martes, 5 de julio de 2016

La Túnica de la Consagración




Amados Seres:
Hoy Yo hago resplandecer mi Rayo de Consagración a través de ustedes animando e iluminando cada célula y átomo de los cuerpos físicos y cada electrón de las vestimentas mental y emocional. Hago resplandecer la Llama de la Transmutación a través de los vehículos etéricos, limpiándolos de todas las memorias que los atan, de cualquier forma, a pasados miedos y oscuridad de conceptos erróneos. ¡Ahora es el momento en que pueden ser colmados de Luz, nuevamente consagrados y capaces de servir como vasos puros a través, de los cuales la Luz de la Nueva Era puede fluir hacia toda vida en el planeta Tierra!
¡Cuando el sol se eleve en este nuevo día, Yo sé que atraerán la Dorada Llama de la Eterna Salida del Sol hacia vuestros benditos corazones y mantendrán la atención sobre este Origen de Luz desde ahora en adelante!
Relájense ahora en mi Amor y Luz – dados libremente. ¡Permitan que los invista una vez más! Ahora sientan mi Manto de Luz colocado sobre los hombros y sepan que visten una Nueva Túnica. Su color es blanco iridiscente con una radiación Madre Perla y resplandecientes colores en los más delicados matices que posiblemente puedan imaginar, jugando a través de la tela mientras se mueven sobre ustedes. Esta es una túnica con propiedades de Maestría, nunca podrán ser rasgada ni se las podrán quitar, porque esto se los doy Yo y YO SOY un Ser de gran Poder.
Desde esta túnica ustedes pueden atraer lo que necesiten intensificando el color de esa cualidad, porque dentro de sí misma contiene todas las cualidades de la Deidad. Si llaman por Pureza, resplandecerá pareciendo blanco puro, pero si es Sanación lo que invocan, el color verde resplandecerá desde el interior hasta que estén rodeados por el aura y poder de la sanación. ¡Si requieren Fe, el azul real será el que brille y recibirán una gran renovación de la Fe por todo vuestro Ser y mundo!
Esta túnica tiene otra cualidad maravillosa. ¡Pueden dar de esta cualidad a cualquier persona que tenga necesidad de ella, y sin embargo nunca se agotará, porque puede atraer cualquier cosa necesitada desde dentro de sí misma para llevar sanación, suministro, iluminación, confort o lo que sea necesario para alguien que ustedes pidan!
Esta será vuestra Túnica de Consagración si eligen aceptarla. Yo ahora la he puesto sobre vuestros hombros, de modo que hoy puedan experimentar el sentimiento de usarla mientras están aquí dentro de mi Radiación. Les he descrito esto para que sean plenamente conocedores de las capacidades que les puede traer. ¡Lo único que les pido al aceptarla, es que usen sus dones libremente, sabiendo que les fue dada a ustedes de la misma manera! ¡Su uso debe ser sostenido a través de vuestra propia conciencia y se volverá más hermosa cada vez que la utilicen!
Amados Seres, durante mucho tiempo Yo he reconsagrado vuestros cuatro vehículos inferiores cada vez que lo han pedido y “YO SOY” muy feliz en hacerlo. Ahora, aunque Yo los asista siempre en toda forma que pueda, les digo que han llegado al punto en el Sendero de Luz donde pueden ser de mucha ayuda para mí – y para todos Nostros quienes los hemos asistido, enseñado y permanecido por ustedes. No teman que los deje completamente a vuestros propios medios en este momento, pero entiendan que ya no son más infantes espirituales. ¡Si lo fueran, Yo no podría ser muy exitoso como Maestro!
¡Existe una Gloria en el Servir que no puede ser descrita sino que debe ser experimentada! Por un largo tiempo ustedes han estudiado y han estado poniendo en práctica lo que han aprendido como mejor pudieron. Ahora tienen suficientes experiencias de entrenamiento y son capaces de aceptar más responsabilidad espiritual. ¡Saben que digo la verdad y saben que los aconsejaré y les enseñaré y los asistiré en toda forma - siempre! Están ahora en el punto de expresar en el mundo externo el hecho de la hermandad entre los Reinos, trabajando más cercana y plenamente con nosotros, los de la Hueste Angélica, sirviendo a la raza humana en su adelanto verdadero hacia la Nueva Era de Libertad Espiritual.
Acepten mi regalo – vuestra Túnica de Consagración – para servir conmigo y manifestar todos los Regalos de Dios para todos los hermanos y hermanas en la Familia Humana. ¡Están en el lugar correcto, tienen vuestro especial regalo para dar y ahora es el momento de sevir con nosotros como Chelas de Luz plenamente Consagrados!
¡Les doy gracias por vuestra consideración a mi mensaje y les doy la bienvenida en este más pleno co-servicio conmigo!

YO SOY Rafael !
http://ashramvirtual.blogspot.com.es/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

Sobre el Festival Wesak y la Meditación. V (Buda; Cristo). V.B.Anglada.




V.B. Anglada
Sobre el Festival Wesak y la Meditación. V (Buda; Cristo).


Interlocutor. – Sí, cuando hablamos de Buda se entiende que se trata de Gautama. Ahora bien, Buda es un estado, y pues en este estado ¿cuántos seres han llegado? ¿Se conocen algunos más que han llegado a ese estado de realización de Buda?

Vicente. – Estamos inmersos ya en el sentido de Jerarquía. Según se nos dice (decimos así porque no podemos probarlo, aunque fuese una certeza yo no la podría probar), que el Buda fue el primer ser en la vida humana que alcanzó el estado de Buda, el estado de Iniciación, es decir, que la historia mística del príncipe Sidharta Gautama, que más tarde alcanzó el estado de Buda, como el estado de Cristo en otro aspecto, son consanguíneos o subsidiarios del Rayo de Amor de este universo. 

En este universo actúa el amor de Dios como fuerza principal, y el amor de Dios se subdivide en dos aspectos siguiendo las leyes de dualidad: en amor y sabiduría. 
De la misma manera que Buda fue el primer ser en la Tierra (según se nos dice), que alcanzó la liberación, el único ser en la Tierra capaz de expresar en su íntima expresión el amor de Dios, fue Cristo. Ambos constituyen (estos grandes hermanos), una jerarquía única, a la cual no ha llegado todavía ningún ser humano; pero existen otros budas actuantes en el planeta que son: unos, Los Tres Señores de la Llama que, al principio de la 3ª Raza Raíz vinieron de Venus para ayudar en la estructuración de lo que hoy es la mente de los hombres.

Son tres Señores de la Llama que, con su poder, constituyen la ayuda mística sobre el Señor Planetario o Sanat Kumara para expresar, a través de la naturaleza, el amor de Dios precisamente. 

Entonces, tenemos que hay un Buda que alcanzó la liberación o el estado de Buda, es decir, Sidharta Gautama. 
Y existe un amor pletórico de energías, tal como se expresan en Cristo, que tienen como finalidad unificar el corazón del hombre con la cabeza del hombre, de la misma (manera) que Buda tiene como misión hacer pensar el corazón de los hombres. Por lo tanto, hablamos de una Jerarquía en funciones pertenecientes al Señor de la Compasión y de la Sabiduría, que es Buda; y otro el Señor de la Compasión y del Amor, que es Cristo; y que estos dos Seres se convierten automáticamente para el esoterista: uno en el Señor que nos conecta con lo cósmico, Buda, y otro, el Señor que nos conecta con el corazón místico de la divinidad y con los demás seres humanos: Cristo, el espíritu del amor. Por lo tanto, Jerarquía, Buda; Jerarquía, Cristo; Jerarquía, la legión de almas iluminadas que alcanzaron la liberación; Jerarquía mística superior, Shamballa con el Señor del Mundo y sus altos consejeros; Jerarquía, todas aquellas entidades que actúan a través de los planetas de nuestro sistema solar; Jerarquía también, todos aquellos planetas, satélites, cometas, soles y estrellas que actúan a través de las constelaciones, constituyendo todos ellos solamente parte del mismo cuerpo, del cuerpo de un Ser cuya excelsitud escapa por completo a la medida del entendimiento.

Pero, si quieren tener un vislumbre del poder de esta divinidad, de esta grandiosa perspectiva, eduquen la mente en el silencio; es la única manera que por vía interior, a través del corazón místico, lleguen a comprender algo, aunque sea fugazmente, lo que significa la grandeza de esta Fraternidad. 

