jueves, 21 de julio de 2016

Las Reglas del Mago Blanco. (V.B. Anglada)




Las Reglas del Mago Blanco. 

Un mago –un mago blanco–, sea cual sea su evolución, debe atenerse siempre a las siguientes condiciones: primero, debe poseer una integración perfecta de sus vehículos de manifestación, conocemos solamente el cuerpo físico, el cuerpo astral y el cuerpo mental, pero hay otros cuatro cuerpos que desconocemos, o al menos no los podemos expresar todavía.

Y el mago –el aprendiz de mago– tiene que trabajar en el sentido de liberarse del sentimiento de separatividad; la separatividad entraña siempre el egoísmo, el yo que absorbe todas las energías del Espacio para su propio sustento sin pensar en los demás.

Hay que tener en cuenta también aquello que podríamos denominar las características inferiores del hombre latentes en la sustancia, y que presiden el aislamiento de un hombre con respecto a otro, el egoísmo de la materia, que es el egoísmo de la forma geométrica, dense cuenta.

Y finalmente, el orgullo y la ambición, que no conoce fronteras y que incluso ha penetrado en la vida de los iniciados, constituyendo aquella condición que le impide percibir correctamente lo que es la Ley, lo que es el Orden, lo que es el Principio, lo que es el Espacio, más allá del concepto que tenemos de la Divinidad, ¿se dan cuenta?, si para nosotros la Divinidad es inexpresable, ¿qué será el Espacio que contiene todas las Divinidades? ¿Se dan cuenta el problema que enfrenta el mago cuando tiene que trabajar realmente, de acuerdo con la Ley, de acuerdo con el Orden y de acuerdo con la Creación?

La separatividad corresponde siempre a la adherencia de nuestro Yo a sus vehículos de expresión, y esto lo sabemos porque desde que hemos empezado nuestro recorrido esotérico se nos han indicado las reglas, los principios y el orden que debemos seguir para convertir nuestra vida en creativa, en realmente espiritual, son las condiciones que se aprenden en no importa qué ashram de la Jerarquía.

Pero, ¿qué nos enseña la magia? Ya desde un buen momento, algo que ya se sabe de la abstracción de decir: “hay que purificar los cuerpos”, o hay que controlarlos, hay que dirigirlos, hay que convenientemente integrarlos, sino que te dice muy concretamente: “cada uno de tus cuerpos es una entidad”, una entidad que debe reflejar la entidad Espacio, la entidad Monádica, la entidad Egoica y la entidad Personal, y entonces aquí ya empieza un nuevo descubrimiento para el esoterista, para el discípulo entrenado, y es la manera de trabajar sobre sus tres elementales, sus tres cuerpos, para llegar a un punto de síntesis espiritual que le permita establecer la línea directa de comunicación entre su pequeña personalidad en los tres mundos y la propia Mónada espiritual.

El proceso entonces se hace cada vez más científico, porque no tratamos con algo abstracto, el cuerpo, ¡sí, el cuerpo!, ¿cómo es el cuerpo? Hablamos de aquella condición mediante la cual reconocemos que cada cuerpo tiene su propia conciencia, una conciencia propia que le es inherente, que todo su poder está en la atracción que siente por aquel centro molecular, espacial, o geométrico del cual depende, porque en nuestro caso, la Mónada se refleja en la mente, el Ego se refleja en el cuerpo emocional, y la forma geométrica se refleja en el cuerpo físico.

Todos tenemos una forma geométrica, ¿verdad?, y esta forma geométrica está estructurada, está formada por elementos moleculares, y cada una de las moléculas de esos conjuntos atómicos tienen también su propia conciencia, y la totalidad de las conciencias integrantes de los cuerpos constituyen aquello que llamamos "mi cuerpo", mi cuerpo físico, mi cuerpo astral, mi cuerpo mental, en un sentido de propiedad que es negativo, que no es verdadero, este sentido es falso, es algo completamente aparte de nosotros, es algo con lo cual nos han revestido –como conciencia– y que nosotros tenemos el deber sagrado de llevar a un punto de redención.

La redención constituye el desafío del discípulo, la redención del cuerpo físico, la redención del cuerpo astral y la redención del cuerpo mental, porque, realmente, lo mismo que hace el Logos con nosotros debemos hacer nosotros con las infinitas vidas atómicas que constituyen nuestros cuerpos, porque no solamente es molecular o atómico el cuerpo físico, mediante el cual todavía tenemos que reconocernos, sino que el cuerpo astral, el cuerpo mental e incluso los cuerpos superiores, el búdico, el átmico, el monádico y el ádico, son moleculares.

Ahora bien, ¿qué es lo que define un plano de otro? 
La sutilidad, el desarrollo de la conciencia de aquel Arcángel que constituye la vida de un plano, el cual a su vez representa una de las virtudes del Logos Solar, y lo que pasa entre el Logos Solar y sus planos sucede con los Logos Planetarios a través de sus componentes o sus esferas de expresión, y lo mismo sucede con los hombres, pero los seres humanos actualmente solamente tienen una conciencia, una autoconciencia desarrollada que es el cuerpo físico, recién ahora empezamos a tener autoconciencia astral, la autoconciencia mental prácticamente es desconocida, de ahí que no tenemos continuidad de conciencia, que una vez que estamos sumidos en el sueño ya se ha perdido toda relación entre lo exterior y el cerebro, hay una zona de nadie que solamente queda llena por los sueños.

