viernes, 1 de julio de 2016

La Bendición de Buda (V.B. Anglada)




V.B. Anglada
La Bendición de Buda


Año tras año desde hace 2.500 años aproximadamente, el Buda hizo la promesa al Señor del Mundo de traer la luz del Nirvana a la Tierra, poniendo en contacto a la humanidad con estas fuerzas superiores, extrasolares, que provienen, según se nos dice, de la Constelación de la Osa Mayor, precisamente de una estrella con la cual está muy íntimamente conectado nuestro Logos Planetario, y saber que precisamente en virtud de este juramento, de este voto inquebrantable, cada año durante esta festividad que acaece en la luna llena del signo de Tauro, viene a nosotros en forma de bendición.

Hemos hablado tantas veces de Buda en un sentido meramente histórico cuando nos referimos a Sidharta Gautama, príncipe de la India, hijo de reyes, pero que renuncia a todo solo para servir a los intereses de Dios o del Logos Planetario. Y vernos a nosotros empobrecidos como nos vemos por tantos espejismos e ilusiones y que, sin embargo, manteniendo la fe del justo, tal como suele decirse místicamente, tenemos el afán de colaborar con Buda en ese intento de llevarle al mundo algo del precioso perfume de Su bendición. Una bendición que nos trae energías del 1er Rayo.

Naturalmente, para prepararnos para recibir aquello que todavía no ha sido revelado, se han creado las grandes avenidas de la expectación, de la serenidad, no estar esperando con impaciencia tratando de recibir aquello para luego expandirlo…

Estamos pensando en términos cósmicos, y todo cuanto estamos tratando de atraer a nuestra vida humana es de origen divino, por lo tanto, yo les rogaría mientras dure la invocación, mientras dure la meditación, de mantener este espíritu de expectación. Que la mente no razone, solamente se limite a percibir internamente, a que vaya penetrando sutilmente, que se produzca una paz, un silencio, un orden, una armonía, yo creo que es la mejor prueba de devoción que podemos dedicarle al Señor Buda, esta expectación serena…

Buda, embajador plenipotenciario ante la Logia Solar y de otros planetas

“El Senor Buda es un embajador del Logos Planetario en la Gran Logia Solar y una de Sus atribuciones principales es relacionar el centro místico de Shamballa con otros centros planetarios, especialmente con las logias espirituales de Venus y Júpiter. Podríamos decir hablando en un lenguaje genuinamente político tal como lo conocemos en la Tierra que el Señor Buda es un embajador plenipotenciario que goza de toda la confianza del Regente espiritual de nuestro mundo, el bendito Señor Sanat Kumara, y otras de sus actividades es “traer”cíclicamente a la Tierra energías de tipo cósmico, tal como lo ha venido haciendo desde hace muchos siglos, durante el Festival místico de Wesak que tiene lugar durante el plenilunio de Tauro de cada año en ciertas ocultas regiones del gran macizo del Tibet. Este “sacrificio anual” de Buda no sería posible si no tuviese el “derecho celestial” de hacerlo en virtud de Su cargo si podemos decirlo así de embajador plenipotenciario que el Logos planetario de nuestro Esquema le ha concedido en virtud de Su excelsa y esplendente evolución espiritual.” Fuente: “Diario Secreto de un Discípulo”.

Buda, un vértice del Gran Triángulo Mágico

Tres grandes Entidades Espirituales constituyen el Gran Triángulo Mágico, que a su vez canalizan tres energías:

1. Unas energías del Primer Rayo, de Voluntad creadora de la Divinidad, que vienen canalizadas desde un indescriptible punto del espacio cósmico ocupado por Aquella potentísima y misteriosa Entidad que llamamos “El Señor de Acuario”, y por otro indescriptible Ser y esplendente Entidad espiritual que esotéricamente denominamos “El Avatar de Síntesis”.

2. Otro tipo de energías, procedentes de la gran estrella Sirio y que a través de una gloriosa Potestad cósmica que en términos del Ashrama definimos como "El Espíritu de la Paz”, lleva a nosotros una corriente acuariana de Segundo Rayo, el Rayo del Amor, de la Comprensión y la Sabiduría.

3. Otra energía trascendente procedente de Shamballa es canalizada hacia la humanidad y vertida en los niveles etéricos más sutiles, por aquel bendito Ser planetario que todos conocemos con el nombre de Señor Buda y lleva para nosotros, como esperanza suprema de realización espiritual, un impulso acuariano que ha de producir “liberación” a través de impresiones constantes de una corriente de energía del Tercer Rayo de actividad creadora de la Divinidad, es decir Luz.

El Señor Buda constituye el tercer vértice del Gran Triángulo Mágico. Cuando se habla de Buda en nuestros estudios esotéricos se lo define "El Iluminado". Fue efectivamente el primer ser humano de la gran evolución planetaria que alcanzó la Liberación y que utilizó el poder ígneo proveniente de fuentes extraplanetarias para encender en el Planeta Tierra la llama de la “inspiración” o de la “iluminación” que, a través de las edades, constituiría el Camino o Sendero que recorrerían los seres humanos para llegar a “La Morada del Padre”.


* El Mántram de Unidad

Que la Luz Liberadora de Buda,
el Amor infinito del Espíritu de la Paz
y el poder indescriptible del Avatar de Síntesis
restablezcan el Plan de Dios en la Tierra.


* El Señor Buda

Constituye el tercer vértice del Gran Triángulo Mágico. Cuando se habla de Buda en nuestros estudios esotéricos se lo define "El Iluminado". Fue efectivamente el primer ser humano de la gran evolución planetaria que alcanzó la Liberación y que utilizó el poder ígneo proveniente de fuentes extraplanetarias para encender en el planeta Tierra la llama de la "inspiración" o de la "iluminación" que, a través de las edades, constituiría el Camino o Sendero que recorrerían los seres humanos para llegar a "La Morada del Padre".

Todo trabajo esotérico o místico que se refiera a la Liberación (incluida la obra y el mensaje de Krishnamurti) está estrechamente relacionado con la Obra iniciada por Buda hace miles de años. La llama continúa ardiendo e iluminando la senda de los hijos de los hombres, que son los hijos del Padre. Por tanto, podemos hablar asimismo de "Vinculación Fraternal" cuando nos refiramos a Buda y a Su divina actividad de Luz, comprensión y Sabiduría.

De la misma manera que Cristo ilumina con amor las mentes de los hombres, Buda ilumina con su potentísima e ígnea Inteligencia, el corazón de los seres humanos. Esta aparente substitución de poderes, el del Amor iluminando las mentes y el de la razón despertando el Fuego del Amor contenido en el corazón, constituye uno de los grandes secretos iniciáticos. 

Su actividad conjunta produce equilibrio y las facultades intuitivas del hombre sólo se desarrollan cuando existe un apreciable equilibrio entre la razón y el amor, entre la mente y el corazón. El resultado de este equilibrio es Síntesis y en esta palabra tendrán explicada también una de las actividades mayores del Avatar de Síntesis, como centralizador de las que realizan el Espítitu de la Paz y Buda.

No vamos a referirnos a Buda en su conocida concepción histórica. El puro Gautama debe ser para nosotros sólo el reflejo de una actividad en el tiempo conocido, en tanto que la actividad de Buda como Avatar y como depositario del “Fuego de la Iluminación" de la Divinidad, debe ser considerada como un Centro Perpetuo de Liberación de las infinitas corrientes de Vida que provenientes del Universo circulan dentro y a través del pequeño esquema humano de perfección.

La vinculación de Buda y Cristo, los Hermanos Mayores de la Humanidad, iniciada infinitamente más allá de lo que la idea o el concepto del tiempo puede destilar en nuestras mentes, debe producir en ciertas fases de la Era de Acuario, una especie particular de "vinculación" que tendrá en el ser humano Andrógino una muy acabada y perfecta expresión, pues reflejará en espacio y tiempo y en una forma humana el Gran Equilibrio Cósmico.

La Era de preparación fue iniciada por Buda y Cristo hace siglos; es evidente ya para muchos seres humanos, que respondiendo al gran dictado acuariano, empiezan a vivir dentro de sí el gran equilibrio de la mente y del corazón y a mostrar a los demás seres humanos la Senda que han de recorrer para liberarse del pesado yugo del Karma conocido. La armonía de mente y corazón, contrabalanceando las cosas del tiempo y equilibrando los pensamientos de los hombres, ha de producir una nueva sociedad en la que será reconocida la Fraternidad como el único principio de relación.