Es decir, que uno de los aspectos principales de la meditación es la contemplación; y la contemplación es medida siempre en términos de silencio. Si se educa la mente en el silencio, si se preocupa el ser de estar silencioso, de amar el silencio, llegará a comprender más de la divinidad que a través de los tratados esotéricos, de los tratados de filosofía, psicología o de ciencias naturales, como ustedes quieran. Porque todo está en nosotros; solamente tenemos que descubrir el estímulo que debe llevarnos a ser conscientes de esta gran realidad.

Leonor. – Bueno, yo voy a hacer una pregunta que es una cosa que se me ha ocurrido escuchando a los amigos. 

Resulta que la inquietud y la duda de lo que se oye y de lo que se aprende, supongo que sólo debe tener una dimensión que es el tiempo ¿verdad? Porque si pensamos que lo que oímos tan grande no lo vemos por la calle parece que no se avanza, que no se hace nada, esto entonces debe ser que debemos situar la mente en dos puntos: uno ver lo que la sociedad llega a establecer; otro, la que se llegará a establecer si algunas personas continúan pensando y sintiendo como nosotros. Precipitar más pronto el Plan de Dios, pero una vida es corta para encontrar satisfacción de lo que se sabe. 
Cuando uno es joven parece que nunca se va a ver nada, porque todos quisiéramos verlo a la otra semana ya implantado aquello que hemos aprendido la semana anterior, entonces, el trabajo psicológico debe ser poder fijar la mente en dos direcciones: una, mirar hacia fuera, otra, mirar hacia dentro, ver el trabajo como se hace, de lo de dentro afuera y lo de fuera adentro. Porque siendo joven no se ve nunca plasmar lo que se aprende, porque el tiempo pasa y parece que no se ve nada fuera; entonces, aquí está para mí la duda de muchos, que al acudir a alguna reunión de tipo esotérico o de tipo de lo que sea, aunque sea filosófico, lo que sea, no encuentran nada que se parezca a la realidad de lo que ven cada día, porque tenemos que tener dos clases de miradas.

¿Verdad que debe ser esto? Porque hay motivos para estar decepcionados, hay motivos para estar muy satisfechos del avance del progreso. Entonces, hay que tener un sistema para abrir más pronto los ojos, para ver en dos direcciones diferentes esta duda que muchas personas que acuden a ciertos lugares, o que leen ciertos libros, adquieren más dudas todavía de las que tenían antes de oír o antes de aprender. Y a menudo sucede que veo y comprendo que hay personas que aún dudan más después de oír ciertas cosas o después de leer ciertas cosas, aún dudan más, porque aquella grandeza no la ven plasmada en ninguna parte y les parece que el tiempo se pierde; les parece que no se hace nada. Entonces, ¿cómo pueden saltar este dispositivo que desde dentro se puede ver que sí que se hace fuera? ¿No te parece que, quizá, pensando en las civilizaciones desaparecidas hasta dónde han llegado y hasta dónde hemos vuelto a empezar a través de esta espiral, mirando lo pasado no pueden pensar en que sí que se adelanta y que se va plasmando este Plan?, esta línea que para los alquimistas dicen que muchas veces buscaban el oro en el plomo, pero era la paciencia y la sabiduría de los que lo que buscaban lo que hacía el proceso alquímico dentro de ellos mismos. 

Al final ya no buscaban el oro, ya no les importaba, ellos ya no eran los mismos que cuando empezaban a buscarlo. Y no sé, yo quisiera que me explicaras algo sobre estas dos dimensiones, estas direcciones de una persona que querría encontrar la realidad desde fuera y después de aprender mucho ve que no va a ninguna parte.

Vicente. – Sí, existe en el hombre una tendencia a ver estructuras superficiales o estructuras externas, y la persona que está mirando una estructura externa, que la ve crecer y que se ve modelar, cae muchas veces en la impaciencia. ¿Por qué? Porque la estructura tarda en revelar aquello que su mente está interpretando en los aspectos digamos sutiles. 

Pero esto forma parte del proceso de la evolución y, siguiendo una ley de jerarquía habrá personas que actuarán sobre la estructura muy aparte de la estructura. Ahí está lo difícil, no ver la estructura que se está formando de acuerdo con el principio de lo que estamos sintiendo, sino que la persona que de veras vea una estructura deficiente y quiera mejorarla, no tendrá que trabajar desde dentro porque quedaría aprisionado. Es decir, fíjense bien: si nosotros somos conscientes de que la sociedad va mal y queremos contribuir en alguna manera a reestructurarla, seguramente tendremos que modificar mucho nuestra actitud para colaborar precisamente en el plan de estructuración, pero yo me refiero a un sentido exquisito de valores que existen en la persona y que como dice Leonor, es paciente y perseverante; que se da cuenta de que la humanidad no puede ser llevada a la ascensión en los cielos, sino que está siguiendo un curso, un límite, un ritmo, del cual no se puede salir porque está obedeciendo precisamente, a lo que antes hemos dicho por Ley de Jerarquía.

Pero, toda persona tiene a su alrededor personas que están en contacto con otra personas que pueden contribuir, hasta un cierto punto y en una cierta medida, a reestructurar un cierto aspecto de la estructura social; es decir, que no hay ningún Maestro de la Jerarquía que adopte él la tarea de reorganizar un partido social o un elemento dentro del contexto social de la humanidad, sino que tiene solamente en su poder un plan, y este plan lo lanza a los éteres. 

Y todas las personas capacitadas que están interesadas fundamentalmente en algún cambio, están tomando de aquel diseño que el Maestro ha lanzado al espacio en forma concentrada y al mismo tiempo influyente, para influenciar a otras personas que son las que con su lento latir y pesado trabajo de estructuración, están levantando la sociedad.

Es decir, que el esoterista, se nos dice, trabaja con el aspecto vida y que las personas corrientes trabajan con el aspecto forma, pero también se nos dice que el verdadero discípulo es aquel que mira hacia arriba y ayuda abajo; lo cual quiere decir que debe prescindir de sus grandes arrebatos místicos y descender al mundo de la acción, y estar en contacto con todo aquello que puede ser reformado, empezando fundamentalmente por algo que se olvida muy fácilmente, que es la conducta, porque la gente por su propia ley, la ley de la forma, la ley de la forma es la que testifica la presencia, es el centro de atención de muchas personas, entonces, toda su forma de extraer de sí la estructura nueva, tendrá que ser considerado de dos maneras: primero, que no deforme el plan que ha captado de los éteres sutiles, como una proyección de un arquetipo lanzado por una entidad superior, sino que tiene un trabajo lento de estructuración mental y después crítico. 

Ya dijimos que el ciudadano verdadero es el verdadero discípulo; tiene que elaborar en la sociedad para crear las estructuras nuevas, pero será un crear callado, paciente, lento, pero con el fundamento siempre de la presencia de una inspiración superior, y no estará de acuerdo con muchas cosas, pero continuará pacientemente desde su sitio de observación el transformarse la sociedad, y todas aquellas personas sensibles en cierta manera a la vida superior, hallarán en él alguien en quien pueden confiar, esto creará en la sociedad un aura de simpatía entre varias personas.

Ahora se habla mucho de los grupos, los grupos de la Nueva Era son grupos como el nuestro que se reúnen para invocar fuerza por el entendido de que la fuerza está y que solamente debemos desarrollar la capacidad de recibir. 

Pero no podemos crear una estructura nueva sin que fundamentalmente aquellos que se consideren a sí mismos como esotéricos o como discípulos, no emprendan en sí mismos la gran tarea de reestructuración de su propia psicología, es entonces cuando realmente empieza a funcionar y a crearse desde una buena base la estructura social correcta para el futuro, no antes; lo cual significa que por muchos defectos que veamos en la estructura social, por mucho que estemos contrariados con la evolución de cierto tipo de civilización, no lo podemos hacer externamente sino que nuestra misión esotérica —siempre hablo en términos esotéricos— deberá ser la de estar constantemente reorientando energías hacia lo cósmico, y al propio tiempo sirviendo —según sus fuerzas y medidas— en el ambiente en que kármicamente se está moviendo. ¿Se dan cuenta? Mirar arriba y ayudar abajo. 
La estructura la crean los hombres, pero la inspiración y el trabajo lento de llevar lo abstracto a lo concreto pertenece a los ángeles conducidos por la buena voluntad de los hombres que triunfaron por medio de la humanidad, de aquellos hombres capaces de percibir un arquetipo y trabajar constantemente para realizarlo.