¿Y los sueños qué son? Los sueños en realidad son las ataduras de la conciencia sobre el pasado ancestral, me refiero naturalmente a los sueños corrientes, no hablamos de la conciencia del iniciado, ni tampoco de la conciencia reiterativa o meditativa de los grandes discípulos, me refiero a tal como somos ahora en realidad, un conjunto de moléculas organizadas de acuerdo con la ley mágica de creación, sin un poder aglutinante que sea capaz de integrarlos.

Entonces, no podemos ser magos, no podemos comprender el Espacio si no comprendemos primero esta triple relación que existen entre los cuerpos en virtud de las leyes de la evolución, si no comprendemos exacta y profundamente que nuestra mente es incapaz de taladrar este misterio y, finalmente, que somos inermes completamente ante la adversidad, la adversidad que puede revestir cualquier extraño propósito kármico, pero que no podemos controlar.

Se nos dice que la astrología nos da la ciencia del futuro, yo digo que no es cierto, al menos, será la ciencia del futuro para las personas involucionadas, pero para nosotros, con ciertas dotes mentales establecidos por el estudio, por el trabajo, por la meditación, la astrología falla por completo, a menos que el astrólogo tenga intuición, que no se deje llevar solamente por lo que está escrito en el mapa astrológico, sino que sepa interpretar a la persona en sí, lo cual nos lleva a la conclusión de que aún sin mapas astrológicos el iniciado puede comprender el futuro de cualquier ser humano e incluso conocer su pasado viendo su reflejo en el presente, es decir, aquello que llamamos el aspecto lunar sobre la persona, sobre lo que es en el sentido de cuerpos.

Si hablásemos en términos de conciencia seria otra cosa, porque como Uds. saben, en astrología convencional, el aspecto personal regido por las estrellas es la expresión kármica o del destino del individuo, pero la evolución trasciende la astrología y "los astros inclinan pero no obligan", lo cual significa que se ha ganado un círculo-no-se-pasa mayor dentro de las inconmensurables oquedades del Espacio. 
Lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos está marcado en los cielos, pero se refiere solamente al aspecto kármico de los cuerpos, pero si hablamos en términos de espíritu o si hablamos en términos de Yo espiritual o egoico, falla por completo, porque la integración en un individuo puede significar la integración del pasado, del presente y del futuro, porque todos tenemos un pasado, y este pasado se refleja en el presente, y al propio tiempo estamos cimentando la base de lo que será el futuro, y eso está marcado, pero, ¿qué sucede con las personas integradas, con los magos que todos somos en potencia, sino el poder que traslada la conciencia a puntos inverosímiles de comprensión y de plenitud?

Naturalmente, se puede pensar que al hablar de la magia, de los aspectos técnicos de la magia, de las condiciones que rigen la actitud del mago, o de todas aquellas condiciones inscriptas dentro del destino de cualquier ser humano, están marcadas en el cerebro, en la mente de los grandes instructores de la raza y que, por lo tanto, nos comunican la fuerza del Espacio a nuestros cuerpos temporales.

Entonces, un mago blanco –porque nada tenemos que saber, o de creer, o de coincidir con lo que es la magia negra– está dentro de estos limites no condicionantes, sino cada vez más amplios que nos permiten vivir de acuerdo con las leyes sacrosantas de aquella entidad que ha facilitado todo cuanto existe y que está removiendo constantemente los éteres con nuevas creaciones, porque para el Espacio el tiempo no existe; el tiempo existe para los seres humanos, pero a partir de cierta conciencia integrada del ser humano aquí en la Tierra, el tiempo deja de tener una importancia capital, al menos el tiempo psicológico, porque el tiempo cronológico es otro, es muy distinto del aspecto psicológico, nos sentimos llevados de aquí para allá por la fuerza del destino, y este destino no es un destino personal, irreversible o que sea único, sino que este destino incluso vale para los Logos, vale para los Dioses, porque cuando se inicia un universo lo que hace un Logos, un centro creador, es poner atención sobre un punto determinado del Espacio, crea un vacío, se mete dentro, y empieza el trabajo creador, es el trabajo atómico de cavar agujeros en el éter.

Ésta es una idea muy difícil de comprender si no se tiene intuición, porque hacemos esto y no encontramos nada, pero desde ciertos niveles esto es espeso, y un átomo es un agujero dentro de esto tan espeso que no podemos concebir, de ahí que el mago debe conocer estas condiciones del Espacio, porque debe operar sobre las fuerzas vivas del Espacio, debe crear unas condiciones vivas de potencia, de alertitud, de vida serena.