No hablamos de una Era lejana ni estamos mostrando el sueño de unos visionarios, nos estamos refiriendo simplemente a una posibilidad innata en el ser humano que puede ser expresada "aquí y ahora". Podemos, si tal es nuestra voluntad y nuestra resolución, alterar los ciclos del tiempo si en el altar de la mente situamos a Cristo y en el tabernáculo del corazón a Buda. 

Les rogamos que mediten esta última frase y piensen en último análisis que el Avatar de Síntesis -que nos envía en forma totalmente renovada el Fuego de la Resolución- puede ser directamente invocado cuando hay serenidad de mente y paz en el corazón, cuando la obra de Buda y de Cristo se han unificado místicamente en la vida del ser humano.

Buda es el Gran Intermediario Cósmico de la Vida planetaria o Logos Planetario. Es el Agente directo de Sanat Kumara en relación con los demás Logos Planetarios del Sistema Solar; de ahí su estrecha vinculación con el planeta Mercurio cuya expresión superior es "Relación Mental". La frase astrológica referente a Mercurio, el Dios alado, como "El Mensajero de los Dioses", puede ser aplicada íntegramente a Buda en lo que se refiere a nuestro planeta Tierra. La misión máxima de Buda en los momentos actuales es relacionar nuestra Logia Espiritual, cuyo Centro máximo es Shamballa, con una corriente espiritual de Vida proveniente del Gran Señor de Acuario que ha de producir Comprensión e Iluminación, es decir, Liberación.

Ciertos Rayos de poder que irradian constantemente de Acuario, el "Aguador Celeste", incidiendo sobre Shamballa, son canalizados por Buda anualmente durante el Festival Wesak, coincidente con la hora exacta del plenilunio de Tauro. Rogamos a todos los lectores guarden en su memoria el recuerdo de este Festival que relaciona directamente a Buda con todos los peregrinos de la Tierra que suspiran por la redención y la liberación. Nuestras invocaciones durante esta fecha cumbre en la historia de la Raza humana ayudarán a restablecer rectas relaciones humanas y a cerrar las puertas donde mora el Mal.

Mucho más podría ser dicho acerca de Buda pero temo que ello quedaría reducido al término de meras hipótesis o al de vanas reflexiones sin fundamento alguno de verdad a las que desgraciadamente ya estamos tan acostumbrados. La vida de Buda, de permanente Iluminación, como la de Cristo, de constante Redención, deben ser para nosotros el norte y la guía de todas nuestras meditaciones. Tratemos pues de vivir serenamente en mente y corazón ambas realidades y hagamos que nuestra voluntad sea el elemento centralizador de las mismas. La Verdad, el tesoro inapreciable que se oculta en los más íntimos repliegues de nuestra vida, está siempre a nuestro alcance, hasta que decidamos alcanzarla.

Fuente: Los Misterios del Yoga, p. 183-185


* El Espíritu de la Paz

Tal como su denominación ashrámica lo indica, el Espíritu de la Paz es un Centro de Paz, equilibrio y armonía imposible de ser descrito. Su Vida de Amor Infinito irradia una energía que hace comprensible mentalmente el alcance de la Fraternidad Universal. Más allá de todo argumento posible, los hombres se aman y se comprenden. El Karma es el agente de este Amor y de esta Comprensión, distorsionados casi siempre por el factor egoísmo heredado de otras vidas y sustentado todavía como un centro de energía negativa dentro de la mente y corazón de los hombres.

La actividad del Espíritu de la Paz es el resultado de la unión de tres potentísimas energías: las que fluyen del Corazón del Señor de Acuario, las que proceden de la Estrella Sirio, el gran Sol con el cual nuestro Logos Solar está kármicamente muy vinculado y las de la Logia Espiritual del Planeta Venus.

El Espíritu de la Paz es el resultado consciente de esta triple unión de fuerza. No es posible razonar sobre la tremenda excelsitud de esa Entidad extraplanetaria que centraliza en Su Corazón el Sentimiento de Fraternidad Cósmica de Aquellas tres Grandes Logias. Su actividad apreciable más asequible a nosotros es Cristo, el Centro de Amor de la Raza humana que, como ya hemos explicado en el anterior capítulo, ocupa el centro del Gran Triángulo Mágico.

La triple corriente de energías procedentes de “las Alturas” incide principalmente en el Corazón de Cristo por una muy definida vinculación con el Espíritu de la Paz a través del Segundo Rayo de Amor, Compasión y Sabiduría que, como ustedes saben, es el Rayo mediante el cual fue concebido, creado y estructurado nuestro Sistema Solar, por uno de los Grandes Logos Solares que es el Dios del Universo "en donde vivimos, nos movemos y tenemos el Ser".

La efusión de Vida del Espíritu de la Paz a través de Cristo y actuando directamente sobre nuestra Jerarquía planetaria "acelera el proceso de expansión del Plan de Dios" siguiendo el trazado o diseño presentado por los Grandes Agentes de Shamballa. Todo el proceso de expansión de esta Vida radiante ha sido posible porque hay ciertas vinculaciones de carácter místico y oculto, reveladas solamente a los Grandes Iniciados del planeta, que provienen de “un muy remoto pasado para el cual los cómputos conocidos del tiempo carecen de valor para los humanos”. No vamos pues a intentar esclarecer el motivo esencial de estas vinculaciones que están más allá de la pobre mentalidad de nuestro entendimiento pero sí podemos depositar toda nuestra atención, en la radiante figura de Cristo, “la Mente más amorosa de la Jerarquía y su más luminoso Corazón...” Quien, a través de las edades y siguiendo la Ley de un Voto inquebrantable con los Agentes Inmortales de la Gran Fraternidad Cósmica, se ha sacrificado una y otra vez para la Redención y Salvación del Mundo.

Quisiera que analizaran la Vida de Cristo desde este punto de vista y que meditaran aquella frase bíblica tan imperfectamente comprendida y de la cual tan mal uso se ha hecho de que "... sólo a través de Cristo será salvado y redimido en hombre". Esta frase hace referencia no sólo al hecho de "haber tomado un cuerpo o una forma humana en el proceso histórico de la vida planetaria", de importancia menor pero sobre la cual se ha edificado toda una serie de doctrinas que han creado confusión y división de mentes y de corazones sino, principalmente, sobre la realidad inmortal de la "Gran Vinculación Cósmica de Cristo con el Espíritu de la Paz", un Hecho actual que empieza a ser comprendido por las mentes intuitivas de la Raza y que será la base y estructura firme de la verdadera Religión del futuro, cuando Acuario haga sentir sobre la Tierra el poder de la "Gran Fraternidad Universal", hoy solamente una idea sobre la cual se ha especulado frecuentemente pero que no ha llegado todavía a adentrarse en el corazón de los seres humanos.

Utilizando las palabras de Cristo: "por sus frutos los reconoceréis", por la bondad del proceso de Cristo puede ser reconocida la Obra Mística del Espíritu de la Paz. Es por tal motivo y por el tesoro de Gracia que Cristo está derramando constantemente sobre la humanidad, que una serena reflexión sobre la Vida y la Obra de Cristo debe ser efectuada desde el ángulo de aquella Gran Vinculación y no sobre el Hombre Muerto en la Cruz, un concepto que debe extinguirse de las mentes humanas ya que su perpetuación a través de las distintas religiones, que han hablado de "muerte y no de vida", ha originado y origina todavía en el misterio de los éteres que envuelven el planeta, los gérmenes de la descomposición física y moral de las gentes.

Por tal motivo les hablamos a ustedes de "Vinculaciones Cósmicas" al hablarles de Cristo y al presentarles este Gran Testigo de la Verdad como el Centro del Gran Triángulo Mágico que canaliza y exterioriza desde hace muchos siglos "Energía Cósmica" para nuestra humilde Tierra, preparándola grupalmente para el gran Misterio de la Iniciación. No vamos a insistir más sobre ello. La profundidad del comentario interior que cada uno de ustedes puede formular hará posible una nueva identificación con la obra de Curación que juntos intentamos llevar adelante...

Cuando hablamos de vinculaciones kármicas al referirnos a la relación existente entre los Grandes Logos que condicionan con sus esplendentes Vidas los mundos, los Universos y las Galaxias, no hacemos sino atenernos a la más simple y lógica de las apreciaciones que resultan de actualizar el principio hermético de analogía y de correspondencia entre lo superior y lo inferior, entre el Macrocosmos divino y el microcosmos humano.