Quizá no sea una cosa concreta, pero es que fíjense bien, el aspecto esotérico nunca puede llegar a concretar, debido a que constantemente surgen cosas nuevas que reconducir, y si nos apegamos a las formas concretas, ya se trate de la forma de un ángel o de un conglomerado específico dentro de la sociedad, o de un género de estructura definida, habrá que empezar primero por tener una idea muy clara del sentido de la vida, hasta el punto que este sentido de la vida llene su ser de tal manera que no piense, ni sienta, ni actúe, si no es de acuerdo con aquel arquetipo que él trate de desarrollar. 

No puede hacer otra cosa que esto, y moviéndose siempre desde el campo de sus propias posibilidades kármicas, porque es donde Dios te ha situado en donde debes laborar principalmente la obra cumbre de realización de un arquetipo o de creación del nuevo tipo de estructura más de acuerdo con la realidad esencial. 
Así que todos tenemos nuestra responsabilidad en la creación de la nueva sociedad, todos tenemos la responsabilidad de acogernos al hálito de esta oportunidad que nos está ofreciendo Acuario, que todos tenemos la responsabilidad de ser cada día más profundos y menos superficiales, y ser cada día más compañeros de los demás, con menos sentido regresivo y con más sentido de valores justos y de síntesis; es decir, que todo cuanto se nos ha enseñado, ya sea en el catecismo del ciudadano, con las reglas de un ciudadano de una conducta intachable, desde la niñez, cuanto se nos ha enseñado en la Iglesia —los que son creyentes—, cuanto hemos leído en los libros, los santos y los no santos, fundamentalmente están trabajando para una nueva sociedad, pero esta nueva sociedad no puede surgir a menos que surjan los valores del espíritu que cada uno de nosotros tiene dentro de su Ser.

Interlocutor. – ¿Puede un ángel encarnar en un ser humano o es una cosa diferente a lo humano?

Vicente. – El ángel es otro reino, digamos, de la naturaleza, u otro mundo sutil, es, por así decirlo, una evolución paralela a la humana; es decir, que los ángeles son los que crean con los elementos que les facilita el ser humano, desde el crecimiento de una hierba pequeña, que es una creación del ángel, el perfume de la flor, como el edificio, son todos lo que crea un plano donde se manifiesta un aspecto del Logos Solar. Es decir, que cada uno de los planos del sistema solar está regido por un Arcángel; y, por ley de jerarquía, cada subplano de aquel plano específico donde se manifiesta la fuerza de dicho Arcángel, hay una legión de ángeles y de toda clase de devas en diferentes gradaciones, que están interpretando sinfónicamente —así es la verdad—, en forma de música, en forma de arte, o en forma de creación sutil, lo que es la voluntad de Dios.

Nosotros, los seres humanos, tenemos a nuestro contacto los pequeños ángeles de la naturaleza, las hadas de los bosques, de las flores; todo esto que hemos visto representado gráficamente en los libros de cuentos de la niñez, se están basando en realidades que están ocurriendo ahora, que no son cosas del pasado o que pertenece a la tradición mística de las religiones, sino que precisamente, toda religión rinde culto a los ángeles, ya sea a través de las campanas o del incienso, y aquí hemos quemado sándalo, precisamente porque el sándalo atrae a los ángeles, y los ángeles están desesperadamente intentando establecer contacto con nosotros, lo cual no puede suceder porque amamos tanto el ruido —ahí está la gracia del silencio— que no pueden penetrar por ninguna parte de nuestro ser para darnos algún mensaje. 

Por lo tanto, los ángeles hay que considerarlos cada vez más como unos elementos que siguen una evolución sintónica a la nuestra y que, cuando hablamos de fraternidad, cuando hablamos de evolución espiritual, cuando hablamos de arrebatos místicos, cuando hablamos del arte creador, la música, la escultura, la poesía, en poesía hablamos de las musas, ¿qué son las musas sino los ángeles que están inspirando al poeta? Se habla de los silfos del aire que inspiran las notas de la música, de las ondinas del agua, de los enanitos de la tierra, y son entidades que tienen vida y que con su poder están reestructurando la forma física del planeta, y en los planos sutiles están dando forma a nuestros pensamientos y a nuestras emociones; entonces, desde el momento en que esotéricamente se llega a la comprensión de ese estado que pertenece a una sutilidad a la cual no podemos todavía llegar porque estamos hendidos en el cieno de lo más profundo de la materia, entonces, existen los contrasentidos y el porqué la negación de la existencia de los ángeles, o a esto que se dice de si el ángel tiene sexo, como fue la base de un concilio de la Iglesia católica.

Por lo tanto, no hay ninguna religión en el mundo que no rinda culto a los ángeles y hable de los ángeles. La religión cristiana le da el nombre de ángeles, arcángeles, querubines y todas estas cosas, pero tenemos las religiones orientales que hablan de los devas, de los espíritus de la naturaleza, que no son ni más ni menos que estas criaturas de Dios que están tratando de establecer contacto con el hombre, es decir, que son los representantes genuinos de la fraternidad universal. 

Y no podemos llegar a un estado místico de contemplación sin contar con la fuerza protectora de los ángeles, no podemos llegar a un grado de iniciación si antes no hemos adquirido el poder de invocar a los ángeles —los ángeles buenos—, y huir de la fuerza avasalladora de los elementos o elementales de la naturaleza, o sea, esta gradación dévica que pertenece a los planos inferiores, en donde todavía estamos inmersos por tener todavía un cuerpo físico denso, una emoción densa y un cuerpo mental todavía denso.
¿Se dan cuenta también en otra programática superior cómo intentamos establecer contacto con el Yo superior, que en su esencia es un ángel que está tratando de manifestarse a través de nosotros? Pues de la misma manera que nos es muy difícil todavía establecer contacto con nuestro Ángel Protector, nuestro Ángel Solar o este Yo superior, en esta misma manera estamos negando la existencia de los ángeles, de estos elementos que se mueven en niveles a los cuales no podemos acceder porque nos faltan los resortes adecuados de aproximación, las células específicas mediante las cuales llegamos a tener conciencia de otras dimensiones más sutiles, para llegar a un punto en que nos demos cuenta también de que la gama rica de los sentimientos de nuestro ser son algo legado por los devas, dentro ya de este sentido de unidad que lo llena todo.


Extracto de la Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 27 de Mayo de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) 4 de Julio de 2009
 

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

Sobre el Festival Wesak y la Meditación. Cap.4 La Alquimia. (V.B. Anglada)


V.B. Anglada
Sobre el Festival Wesak y la Meditación. IV (La alquimia).


Interlocutor. – Ha hablado varias veces de alquimia, y ahora he relacionado esto con esta época que estamos pasando de los tres plenilunios estos de los que ha hablado, de Aries, Tauro y Géminis. Han hablado los esoteristas de comenzar la gran obra en esta época; pero yo la verdad no comprendo nada. ¿Cósmicamente tiene una influencia esta época sobre el hombre y sobre toda la vida en general del planeta por la zona que esté pasando la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol, la zona cósmica? [Sí] ¿Es una zona de preferencias, de influencia en los ritmos vitales?... No sé...

Vicente. – Sí, desde luego. Se dice que nuestra Tierra está penetrando ahora en zonas ocupadas por la constelación de Acuario. Se dice también que Acuario es una constelación y, al hablar de constelación, me estoy refiriendo a un Sol central con varios planetas que constituyen esta constelación, o varias estrellas que constituyen esta constelación, que está magnetizando (así como suena), una cierta zona del cielo o del espacio celeste. 

Cuando la Tierra y el Sistema Solar van progresando, siempre buscando su línea de actuación alrededor de un eje superior, pasa por este punto donde operan las energías de estos poderosos señores cósmicos que actúan a través de la constelación de Acuario, entonces se produce una interacción de..., o respuesta invocativa a través de una serie de contactos entre el Logos de nuestro Sistema Solar o el Logos Planetario, cuando afecta directamente a la Tierra, y los Logos que constituyen la constelación de Acuario, dando a las constelaciones de todos los tipos que existen y a todos los sistemas solares y cósmicos, una existencia psicológica.