Es así como se va forjando el mago, él tiene una conciencia estructurada de acuerdo con la ley, posee los cuerpos dimensionales, los cuerpos moleculares o intermoleculares, y el cuerpo geométrico completamente integrados, lo cual significa que está trabajando junto con los tres elementales que construyen sus cuerpos, les da su vida y ellos responden a esta vida, y todo cuanto sucede en la humanidad, el separativismo, las guerras, los desastres, solamente pueden ser medidos en su causa por la separatividad de los vehículos entre sí, que no hay integración en la humanidad es evidente, de ahí la apertura de los grandes bloques que están luchando entre sí, y los bloques intermedios que están adheridos de una u otra manera con los grandes bloques, de manera que siempre estamos luchando porque no hay integración. Entonces, el rigor astrológico cae sobre el mundo como una maldición, es el Apocalipsis con visos de realidad, porque realmente hemos creado las condiciones para que esto se complemente en la acción y nos impida percibir la realidad.

Es decir, todo esto se lo digo a ustedes porque el Espacio que es donde ha de trabajar el mago es imposible de describir e incluso imposible de intuir, no se puede utilizar la mente en el Espacio, porque el Espacio es la suma total de todas las mentes, es la suma total de todos los espíritus, de todos los Egos y de todas las formas geométricas de no importa que tipo de universo.

Por lo tanto, ateniéndonos a esto vamos a ver qué podemos hacer. ¿Qué hace un Logos con el Espacio? Hablamos en un sentido de magia operativa o de magia práctica o de magia organizada. El vacío que el Logos introduce -fíjense lo difícil que es expresar esto- dentro del Espacio y que será donde tendrá que realizar su creación es en realidad una cruz, una cruz marcada por los Señores del Karma ultracósmico, los cuales partiendo del centro de la atención del Logos dentro de aquel vacío creado, están creando el círculo-no-se-pasa del universo que utilizará aquel Logos, y estos Señores del Karma que han creado la cruz dentro de aquel vacío son los que marcarán el sentido geográfico y geométrico de toda la creación logoica, los que utilizarán los cuatro puntos cardinales de aquel vacío para introducir dentro del mismo a todas aquellas entidades logoicas, aquellas entidades egoicas, y todas las formas moleculares y geométricas que necesita aquel Logos para expresarse.

Partimos de la base que existe también un destino astrológico para los Logos, está más allá de nuestro entendimiento, pero existe, es una ley de la comprensión de la magia organizada en nuestro planeta, porque estamos viviendo unas eras trascendentes. Y Uds. dirán: ¿de qué nos sirve hablar de magia? Es que somos creadores de magia, porque nosotros creamos los gobiernos, creamos la cultura, creamos la civilización, creamos los ambientes sociales, creamos el misterio de la muerte, porque carecemos de vida interior y, por lo tanto, todo lo estamos creando nosotros, la muerte y el nacimiento son las armas que utilizamos, y nunca nos quedamos en el centro, en el centro de la vida que está más allá de la muerte y del nacimiento, y todo esto podemos realizarlo aprendiendo a realizar estos vacíos.

Y, por favor, no me pregunten qué técnica deben emplear para introducir dentro del Espacio que nos rodea aquel vacío dentro del cual ustedes serán señores de su propio destino, de su propio karma, de su propia magia creativa, este es el proceso que hay que seguir. Sin embargo, y naturalmente este vacío se logra con la integración.

Cuando el cuerpo físico, el cuerpo astral y el cuerpo mental están integrados constituyendo una esfera luminosa, entonces aquella esfera se hace radioactiva, introduce la energía de redención de la materia que permite el acercamiento de los mundos, los mundos se acercan por radioactividad, o sea, por irradiación, cosa que debemos aprender nosotros porque es la técnica mágica de la Nueva Era, constituir puntos vibrantes y irradiantes que podamos comunicarnos aún sin palabras con los demás, constituyendo vacíos cada vez más amplios, unos vacíos creadores que nos harán magos.
Porque dentro de estos vacíos, sin darnos cuenta, invocaremos a los devas, a las fuerzas invisibles del Espacio, mediante el cual debemos crear, pues la energía sigue al pensamiento, y la energía que sigue al pensamiento es la fuerza dévica de la creación, la electricidad que nos decía el otro día el amigo Llucía.

Es decir, que todo es magia, incluso la electricidad es una forma de magia, el fuego es magia, el fuego creativo me refiero, el fuego que se infunde dentro del vacío creador, que hace que todas las células, que todos los componentes atómicos, y que todas las formas geométricas se hagan radioactivas.

Nosotros tenemos que convertir el triple cuerpo en un planeta sagrado, y cuantos más seres humanos existan que hayan integrado sus cuerpos de acuerdo con la redención de la materia que los componen, en la justa medida, el Logos Planetario podrá acceder a aquellas iniciaciones que convertirán a nuestro planeta en un planeta sagrado, no antes, tampoco después, en el momento justo, el momento apropiado, el momento de las grandes decisiones, el momento de la magia organizada tal como la comprenden los grandes instructores, de los cuales somos unos pequeños y humildes discípulos.

Y, a pesar de todo, a pesar de lo abstracto que pueda parecer el comentario sobre magia organizada hablando del Espacio, dense cuenta que a medida que dentro de nosotros se hagan espacios cada vez más grandes, en esta justa medida penetraremos en el designio creador del Logos, en el designio creador a través del cual se manifiesta por medio de la Jerarquía o de la Gran Fraternidad, y aprender ya desde un principio a valorar los hechos de acuerdo con la ley, no de acuerdo con nuestra pequeña voluntad, estas pequeñas voluntades de los hombres que se oponen constantemente a la voluntad de Dios y que, por lo tanto, nada saben del Espacio, porque el Espacio es tan impersonal que solamente convirtiéndonos nosotros en Espacio seremos capaces de comprenderlo.