Actualmente y con ayuda de la gran agudeza y penetración mental que reserva el Señor de Urano para "aquellos" que decidan sinceramente comprender la raíz o esencia de las cosas, este dictado hermético permitirá elevar la conciencia de los seres humanos que así lo decidan, hacia la "nube de conocimientos arquetípicos" que condicionarán la mente de los hombres del futuro. Así, el campo de relaciones humanas condicionado a las vinculaciones kármicas de la Tierra con la Vida de otros mundos, se ampliará hasta extremos inconcebibles, abarcando con su divina expansión áreas o esferas celestes en donde el Karma, la Vinculación Fraternal de los Mundos y la Vida de los Grandes Logos Planetarios, Solares y Cósmicos, aparecen como la Misma cosa esencial: el dictado de una Ley Eterna que Emana de las Inmensidades del Cosmos Absoluto.

No teman, pues, ampliar la mente y ensanchar el corazón por las inenarrables avenidas de estas ideas inmortales, antes bien procuren hacerlo, pues es la única manera posible de comprender nuestras vinculaciones espirituales más elevadas y sentir dentro de nuestra pequeña vida humana, la indescriptible armonía, equilibrio y seguridad que están eternamente manando de los Corazones amorosos del Cristo y del Espíritu de la Paz.

Fuente: Los Misterios del Yoga,


* El Avatar de Síntesis

Hablar del Avatar de Síntesis, tomándole en primer lugar y como cúspide del Gran Triángulo Mágico que utiliza a Cristo como centro de proyección de las energías cósmicas del traspaso de Eras, implica como ya hemos dicho anteriormente hablar de las Fraternidades Ocultas y desconocidas dentro del inenarrable marco del Cosmos Absoluto que trascienden nuestro pobre entendimiento humano.

Debemos apelar por lo tanto al principio hermético de analogía o de correspondencia universal para tener siquiera un vislumbre débil e impreciso de Aquellas poderosas Entidades que impulsadas por ciertas leyes precisas y matemáticas de Fraternidad, ofrecen su divina colaboración en la obra redentora de los mundos. Cuando estas leyes sean mejor comprendidas por la mente y el entendimiento de los seres humanos, se tendrá un conocimiento más exacto o verdadero de "las Entidades Extraterrestres" que regulan y periódicamente visitan nuestro mundo.

El velo de misterio que rodea todavía a estos Testigos de la Hermandad Cósmica y las cábalas que suscitan en las mentes humanas, tan predispuestas siempre a lo espectacular y a lo maravilloso, dejarían de existir si se aceptaran "las visitas de tales Entidades" ya sea a través de "Cuerpos Voladores" que vencen todas las leyes de la estática predominante en nuestro mundo o en "Sutilísimos Cuerpos Espirituales de Sustancia Incorpórea" que trascienden por completo el concepto que la ciencia terrestre tiene acerca del éter, como hechos naturales, tan naturales como las visitas que nosotros los seres humanos efectuamos a nuestros familiares y a nuestras amistades.

La analogía hermética debería presentar estos hechos como una afirmación de la más pura y simple de las lógicas. 

Sólo una mente muy infantil y ruego se nos perdone la expresión puede asombrarse todavía hoy, en los finales del siglo XX, de tales testimonios de Poder Fraternal. 
Y, no obstante, nadie se maravilla de fenómenos de relación tan especialmente vinculativos como el telégrafo, la radio, la televisión... que desafían también las leyes de la estática y, triunfando del tiempo, producen la Instantaneidad.

Esta última palabra es singularmente descriptiva y puede darnos una idea muy aproximada del Poder Universal que utilizan los Grandes Seres para mantener una estrecha y vigilante atención sobre todos y cada uno de los hechos que tienen lugar dentro de nuestra sociedad humana en evolución.

Hablar del Avatar de Síntesis implica asimismo una nueva consideración del planeta Urano no sólo como proyector de energías de tremenda sutilidad relacionadas con la Vida mística del Logos Solar sino también como uno de los Grandes Agentes Vinculativos de la Tierra con la Vida Misteriosa del Señor de Acuario.

Esta última consideración, así como la anterior, deberán ustedes aceptarla o admitirla como una razonable hipótesis, basándose en los principios de la Analogía Universal y de ciertas relaciones astrológicas o aceptarlas íntegramente como una fúlgida realidad amparándose en el juicio instantáneo y definitivo de la Intuición. En todo caso, la verdad del Hecho subsistirá como subsiste la idea básica de la Fraternidad de los Mundos, que en la Nueva Era será admitida y reconocida como un hecho de la más simple actualidad y naturalidad.

En el “Libro de los Iniciados” se nos dice que “... Los Dioses cabalgan sobre unos Rayos más rápidos que los de la luz solar... Para Ellos no existe ni la distancia ni el tiempo...” A medida que nuestro planeta se vaya adentrando por la zona de irradiación de Acuario y el planeta Urano destile para nosotros algunas de las sutiles verdades que hoy sólo pueden ser remotas teorías, "El Libro de los Iniciados", al que constantemente hacemos referencia, podrá ser leído por muchos seres humanos e interpretado con un tipo de inteligencia que será capaz de hacer efectivas aquellas ideas en un mundo en donde todavía impera una gran penumbra o zona sombría regida por nuestro satélite la Luna.

La culminación ocultamente hablando de esta zona de oscuridad aportará los elementos positivos que, incidiendo directamente sobre los cerebros humanos, les capacitará para medir verdades que están más allá de su entendimiento lógico actual y para sumergirse en áreas de luz que les darán la clave y resolución del Misterio Universal de Relación, así como del Objetivo Supremo que subyace en el proceso Místico del Propósito de la Vida. Intentamos decir con todo ello que el mundo en su totalidad, se está preparando para canalizar un tipo de energía de tal extrema e increíble sutilidad que todo cuanto hasta aquí ha sido admitido como realidad pura, será considerado de orden superficial pese a los tremendos avances científicos.

La evolución planetaria en su totalidad tiende hacia Síntesis, una Meta de perfección que exige, como siempre ha exigido del perfecto discípulo espiritual, sencillez de mente y pureza de corazón. Si unen ustedes los elementos de esta frase "sencillez de mente y pureza de corazón", tendrán una idea de lo que significa realmente la intuición y la síntesis en lo que al ser humano respecta.

El centro Omega, mencionado por el Iniciado Teilhard de Chardin, que unifica todos los esfuerzos y voluntades de los hombres y todos los intentos planetarios de perfección, está misteriosamente ocupado por el Avatar de Síntesis. 

Más allá de toda medida humana de conjetura y paradójicamente mucho más cerca del corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad de lo que aparentemente se supone, este Excelso Ser derrama sobre la Raza de los Hombres principalmente, pero también sobre los demás Reinos de la Naturaleza, la Gracia de Su divina Bendición.

Su punto de anclaje planetario es Shamballa, el Centro de la Voluntad de Dios y desde allí irradia sobre todos los seres humanos la voluntad y la resolución, el cumplimiento de la Ley y la fraternidad pura de los corazones. El Avatar de Síntesis nos habla constantemente del tesoro de unidad subyacente dentro del corazón humano, sede de la vida.

Ocupa la cúspide o vértice superior del Gran Triángulo Mágico y prepara desde el Corazón de Cristo a la Humanidad para que descubra en sí misma la sabiduría de Síntesis, de la Voluntad Creadora y desarrolle sus cualidades innatas de vida y de conciencia fraternales que son esencia y verdad dentro de los seres humanos.

Utilizando la intuición y "cavando hondo en sus corazones", cada uno de ustedes podrá comprender el alcance de esta vinculación cósmica que proviene del Gran Señor de Acuario y que a través del Avatar de Síntesis, nos hace concientemente solidarios con los demás soles, planetas y humanidades del Cosmos Absoluto.

Fuente: Los Misterios del Yoga, p. 140-142 (Edición electrónica)

- Los Misterios del Yoga,
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Vicente Beltrán Anglada
 

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Florecimiento del niño interno. Lección VIII. (Kwan Yin)


Kwan Yin
Florecimiento del niño interno. Lección VIII.


Hermanos, Yo soy KWAN YIN, sean bienvenidos. Centren su atención en este salón, necesito de toda su atención. Ahora continuamos.