Es decir, que cuando se dice “Hombre, conócete a ti mismo”, se nos está diciendo que en la comprensión de nuestro contexto psicológico y a medida que avanzamos por zonas no trilladas del entendimiento, y hacemos contacto con las regiones superiores de nuestra vida, entonces empezamos a tener nociones psicológicas de aquellas grandes psicologías. 

Cuando esto se hace en grupo, como ocurre con los momentos de meditación, esto es más positivo; pero, individualmente, y como civilización, cada vez que el planeta Tierra está penetrando dentro de una zona dentro de la cual actúa la influencia magnética de estas potestades cósmicas, algo de aquellas potestades cósmicas está actuando y creando unas derivaciones magnéticas o, si ustedes lo prefieren, alquímicas, dentro de la naturaleza, que afecta todos los reinos de la naturaleza empezando por el reino mineral, vegetal, animal y profundamente en el humano que es el más sensible, por cuanto es el punto de enlace entre los reinos inferiores y el reino superior, el quinto reino de la naturaleza. Entonces, sí. 
Es algo que ocurre precisamente, y cada vez que la Tierra ha penetrado en una zona magnética ocupada por esta, digamos, gravitación magnética de una constelación, ha cambiado radicalmente el tipo de civilización de las humanidades.

Habitualmente una constelación, por la precesión de los equinoccios, dura 2.500 años, por lo tanto, lo que tarde la Tierra en recorrer la constelación; o sea, ese campo magnético del Señor de Acuario, lo que tarde en dar estos 2.500 años de recorrido, se van a producir hechos que están relacionados con la evolución, digamos, de esas entidades cósmicas que se manifiestan a través de Acuario, de la constelación; y el planeta que está en conexión, digamos magnética, más acusada con la constelación de Acuario, es el planeta Urano. Y, por lo tanto, Urano es el planeta que en su vinculación, y constituyendo parte del sistema solar, manifiesta a través del sistema solar toda la fuerza posible que le envía directamente la constelación de Acuario. Es decir, que hay que contar con dos cosas: primero, que la Tierra está entrando en la constelación de Acuario y que está sujeta ahora a ciertas transformaciones propias de Acuario a través de Urano, por ejemplo, las conquistas del espacio es algo directamente impresionado por la fuerza de Urano recibida de Acuario; el fenómeno Hippie es un fenómeno radicalmente de Acuario, aunque es un ensayo de buscar el hombre superior, que es un revolucionario pero con inteligencia.

Siempre Acuario está actuando sobre nosotros, en un principio, en forma de excentricismo y extravagancia, porque es un planeta que es muy movido, de cambios súbitos, y por lo tanto, tendremos que apreciar y desarrollar en nosotros grandes capacidades intuitivas para poder reflejar, sin deformación, la fuerza que nos envía Acuario a través de Urano. 

Es decir, que nuestra vida psicológica está cambiando profundamente (y ahí está la gran oportunidad), debido a que hemos entrado recién ahora en la constelación de Acuario. 
Y de la misma manera que el crepúsculo de la noche precede a la noche y las auroras preceden al día, estamos ahora solamente en la aurora de la influencia de Acuario, eso quiere decir que solamente bordeamos las grandes posibilidades y oportunidades de la constelación de Acuario, es decir, somos solamente algo conscientes (esto ya dentro del terreno esoterista), de algunas de las influencias que están manifestando los Logos solares que constituyen la constelación de Acuario a través de Urano.

Así que consideren todo el universo cósmico como solidario, como si fuesen familias agrupadas que se visitan de vez en cuando y que traen cada una de ellas un mensaje para la otra. Siendo así, cuando hablamos de fraternidad empleamos un término mucho más profundo que cuando hablamos de la fraternidad humana que prácticamente no existe todavía. 

Por lo tanto, si no somos capaces de sentir esta profunda fraternidad humana, ¿cómo vamos a comprender la fraternidad cósmica, la que unifica las constelaciones diferentes con las galaxias distintas que existen dentro del conjunto de universos que constituyen el espacio cósmico? Y aquí se pierde la mente; no podemos, es imposible razonar sobre la magnitud de esta cosa, de ahí que cuando Sócrates decía: 
”Yo sólo sé que no sé nada”, estaba dando un principio místico de humildad, porque se daba cuenta de que no podía penetrar nunca el misterio de elevación que existe dentro de la infinita fraternidad cósmica. Más o menos ¿te ha contestado esto?... Desde luego, no puede ser contestado esto en forma directa por una razón que te diré, y es que todas las personas tienen un distinto modo de ver las cosas y una distinta manera de apreciar los acontecimientos; por lo tanto, según la educación, la cultura, el concepto psicológico, el tipo de educación recibida, y según el tipo de rayo fundamentalmente, apreciará las cosas según un punto de vista determinado; lo cual no quiere decir que esté en el error sino que ve las cosas en forma diferente.

Pero la alquimia, a la cual te has referido desde un buen principio, es el principio de progresión o polarización de inferir a lo superior, es decir, que cuando los grandes místicos del pasado (equivocadamente) buscaban la conversión del plomo en oro, no hacían sino rebajar el proceso místico a algo que pertenecía a la ciencia química; y se equivocaron en esto, sino que el sentido de alquimia, el sentido de traslación de la conciencia, el sentido de polaridad hacia lo superior, no es ni más ni menos que algo que estamos realizando constantemente.
Cada día estamos polarizándonos en otro estado de ánimo, es decir, que nacemos pero nunca somos los de ayer, pertenecemos al día de hoy, y el día de hoy nos traerá hechos muy diferentes a los que trajo el día de ayer.

Es decir, vamos a terminar la idea: la alquimia, que más tarde se convirtió en la química moderna, como la astrología fue el precursor de la ciencia astronómica, tienen un sentido de valores, de reorganización, de polarización y, sobre todo, de traslación de la conciencia, y ahora, si entendemos o tratamos de comprender la idea de que los universos y las constelaciones que existen en el plano cósmico son casi consanguíneas (permítanme esta expresión), que todas obedecen al mismo resorte de una entidad absoluta de la cual jamás tendremos noción, llegaremos a la conclusión de que está operándonos actualmente como una oportunidad, un sentido de valores que está reorganizando la vida psicológica del ser humano en la actualidad, preparándola ya para una época futura en la cual podrá quizá expresar un nuevo arquetipo de bondad, de verdad y de belleza.


Extracto de la Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 27 de Mayo de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) 4 de Julio de 2009

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/

http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

Sobre el Festival Wesak y la Meditación. Cap. 3 (V.B. Anglada)



V.B. Anglada
Sobre el Festival Wesak y la Meditación. III


Volveré a lo dicho para que quede esto claro aquí y ahora.

El Festival de Wesak es un hecho actual, mediante el cual Buda, siguiendo los dictados de su corazón como se lee en los libros místicos, hizo la promesa al Logos Planetario de venir una vez al año a costa de un gran sacrificio del cual nuestra mente no puede tener noción, a bendecir al mundo. 

La bendición, verdaderamente la bendición, es una afloración o una expresión de energías cósmicas a través de Buda con destino a la Tierra que Él trae de los altos lugares, ya no planetarios sino cósmicos, por su poder como intermediario celeste entre el centro, digamos, Humanidad y Shamballa. Hemos dicho que en este festival trascendemos el espíritu de jerarquía; es decir, que Cristo mismo se convierte en un agente transmisor de la energía de Shamballa que trae Buda. Pero como el Señor de Shamballa, o sea, el Señor Planetario, el Logos Planetario o su expresión física, Sanat Kumara, del cual nos habla el esoterismo clásico, están unificados con todo el contexto de lo cósmico, una vez trae esta fuerza desde Shamballa Buda, Cristo y a través de la Jerarquía, debe transformarla en amor.