Conferencias Magia Organizada Planetaria - Por Vicente Beltrán Anglada - Barcelona, 6 de junio de 1987
 
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La Magia Individual. (V.B. Anglada.)




V.B. Anglada
La Magia Individual.
 

Como ustedes saben, hablar de esoterismo en un mundo super-tecnificado, como el presente, suele parecer como una utopía o como algo que está en las regiones nebulosas del entendimiento o de la emoción mística. Realmente no es así, habida cuenta que el esoterismo es la fuerza impulsora de las energías desconocidas del Yo trascendente, para el cual todavía no existe un camino definido o un antakarana de luz que nos vaya aproximando.

Durante nuestras conversaciones esotéricas, hemos sostenido la idea de que el conocimiento llamado esotérico o pseudoesotérico, por sí mismo, no tiene un carácter cualitativo como para inspirar la razón superior e inducir la mente a ascender por las rutas gloriosas que llevan a la intuición, sino que se precisaba lo que podemos denominar la conducta esotérica, la vida esotérica, y cuando hacemos énfasis en que esotéricamente para captar la intuición el primer camino es la recta ciudadanía, o la corrección dentro de un sistema social de relaciones, estamos cimentando ya este antakarana de luz que convertida en conciencia social puede depararnos la oportunidad de ser conscientes en todos los niveles de nuestra compleja estructura psicológica.

El tema que vamos a tratar hoy, conjuntamente, es la magia individual. Hemos hablado de la magia universal o la magia de la creación, tal como la hemos ido comprendiendo a través del tiempo por medio de las filosofías y las religiones de todos los tiempos, haciendo énfasis sobre el poder del sonido que rasgando los éteres, convirtiéndolos en fuego, permiten la creación universal. Seguimos después tratando de hacer psicológico todo el proceso esotérico a través de un estudio, o de una conversación acerca de los misterios del cristianismo, entendiendo que un hombre, Cristo, deparó a la humanidad a través de la testificación psicológica de su vida, cuál tenía que ser la conducta esotérica de todo ser que quisiera convertirse en un elemento vinculativo de la Jerarquía Planetaria en el orden social y en las relaciones cotidianas.

Entonces, hay que reconocer ya de buen principio que “magia” es un término eminentemente científico, y que no hay que aliarlo a lo que fue superstición, tradición o misticismo acendrado del pasado, es algo que está más allá y por encima del concepto místico, se trata de un proceso científico de incorporación de energías, que haciendo impacto sobre centros de fuerza origina el movimiento, y que todo cuanto ocurre en la sociedad, que todo cuanto es y existe en este universo en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser, no es ni más ni menos que la magia creada por una entidad psicológica trascendente que utiliza el universo como campo de expresión, una forma científica de ponernos en contacto con la idea de la Divinidad. Y en el hombre, que según todas las religiones, filosofías y creencias de la humanidad, está hecho a Su imagen y semejanza, es también por antonomasia un creador, creador de su propio destino, creador de la sociedad en donde vive, creador del contexto social, creador de la cultura y de la civilización, creador de las religiones, creador de todo cuanto podemos ver por doquier, utilizando los tres poderes esenciales que cualifican al Creador: el poder de la palabra, la sensibilidad al sonido y el poder o el sonido del pensamiento.

Toda la magia individual es, por lo tanto, una expresión del triple hombre que conocemos, no existe nada en la naturaleza que no sea una obra, por así decirlo, de la Divinidad, que no corresponda al campo creativo del ser humano, solamente que el problema es cómo debemos crear situaciones, cómo debemos convertir nuestra vida en una fuente perenne de magia, y cómo crear situaciones de orden constructivo en vez de construir según los deseos, esperanzas y temores de la angustiada humanidad de nuestros días.

Así, que todos y cada uno de nosotros, debemos sentirnos interpelados directamente, estamos dentro de un gran desafío de los hechos, estamos inmersos en una sociedad caduca y decadente, hemos creado una estructura a través de la razón y del entendimiento, y resulta que ahora estamos presos dentro de la estructura que hemos construido, y el reto, el que debe cualificar el tipo de magia que debemos emplear en la Nueva Era que empezamos a vivir, es de cómo salir de la prisión, de la estructura que hemos creado, entendiendo por estructura todo cuanto hemos creado y que se convierte en un motivo de apego, de pasión o de deseo de aproximación.

Para mí el proceso expositivo es muy fácil, comprendo, sin embargo, la dificultad que existe cuando tratamos de salir de la estructura social, política, económica, religiosa, etc., etc., que hemos creado, y dentro de la cual vivimos sumergidos. Entonces, emplear la magia en un sentido constructivo, o simplemente, emplear conscientemente la magia, tendrá que ver con el campo de las estructuras, aquello que definimos el mes anterior como el Cáliz dentro del cual el Alma, el Verbo, la Conciencia, o como ustedes quieran llamarlo, tiene que habitar, y a través de este Cáliz irradiar algo que está más allá y por encima de la razón corriente. Me pregunto si es correcto este modo de adaptarse a la vida, tratando de vivir de acuerdo a una concepción creativa, siendo conscientes en cierta manera y hasta cierto punto, cuál es dentro del triple vehículo de la mente, de la sensibilidad o del cuerpo físico, cuál es el que más condiciona nuestra conciencia, el que más aprisiona nuestro ánimo y el que de hecho se convierte en el campo de trabajo o el kuruksetra esotérico dentro del cual debemos vivir y comportarnos como personas realmente civilizadas, he ahí el problema.