El príncipe había aprendido un gran principio. El Amor y la Justicia van siempre unidos; mientras que el primero da cohesión a todos los cuerpos, a todos los átomos, a todo lo que existe en el universo, la segunda, regula sus movimientos y sus asociaciones. El amor es la fuerza que mantiene a toda la creación unida por invisibles lazos, con su creador, y la justicia, regula, con sabias leyes, el movimiento, su evolución y su expansión.

El príncipe guardaba en su mente estos principios y mientras viajaba en su nave, recordaba aquellos lejanos tiempos cuando su viaje iniciaba, cuando todavía era apenas un niño, cuando aún no sabía nada acerca del universo. Recordaba las palabras de su padre siempre te acompañaré! no importa dónde te encuentres, y esas dulces palabras no lo abandonaban nunca. Igualmente, le había dicho: aquí estaremos esperándote para ese glorioso día en que regreses y te unas a nosotros en nuestro eterno viaje por el universo.

El príncipe se sentía satisfecho, había descubierto ya 7 principios y únicamente le restaban 3, pero algo extraño había pasado en su interior, no sentía prisa, no sentía angustia, los principios que conocía, del universo, le permitían sentirse como en su casa sin importar dónde se encontrara y, de hecho, pensaba: si en este momento quisiera regresar al lado de mis padres no sabría cómo encontrar el camino, tanto he viajado y en tantas direcciones distintas, que no sabría regresar a donde salí; sin embargo, no le preocupaba, pues había aprendido que todos los seres están unidos en el universo y, mientras su nave viajaba hacia ninguna dirección, se encontró a otra pequeña nave que viajaba en sentido contrario, la observó sin darle mucha importancia y de pronto vio como si la nave cambiara su rumbo para tomar justamente el que el príncipe llevaba. Cuando estuvo lo suficientemente cerca se dio cuenta que era un niño el que la tripulaba y le dijo:

- ¿A dónde vas viajero del espacio? y el príncipe le contestó:

- A ninguna parte, no tengo destino. El niño, asombrado, le preguntaba:

- ¿Cómo es posible que viajes hacia ninguna parte?, debes saber hacia dónde vas.

- No, en realidad no lo sé, pero tampoco me interesa. El niño se sorprendió aún más y siguió preguntándole:

- Mira, yo salí en un largo viaje porque mi padre me hizo algunos encargos, yo tengo que aprender 10 secretos del universo y por eso me encuentro buscándolos, en realidad, no sé si la dirección que llevaba me iba a trasladar hacia donde se encontraban los principios, ¿podría acompañarte?.

El príncipe se sonrió para sus adentros y le contestó:

- Claro que puedes acompañarme, pero te repito, no voy hacia ningún lado. El niño seguía preguntando:

- Pero, entonces, ¿qué es lo que buscas, por qué tu nave viaja en esa dirección?.

- Mira niño, en cierta forma tu camino y el mío se parecen, sólo que el mío es un camino interior, la nave, no importa hacia dónde se dirija, lo importante es la dirección que yo he tomado dentro de mí mismo; lo que yo busco se encuentra dentro de mí, es por eso que el rumbo de mi nave no interesa. El niño empezaba a confundirse.

- ¿Por casualidad, tú no conoces algunos de esos 10 secretos que mi padre me mandó encontrar en el universo?. Y el príncipe le contestó:

- Tal vez, pero de nada serviría que te los dijera, tú tienes que decubrirlos por ti mismo, recuerda que tu padre te dijo que no confiaras en extraños, que el conocimiento debería de provenir de ti mismo. El niño, sorprendido, le preguntó:

- Es cierto, eso dijo mi padre, ¿cómo es que tú estás enterado?. Y el príncipe le dijo:

- Quizás porque tu padre y el mío se conocen, quizás porque mi padre me dijo lo mismo a mí, quizás porque yo he viajado un poco más que tú y sé muy bien las cosas que tú encontrarás en tu viaje.

- Entonces, ¿no puedes decirme nada de lo que tú has encontrado?.

- Sólo te confundirías, sigue el camino que tu corazón te indique y llegarás, inevitablemente, al descubrimiento de los 10 secretos que tu padre te mandó encontrar.

- Gracias, noble viajero, nunca olvidaré lo que tú has hecho por mí. Y el príncipe le contestó:

- Estoy seguro de que nunca lo harás y quizás, algún día, tú hagas lo mismo con otro.

Y el niño cambió la dirección de su nave para enfilar hacia otro rincón del universo.

El príncipe se quedó meditando, recordaba perfectamente aquel pasaje en donde él se unió a otro viajero y recibió las mismas respuestas que ahora él le estaba dando al niño, y sus pensamientos viajaron muy dentro de sí mismo y una pequeña luz empezó a iluminar todo su ser interior.

El universo no es sino una eterna espiral, viajamos en el espacio en diferentes direcciones, pero los eventos, los acontecimientos, no son sino círculos que se repiten una y otra vez sólo que en diferentes alturas, viajamos evolutivamente en una espiral; el amor nos mantiene unidos, la justicia regula nuestros movimientos y la luz nos indica la dirección. El universo entero no es sino una inmensa espiral en donde todos giramos y giramos y los acontecimientos se repiten y los seres evolucionan pasando por los mismos puntos pero a diferentes alturas.

¿Cuál será el siguiente principio?.

El amor y la justicia no son sino dos caras de una misma moneda; el amor universal es el sentimiento que sale de cada uno de nosotros y nos une a todas las criaturas y a todos los seres. Siento un irresistible amor hacia ese niño que acabo de dejar, pero también lo siento por aquellas serpientes que me encontré tiempo atrás, y por aquellos seres que intentaron sacrificarme, por aquel viajero que se encontraba más adelante de mi y por la piedra y por el gigante y por mi padre y por aquellos seres que bailaban incesantemente alabando a Dios, ése es el amor universal, lo que me une a todas las criaturas, a todas las cosas creadas.

Pero, por otra parte, respecto a la justicia divina, esa misteriosa fuerza que impulsó a mi padre a mandarme en busca de los 10 principios del universo, esa fuerza impresionante que me atrajo hacia el hoyo negro, la misma que me impulsó a volar y a nadar, a convertirme en la nada, para entender el principio de los 4 estados de la materia, esa fuerza que regula la evolución de los seres y que ha traído a ese niño hacia mí, nuevamente, repitiendo una escena que ya había vivido, sólo que en un punto más alto de la espiral. ¿Qué es la justicia divina, sino el principio de orden que regula todo lo que existe en el universo?, la fuerza que da origen a todas las leyes bajo las cuales nos movemos. Ahora entiendo a mi padre, él se desprendió de mí a pesar del gran amor que me tiene, él sintió que era su deber y lo hizo en cumplimiento de la justicia divina y, ahora, tan lejos o tan cerca de él, el amor me mantiene unido y la justicia me mantiene en la búsqueda.

Qué maravilloso principio, qué maravillosa lección, pero, ¿existirá siempre en esa dualidad?, ¿no podrá haber algún punto en donde el amor universal y la justicia divina se unan?.

Y, de pronto, mientras el príncipe meditaba, una gran luz se hizo en su interior y empezó a observar como una gran nube en el centro de una visión multicolor, un ser empezaba a formarse, rayos de luz cegadores rodeaban su silueta, nubes en todas direcciones hacían más impresionante la figura que se estaba formando en su interior. Cuando terminó por aclararse, se encontró con un anciano y el príncipe, sumamente inquieto, le preguntó:

- ¿Quién eres tú que mora dentro de mí?, ¿quién eres tú, que de pronto apareces ante mí dentro de mis pensamientos?, ¿cómo es que tú no eres un fruto mío?, ¿cómo es que has logrado penetrar hasta este punto que únicamente me pertenece a mí?. Y su voz, casi como un susurro pero con una majestuosidad impresionante, contestó:

- Tú hiciste una pregunta, yo vengo a contestarla. Estos rincones dentro de ti podrán estar aislados para todos los seres pero nunca para Dios. A lo largo del camino que has seguido has venido escuchando la voz que te hablaba desde el interior, pues bien, es tiempo que conozcas el origen de esa voz. Yo soy un enviado, todos los que conocen los primeros 7 principios del universo entran en contacto con el enviado; tú ya has conocido los primeros 7, es el momento de que entremos en contacto más directo. A partir de ahora tu camino no estará solo, yo estaré contigo en este lugar en donde me has descubierto, yo te guiaré, soy la síntesis del amor y la justicia, porque, más allá de todas las dualidades existen las fuerzas de unidad, el universo es binario en esencia, "todo lo que es uno se divide y todo lo que se divide se unifica". No lo olivides, el amor y la justicia se unen en un punto y aparezco yo a traerte la luz, a establecer el contacto, provengo de ese ser al que tú llamas Dios pero que cualquier nombre lo limita y por eso prefiero no llamarle de ninguna manera, EL ES QUIEN EL ES, no tiene nombre ni cuerpo, porque todos nosotros conformamos su cuerpo, yo soy tu enviado, porque he sido emanado por El y creado con este propósito. Así pues, hoy has descubierto el octavo principio.