El amor que se renueva cada año (hago énfasis sobre este punto), no es el amor místico, no es el amor de la devoción, no es el amor de la veneración, no es el amor hacia las personas en sentido personal y con apego, sino que es el amor con el espíritu de justicia, porque el amor tal como lo entendemos niega el espíritu de justicia, da solamente algo y no es aquello que según la ley de Dios es patrimonio de todos. ¿Se dan cuenta la diferencia que existe entre el amor que tengo por mi padre, por mi madre, por mis hermanos, que es el amor habitual, con el amor de Dios que es el amor aa ttooddoo ccuuaannttoo eexxiissttee? Entonces, el amor desde este punto de vista debe estar simbolizado en la espada afilada de la justicia, que no teme herir los sentimientos en las pasiones, sino que va en búsqueda de la liberación de la persona para convertirla en un verdadero intérprete de la Voluntad del Padre o de la Voluntad de Dios. Es decir, Shamballa opera sobre Buda en el momento en que Él bendice a la Humanidad; y el que transmite la bendición de Buda, que lleva la fuerza de Shamballa más todo el contenido tradicional de todo el conglomerado cósmico que es unitario y está unificado a la Tierra, a través de Cristo y de la Jerarquía.

Jerarquía, en este caso, la interpretación es que en la Tierra, después que el ser humano ha llegado en su progresión hacia Dios a un límite en el cual son rebasadas las fronteras de lo que es humano, se entra en otra dimensión que es el reino o mundo divino; y este reino divino, esta dimensión quinta de la cual no tenemos noción, no es ni más ni menos que aquellas palabras sacramentales que empleamos cuando definimos al Cristo y su Iglesia, o bien, la Jerarquía de Almas iluminadas, o la Jerarquía de aquellos que han trascendido la etapa de la humanidad y están viviendo en contacto con la divinidad interpretando correctamente los planes que esta divinidad tiene con respecto a la naturaleza, ya sea la naturaleza que actúe en el primer reino, en el segundo, en el tercero o en el cuarto, es decir, el reino mineral, el vegetal, el animal y el humano; siendo entonces el hombre solamente un vínculo de unión entre el tercer reino animal de la naturaleza con el quinto reino de las almas.

Y abundando más en el tema podemos decir que cada vez que estamos en meditación, estamos unificando el reino animal con el reino de Dios; siendo nosotros, en este caso, la misma función que realizamos que Cristo cuando recibe de Buda la ofrenda de su bendición. ¿Se dan cuenta, más o menos, el sentido? 

Es decir, es una vez al año precisamente porque cada ser, psicológicamente hablando, se puede hablar en psicología incluso dentro de la Jerarquía, cuando llegado psicológicamente a un punto en el cual la rueda de atracción kármica de la Tierra ya no es para él, entonces, automáticamente queda ubicado en niveles más allá de nuestro sistema, digamos, planetario, o actuando allí, trabajando también ya en beneficio de la humanidad o de las humanidades de otros planetas, porque todas las humanidades son solidarias con el principio mágico de fraternidad.

Habría mucho que decir respecto a la jerarquía de los ángeles o devas que están en contacto con estos seres y cómo estos seres interpretando la voluntad de estos Adeptos, están realizando las cosas mejores a las cuales se refirió Cristo. 

Por lo tanto, estamos tratando siempre la meditación con muchas calidades de fuerza; y la fuerza que impregna el ambiente con un silencio es la fuerza de los ángeles, que veremos ángeles en todas las grandes religiones del mundo e incluso se adoran los ángeles en las religiones más primitivas. Lo cual significa que no es una ilusión de los sentidos, sino que se habla de los ángeles y cada vez tendremos que hablar de los ángeles cada vez con un sentido científico, ya no místico o filosófico sino científico, como una comprobación desde el momento en que el hombre (y esto lo analizamos en la calle Joaquín Costa) (estaba) tratando de descubrir el secreto de la cuarta dimensión, de la cual hablamos mucho pero que comprendemos muy poco. Y al hablar de dimensión ya estoy refiriéndome a jerarquías, porque desde el momento en que el hombre puede trascender la tercera dimensión y pasar a la cuarta, o a la quinta, o a la sexta dimensión, eso no es más que una traslación de su conciencia venciendo etapas de espacio y tiempo, para llegar finalmente a realizar un arquetipo que existe indudablemente en cada una de estas dimensiones del espacio que desconocemos.

Y la meditación, ahondando más el tema, no es sino el intento del hombre de desarrollar dentro del pequeño y humilde mecanismo de su cerebro una célula especializada capaz de proyectarse hacia arriba y representarse objetivamente a algo que está en otra dimensión. De ahí que los sueños, las videncias e incluso lo que hicieron los profetas no fue sino otra cosa que desarrollar a través de un intento de perfección continuado, una célula que les permitió ponerse en contacto con las jerarquías de aquel plano, y desde allí se convirtió, según sus luces y entendimiento, en un pequeño trasmisor de una verdad. Que muchos se equivocan al representarse objetivamente lo que ven en otras dimensiones, es natural, puesto que estamos inmersos dentro de un mundo de dualidad en el cual hay una refracción, una proyección deformada de lo que existe en los altos lugares; es decir, que cuando el hombre empieza a ser consciente de la voluntad de Dios en forma única y sin deformaciones es en el plano búdico del sistema solar, en donde el mismo espíritu de unidad impide la deformación.

Todo cuanto podamos conseguir en un momento de iluminación, en un momento de elevación mística, si las células del cerebro no están habituadas a representarse cosas objetivas, al llegar allí sufre una modificación y veremos así que todos los videntes de todas las religiones tienen un concepto diferente de las entidades angélicas, porque dependerá mucho de la evolución de ciertas células del cerebro en conexión con estas dimensiones sutiles, cómo podrá ser apreciado un adepto o un ángel, y poder decir sin equivocarse: “Yo he visto un ángel”, y luego decir equivocadamente que ha visto un ángel, cuando aquello era solamente una representación pictórica de lo que los hombres piensan de los ángeles a través de las edades. ¿Se dan cuenta la diferencia que existe entre llegar a captar una realidad o estar sujetos a una ilusión? Pero, naturalmente, es así como se comprenden las cosas porque siempre tendremos que llegar a un punto de equivocación antes de llegar a la absoluta certeza. Pero cuando hablamos de meditación en sentido de dimensiones, estamos, como digo, tratando de descubrir dentro de nosotros un hálito luminoso, el cual, con su energía eléctrica, podemos decir, está tratando de actualizar un centro en nosotros mismos hasta que, falto de madurez, una célula especializada (digamos la glándula pineal) donde, al reflejarse la potencia infinita de la verdad, no sufra deformación al pasar al plano de la mente objetiva.

Y si bien la mente objetiva o intelectual tiende a equivocarse, si (el cuerpo mental en su conjunto) está unificado con el centro más elevado de la cabeza, es posible que dé una idea pictórica correcta de lo que es un ángel, de lo que es un discípulo en aquel plano, de lo que es por ejemplo una dimensión, y poder entonces, a partir de ahí la ciencia, empezar las averiguaciones. Naturalmente la ciencia que tiene por objeto catalogar, medir, pesar, proyectar objetivamente las cosas, no puede fiarse de los hombres que dicen: “Un ángel es así”, cuando viene otra persona que dice: “Yo he visto un ángel así”, entonces la ciencia dice así: “Esperemos que exista una clara deducción de cómo es un ángel”; porque en un concilio de la Iglesia se llegó a discutir el sexo de los ángeles, porque incluso los padres de la Iglesia ignoraban si los ángeles tenían sexo, por lo tanto, esto demuestra que, incluso en los actos más místicos de la fe, ha existido un principio inconcreto que nunca ha revelado nadie. Tendremos una revelación del ángel, podemos estar con los ángeles, sentir su voz, gozar de su compañía, en cuanto realicemos en nosotros la gran alquimia de polarizar todo lo que es contexto inferior en superior, (en cuanto) que pasemos del campo objetivo de lo inmediato al campo de la meta más lejana. Lo cual implicará, como ustedes comprenderán, que deberemos pasar de lo que es apego en nosotros, de lo que es emotividad suma, a este elevado sentimiento de integridad y de belleza que es lo que nos acerca a los ángeles.

