viernes, 7 de octubre de 2016

EL LIBRO DE ORO SAINT GERMAIN (CAPITULO XXVII)


CAPITULO XXVII
VÍSPERA DE NAVIDAD (POR EL AMADO MAESTRO JESÚS) TE TRAIGO 
Amor y Saludos de los muchos que integran la Hueste Ascendida, de algunos a los que conoces, y de otros a los que ya conocerás. «YO SOY la Luz, el Camino y la Verdad»: es la campana de Navidad que todavía suena por el campo de la Actividad Cósmica. 
En la comprensión que te ha sido traída y en el significado y poder de las palabras «YO SOY» encontrarás un Círculo Encantador en el cual te podrás mover sin que ninguna operación humana discordante te pueda tocar. 
No se trata solamente de conocer la Presencia, sino de ponerla en práctica hasta en la más simple actividad; pues cuando tratas con una experiencia que no te es familiar, muchas veces te sientes tímido e inseguro, pero cuando aprendes a usar el «YO SOY» para resolver tu deseo o problema, encontrarás que tu seguridad crecerá y así la aplicarás con confianza absoluta. Debes comprender siempre que es en el «Gran Silencio» o quietud de lo externo, que el Poder Interno fluye en su creciente logro, y pronto te darás cuenta que hasta cuando pienses en el Poderoso Principio «YO SOY», sentirás un aumento de fuerza, vitalidad y sabiduría que te permitirá avanzar con un sentimiento de Maestría que algún día, de seguro, te abrirá las puertas a través de las limitaciones de la creación humana, hacia la Inmensidad de la Verdadera Libertad. 
Vemos muy a menudo en tu corazón el anhelo por una prueba, una manifestación sorprendente que te daría fuerza para seguir adelante en el camino. 
Yo te aseguro, bendito hijo de la Luz, que cualquier prueba dada fuera de tu ser es temporal; pero cualquier paso aprobado en y a través de tu propia aplicación consciente, es un logro eterno, y mientras continúes ganando la Maestría a través de tu aplicación autoconsciente no solamente estás logrando las cosas que tienes en las manos, si no que estás elevando tu conciencia también, hasta que en breve te darás cuenta que todas las barreras han caído. 
Es de esta manera que la puerta de la limitación será sellada eternamente, y así como mi forma externa fue clavada a la cruz, asimismo tú, con tu conciencia ascendente, clavas y sellas la puerta de las limitaciones autocreadas, y sientes y conoces tu dominio. Si estás vitalmente deseoso de hacer la Ascensión, yo te pido que uses la siguiente afirmación a menudo: « YO SOY la Ascensión en la Luz». 
Esto permitirá que tu conciencia salga de la maya de la creación humana más rápidamente. Es de mucha importancia que a medida que vivas dentro y aceptes plenamente el Poder Trascendente de la Presencia «YO SOY», encontrarás que no solamente la lucha externa cesa, sino que, como has entrado más profundamente en la Luz, las cosas externas que siempre has buscado ansiosamente, comenzarás a buscarlas verdadera y realmente, porque entonces te darás plena y verdaderamente cuenta de la irrealidad de la forma y su actividad transitoria. Es cuando sabrás que dentro de ti y en la Luz a tu alrededor está todo lo que posiblemente puedas desear, y lo externo que ha parecido tan importante habrá perdido su poder limitador sobre ti. Después, en las cosas externas que te vendrán, la alegre libertad se manifestará. Esta es la verdadera actividad de las cosas externas. A medida que te hagas más consciente de los Poderes Trascendentes que tienes a tus órdenes, sabrás que puedes atraer cualquier cosa que necesites sin dañar o afectar a otro hijo de Dios. 
Ésta verdad tiene que ser establecida en la conciencia, porque las almas conscientes deben saber esto firmemente, para que no se encuentren pensando a intervalos si es justo que ellas tengan éxito cuando alrededor suyo hay quienes no lo tienen; Yo te aseguro que tu máximo servicio es el obtener la Maestría y la Libertad para ti mismo. 
Entonces estarás preparado para dispensar la Luz sin ser afectado por la creación humana en la cual debes moverte. 
No te sientas nunca triste o afligido si otro Hijo de Dios no está listo para aceptar la Luz, porque si no encuentra la Luz de su propia escogencia, es solamente un escalón temporal. 
Cuando se comienza a ganar la libertad consciente del cuerpo, se comprende lo temporales que estas cosas son y la poca importancia que tienen; pero cuando se entra en la ''Conciencia Universal o Gran Actividad Cósmica, uno encuentra que entrar a la Luz es de vital importancia. 
Entonces conocerá la alegría de la Presencia Interna y Su Actividad Invencible por la cual su corazón se inundará de alegría. Poco tiempo antes de darme cuenta de toda mi Misión, la afirmación siguiente estaba vivamente ante mí: 
«YO SOY la Presencia que nunca falla o comete un error». Supe después que éste fue el poder sostenedor que me capacitó para SER la Resurrección y la Vida. 