Más allá del amor y la justicia existe la síntesis, el contacto, la iluminación, el enviado; todo aquel que domina los principios entra en contacto con el padre y aquí estoy yo. Descansa, libera tu mente de todos los pensamientos inútiles para que percibas la gloria del contacto.

Y el príncipe aquietó su mente, se sumergió en un dulce sueño e inmediatamente todo su ser empezó a renovarse, a sentir un fuego que corría por dentro de él, a sentirse uno con el universo; sintió que cada átomo, cada molécula de su cuerpo, empezaba a integrarse con las diferentes criaturas que él conocía, del universo; sintió que su cuerpo desaparecía; sintió que su conciencia se unía con todas las cosas; sintió que podía saber exactamente lo que estaba ocurriendo en cualquier rincón en el universo; sintió ese lazo que existe entre todas las criaturas del cosmos y todo eso pasaba mientras su nave se dirigía hacia ninguna parte, recorriendo un camino que llegaba hacia todos lados.

Hasta aquí el mensaje de hoy. Mis bendiciones quedan con todos ustedes y dejo las palabras en mi hermano. Que así sea.


DOMINGO 14 DE FEBRERO DE 1993 - 8:00 A.M.
MENSAJE RECIBIDO A TRAVES DEL HERMANO JESUS ALONSO GONZALEZ F.
PRIMERA PARTE Octava lección - FLORECIMIENTO DEL NIÑO INTERNO 

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Florecimiento del niño interno. Lección VII. (Kwan Yin)



Kwan Yin
Florecimiento del niño interno. Lección VII.


Sean bienvenidos, Yo soy KWAN YIN.

Continuemos con el viaje del príncipe.

Su nave enfilaba sin ninguna dirección determinada; ensimismado en sus propios pensamientos, dejaba que fuera el destino el que guiara su nave. El pensaba:

Si el universo está aquí para revelarme los 10 principios, no importa hacia dónde encamine mis pasos, sus leyes vendrán a mi encuentro. Ahora comprendo por qué aquel ser tenía tan poco interés en que yo le acompañara y por qué su nave no tenía una meta fija; en este momento me encuentro en la misma situación, mi vuelo por el espacio es circunstancial, lo que me interesa es descubrir los principios que me faltan conocer dentro de mí tal y como me fue anunciado.

Su nave empezó a ser atraída hacia un punto del espacio. El príncipe observó, primero, con curiosidad, después, con interés, el extraño fenómeno; su nave adquiría cada vez mayor velocidad y empezó a observar que pequeños asteroides y planetas también se dirigían vertiginosamente hacia el lugar del que no podía verse sino obscuridad, en el espacio. A medida que su nave adquiría mayor velocidad, observaba cómo, en realidad, pareciera que un sinfín de cuerpos espaciales estuvieran siendo atraídos hacia ese rincón obscuro del universo. El príncipe empezó a sentir un ligero estremecimiento.

¿Hacia dónde estaba siendo atraída su nave?. Un ligero presentimiento empezó a indicarle que corría peligro; sus pensamientos se sensibilizaron diciendo:

¿Qué puede haber en el universo que represente un peligro para otra criatura, si todas somos hijas del mismo Dios?.

Sin embargo, su velocidad era cada vez mayor y los planetas que iban delante de él en esa vertiginosa carrera empezaban a desaparecer, llegado a un determinado punto. El quería observar algo pero no podía ver nada, parecía como si todos los planetas empezaran a ser absorbidos por algo obscuro que se encontraba en esa región del universo. Mientras su nave se acercaba, sus pensamientos ya no pudieron ser controlados, el miedo lo estaba dominando.

¿Cuál sería el final de esa loca carrera?, ¿por qué los aerolitos y los planetas desaparecían de pronto ante sus ojos?, ¿qué era aquello que estaba atrayéndolo y por qué todas las criaturas, estrellas, soles y, tal vez hasta galaxias enteras, corrían sin parar hacia ese rincón del espacio?. Cuando el miedo era ya casi incontrolable, una voz de su interior, majestuosa y serena, habló dentro de él.

- Hijo mío, te aproximas a un hoyo negro, recuerda lo que te he contado acerca de ellos y manténte preparado porque muy pocos pueden salir de esta prueba.

El príncipe intentó serenarse, pero el anuncio de su Padre lo había llenado de inquietud. Empezó a ver que se acercaba hacia eso que no podía percibir, vio que las estrellas que estaban inmediatamente adelante de él se sumergían en esa profunda obscuridad y después desaparecían de su vista. Cuando vio que ya era inevitable su absorción, cerró sus manos y las unió en su pecho y pensó:

- Por ti Padre y en el nombre de Dios.

Sintió un ligero estremecimiento, había cruzado por la obscuridad; se sintió más ligero, su cuerpo parecía extraño, no tenía ya la noción de una nave, se sentía flotar en algo indefinido. Una sensación extraña lo invadía pero no podía ver nada; decidió esperar, aunque, en realidad, no tenía otra opción. Poco a poco, su cuerpo fue adquiriendo peso; poco a poco, sus movimientos se fueron restableciendo; poco a poco, se fue dando cuenta que se encontraba flotando en el espacio. Un fuerte estremecimiento sintió de pronto, cuando una voz, proveniente de todos lados del universo, le dijo:

- Viajero del espacio, abre bien tus ojos y observa las danzas cósmicas de los astros. La voz parecía provenir de arriba y de abajo, de adelante y de atrás, de todas direcciones, y, en ese espacio, se fue formando de pronto una nube y la nube pasó a convertirse en una pantalla gigantesca y, entonces, vio soles gigantescos que giraban vertiginosamente unos alrededor de otros; observó a los gigantescos soles que en su movimiento de rotación desprendían, en todas direcciones, trozos de su propio cuerpo, masas incandescentes que quedaban, después, girando alrededor de él; vio explosiones majestuosas que hacían que grandes lenguas de fuego surcaran el espacio produciendo una fantasía de colores; oía los estruendos y no sabía si lo que estaba observando era una pantalla o en realidad él se encontraba en medio de todo ese escenario.

Luego vio, cómo, las pequeñas porciones arrojadas por el sol se iban enfriando y observó, igualmente, cómo, de esos pequeños astros, ya fríos, empezaban a surgir pequeñas criaturas que se movían sobre su superficie; iban y venían hacia un lado y hacia otro y empezó a ver que esas criaturas peleaban y mataban a sus hermanos y mataban a otras criaturas que convivían con ellas y el príncipe, horrorizado, pensó:

¿Qué es esto?, personas que se matan a sí mismas, criaturas que destruyen a otras simplemente por placer. ¿Qué clase de mundo es éste. Y la voz que provenía de todas direcciones, contestaba:

- Es un mundo en formación.

- Sí, pero ¿qué criaturas serían capaces de matarse unas a otras, sin entender que todos somos iguales y que nuestro destino está en el mismo lugar, en aprender los principios del universo?. Y la voz contestaba:

- Son criaturas que están aprendiendo a vivir.