Un ángel, por ejemplo, puede inspirar a Beethoven una melodía, y realmente la música es un patrimonio angélico del 4º Subplano del Plano Búdico. La elevada poesía está en el 3º Subplano del Plano Búdico y la literatura clásica está en el 2º Subplano del Plano Búdico; pero la liberación, la liberación del hombre, cuando ya ha barrido todo lo objetivo, está en el 7º Subplano del Plano Búdico. Lo cual significa que ha vencido incluso la atracción de la belleza para convertirse en el espíritu mismo de la belleza, es decir, que ha ido surgiendo de sí mismo esa entidad psicológica superior que llamamos el Alma, de la cual conocemos tan poco. Hablamos del Alma como hablamos de Dios, como hablamos de aquello que ignoramos. Solamente hemos oído repetir esta palabra y tenemos un vago concepto de lo que es Dios, o de lo que es un Ángel, o de qué es el Maestro; y hablamos sin titubeo alguno de Dios, del Ángel o del Maestro, cuando sabemos, tenemos la certeza, de que no estamos en contacto con nuestros principios de verdad, sino simplemente que queremos admirar a todos los demás con aquella demostración porque en cierta ocasión, o en cierto momento hemos tenido la visión de algo que parecía un ángel, o la visión de Dios, o de un Maestro, y entonces viene la equivocación de interpretar su voz, decir cómo son los ángeles y empezar tratados psicológicos acerca del ángel, o tratados místicos acerca de lo que es Dios, o lo que es el Maestro sin saber que todos estos libros no son más que confusiones en este caso, porque el que tiene la realidad de Dios raras veces habla de Dios.

La honradez nunca se define en concepto personal porque la persona honrada no habla nunca de honradez; simplemente se acepta la honradez como una virtud natural, pero la persona que no tiene a Dios, no tiene fraternidad o no tiene honradez ni honestidad, constantemente está hablando de lo mismo y esto es una cosa psicológica porque forma parte de nuestra propia naturaleza, porque todos queremos tener el aprecio de los demás, y si no tenemos valores suficientes tenemos que inventarlos, y todo proceso de la vida psicológica de la humanidad es un sentido imitativo de valores sustanciales que nunca lo son, precisamente porque son imitaciones. 

En cuanto a la creación, o sea, el contacto de la mente intelectual con el centro más elevado de la cabeza, el centro Sahasrâra o donde está conectada la glándula pineal, entonces por la visión constante, orientación hacia Dios o hacia la Casa del Padre que tenemos, creando un antakarana de luz que nos conecta con los altos lugares, entonces puede ser que tengamos un vislumbre de realidad. Y si nuestra mente intelectual está explícitamente moldeada y no está apegada a los conceptos superfluos, es muy fácil que podamos dar una cierta forma literaria a aquello que constituye parte de nuestra visión, antes no. Más o menos, hemos ampliado más lo que tú habías dicho, ¿verdad? Pero eso es jerarquía, démonos cuenta que la jerarquía está en todo, es una ley dentro de nuestro Universo.

Maestro de ashrama?

Vicente. – ¿Si tiene un ashrama?... Todos los Maestros tienen un ashrama.

Interlocutor. – ¿Tú mismo perteneces a ese ashrama de Rakoczy?

Vicente. – No... Supongamos una cosa, supongamos que yo pertenezca a un ashrama, ¿quién podrá a ustedes darles la seguridad de que pertenezco a un ashrama?... Una pregunta, como Sócrates: ¿Qué le hace suponer que una persona puede pertenecer a un ashrama? Es una pregunta, ¿eh?...

revista “Conocimiento” has hablado de tu ashrama y del maestro “R...” ; yo supongo que es el Maestro Rakoczy.

Vicente. – Puede que no sea el Maestro Rakoczy; puede que sea una figuración para comprender la gracia del Maestro, porque, fíjense bien, cuando hablamos de sutilidades como discípulo, maestro y ashrama, estamos discutiendo cosas que ustedes no pueden probar; tendrán que creer solamente por el ejercicio de la intuición. Cuando existe intuición no se pregunta, se sabe, por lo tanto, suponga usted que yo diga: “Sí, es esto”. Usted queda tan tranquilo, pero puede que no sea verdad aquello. 

En cambio, que si siguiendo la meditación, el hábito de la intuición, llega a penetrarse en el valor del misterio, usted ya no preguntará; y si yo le respondo me puedo equivocar muy fácilmente, porque lo que se trata, al hablar de maestros y de ashramas (y esto lo hago muy frecuentemente), es estimular el corazón del hombre para decirle que hay zonas en sí mismo en donde hay una realidad, y que esta realidad está pugnando desde el principio de los tiempos para desarrollarse. 
Entonces, si una persona muestra un testimonio que los demás no pueden probar sino que constituye parte de su vida y de su responsabilidad, nunca se puede ser categórico, como nunca puede ser categórica la afirmación de una persona que sin tener desarrollada la glándula pineal y su contacto con el centro intelectual puede decir cómo es un ángel, o cómo es el Maestro, entonces, yo nunca contesto preguntas que la persona no puede averiguar por sí misma, porque entonces es crear una confusión en su mente, prefiero que la persona (y ahí voy siempre) eduque el sentido fino de valores, para llegar a la conclusión de aquello que en las palabras de Cristo está muy bien definido: “Por los frutos deberá ser conocida la cualidad del árbol”.

Si usted es capaz, o tú eres capaz, de ver los frutos en otra persona es que hay el ashrama, pero no esperes nunca que sea uno el que diga: ”Sí, yo soy un iniciado o soy un adepto”, porque esto es una negación del principio, porque es algo que no puede ser comprobado. Yo nunca hablo de tiempo, por ejemplo, ¿qué va a interesarnos a nosotros, por ejemplo, que un Manvántara tiene trescientos mil años?... ¿Quién puede probar que un Manvántara, que un Pralaya, o que, por ejemplo, un Eón tenga tres mil millones de años si no podemos probarlo?... ¿Quién puede probarlo esto?... Entonces, si yo enseño cómo hay que pescar para comer y no doy un pescado, yo creo que es mejor que exista la enseñanza. Decir, por ejemplo, aquí hay un mar de verdad que nos aguarda y que todo lo tenemos, y que solamente tenemos que desarrollar el espíritu de observación, si educamos el fino instinto de observación que con el tiempo conduce a la intuición, sabremos por intuición la verdad sin preguntarla, y a eso voy. De ahí que no hay que responder nunca en concreto y ¡ay de aquel que dé sentencias concretas! Demostrará que no está en el camino.

Interlocutor. – Era una comprobación.

Vicente. – Vale, de acuerdo.


Extracto de la Conferencia de Vicente Beltrán Anglada
En Barcelona, 27 de Mayo de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) 4 de Julio de 2009
 

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

Florecimiento del niño interno. Lección X. (Kwan Yin)



Kwan Yin
Florecimiento del niño interno. Lección X.


Hermanos, les habla KWAN YIN.

Antes de iniciar me gustaría decirles algo:

Hoy recibimos a nuevos hermanos en este grupo. Quiero decirles, que ese simple hecho, hace que este día sea el más maravilloso que hemos vivido; tenerlos con nosotros es un gran honor y una gran alegría, porque representa un momento mágico en la vida de todos. Son pequeñas llamitas que de pronto se encienden en magníficos juegos; son pequeñas coronas que de pronto se ven rodeadas de piedras preciosas; son como pequeños botones que de pronto abren, majestuosos, sus pétalos y dejan escapar el aroma de sus corazones. Gracias por haber aceptado estar con nosotros.

Y, ahora, permítanme continuar con las lecciones del príncipe.

Como recordarán, el príncipe viajaba en su nave sumergido en esa grandeza que había descubierto de la Voluntad Divina. Sabedor que la Voluntad Divina se cumple tarde o temprano y que, si bien, los caminos de los seres no siempre están inundados de armonía y de paz, en realidad, la Voluntad Divina permite esas desavenencias para que, las lecciones que después son traducidas en principios universales, den, a cada uno de los seres, la grandeza de espíritu que necesita para descubrir las enseñanzas que se encuentran encerradas en esas experiencias.

El príncipe hallábase maravillado de ese magnífico descubrimiento; de ver cómo, el hombre, en el ejercicio de su libre albedrío, no hacía otra cosa que cumplir con los designios divinos, es decir: a pesar de que el hombre ejercía su derecho a decidir su vida, a fin de cuentas, todo eso estaba perfectamente incluido en el objetivo final de la Voluntad Divina. Veía, entonces, en magníficas escenas, cómo los astros evolucionaban hasta ver nacer humanidades en su superficie. Veía cómo, cada cosa, cada ser creado en el universo, proporcionaba una pequeña nota dentro de ese gran concierto de evolución que el plan divino había definido con tanta anticipación y, ante ese secreto que a sus ojos parecía el más grande de todos, su espíritu se hallaba inmerso en emociones nunca antes experimentadas.

