de conciencia; un conocimiento adquirido, con honestidad y humildad, es liberación. Si adquirimos un conocimiento y añadimos sobre él nuestros propios razonamientos lo convertimos en algo inferior, en algo incorrecto, por lo tanto, nos sentiremos ligados al conocimiento.

Interlocutor.- Yo quería preguntar si sobre lo se ha dicho del karma, considerando que nosotros heredamos ya el karma que hemos producido, si se puede considerar que esto es cierto desde el punto de vista de la personalidad, pero no es cierto desde el punto de vista del individuo, o sea, de esta vida, de esta alma que somos.

Vicente.- Bueno, las enfermedades que vienen como consecuencia de los estados de conciencia negativos, es decir, todo tipo de enfermedad, podíamos decir, abarca el nivel físico, el etérico, el emocional y el mental, y parece ser que el hombre no tiene potencia suficiente para luchar contra este conglomerado de fuerzas a menos que ascienda a través de su conciencia, que ascienda a los Montes Himalayas de sí mismo; cuando está dentro, incluyente de esta fuerza poderosa de sí mismo, entonces el karma ya no tiene el aspecto que tenía antes. Ahora miramos el karma desde abajo hacia arriba, pero una cosa es mirar el karma de abajo hacia arriba o desde arriba hacia abajo, es un cambio completo de perspectiva, porque desde arriba vemos el cuadrado, desde aquí vemos el triángulo —lo explica en una pizarra—, ¿qué quiere significar esto?, que aquí nos hemos situado en la cúspide más elevada de nuestro ser, y desde allí vemos las cosas tal como son, tal como ocurren, en cambio aquí, cuando miramos hacia arriba, siempre adolecemos del mismo defecto. Tenemos la fuerza de penetrar en las cosas solamente teniendo en cuenta que hay distorsiones a través del fuego, de la tierra, del agua y del aire, por lo tanto, siempre la imagen del Himalaya de la Conciencia es distorsionada. Fruto de ésta distorsión son las religiones, dense cuenta, que todas las religiones buscan a Dios y, sin embargo, están luchando entre ellas sutilmente, ocultamente, porque no hay ningún creyente de religión alguna que no crea sinceramente que su religión es la mejor, de no ser así no la hubiese aceptado. Pero daos cuenta, esto ocurre aquí y ha ocurrido siempre, por lo tanto, la distorsión, como vimos el otro día, por la inclinación del eje de la Tierra, que significa un estado de imperfección planetaria, lleva la refracción de todo cuanto ocurre en el cuadrado mirando hacia el triángulo, pero aquí —señala en la pizarra—, no hay refracción posible, porque la cúspide está unido al cuerpo búdico, y el cuerpo búdico que impregna todo el sentido mental y emocional de unidad establece las bases de la perfecta inteligencia, porque la perfecta inteligencia es el equilibrio que existe entre la razón y el amor, entre el entendimiento y el sentimiento. No podemos hablar de inteligencia a una persona que tenga muchos conocimientos, los conocimientos a veces atan más que ayudan a liberarse, por lo tanto, una mente sencilla, humilde, capaz de aprender el significado íntimo de las cosas es la base de la perfecta hegemonía del ser.

Leonor.- Un momento, es que, hablando de las curaciones, he pensado en si pudieras hacer una exposición, por ejemplo, de los casos en que se encontrarán la mayoría de los verdaderos curadores. Por ejemplo, un enfermo va solamente a curar su enfermedad, el curador desde el nivel que puede observar aquella enfermedad, al expresar lo que tú has expresado, que tiene que trabajar su cuerpo físico, su cuerpo mental y su cuerpo psíquico, que es lo más importante, entonces, resulta que a un enfermo primero hay que armonizarlo y después curarlo, y esto es casi imposible en la mayoría de casos, cuando la inteligencia de aquella persona o sus deseos acumulados, por ejemplo, muchísimas personas, no quieren ni tan solo oír de ciertas cosas solamente porque los médicos no les pueden curar, entonces, en aquel momento el curador se encuentra que, a lo mejor hasta cariño en aquella persona, a veces es un ser querido, lo quieres curar pero su inteligencia o sus deseos continúan igual, si sus ilusiones están en aquel nivel entonces el curador ya no puede hacer penetrar verdaderamente lo que tiene que hacer penetrar para su curación. Entonces, esto es muy importante para los curadores, porque el que tiene el mal, ya digo, solamente va a buscar que le curen el mal físico, y aquí tiene un trabajo, creo yo. ¿Podrías explicar algo para si hay alguien aquí —varios creo yo—, que les interesa saberlo, el trabajo que hay que hacer con esa clase de personas, que son la mayoría?