Y, mientras el diálogo se daba, la imagen crecía y crecía y podía ver a esas pequeñas criaturas que vivían en pequeñas construcciones que ellas mismas hacían y veía cómo, unas, se afanaban tratando de llevar lo necesario para aquellas que vivían junto a ellos y vio que esas criaturas se reproducían y formaban pequeñas colonias que ellos llamaban ciudades y, después veía, que otras extrañas criaturas se dedicaban a destruir a esas ciudades; y luego observaba cómo, la ciudad atacada, igualmente, empezaba a convertirse en atacante y unos y otros peleaban. La lucha era encarnizada, se mataban sin piedad, sin respetar a mujeres o niños; sin respetar las construcciones grandes o las pequeñas. Con mayor detenimiento pudo observar que no todas luchaban, que había unas cuantas que buscaban hacer la paz; observó que algunas deseaban todo para ellas, mientras que otras luchaban por el beneficio colectivo y observó, igualmente, que en algunas regiones había una increible riqueza de seres diferentes, plantas y animales, todos ellos conviviendo en armonía y observó, igualmente, cómo esos mismos seres, las extrañas criaturas que hacían la guerra, igualmente se empeñaban en destruir esos lugares llamados selvas y observó que de sus colonias salían grandes nubes que iban, poco a poco, destruyendo la capa de aire que rodeaba a su planeta y, entonces, el príncipe sintió compasión y dijo:

- ¿Cómo es posible que nadie ayude a esos seres?, ¿cómo es posible que no exista alguien en el universo que les explique cuáles son los principios que rigen la armonía?. Y, la mente que provenía de todas partes le contestó:

- Hay un sinfín de hermanos que lucha por enseñar a esas criaturas el secreto de la armonía y del correcto vivir, pero ellas son sordas y aún no son capaces de escuchar la voz que viene del universo.

- Pero, no puede ser, replicó el príncipe, tiene que haber alguna forma de explicarles que en el universo todo es paz y armonía y que ellos están quebrantándola; tiene que haber alguna forma.

- Y la hay, contestó la voz. Algunos de nosotros hemos tenido que descender a su superficie y nacer entre ellos para poder explicarles cuáles son los principios que rigen en el universo.

- Y ¿qué ha pasado? preguntó el príncipe.

- Observa, contestó la voz.

Y, entonces, la imagen cambió y se observaron tres cruces en un monte, una multitud rodeando a las cruces y una voz que como un lamento se elevaba diciendo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. El príncipe se llenó de indignación y dijo:

- Basta, no es posible que esto pase en una creación en el universo, yo ire ahí y les enseñaré cuáles son los principios que deben regir la vida de todos los planetas. Y la voz que provenía de todas partes, dijo:

- Sea como has dicho. Y un gran estallido obligó al príncipe a cerrar sus ojos, llevó sus manos a sus oídos y todo quedó en calma.

Cuando abrió los ojos se encontraba en una tierra extraña, desértica; él calzaba huaraches, un manto largo y un bastón. Muy cerca de él había una multitud que escuchaba con atención a un hombre que les decía: Bienaventurados los que sufren porque de ellos será el reino de los cielos. Y, entonces, el príncipe descubrió, que, ese ser al que escuchaba, era el mismo que él había visto en la cruz y recordó su diálogo con esa voz que provenía de todas partes y pensó: Ahora tengo la oportunidad de ayudar a este ser a enseñar a esta multitud. Sigilosamente, empezó a escuchar con atención y a observar las reacciones de la multitud ante las palabras de aquel profeta y, en su interior, decía: Ahora sí, todo será diferente, este es el momento en que podremos sacar, este enviado y yo, a este mundo, de las tinieblas.

Buscó entonces entrevistarse con el profeta pero resultaba sumamente difícil hacerlo; cada vez que preguntaba por El, una multitud de fieles y seguidores le decían:

- Hasta el Profeta nadie puede llegar, El irá a ti cuando El lo desee, pero nosotros somos los encargados de protegerlo, ya mucha gente desea su muerte y no te permitiremos acercarte a El, si es su deseo, El irá hasta ti. El príncipe recordó que en el universo todo está conectado y, entonces, mandó un pensamiento hasta la mente del Profeta y le dijo:

- Hermano mío, he venido aquí para ayudarte, yo sé que tu misión es difícil y sé que este mundo necesita mucho de tu ayuda pero aquí estoy, no estás solo. En ese momento, un coro de voces surgió, igualmente, de todas partes del planeta, diciendo:

- Gracias viajero, pero el Profeta nunca ha estado solo, nosotros lo acompañamos y estamos distribuidos en toda la superficie de este planeta, tu ayuda es bien recibida, pero no esperes cambiar el curso de los acontecimientos, porque las plantas toman un tiempo para crecer y dar fruto y las humanidades lo hacen también.

El príncipe se sintió desconcertado, había pensado que el Profeta se encontraba solo y ahora entendía que una misión de tal importancia, no podía ser dejada únicamente sobre los hombros de un ser, tenía que haber muchos y ahora él sentía que su ayuda no era tan importante, sin embargo, pensó:

- Si he venido a ayudar, así lo haré, y justo es que ponga todo mi empeño en ello. ¿En qué podré ayudar? preguntó a ese coro de voces mentales que le habían dado la información anterior y ya no se escuchó el coro, se escuchó la voz del Profeta diciendo:

- Hermano mío, sé que cuando llegaste aquí lo hiciste impulsado por la fuerza de tu amor; mi misión y la misión de todos los que me acompañan es la misma, "redimir a esta humanidad"; tú preguntas en qué puedes ayudar, yo te digo lo siguiente: En el paso de los siglos y de las edades, mis palabras serán tergiversadas muchas veces, mis principios serán complementados al arbitrio de muchas mentes que, queriendo ayudar a sus semejantes, irán degradando las verdades sublimes que hoy les he entregado; la historia cambia el curso de los acontecimientos, por eso, hoy que vienes del futuro, yo te encomiendo la siguiente misión. Revela, para esos que vivirán en el futuro, las siguientes palabras:

"Todo en el universo se mueve bajo el influjo de dos grandes fuerzas, el amor que todo lo une, que todo lo funde, que no es sino armonía, y la justicia, la fuerza que equilibra el amor, para que el universo entero no se funda nuevamente en un sólo átomo de luz. La justicia es la fuerza que mantiene a los astros girando unos alrededor de otros, que mantiene a los átomos en perfecto equilibrio, vibrando, uno, alrededor de otro. La justicia es la fuerza que mantiene a cada creación dentro de su línea de acción sin violar los derechos de los demás. Si por amor los seres se unen, por justicia, lo hacen en equilibrio y en armonía. Si por amor un ser se entrega a otro, por justicia, lo hace en perfecto equilibrio y respeto. Si por amor Dios ha creado a todo el universo, por justicia, le permite que su evolución sea gobernada por leyes. Son el amor y la justicia, las dos grandes fuerzas que regulan la armonía del universo". Ve y comenta esto cuantas veces te lo pregunten porque ésta es la misión que yo te he encomendado. Regresa a tu tiempo, porque, en este momento, nuestra misión está a punto de concluir.

La mente del príncipe percibió, entonces, la misma escena que observara dentro del hoyo negro; pudo ver la imagen del Profeta crucificado y, entonces, supo que sus palabras las había mandado desde la misma cruz. El príncipe sintió que su viaje había sido útil, ahora tenía una misión; se sentó, dejó a un lado el bastón, puso sus manos unidas sobre su pecho y dijo:

- Profeta, te has entregado por amor, yo, por justicia, revelaré tu mensaje a todo aquel que lo solicite, y, en ese momento, un estallido de luz lo envolvió y se vio viajando nuevamente con su nave.

La serena voz de su Padre se hizo presente en su mente. Amor y Justicia, el séptimo principio del universo. Y su nave se perdió en la inmensidad del espacio.

Mis bendiciones quedan en ustedes y me despido para reunirnos en la siguiente sesión.



DOMINGO 31 DE ENERO DE 1993 - 8:00 A.M.
MENSAJE RECIBIDO A TRAVES DEL HERMANO JESUS ALONSO GONZALEZ F.
PRIMERA PARTE Séptima lección - FLORECIMIENTO DEL NIÑO INTERNO.
 

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Florecimiento del niño interno. Lección VI.(Kwan Yin)


Kwan Yin
Florecimiento del niño interno. Lección VI.


Sean bienvenidos hermanos.

Continuemos con la narración del príncipe.

Después de la experiencia que había pasado en aquel mundo extraño y el enfrentamiento que tuvo con el ser de la piedra, el joven príncipe sentía deseos de estar solo, sentía que había muchas lecciones que aún no podía asimilar; sus pensamientos iban y venían tratando de recordar cada instante, cada palabra, cada imagen, de lo que había experimentado. Recordaba la extraña sensación que tuvo cuando vio que podía respirar bajo el agua. Recordó, igualmente, cuando lo sacaron del agua y sintió que se ahogaba y cómo aquel ser lo lanzó al espacio y empezó a volar y volvió a experimentar la dicha inefable de sentirse libre y remontarse por los espacios. Recordó su encuentro con la tormenta y cómo ésta lo precipitó hacia el fondo de un remolino. Trataba de recordar, paso a paso, la conversación que tuvo con aquel ser extraño de la piedra. Yo soy Dios, le había dicho, y no me interesa si tu te alejas o te acercas; si encuentras los 10 principios o si no los encuentras, siempre estarás dentro de mí, siempre serás parte de mí.