Mientras tanto, en otro lugar del universo, un castillo, un rey y una reina, sonreían tomados de la mano. En sus ojos se dibujaban las escenas de un hijo amado que había partido, tiempo atrás, en busca de 10 principios. Veían su nave y veían la grandeza de ese espíritu que animaba el cuerpo de su hijo, lo veían grande y sabio y sus corazones se llenaban de paz y de felicidad. El rey comentó:

- Creo que ya es hora de mandar nuestro presente.

- Estoy de acuerdo contigo amado mío, contestó su reina, es el momento de que le enviemos el regalo.

Y, diciendo esto, subieron hasta su alcoba y tomaron un pequeño cofre de cristal oscuro que habían guardado para una ocasión especial. Se acercaron a la ventana de su castillo y, tomándolo en sus manos, abrieron la tapa del cofre. Sus pensamientos volaron hasta donde se encontraba su hijo y le dijeron:

- Recibe, ahora, el secreto de los secretos con todo nuestro amor, y del cofre salió, flotando, una pequeña estrella y se dirigió, rauda y veloz, hacia donde el príncipe se encontraba. A su paso, la estrella, iba dejando pequeñas chispas de luz simulando un cometa luminoso con una cauda de estrellas.

Mientras tanto, el príncipe, había escuchado las palabras de sus padres, sentía un amor profundo hacia ellos, un amor que había cambiado, de aquél que sentía cuando iniciara el viaje. En aquel entonces, su amor estaba lleno de admiración por sus padres, los veía tan grandes y tan sabios y él tan pequeño y tan inexperto, que su amor era más bien veneración. Ahora, después de todo lo que había pasado, entendía el verdadero amor, aquél que nacía de los espíritus grandes, aquél que nace de la comprensión de saber que todos somos iguales, de saber que cada uno es Dios en potencia, de saber que somos uno con todos y con todo. Su amor estaba lleno de gratitud, no únicamente a sus padres, sino al Dios infinito que le permitía entender sus secretos y sus leyes, que le permitía asomarse a esos misterios que, por tanto tiempo, rodearan a la creación, ante sus ojos.

Estaba en posesión de 9 principios, sabía que sólo faltaba uno. Cuando oyó del regalo, cuando supo el secreto de los secretos, ya no había en él la ansiedad que experimentara al inicio de su viaje, no había en él ni curiosidad, ni deseos, ni ninguna emoción, salvo aquella de sentirse uno con el universo, de saber que la Voluntad Divina se iba a cumplir a pesar de él mismo, de saber que no importara lo que pasara, de todas formas él llegaría a conocer todos los secretos del universo. Internamente sólo había paz, armonía y unidad con todos los seres de la creación. Pudo ver, con su mente, a esa estrella que se acercaba a su paso, pudo seguirla y se regocijaba observándola en toda su maravillosa existencia. El vuelo majestuoso que hacía mientras surcaba los espacios, el polvo de estrellas que iba derramando con su cauda le pareció algo infinitamente bello y sabía que venía hacia él.

Las emociones experimentadas eran tan grandes que su cuerpo le parecía infinitamente pequeño para encerrar esos sentimientos que lo embargaban. Dejó que su espíritu se expandiera, fundió su mente con todo el universo y, de esa manera, pudo, entonces retornar a esa paz y armonía total, esperó sin prisas a que la estrella terminara su viaje y, cuando hubo llegado, la estrella se posó frente a él e inesperadamente se sumergió en su frente.

Un chispazo de luz inundó todo; su mente, no fue otra cosa que una expansión finita de luces, sonido, música, aromas, vibraciones, todo creció de manera instantánea. Quiso pensar y sus pensamientos fueron luz, vibraciones, armonía, sonidos y colores. Quiso preguntarse quién era él y su voz se multiplicó en cada estrella, en cada sol, en cada ser del universo, su pregunta la hicieron instantáneamente millones de seres en todo el universo. Quiso moverse y se vio convertido en sol y, al mismo tiempo, en planetas girando a través del sol. Se vio en insecto y se vio en planta, se vio en la lluvia que caía, en el río que se escurría y en el mar que permanecía en calma. Quiso hablar y oyó el sonido de los vientos soplando a través de las selvas, el rumor del agua cuando salta entre las piedras; oyó el canto de los pájaros en los amaneceres primaverales; oyó el rumor del agua al convertirse en cascada y romper las duras rocas de la tierra; oyó el silbido de los cometas al pasar cerca de los planetas habitados.

Tal grandeza lo embargaba. Algo, como una palabra diciendo, gracias, quiso salir de su pecho y observó galaxias en colisiones cósmicas, explosiones de estrellas convertidas en supernovas, átomos fundiéndose, niños naciendo, flores abriéndose y, entonces, entendió el secreto de los secretos. Sus pensamientos eran el eco de la creación, sus acciones eran las acciones de Dios mismo, todo su ser estaba en unidad con Dios, se había convertido en una extensión de Dios.

Ahora, más que nunca, se sentía parte de ese maravilloso Dios que había creado todo lo existente, ahora sabía, que el secreto de los secretos era, que Dios mora en cada uno de sus hijos, no había forma de expresar eso, no había manera de agradecer, las palabras sobraban, las emociones, igualmente, sobraban, acababa de conocer el último secreto.

Sumergido como estaba, en esas emociones, abrió sus ojos de pronto y se encontró nuevamente con sus padres. Ahí estaban ellos frente a él y lo miraban con una dulzura infinita, sus ojos penetraban dentro de los suyos, su padre y su madre estaban dentro de él y él estaba dentro de ellos. Oyó que su padre le dijo:

- Bienvenido hijo mío, y su madre que le decía:

- Hijo mío, te esperábamos para emprender el viaje.

Sin pensarlo, el príncipe los abrazó e inconscientemente dijo:

- ¿Cuál viaje madre mía, a dónde iremos?. Y sus padres contestaron:

- ¿Tiene eso alguna importancia?.

Una gran luz inundó los 3 cuerpos, fundidos en un abrazo, y partieron en un viaje que no tenía destino.

Hermanos míos, con esto damos por terminada la historia del príncipe. En la siguiente sesión cerraré esta serie con unas palabras finales.

Por ahora dejo en ustedes mis bendiciones y mi deseo de que la luz que hoy se ha hecho en cada uno de ustedes, permanezca eternamente encendida en sus caminos por las creaciones del espíritu.

Que así sea.



DOMINGO 28 DE FEBRERO DE 1993 - 8:00 A.M.
MENSAJE RECIBIDO A TRAVES DEL HERMANO JESUS ALONSO GONZALEZ F.
SEGUNDA PARTE. Décima lección - FLORECIMIENTO DEL NIÑO INTERNO.
 

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

Florecimiento del niño interno. Lección IX. (Kwan Yin)



Kwan Yin
Florecimiento del niño interno. Lección IX.


Hermanos, Yo soy KWAN YIN. Continuemos con el viaje del príncipe.

El príncipe viajaba experimentando una nueva realidad, la luz interior le permitía ver a través de la distancia y del tiempo. Había asimilado la secreta naturaleza del Amor y de la Justicia; había aprendido que son las 2 grandes fuerzas que regulan la armonía de las esferas.

Ahora, absorbido por esa luz que provenía de su interior, viajaba por el espacio experimentando una armonía increíble; se sentía en unidad con todos los seres creados, su mente percibía señales de todos los rincones del universo; bastaba con que su voluntad lo deseara, para observar claramente lo que estaba pasando en cualquier rincón de la creación. Recordó una vez más, sus experiencias anteriores, cómo los seres, con los que se había topado, parecían conocer exactamente todo por lo que él había pasado; ahora entendía el poder de la iluminación, era ese secreto poder que le permitía establecer el contacto con todas las cosas creadas.