Y desde el momento en que somos conscientes de que estamos controlados, que estamos apegados al fruto de las acciones, que estamos siendo condicionados por la estructura que hemos creado, la opción es fácil; el dilema se presenta en forma muy clara y determinante, y podemos decidir con justicia cuál es el camino que debemos adoptar, teniendo en cuenta que cada uno de los vehículos que utilizamos para expresar nuestra conciencia está sujeto a las mil variaciones del ambiente, que es la expresión del pasado con su código genético en todos los niveles, con un estudio que hemos realizado cada cual a través del tiempo de nuestra existencia, o bien, configurados por el ambiente social en donde desenvolvemos nuestras actividades, y teniendo en cuenta también qué es lo que tratamos de realizar a través de cada uno de estos vehículos.

Bien mirado, la mente persigue un objetivo supremo, que es la Verdad; debemos acercarnos a la Verdad por la mente, por la mente estilizada hasta el máximo, por la mente cualificada por la recta intención, por la mente cualificada asimismo por una intención superior. ¿Y cuál es el objetivo de la sensibilidad? La sensibilidad humana siempre tiende por natural gravedad hacia la bondad, la bondad o correcta relación, aquella particularidad de nuestro ser que nos dignifica, que nos une, que nos hace atrayentes, magnéticos, resolutivos y redentivos, y finalmente, el campo que llamamos de inferior vibración o el físico, también tiene su propio objetivo, siendo este objetivo la belleza y el equilibrio de las funciones.

Por lo tanto, el reto a la conciencia de una persona civilizada de nuestros días, deberá ser a no dudarlo cómo podemos dignificar el Cáliz, cómo podemos hacer que el Verbo de liberación se introduzca en el Cáliz, produciendo la síntesis o integración total de estos vehículos y convirtiendo la persona en una entidad realmente social, convirtiéndose, por tanto, en un elemento creativo dentro del Cosmos, y vinculando toda la esfera de lo que llamamos personalidad dentro del conjunto social que nos rodea, y empezando de esta manera a quebrar la resistencia de las estructuras que hemos creado, y a convertir en algo creador la condición impuesta por el tiempo y las circunstancias.

Éste es el reto que debemos hacernos cada uno de nosotros dentro de la conciencia, es el auto-desafío, es el intento de salir de la cárcel que hemos creado y ayudar a otros a salir de la cárcel creada por el ambiente y las circunstancias circundantes. Naturalmente, todos tenemos un camino a seguir, un secreto a revelar y un objetivo a cumplir, sabemos ya cuál es el objetivo de cada uno de los vehículos, conocemos cuál es la nota A, U y la M, también sabemos algo en momentos de exaltación de la nota básica de la naturaleza que produce redención, o el OM sagrado, o la Voz de la conciencia, el sonido del Verbo creador, que es en definitiva quien debe liberar todo el contenido ambiental dentro del corazón humano. Y si realizamos este prodigio para la humanidad existe una gran promesa para el futuro.

Todos podemos contribuir entonces a la evolución del futuro de la humanidad empezando por la propia liberación, y desde el momento mismo en que hay redención de sustancia porque hay liberación de la vida y de la conciencia, automáticamente se produce un prodigio, un milagro de redención que abarca más allá del individuo que se ha liberado, que se convierte en aquello que Cristo definió “la Sal de la Tierra”, la bendición constante del hombre que ha logrado salir de sí mismo buscando el sí mismo superior, es la unión del yo inmanente con el yo trascendente, es la conquista del estado de conciencia que convierte al hombre corriente en un ciudadano consciente del Quinto Reino de la Naturaleza, o el Reino de las Almas Liberadas, o el Reino de la Jerarquía, o el Reino de la Gran Fraternidad, no importa el nombre, porque solamente existe una guía para la conciencia y es el Verbo creador, y más allá del Verbo la cualidad de síntesis, que hace que el Verbo y el Cáliz sean transfigurados al extremo de convertir la materia en espíritu y el espíritu en conciencia creadora, y esto podemos realizarlo nosotros.

Se me ha preguntado en infinidad de ocasiones si es verdad que la conciencia esotérica es la conciencia de un buen ciudadano, de una persona que se comporta correctamente con los demás; yo digo que esto es el principio de la redención de la humanidad, pero el hombre, el ser humano, me refiero, tiene ante sí una meta inevitable de liberación, con tres amplias vertientes, una vertiente de aspiración constante hacia el ideal, otra vertiente de silenciación progresiva de todo cuanto compone el contenido de sus vehículos temporales: la mente concreta o intelectual, la emoción que todos conocemos en su aspecto negativo, y el tabernáculo del cuerpo, o tal como lo definió Pablo de Tarso, el tabernáculo del Espíritu Santo.