Vicente.- Bueno, el tema de hoy es las causas ocultas de las enfermedades, no pensaba dedicar hoy ningún capítulo o ninguna explicación sobre las técnicas de curación, de todas maneras se puede decir como regla general que el verdadero curador debe sentir una inmensa simpatía por el paciente, eso ya isofacto, porque lo que necesita el enfermo, y singularmente, el enfermo psíquico, es una gran comprensión, y no puede haber comprensión si no existe una base de amor en la persona, porque hay que preparar el ambiente. ¿Por qué curaba Cristo? Por su aura rutilante de amor, no tenía necesidad ninguna, digan lo que digan, de poner la mano encima de un paciente. Un taumaturgo es un ser radiante, ¿qué significa técnicamente radiación? Es la expansión por vibración superior de su cuerpo etérico, se expansiona hasta el infinito, y todo cuanto abarca su aura cura por irradiación, lo crean o no lo crean las personas que están sujetas a la influencia. En cambio, el magnetismo no es lo mismo, porque el magnetismo exige curación a través de las manos, pero, naturalmente, se necesita siempre una base de armonía, una base de perfección y de amor, se necesita esta fuerza positiva, esta fuerza dinámica que no es del entendimiento sino que sale del corazón, y desde este punto de vista todos podemos ser curadores, tratar de armonizar a la persona desde el punto de vista del amor que podemos infundir en su ánimo. Un hombre mental no podemos atraerlo al aura de curación si no es estimulando sus células mentales, a través de algún definido conocimiento, de algo que le atrae; a un artista le entraremos mejor por el camino del arte, por el camino de la comprensión de las formas geométricas; a una persona mística la estimularemos por el amor que pueda haber en nosotros, hay que presentarse siempre ante esta persona de una forma magnética y radiante, porque ella ve, la persona sensitiva suele ser una persona muy delicada en ese aspecto.

Es decir, que existen tantas cosas que tratar en el aspecto de la curación, habida cuenta los niveles complejos en que se mueve el ser humano, ya viniendo de un remoto pasado los males de la raza, los que sean, que se han presentado de improviso en nuestro cuerpo sin pedir derecho de entrada, se han presentado sin darnos cuenta, y cuando empezamos a sufrir sus efectos, entonces, buscamos el curador, y el curador debe ser una persona muy comprensiva y muy inteligente, porque si no hay inteligencia la curación no tendrá éxito. Dense cuenta de algo muy importante, de saber el Rayo al que pertenece el paciente, y hemos hablado de los Rayos; no sólo esto, el tipo de sensibilidad, la cantidad de cuadrados de su aura, si son regulares o irregulares, la cantidad de triángulos que pueden ser estimulados mediante la energía dinámica de la acción; es decir, hay tantas cosas a considerar, y esto lo iremos viendo poquito a poco, que muchas personas que quieren curar cometen a mi entender una gran equivocación, porque lo primero que hay que hacer es tener una psicología bien dinamizada, bien perfecta. No puede curar cualquier persona, pueden aliviar en ciertos casos, singularmente las personas dotadas de un gran poder etérico, de fluido animanizado, y no obstante curan, pero no curan la raíz, no curan la causa, ¿por qué decimos: curación esotérica? Porque no se trata de aliviar un estado sino que se trata de extirpar radicalmente de la persona cualquier tipo de enfermedad; y naturalmente, todo el largo preámbulo es para presentar una serie de conversaciones que tienen por objeto de que seamos conscientes de que todo está en nosotros, y en todos nosotros está el poder de curar y todos podemos curar, pero, solamente cuando nuestra aura esté armónica, cuando vivamos armónicamente y cuando tengamos mucha comprensión y mucho amor, quizá no nos preguntaremos qué vamos a hacer, estaremos curando, porque nuestro paso por la vida será una verdadera bendición para los demás.

Interlocutor.- ¿Nos puedes explicar en la esfera de nuestro planeta, tal como está dibujado, podemos ver qué parte de elementos...?