Desafortunadamente algunas de las afirmaciones bíblicas han sido veladas por el concepto humano; de todas maneras estoy muy agradecido porque muchos han permanecido inalterados. Otra afirmación que usé constantemente por más de tres años fue: «YO SOY siempre el Majestuoso Poder del Amor Puro que trasciende todo concepto humano y me abre la puerta a la Luz dentro de Su Corazón». 
Supe después que esto intensificó grandemente mi Verdadera Visión Interna. En respuesta al deseo ansioso dentro de tu corazón, quiero decirte que durante los años de los cuales la Biblia parece no tener idea de mi actividad. 
Yo iba de sitio en sitio en búsqueda de la explicación de la Luz y la Presencia que yo sentía dentro de mí, y te aseguro, amado estudiante, que no fue con la facilidad y la velocidad con la cual tú puedes buscarla hoy. 
En aquellos tiempos, todos los que estudiábamos la Verdad estábamos muy contentos de recibir la sabiduría de las experiencias no escritas, pues por la naturaleza poco usual de éstas, se pensaba que no era armonioso ponerlas ante la multitud. Así ha sido a través de los tiempos, cuando el período de experiencias trascendentes ha comenzado a esfumarse en el ayer, y aquellos que siguieron no estaban lo suficientemente avanzados para darse cuenta de esta Verdad, ellos se han apartado de las bellas y maravillosas flores de la humanidad. Sin embargo, hoy, el Poder Cósmico Crístico, que se volvió tan real para mí, ha venido para ayudar a la humanidad. 
Este, a través de su impulso natural de expresión, está encontrando su camino prudente y seguramente en los corazones y mentes de un porcentaje de la humanidad, hasta el punto de que hay gran esperanza presente de que esta actividad capacitará para que el velo de la creación humana sea alzado; así, muchos humanos verán indicaciones y maravillas que sentirán dentro de sus corazones. 
Entonces no habrá duda o miedo que los aparte de la Verdad. Yo pasé algún tiempo en Arabia, Persia y el Tíbet, y cerré mi peregrinaje en la India, donde conocí a mi Amado Maestro, quien ya había hecho la Ascensión, aunque yo no lo sabía entonces. A través del Poder de su Radiación, revelación tras revelación vinieron a mí, a través de las cuales me daban decretos y afirmaciones que me ayudaron a contener invariablemente la actividad externa de mi mente, hasta que no tuvo el poder de molestarme o retardar mi avance. 
Fue cuando me revelaron toda la Gloria de mi Misión y el Record Cósmico Eterno que habría de dejar, el cual debía ser instituido en ese tiempo para bendición e iluminación de la humanidad que había de venir. 
Quizás están interesados en saber que éste se convirtió en un Registro Cósmico Activo muy diferente a todos los registros hechos, pues contiene dentro de sí y lo tienen actualmente, el deseo o impulso emprendedor que hace de la mente humana un imán. Esto explica los decretos y afirmaciones que yo dije y que se vuelven más vividos a través de los siglos, y con el impulso emprendedor de esta actividad asistido por la Radiación de otros Rayos Poderosos enfocados sobre la Tierra, ayudará a una gran parte de la humanidad a que se ancle de tal manera en la Verdad y su aplicación consciente, que un logro trascendente se alcanzará. 
Ningún paso tiene tanta importancia vital como es el poner ante la humanidad la sabiduría del «YO SOY» el origen de la Vida y Su Poder Trascendente que puede ser traído al uso consciente del individuo. 
Será asombroso ver cómo esta simple, pero Todopoderosa Verdad, se extenderá rápidamente en la humanidad; porque todos los que piensen en ella, practiquen su Presencia, dirijan conscientemente su energía a través del poder del Amor Divino, encontrarán un nuevo mundo de Paz, Amor, Salud y Prosperidad abierto ante ellos. 
Aquellos que comprendan la aplicación del conocimiento de «YO SOY» no serán acosados nunca jamás por la inarmonía o perturbaciones de sus hogares, mundos o actividades, porque es solamente por falta de reconocimiento y aceptación de Todo Poder de esta Poderosa Presencia, que el ser humano permite que los conceptos y creaciones humanas los perturben. 
El estudiante debe mirar constantemente dentro del yo humano y ver qué hábitos o creaciones que necesitan ser arrancados y arrojados se alojan allí, porque solamente negándose a permitir que existan hábitos tales como juzgar, condenar o criticar, puede él liberarse. La verdadera actividad del estudiante es la de perfeccionar su propio mundo, y no lo podrá hacer mientras vea imperfección en el mundo de otro Hijo de Dios. 
Se te han dado maravillosas afirmaciones para gobernar armoniosamente la vida y el mundo. 
Aplícalas con determinación y tendrás éxito. 
Otra corrección que deseas que yo haga es la siguiente: Yo no dije en la Cruz: «Padre, ¿por qué me has abandonado?». Lo que dije fue: «¡Padre, cómo me has glorificado!», y yo recibí en la Gloria al hermano que estaba a mi diestra en la cruz. 