Mientras su mente recordaba las imágenes que había visto, una voz resonó en su interior:

“Hijo mío, hasta ahora has caminado por el mundo de los sentidos; el universo que nosotros habitamos está compuesto de dos partes, una de ellas la puedes ver, tocar, sentir, la otra, mora en tu interior. Los principios que hasta ahora has descubierto son aquellos que el universo ha reservado para el mundo de los sentidos; los otros principios no podrás encontrarlos a través de los sentidos, tendrás qué buscar dentro de ti, tendrás que aprender a descubrir ese mundo interior desde donde yo te estoy hablando. Ten presente mis palabras porque tu camino empezará a llevarte por terrenos aún más sorprendentes”. Las palabras callaron, el silencio se hizo en la mente del joven príncipe mientras él trataba de seguir escuchando más, dado que lo que le habían dicho carecía de significado, todavía, para él.

Su viaje siguió sin saber a dónde ir, sin tener algún punto fijo, sin tener prisa, sin estar perdido. De pronto, en su mente, aparecieron nuevamente las palabras que aquel ser le dijera: “No voy a ningún lado, ¿acaso tengo que tener un destino para viajar?”. Recordó que esas palabras le intrigaron y que ahora, ante lo que había escuchado internamente, tomaban un nuevo significado. Si los otros cinco principios se encontraban dentro de él, ¿qué importaba hacia dónde enfilara su nave?, ¿qué importaba si viajaba en una dirección o en otra, si iba hacia delante o hacia atrás?, su camino ahora empezaba a ser interior.

El príncipe se dijo a sí mismo:

Si lo que falta encontrar está dentro de mí, pues, entonces, buscaré en cada rincón de mi cuerpo, en cada rincón de mi mente, hasta encontrarlos, porque una nueva esperanza se ha despertado en mí; siento que he avanzado en el camino y siento que de aquí en adelante el resto deberá ser más sencillo.

Una luz iluminó su nave. Buscando, el príncipe, encontró que su recorrido lo había llevado hasta entrar en contacto con uno de los grandes anillos que rodeaban a un inmenso planeta. La nave se había iluminado con un color ligeramente naranja; encontró entonces, que todas las cosas que veía habían tomado el color naranja, su nave parecía extraña, él mismo se percibía extraño, todo era de color naranja. Poco a poco, el color fue cambiando al seguir la nave su recorrido y una luz azulada iluminó todo el interior de su nave; ahora todo se volvía azul, un azul tenue pero de agradable aspecto a sus ojos. Más adelante todo se tornó verde y, así, fueron transcurriendo color tras color y la mente del príncipe se despertó diciendo:

Yo sé que estos colores que hoy percibo en mi nave no son los reales, yo sé que estos colores están siendo influidos por la luz que proviene del exterior; ahora, debo preguntarme: ¿Cuál será el color real de las cosas que siempre he visto, éste que hoy estoy viendo a través de los anillos de este planeta, o el que siempre he visto y que es probable que también se encuentre influenciado por la luz que percibimos?. ¿Cuál es la verdad?, ¿cuál es la verdad de todas las cosas?. Y su nave atravesó los anillos y siguió viajando por el espacio, pero, en la mente del príncipe, había una pregunta sin respuesta.

Las cosas tal vez no sean como yo las he visto siempre, tal vez una luz de un especial color haya iluminado siempre las cosas haciéndome creer que son del color del que siempre las he visto, pero, cuando esa luz cambia, todo cambia y las cosas permanecen tan desconocidas y misteriosas como antes de haberlas visto. ¿Será así todo en el universo?, ¿será que lo que pasa con los colores de las cosas, también pasa con los olores, y también pasa con las sensaciones que se perciben al tocarlas?. ¿Será que nuestros sentidos nos engañan todo el tiempo y las cosas no son como parecen ser?. Y, entonces, en sus meditaciones, el príncipe cayó en sueños y, en su sueño, él veía que una extraña criatura se paraba frente a él y le decía:

“Vas a ser pequeño, muy pequeño, tu tamaño se reducirá infinitamente y, entonces, empezarás a conocer las cosas” y veía cómo el extraño ser alzaba su mano y él empezaba a reducir su tamaño, sentía que su cuerpo se encogía y se encogía de una manera increíblemente rápida y, de pronto, las cosas que antes percibía como pequeñas resultaban gigantescas ante sus ojos y su tamaño siguió encogiéndose y encogiéndose y vio que las cosas estaban formadas por pequeñas partículas, siempre girando o siempre vibrando; las formas que antes percibía desaparecieron y ante sus ojos se abrió un mundo maravilloso de planetas en movimiento.

Internamente, él sabía que esas partículas formaban el cuerpo de las cosas que él antes podía ver y tocar, pero, ahora, era tan pequeño, que era capaz de percibir a esas partículas, y su tamaño se seguía reduciendo, y las partículas que antes veía vibrar y moverse ahora resultaban tan grandes, que parecían soles y planetas. De pronto se vio parado en uno de ellos, era inmenso como un planeta y veía lunas girar en todas direcciones. Empezó a observar que ese planeta no estaba deshabitado, que había seres parecidos a él y que, en cierta forma, todo le resultaba familiar y él pensó:

Podría haber estado aquí y pensar que era mi planeta, sin embargo, sé que éste es uno de los pequeños corpúsculos que forman las cosas que en mi mundo normal son pequeñas; si no recordara que me he hecho pequeño, podría pensar que es mi mundo. En ese momento, el proceso de empequeñimiento se detuvo y empezó a hacerse grande y más grande y más grande nuevamente; el mundo se encogió, las partículas se hicieron cada vez más pequeñas y de pronto vio al ser que lo había hecho pequeño, siguió creciendo hasta tomar su tamaño normal y el extraño ser le dijo:

“Medita ahora en lo que has visto y piensa cómo transcurre el tiempo para esos seres”. Despertó de su sueño, muy extrañado, y el príncipe se vio en el espejo y vio su cara muy madura, parecía haber envejecido y un chispazo se abrió ante su mente.

Es probable que este mundo, esta nave, este espacio por el que voy viajando, en realidad, sea tan sólo una parte de un mundo infinitamente mayor, ¿cómo saber ahora cuál es mi verdadero mundo, si éste en el que me muevo, el otro en el que acabo de soñar o uno infinitamente grande en donde normalmente vivo y que por algún extraño fenómeno me he encogido hasta vivir en éste?. ¿Cuál es la verdad?. He aprendido que las cosas tal vez no sean del color que siempre las he visto y ahora entiendo que las cosas tal vez no tengan el tamaño que yo siempre había creído que tenían. Su confusión fue creciendo y creciendo, su mente parecía darle vueltas, se sentía profundamente turbado, detuvo la marcha de su nave y dejó que ésta vagara solitaria en el espacio, tomó una posición de meditación y empezó a llamar a su Padre.

Si las cosas no son como parecen ser, si el universo no es como yo creía que era, entonces, ¿quién soy yo?. Esos corpúsculos que vi en mi sueño seguramente también pueden estar dentro de mí, tal vez yo soy un conglomerado de corpúsculos en donde habitan otros seres, soy inmensamente grande e importante para ellos y, sin embargo, tal vez yo también sea tan sólo una parte de otro ser infinitamente mayor. ¿Quién soy?. ¿Quién eres tú, Padre?, atiende mi llamado, mi mente se encuentra confundida; esta nave, los seres a los que he conocido, las experiencias por las que he pasado, son reales o ¿han sido tan solo producto de mi imaginación?, ¿qué significa todo esto?. Pero, su Padre, no respondió.

Extendió su mano el príncipe y clavó su mirada en ella, preguntándose si dentro de su mano no vivirían humanidades enteras. ¿Hasta dónde llegaría esa interminable cadena de creaciones más pequeñas y, ¿hasta dónde llegaría el tamaño del universo, si se pudiera ver con los ojos de un ser gigantesco?. ¿Dónde estoy?, ¿quién soy?.