Vicente.- ¡Ah! es verdad. Bueno, sí, esto lo había puesto para explicar el porcentaje de enfermedades que existen en la humanidad, es decir, que la esfera terrestre, nuestra Tierra, está dividida en tres partes de agua y una sola parte de tierra, por lo tanto, si vamos a la analogía, que me he olvidado cuando estaba hablando del cuadrado, la analogía del agua es en relación que hay un 80% de enfermedades de tipo astral incidiendo en el cuerpo físico a través del cuerpo etérico y de las larvas; hay un 5% solamente de índice de enfermedades mentales, ustedes preguntarán por qué, solamente dentro de unos cuantos millones de años el hombre tendrá la mente capacitada para no tener enfermedades de tipo mental. No soy muy optimista al respecto, pero cada cual puede luchar a este respecto, en este sentido, porque por cuanto todos sabemos que somos astrales, emocionales, y la mente solamente sirve como un adorno de la imaginación o como un adorno de nuestra vida, adquiriendo conocimientos, compartiendo sentidos y opiniones, pero, extendiéndose siempre en forma horizontal, pero, jamás decidiéndose a penetrar internamente, yo me incluyo en lo mismo. Es decir, que el 5% puede ser, por así decirlo, un mínimo en relación con el 80% astral, ¿qué significará entonces?, que la mayoría de enfermedades que asolan la raza humana proceden de la época Atlante, y están llegando a nosotros a través del tiempo por la persistencia de las formas astrales o psíquicas que existen en el aura astral del mundo y que repercuten naturalmente, fundiéndose, porque tienen necesidad de defender al cuerpo físico a través del cuerpo etérico de la humanidad o el aura planetaria. Y hay un 15% que pertenece simplemente al karma humano, las epidemias. Enfermedades nacidas, por ejemplo, de epidemias, cosas generalizadas o accidentes, guerras, esto se trata de que lo que conduce a la muerte no es solamente la enfermedad sino los accidentes que se producen a diario, de automóvil, de trenes, de guerras, esto lo vemos constantemente, y a pesar de todo solamente es un 15% en relación con el 80% de las enfermedades conocidas, que están llevándose un porcentaje de personas constantemente, diariamente. Afortunadamente, es la ley de compensación, nacen, mueren, y así este trasiego de almas que van y vienen, el paso de la Nave de Caronte, que lleva a unas personas o a unas almas del plano físico al plano astral y luego vuelve a traspasar el río de la corriente del cuerpo etérico y vuelve a pasar al cuerpo físico. Y así van sucediéndose las épocas, pero el porcentaje de la tierra, por ejemplo, en relación con el agua es mínimo, significa que el hombre es emocional, y cuando estamos hablando de una era técnica, dense cuenta que esta era técnica no puede trabajar sobre esto, hay que trabajar sobre aquello, tratando de enemizar aquello que es tierra, a fin de que el Logos surja a través de las aguas y podamos cumplir la profecía de que realmente en las aguas está el principio de la vida. Pero, en todo caso, hay que ser, a pesar de que digo que son dos millones de años, pongan ustedes un plazo más breve, pero no se den cuenta de ustedes que están aquí, que están siguiendo atentamente una conversación esotérica, piensen en el conjunto de la humanidad que está moviéndose por aquí y hay que ayudarles a pesar de todo, porque forman parte de la humanidad, son sus hermanos.

Interlocutor.- Si pudiéramos elegir como aspirantes, le es al principio comprender que... (inaudible)... nos damos cuenta que en un determinado momento parece ser que hemos conseguido un pequeño éxito en definitiva de que antiguamente no podíamos por aquella ilusión, aquella forma mental, y resulta que a veces la persona ha dominado la situación, y no suele ser muy alentador el pensar que al día siguiente volverá a pasar lo mismo. Entonces claro, surge la pregunta que sin la erradicación de estas formas tienen que ser, digamos, una por una..., o sea, tal como las hemos ido acumulando hay que irlas sacando... (inaudible)... el contemplarlas objetivamente y, entonces, automáticamente pierden su efecto.

Vicente.- Bien. Debemos empezar recordando que todas esas formas persisten porque no hay armonía en el ser humano, y no voy a decir que hay que coger una zona del cuerpo etérico donde existen ciertas larvas o ciertos cascarones de tipo astral y tratar de eliminarlos allí con la imaginación, con la concentración, o con un sistema de meditación cualquiera, no me refiero a esto, si todo cuanto existe en el cuerpo astral de la humanidad y que se refleja en el aura etérica proviene de un lejano pasado, y decimos también al propio tiempo que se han formado por falta de armonía, porque se ha faltado al juicio de la ley, porque el hombre es kamamanásico y su mente está influenciada por las emociones y, raras veces penetra en el campo mental puro, entonces, podemos decir que todo esto desaparece en la acción, no hay que preocuparse por lo que existe en el aura, es solamente como una indicación, quizá, muchos de nosotros no tengamos estas larvas en el campo astral, en el campo etérico, pero sí que somos conscientes de que no tenemos armonía, y si tenemos en cuenta que la falta de armonía es la que crea los desequilibrios y las enfermedades, entonces, la lógica es atenderse a buscar la armonía por doquier, y para esto no hay técnica alguna. Una persona sabe cuando está inarmónica con algo o con alguien y debe corregir esta inarmonía o desarmonía, porque, entonces, creará o estimulará no sólo en su aura sino en el aura etérica que nos está rodeando a todos. Un ambiente social, ¿por qué es un ambiente social o familiar que decimos “malo”? Cuando hay división, cuando hay irritación, cuando hay celos, cuando hay envidia, cuando hay egoísmo, hay una falta de armonía en todo el ser y esto impregna el aura en donde vive, por lo tanto, si deja de avivar esos rescoldos de pasión que existen desde tiempos inmemoriales se morirán por inanición, así que estamos alimentando estos bichejos nosotros, existen de por sí pero la repetición de ciertos actos incorrectos estimulan las larvas, las hacen más fuertes, más consistentes, más sustanciales por así decirlo y, entonces, ¿qué pasa?, que estamos sujetos, estamos indefensos ante cualquier tipo de enfermedad.


Conversaciones Esotéricas
Curación Esotérica - Primera Parte
Barcelona, el 12 de Enero de 1980
Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, el 12 de Enero de 1980
(TGC 13/1/2007)
http://www.sabiduriarcana.org/conferencias-vba-ce2.htm
 

http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/
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