Por lo tanto, estamos manipulando, por así decirlo, las mismas ideas que fueron manipuladas, construidas, elaboradas, y quizá desarrolladas e integradas por las mentes de todos los hombres del pasado que nos preceden, llevando adelante un proceso rítmico de evolución y creando con el ritmo de la civilización los cauces místicos de la historia.

Así, todos estamos llamados y todos podemos contribuir al mejoramiento de la sociedad que nos rodea; el convertir la sociedad circundante, esta sociedad con sus ambientes diversos dentro de los cuales vivimos inmersos, ese trabajo lento y constante de redención de todas y cada una de las partículas de nuestro ser es técnicamente magia, la magia que empieza con un sonido, se convierte en un color y finalmente adopta una forma geométrica, o elevando el concepto al Cosmos, el mismo proceso de condensación de la nebulosa, o la sustancia que compone la nebulosa, el trabajo lento de formación de las partículas, de los átomos, de las células, de las moléculas que constituirá una sustancia viva dentro de una sustancia inerte, y finalmente, cuando por afinidad química y siguiendo el trazado de una conciencia solar y el mántram OM de un alma liberada en su propio mundo, esta sustancia que antaño fue una masa sin forma adoptó una forma y finalmente adoptó un sentido geométrico de la vida.

Yo ahora me pregunto: si no podemos crear con el poder de la palabra, de la emoción, del sentimiento de integridad y de belleza, o de la mente elevada al pináculo de sus propias fronteras, y quebrantando más allá todavía las propias fronteras para hundirse en la inmensidad del Cosmos, para adueñarse del arquetipo de la humanidad y hacer que este arquetipo hecho carne en nosotros pueda depararle la vida una fruición, una armonía, un poder eminentemente creador y que pueda convertir todo cuanto existe en un oasis de paz, de armonía y de correcta relación humana. ¿Podemos realizarlo? ¿Pueden ustedes penetrar dentro de la conciencia, tratar de ascender a síntesis a través de la línea de la cualidad venciendo el mundo fenoménico de la apariencia? ¿Se dan cuenta de lo que significa ascender por esta escalera inmensa de Jacob que se inicia en la infancia de la humanidad y que culmina en los Maestros de Compasión y de Sabiduría, y que todo este conglomerado sea solamente el principio de algo más lejano? Hay que sentirse pequeño ante esta grandeza, y cuanto más avancemos dentro de esta línea de magia individual, que tiene que ver con el comportamiento social, con el poder de una mente iluminada y con la emisión de sentimientos realmente creadores, creo que el destino de la humanidad tenderá a cambiar radicalmente convirtiendo en fértiles avenidas todo cuanto de reseco existe a nuestro alrededor.

Para mí la idea es clara, pero son ustedes los que van ahora a desarrollarla, teniendo en cuenta solamente algo esencial: todo ser nacido lo ha sido por la liberación, el objetivo de toda cosa creada es la liberación. Hemos visto la liberación de los reinos de la naturaleza; la liberación del alma es un procedo idéntico, en una sinfonía o escala superior de conciencia dentro de la sinfonía cósmica, y ahora solamente nos resta escudriñar dentro del ser, y esto hay que hacerlo con mucha honradez y con mucho equilibrio interior, para darse cuenta si estamos dentro de alguna cárcel, si estamos condicionados por alguna estructura, si estamos siguiendo movimientos por el solo hecho de ser movimientos, y considerar que sin el movimiento no tenemos movimiento.

La incógnita para mí se resuelve en el momento en que la persona se da cuenta de que está atada a algo; la luz de esta comprensión, estoy seguro, le dará la fuerza suficiente para poder romper definitivamente los grilletes que le están atando a una condición determinada, sea cual sea esta condición física, emocional o mental, y si será posible dentro de una línea de comprensión y buena voluntad, que podamos salir de esta cárcel, y una vez libres empezar a liberar a los demás...

Conferencias Magia Organizada Planetaria
Por Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, 10 de abril de 1976
 
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La Tendencia Esotérica de los Nuevos Tiempos



La Tendencia Esotérica de los Nuevos Tiempos

Cuando hablamos de los poderosos, el hombre poderoso es el que maneja el poder económico o un poder político o religioso, y es que el hombre corriente maneja poder también, y cuanto más aferrado está a su pequeña pobreza es poderoso. 

Estaría bien si dejáramos de ser poderosos, porque claro el poder se tiene siempre, está adentro y está afuera, está en todo lugar, por lo tanto, cuando decimos poderoso es una forma de decir y siempre hay relación, o igual que cuando se dice que Cristo ha dicho, ha sido escrito en los evangelios que “es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que entre un rico en el Reino de los Cielos”, y la gente habla de los ricos, pero, ¿a qué riqueza es a la que se refería Cristo?, ¿de dinero?, ¿la riqueza de conocimientos?, ¿la riqueza de deseos?, ¿la riqueza de bienes o de cualquier cosa?

Se es rico de deseos también, y el que tiene mucho dinero y quiere otra cosa es rico también, no rico únicamente, precisamente, pero el mucho dinero trae este poder. 