Sintió que sus ojos se empezaban a nublar de lágrimas, sintió una profunda tristeza, se sintió solo en medio del universo, sintió la importancia que para esos corpúsculos que formaban su cuerpo, para esas humanidades que vivían dentro de él, tenían sus decisiones. Por primera vez sintió, que, tal vez, su inmadurez, su falta de preparación, había afectado la vida de todos esos pequeños seres; sintió una profunda compasión por ellos, pues él no sabía cómo ser Dios para ellos, él no sabía dirigir sus vidas, pues ni él mismo había podido encontrar los 10 principios del universo. Un profundo amor surgió dentro de él hacia su cuerpo, hacia todo ese universo que él mismo llevaba dentro. Una gran energía de amor hacia él mismo y lo que representaba para esas criaturas que vivían dentro de él, surgió de su corazón y empezó a bañar cada rincón de su cuerpo y, entonces, una voz en su interior resonó solemnemente:

“Hijo mío, has encontrado el siguiente principio, tú eres un Dios para ellos, lo que tú decides afecta inevitablemente a tus criaturas. Cada célula de tu cuerpo y cada átomo que forman esas células son criaturas tuyas por las que tendrás qué velar y cuidarlas porque ellas dependen enteramente de ti. Recuerda las luces que viste, recuerda el sueño que tuviste y recuerda que, más allá de esos cuatro principios que aprendiste en tu experiencia anterior, se encuentra un quinto; más allá de lo sólido, más allá de lo líquido, más allá de lo gaseoso, más allá de lo ígneo, está la esencia de las cosas y esa esencia es la misma para todos; esos corpúsculos que hoy viste forman lo sólido, lo líquido, lo gaseoso y lo ígneo, son las criaturas básicas que forman a todo el universo, recuérdalo siempre, recuerda que estás transportando a un universo dentro de ti, entiéndelo y sé consciente de ello, porque hoy, la luz se ha hecho en ti”.

Y la nave del príncipe reinició su marcha, sin ningún rumbo fijo, sin ninguna prisa.

Hasta aquí mis palabras y les dejo mi bendición. Que así sea.


DOMINGO 24 DE ENERO DE 1993 - 8:00 A.M.
MENSAJE RECIBIDO A TRAVES DEL HERMANO JESUS ALONSO GONZALEZ F.
PRIMERA PARTE Sexta lección - FLORECIMIENTO DEL NIÑO INTERNO.

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Ciegos que guían a otros ciegos

¡YO SOY Saint Germain!
¡Damas y caballeros he venido una vez más a honrar a todos aquellos que trabajan sin cesar en la auto perfección y en hacer todo lo posible para permitir que las energías de la Nueva Era penetren su mundo! ¡He venido hoy para permitirles recordar la época cuando muchos de ustedes estaban encarnados. Y he venido hoy como su Caballero Comandante! Debo recordarles el hecho de que hubo un tiempo en el que existían las órdenes de caballeros. Y debo recordarles que en esa época, así como en el presente, había verdaderos caballeros del Espíritu, listos para sacrificar sus vidas por los ideales. Y había aquellos quienes también usaron armadura y participaron en torneos. Sin embargo sus corazones eran fríos y no conducían la Verdad Divina ni los verdaderos ideales del mundo. En su tiempo también existen los verdaderos caballeros del Espíritu, que están listos para defender sus convicciones en cualquier situación de la vida. Y existen aquellos, quienes aparentan Enseñar, actúan por sus propios fines egoístas y tratan de llamar al rebaño y guiarlo de acuerdo con sus propios intereses. ¿No es una situación muy común en su sociedad? Mucha gente reúne grupos y tratan de guiarlos. Los ciegos guían a los ciegos. Hoy he venido a darles el impulso de la fe y la verdadera dirección a la que son llamados a seguir. Así, tomen como ejemplo el código de los caballeros. Existen los verdaderos ideales por los que hay que luchar y que no pueden traicionar. Y también existen los falsos ideales. Y cuando me dicen que no pueden distinguir, que no son capaces de distinguir si el líder que siguen es un pastor verdadero o falso, se están engañando. ¡Siempre saben la verdad! Sus corazones son el mecanismo más perfecto para hacer distinciones en su mundo. Y cuando no escuchan a su corazón empiezan a escuchar a su mente carnal, que siempre les está diciendo por qué es más conveniente y seguro seguir a alguien. Ahora ustedes deben obtener un concepto más definido de donde están los valores verdaderos y dónde están los falsos. La luna también brilla. Sin embargo brilla con la luz reflejada que irradia el sol. Por lo tanto, existen aquellos que conducen la verdadera Luz Divina a su mundo y existen aquellos que brillan con la luz reflejada. Es tan obvio como lo que ven cuando observan la luna y el sol. Están entrando a la Nueva Era. Y la principal cualidad que deben dominar en la Nueva Era es la cualidad de hacer distinciones. No necesitan ir a conferencias ni seminarios para dominar esta cualidad. Esta cualidad está inherente en todos desde el nacimiento. Todos ustedes en su niñez poseían esta cualidad de distinguir. Pero entonces, cuando entraron en el ambiente de los falsos valores que se apoderaron del mundo, cayeron bajo la influencia del ambiente circundante y empezaron a confiar en su mente carnal, y no en su corazón. Por lo tanto, su tarea es simplemente regresar a los verdaderos valores en sus vidas. El llamado al deber, la dignidad, la devoción, la fe y el amor corresponden a esos valores. Puedo enumerar muchas cualidades verdaderas, pero ustedes están bien conscientes de ellas. Y entonces, cuando se esconden tras los falsos ideales y tratan de seguir a esos falsos líderes, siempre saben en sus almas que están en un camino falso, porque en este caso son guiados por el interés. Tratan de obtener algo para ustedes mismos. No importa lo que sea, una buena relación, una vida cómoda y satisfecha, poder o dinero, satisfacción de sus deseos o antojos. En cualquier caso, es siempre algo que se opone a los valores Divinos y el verdadero Espíritu de la caballerosidad. Estoy consciente de que vivir en su mundo hace casi imposible seguir los valores Divinos, porque su mundo consiste hasta en noventa y nueve por ciento de valores falsos. ¡Pero justo ahora he venido a guiar a aquellos de ustedes que están listos para unirse bajo el estandarte de los Maestros Ascendidos! ¡Precisamente ahora los llamo a unirse bajo nuestro estandarte como su Caballero Comandante! Es muy fácil ganar una victoria cuando el enemigo es débil y poco numeroso. ¡Honor y alabanza a aquellos que, siendo la minoría, ganan victorias! Y ahora llamo justo a aquellos que están listos para sacrificar los beneficios momentáneos y aspiren a los valores eternos e imperecederos. Que están listos para dejar el mundo de las trivialidades de la ilusión y las luces brillantes de los anuncios y los oropeles deslumbrantes que los seducen, y salgan al campo de batalla a defender los verdaderos valores, que incluyen su devoción a la Hermandad y los Maestros y su fe y amor persistentes! ¡Estoy listo para guiar a aquellos, damas y caballeros, que no tienen miedo de dar un paso adelante en defensa de sus ideales ante las fuerzas superiores dominantes del adversario! Por lo tanto, por favor memoricen su código de honor, que en sus primeras líneas dice que no hay nada en su mundo de ilusión que tenga más prioridad y que esté antes que Dios y la obediencia de la Ley Divina. En base a esta declaración, todo el resto será claro para ustedes, y adquirirá un sentido diferente. Y su vida misma es un valor inferior a Dios, y a la obediencia a la Ley Divina, porque al sacrificar su vida por Dios, ustedes adquieren la Vida Eterna. Pero al seguir los intereses momentáneos y las pasiones del mundo de la ilusión, ustedes pierden su alma por siempre. Mi deseo para ustedes es que tomen el camino de defender la Verdad Divina. Justo ahora es el tiempo para que ustedes manifiesten su determinación y sus convicciones ante la cara de las fuerzas de la ilusión, que desvergonzadamente se ríen en sus caras. No creen que todavía haya personas para quienes la prioridad de sus vidas es seguir sus ideales. ¡Los llamo a que sigan sus ideales contra viento y marea! ¡A esto se le llama el verdadero Espíritu de la Caballerosidad! ¡A esto se le llama inmortalidad! ¡Les llamo a entrar en la Vida Eterna!
¡Les llamo a seguirme a mí, su Caballero Comandante!
¡Entramos con dignidad a la Nueva Era : La Era de Acuario!
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