A lo lejos vio una nave que cruzaba por su camino, perpendicularmente, fijó su mente en la nave y, en forma inmediata, aparecieron imágenes en su cerebro, vio a un ser que partía en busca de los 10 principios del universo; se dio cuenta que ya había encontrado los primeros 3; pudo observar claramente lo similar de sus experiencias con aquellas por las que había pasado él mismo; observó la agitación en que se encontraba y quiso intervenir; alzó su petición al espacio diciendo así:

- Dios infinito, he descubierto a un hermano que viaja en busca de los mismos secretos por los que yo he partido, permíteme auxiliarlo en su camino. Esa voz que proviene de todas partes y que habla sin ruidos, le contestó:

- Sea como tú lo quieres, hazlo. Y, así, el príncipe, habiendo obtenido el permiso, se hizo presente en la mente de ese ser y le habó así:

- Hermano mío, sé que tu corazón se agita por las emociones de tu viaje, sólo vine a decirte que la meta que tanto anhelas, sin duda la alcanzarás, no importa los peligros que tengas que cruzar, ni los seres con los que te tengas que enfrentar, el universo es tuyo y los secretos te pertenecen, no lo olvides.

Vio claramente cómo el ser se asombraba por esa voz y que lanzaba miles de preguntas en su mente.

- ¿Quién eres, dónde estás, cómo me conoces?. Y el príncipe le respondía:

- Soy uno contigo, he estado siempre contigo y lo estaré por toda la eternidad; como tú, yo también inicié un viaje, tal vez haya encontrado algunas cosas que a ti te falta descubrir, pero ten la confianza que, algún día, tú harás lo mismo que yo. El ser le preguntó desesperado.

- ¿Por qué no me revelas de una vez todos los principios, si a fin de cuentas los he de descubrir tarde o temprano?. El príncipe le contestó:

- Por la misma razón por la que una semilla tiene que esperar el tiempo necesario para su crecimiento; por la misma razón que los niños nacen niños y tarda un tiempo en que se conviertan en adultos; por la misma razón que los planetas se mantienen girando eternamente, unos alrededor de otros; por la misma razón por la que nosotros hemos de viajar y nuestros padres lo hicieron y nuestros abuelos igualmente, todos en busca de estas leyes universales.

Después de un silencio, el príncipe lo dejó sumergido en sus meditaciones mientras él seguía el camino. Mientras su nave viajaba hacia ningún lado su mente iba pensando:

¡Qué extraño es el universo, increíblemente rico en planetas, estrellas y galaxias, en seres extraños, en criaturas diferentes, pero qué inmensamente mayor es la realidad interior!, ese universo que nos conecta desde adentro de nosotros mismos con todos los seres de la creación. Decidió parar su nave en un planeta que, sin prisas, giraba lentamente alrededor de un maravilloso sol.

Cuando hubo descendido a su superficie, salió de su nave y se sentó, observó a su alrededor, e interiormente se conectó con la esencia del planeta y observó su historia, su evolución, se dio cuenta de su presente, se dio cuenta que estaba desierto de seres inteligentes, ahí sólo moraban seres de otros reinos inferiores, plantas, piedras y el mismo planeta. Haciendo la conexión con el destino del planeta, miró hacia el futuro y observó que unas razas hacían su aparición en la superficie de ese planeta; observó cómo esas razas empezaban a juntarse en colonias y después en ciudades; vio que se formaban grandes pueblos y organizaban sus derechos y reponsabilidades para formar una sociedad de armonía; vio que recibían asistencia de los hermanos mayores del espacio, que les mostraban cuáles eran los principios sobre los cuáles deberían regir su humanidad; vio que esos seres alcanzaban grandes dones en el dominio de los elementos, a través de algo que ellos llamaban ciencia; vio que todos ellos eran felices hasta que, de pronto, llegó una semilla del espacio, un ser de otro planeta aterrizó en su superficie. Después de ese ser siguieron otros muchos. Esos seres, provenientes de otro planeta, introdujeron el germen del odio y de las guerras, de la envidia, el egoísmo y vio, cómo la humanidad empezaba a corromperse y vio, cómo, lo que antes era total armonía, empezaba ahora a convertirse en desolación y tristeza. Nuevamente el príncipe quiso intervenir y lanzó su petición al espacio:

- Dios mío, no puedo permitir que esto le pase al planeta, no puedo permitir que esta humanidad que era todo armonía se vea contaminada por seres de otros planetas. ¿Qué puedo hacer?.

Esa voz que provenía de todas partes le contestó:

- Respetar la Voluntad Divina. El príncipe, extrañado, contestó:

- Pero, ¿no es la Voluntad Divina mantener el orden y la armonía?.

- La Voluntad Divina es permitir que las criaturas aprendan a alcanzar la armonía de todo lo que existe.

- Pero, ¿no es éste un triunfo de las fuerzas obscuras?, ¿no es éste un hecho que va en contra de la evolución del universo?.

- Lo que tú has observado es una consecución de la voluntad divina, sin duda no es el propósito último, pero es el resultado del ejercicio de su libre albedrío. ¿Por qué no observas más adelante?.

El príncipe nuevamente unió su mente a la esencia del planeta y saltó siglos más adelante en su historia y vio que el planeta había sufrido una gran destrucción, había habido guerras que habían involucrado a toda la humanidad; vio cómo de las cenizas surgían niños y jóvenes sobrevivientes; vio a las madres que, mientras lloraban enterrando los cuerpos de sus seres queridos, tomaban las manos de sus hijos y les decían: esto es lo que deja la guerra; si algún día tienes oportunidad, lucha, pero no con las armas, lucha por la razón y lleva la armonía y la esperanza a todos los lugares por donde pases. Vio que los jóvenes formaban una nueva generación; vio que protestaban en contra de la guerra; vio cómo se unían unos con otros hasta formar una gran fuerza, que, en su momento, pudo restablecer la armonía de todos los pueblos. Quiso ver más hacia el futuro y vio que esos seres empezaban a alcanzar nuevos horizontes de unidad y de armonía y la guerra había quedado en el pasado como una amarga lección para esas humanidades.

El príncipe nuevamente lanzó su voz al cielo diciendo:

- Gracias Dios mío, hoy he aprendido que la Voluntad Divina triunfa en todas las cosas. Hoy he aprendido que la Voluntad Divina busca la armonía de todos los seres en un tiempo final y no inmediatamente. Una voz familiar para él le contestó:

- Hijo mío, el noveno principio, la Voluntad Divina no es sino el reultado de la herencia que Dios ha puesto en cada cosa creada como semillas que darán fruto a su debido tiempo y los llevarán a manifestar toda la grandeza del universo, toda su armonía, toda su paz.

La Voluntad Divina se cumple aunque, en ocasiones, el hombre parezca transgredirla. Este es el noveno principio, no lo olvides. La Iluminación te conectó con todos los seres del universo, ahora, la Voluntad, te permite entender que para Dios, el tiempo, el espacio y las pequeñas circunstancias de la vida no tienen valor; la inmensidad, la eternidad, la unidad de todas las cosas, son realmente el interés de Dios. Bienaventurados nosotros porque estamos con El, no existe nadie fuera de Dios. No lo olvides hijo mío, prosigue tu viaje porque la meta se acerca cada vez más rápidamente.

El príncipe se emocionó intensamente; de sus ojos empezaron a rodar lágrimas y ahora se sentía poseedor de secretos nunca antes sospechados. Supo que no importaba cuál hubiera sido el camino que él tomara en su nave, de todas formas la Voluntad Divina se cumliría. Supo que no importaba cuáles fueran sus pensamientos o sus deseos, o de cómo llevar su vida, la Voluntad Divina se cumpliría al final, de todas formas. Supo que las desavenencias y las desarmonías que observara en esos mundos, los conflictos en que estaba sumergido el viajero, sus propios problemas, sus interrogantes y todo eso que él sentía cotidianamente, no eran sino una consecuencia de las Leyes Divinas actuando sobre cada ser, pero que, al final, la Voluntad Divina se cumpliría tarde o temprano.

Lleno de esa inmensidad, partió en su nave dejando que tomara cualquier dirección.

Mis bendiciones quedan en ustedes y me despido.

Que la luz del Padre ilumine sus pasos eternamente.



DOMINGO 21 DE FEBRERO DE 1993 - 8:00 A.M.
MENSAJE RECIBIDO A TRAVES DEL HERMANO JESUS ALONSO GONZALEZ F.
SEGUNDA PARTE Novena lección - FLORECIMIENTO DEL NIÑO INTERNO

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...