Y para mi toda forma de poder es negativa, porque el hombre ha nacido desnudo y desnudo tiene que vivir siempre, pero el proceso de la vida hace que se esté acomodando constantemente sobre esta desnudez con toda suerte de poderes o facultades o de conocimientos o de riquezas, y la vida acaba cuando se llega a cierta comprensión y se da cuenta de que tiene que dejarlo todo, es la prueba más terrible para el esoterista, cuando se da cuenta que todo tiene que dejarlo, y cuando empieza a dejar empieza a ser esoterista, o a ser discípulo ¿verdad? Pero si eres discípulo, en un sentido de vida latente, no se va a confundir el término discípulo con el término discípulo que le asigna la religión organizada.

Toda persona es discípulo, toda persona es discípulo de alguna entidad mayor, como lo puede ser el Maestro de una entidad mayor. Ahí está la jerarquía, la función de la vida de las personas que tienen un poder encima de los demás y se reconoce este poder, está en la esencia de las cosas, el poder que maneja un hombre inteligente, un hombre activo, un hombre amoroso, un hombre magnífico, un poder que se manifiesta.

Ahora bien, lo que interesa es que hay dos cosas, y esto hay que remarcarlo, por un lado el poder y por otro la responsabilidad, y ajustar este poder no a sus necesidades sino a las necesidades mundiales. Por eso el que maneja más fuerza es el discípulo porque está de acuerdo con las necesidades de los demás y no con las suyas propias, así que éste maneja el poder con responsabilidad. 

Por lo tanto, cuanto más maneja poder y es responsable más poder tiene, y luego vienen los prodigios que puede dar un hombre que no se preocupa mucho de sí mismo, sin darse cuenta tiene poderes, el poder de la persuasión, el poder magnético de la atención, el poder de vivir más allá de la realidad pasajera, más allá de todo cuanto el hombre ha fabricado con su mente artificiosa, y claro es muy duro decirle a cualquier persona se le diga que tiene que dejarlo todo, incluso tu pensamiento, tu mente, tus deseos, todo, todo, porque esto parece que es una aniquilación. La persona en cuanto no tiene nada se queda aniquilada y es cuando empieza a ser.

Es decir, que la tendencia esotérica de los nuevos tiempos es que la persona se dé cuenta de que todo lo construido en su mente, esa arquitectura formidable de conocimiento de todas las cosas que ha ido acumulando a través del tiempo tiene que dejarlo y, sin embargo, estar tranquilo, estar sereno.

Ahí está el proceso, si se llega a este punto se da cuenta de que tiene ante sí la opción de tener plenitud, una plenitud que no está al alcance del entendimiento normal ni de la comprensión de las personas corrientes, es algo más que estár por encima de nosotros y por encima de los propios conocimientos esotéricos, porque hay que darse cuenta que el conocimiento esotérico ata también si se hace mal, y no hay que confundir la persona esotérica con una persona que tiene muchos conocimientos esotéricos, sino que ha trascendido el conocimiento esotérico y está más allá del conocimiento esotérico y exotérico, porque su mente ya no es un depósito de valores sino que es un vacío constante.

Es decir, si puede comprenderse la idea de siempre hay que remarcar esto, es una técnica completamente distinta de la técnica de hace cuarenta años, o cincuenta o sesenta, han cambiado tan fundamentalmente las cosas que la mente tiene que cambiar de acuerdo con los valores establecidos, los valores que van viniendo, lo nuevos, los viejos van siendo dejados de lado, porque la gente está ansiosa de una cosa nueva, y no sabe qué es esto nuevo que se está acercando.

Muchos dicen que es la presencia del Avatar que se está acercando a la Humanidad o el Cristo que retorna a nosotros, otros dicen que es la Jerarquía que va a instaurar su orden en el mundo físico y que va a tomar las riendas de los gobiernos, de las Iglesias organizadas, de la política mundial, la economía, la ciencia, las artes, la literatura, todo en manos de iniciados, y cuanto todo esté en manos de iniciados la cosa marchará mucho mejor porque no habrá equivocaciones, no habrá egoísmo, no habrá egolatría en el poder, habrá algo completamente nuevo que es lo que el mundo espera pero que no acaba de conseguir, no acaba de alcanzar.

Y esto que aparentemente es muy fácil de realizar es muy difícil, porque lo más difícil para una persona es el criticarse, aunque parezca un contrasentido; desde el momento en que la persona empieza el proceso de simplificación la vida tiende a cambiar fundamentalmente, todo tiene que cambiar, y es que una vida sintetiza muchas crisis y hay que advertir al discípulo o a la persona de buena intención y de buena voluntad que no se llega a la silenciación de sus actitudes mentales y emocionales si no existe ya de hecho un gran poder y una gran crisis manifestada, y no hay ningún esotérico que no deba pasar por grandes crisis, y cuando llegas a la cumbre iniciática tienes que dejarlo todo en estas crisis, pero las crisis vienen a ser como la fiebre dentro del cuerpo, te advierte de la enfermedad que está en tu cuerpo causal, no en el cuerpo físico, en el cuerpo etérico.

Es decir, que existen una serie de razones, si las queremos comprender, si las queremos interpretar, que nos dan el mensaje de la Nueva Era, un mensaje de simplificación, un mensaje de buena voluntad, un mensaje de amor, y cuando hablo de amor le doy un significado muy extenso, muy profundo, no el habitual del común, es un compromiso kármico en todo, de una persona con otra persona o el compromiso kármico entre un grupo de personas establecido o dentro de cualquier comunidad de tipo religioso o de tipo político o económico. Hay personas que no quieren estar solas, han fracasado en este intento de soledad y, sin embargo, la soledad es lo que ha de provocar la crisis iniciática, y en tanto estemos rechazando la crisis el problema de la complejidad, de los complejos psicológicos, estará presente y no habrá liberación alguna. ¿Tenéis alguna idea sobre esto o lo veis claro?

Interlocutora: Yo pienso también que una de las cosas quizás que también puede producirse es que de la mente se quitan muchas cosas pequeñas porque no tienen importancia y se quedan menos pero más importantes, o sea, eso es de alguna forma quitar la paja, guardar la esencia de las cosas ¿no?

Vicente: Sí, pero es que la mente en todo su proceso mental es de asociación, no podemos decir que exista una cosa pequeña y otra cosa grande, están enlazadas, es decir, la persona que sea capaz de extirpar completamente una cosa pequeña automáticamente puede simplificar una cosa grande porque está enlazada una cosa con la otra. Es decir, siendo psicólogos, o tratando el asunto psicológicamente, una persona que sea capaz de romper la cadena de asociaciones mentales y quede vacía completamente es la que tiene un poder mayor, al menos desde el punto de vista de un Maestro de la Jerarquía, y no porque el discípulo que llegue a este punto llegue a un estado de tal simplificación que cualquier cosa de la mente le pueda dominar, muy al contrario, porque cuando la mente del hombre se disuelve empieza a pensar con la mente de Dios, entonces ya no es un vacío la mente, no es la aniquilación sino que es la incorporación de algo substancial mayor, es la propia Divinidad.

Claro, ahí está el proceso, el desarrollo de este proceso, que técnicamente se llama el sendero, es común a todos. 

No podemos decir que se separa una cosa de la otra, todo está dentro de ese proceso, el hecho de estar aquí forma parte de ese proceso. Diréis es el karma, pero ¿el karma qué es? 
Es asociación mental también. Si queréis destruir el karma, destruid la asociación mental. Y mi pregunta es: ¿es que se puede pensar sin asociación? Sí, porque existe un pensar más allá de la mente, un pensar sin crítica, sin análisis, sin discernimiento humano, se llega a este punto a través del discernimiento, pero yo hablo de una etapa en la cual el discernimiento ya no sirve para gran cosa, porque como decíamos el sábado pasado el discernimiento se puede equivocar, la intuición jamás.

Es decir, que pensamos con la mente y en la Nueva Era hay que pensar con el corazón y, paradójicamente, hay que sentir con la mente. Es un proceso que hay que tratar de verlo con claridad, porque si vemos el asunto claro el problema del conocimiento esotérico dejará de ser un problema, no será un problema de asimilación, no será un problema de acumulación de valores sino que será un problema de simplificación constante, y en esa simplificación existe paz, existe un éxtasis, una realidad constante, y cuanto surja de esta mente es real, es verdad, tiene un poder, y este poder no es el poder del hombre, es el poder de la propia Divinidad, que puede dar su remanso en cualquier ser humano, en cualquier mente se puede depositar el valor de lo eterno y el amor de Dios en cualquier corazón solitario, y por eso digo que cuando empecemos a buscar compromisos a través de las cosas que pasan, a través de la tradición, o a través de la familia, fijaos bien.

El compromiso de la Navidad no es nada esotérico, se ha perdido el éxtasis de la Navidad, ahora es un compromiso de familia, un compromiso económico, un compromiso quizás religioso o quizás un compromiso político, pero ha perdido la frescura del propio Cristo, del nacimiento de Cristo, lo que significa el nacimiento de Cristo en la cueva de Belén, que es el nacimiento del Cristo dentro del corazón humano, y esto se ha perdido. Ahora todavía estamos acumulando valores, y sobre la tradición acumulamos otros valores que no tienen nada que ver con las tendencias de las cosas nuevas que van viniendo actualmente. Es algo sobre lo cual no es que tenga que meditarse profundamente sino tratar de verlo claro. Se ve claro cuando una persona observa con atención aquella cosa. 

Una cosa observada con atención desarrolla un secreto y la mente absorbe el secreto, y cada secreto que penetra en la mente se lleva una idea, porque el secreto es síntesis y el pensamiento es humano.

No sé, es un poco profundo, es un poco difícil de comprender, pero si os dais cuenta que cuando estáis en silencio, cuando hay recogimiento, cuando hay paz, entonces se comprende claro, porque no traficamos con la intencionalidad de las ideas sino que la idea desaparece absorbida por la vorágine de…, entonces se ve claro que se puede vivir sin pensar, sin acumular energía en el cerebro, y el cerebro que hasta aquí ha sido un condensador de tantos conocimientos y el artífice de tantas desgracias, porque el cerebro siempre se ha equivocado, el cerebro está lanzado por la mente, la mente está llena de cosas, el cerebro está lleno de células que no funcionan al ritmo trepidante que exige la Nueva Era, que exigen los nuevos tiempos...

Conferencia: Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, 24 de diciembre de 1981

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