Hay muchos de estos amados estudiantes a quienes yo conocí personalmente en el tiempo de la crucifixión y al dar este mensaje yo siento como si estuviera hablando a viejos amigos, porque en esa Gran Presencia Ascendida, los siglos son un incidente nada más y solamente nos damos cuenta del tiempo cuando entramos en contacto con eventos humanos. 
Amado estudiante que buscas la Luz tan ansiosamente: trata de sentirte en mi amoroso abrazo, trata de sentirte vestido en esa Luz tan deslumbrante como el sol de mediodía. 
Ancla dentro de tu conciencia el sentimiento de tu habilidad para hacer la Ascensión, para que cada día te acerques más y más a la Plenitud de esa Realización. Corta las ataduras de las cosas de la tierra que te tengan amarrado. Debes saber que en el Amor, la Sabiduría y el Poder que aceptas de tu Poderosa Presencia «YO SOY» está el poder que hace este servicio trascendente. 
Recuerda siempre que: «Dios en ti, es tu Victoria segura: la Presencia YO SOY que late en tu corazón es la Luz de Dios Que nunca falla, y por la aceptación de esta Presencia, tu poder para liberar su energía y dirigirla, es ilimitado». 
Es para mí una gran alegría y un privilegio el continuar en asociación con mi Amado Hermano Saint Germain, en el trabajo de mandar, a través de mi Radiación Consciente, una ayuda definida a los estudiantes que pueden aceptar la instrucción de Saint Germain. 
Esto continuara durante todo el año 1934. No me entiendas mal, «YO SOY» irradiará a toda la humanidad, pero en esta radiación a los estudiantes, tengo el privilegio de dar un servicio especial. 
En mi Amor yo te envuelvo. Con mi Luz yo te visto. Con mi Energía yo te sostengo para que puedas seguir adelante impávido en tu búsqueda de la felicidad y la perfección de ti mismo y de tu mundo. Yo confío que esto te traerá una radiación que podrás sentir a voluntad a través del año, y que tu éxito te traiga alegría sin límites. «YO SOY la Presencia Iluminadora y Reveladora manifestada con Todo Poder». JESÚS EL CRISTO
Saint Germain: Deseo transmitir mi Amor, que envuelve como un regalo a cada uno de mis amados estudiantes, porque el Amor es lo más grande que se puede dar.
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EL LIBRO DE ORO SAINT GERMAIN (CAPITULO XXVI)


CAPITULO XXVI 
CADA estudiante debe acordarse con toda seguridad que en este poder vivificante de la Presencia «YO SOY» dentro del Ser, todo lo bueno o malo es activado si hay latentes en la conciencia, rebeliones, resentimientos o la inclinación a juzgar. Quiere decirse que todo esto saldrá a la superficie para ser consumido, y yo te digo sin vacilación alguna que a menos que consumas conscientemente aquello que surge a la superficie, eso te consumirá a ti. 
Si uno nota que se está dejando llevar por la ira, debe tomar las riendas, decretar el mandato a través de la Presencia «YO SOY», declarando que aquello sea gobernado armoniosamente. Ahora, déjame recordarte otra vez que lo primordial en tu progreso es la autocorrección, y que no hay persona, lugar, condición o cosa a la que se pueda culpar por lo que uno mismo se empeñe en alimentar. Esto es imperativo para tu progreso futuro; si has llegado a un punto donde semejantes condiciones sutiles se producen, hay que ponerlas muy en claro, que se comprendan muy bien, porque si no te enfrentarás a condiciones que no podrás controlar. 
Te repito que debes estar muy animado porque los adelantos que has hecho en tu propio control y tu completa aceptación de estas grandes leyes de la vida, además de tu completa voluntad de aplicar el gran látigo de la autocorrección, porque yo te digo francamente y te hablo con experiencia, que la actividad exterior que llamamos humana tiene que ser castigada sin vacilación antes que sea traída a la sumisión del mandato Divino. Si yo te di el uso del Rayo o la Llama a través de la mano, es porque las mentes de algunos se están entonando o afinando más rápidamente de lo que está siendo elevada la estructura atómica del cuerpo. 
Esta actividad de pasar la mano por encima del cuerpo, mantendrá el balance de la vivificación de la mente y la elevación de la estructura atómica. Me agrada mucho brindar toda asistencia a los estudiantes, y lo hago con la mejor voluntad, pero hay ciertos límites que no puedo sobrepasar, porque los estudiantes tienen que avanzar por sí mismos en su conciencia; sin embargo, debo alertarlos, que no pueden ofrecerle a la Presencia «YO SOY» una atención dividida (parece que el Maestro se refiere a aquellos que entrando ya a practicar la Presencia «YO SOY» y el Cristo: Dios en vosotros, también suelen ir a consultar espiritismo y brujería), hacer lo cual equivale a mandar un chorro de energía para darle poder a estas cosas que son negativas y simplemente se está retardando el adelanto. 
Hablo por experiencia. 
No es posible dividir la atención compartiéndola entre la Presencia «YO SOY» y las cosas exteriores, si es que se desea superar más allá de lo común. No quiero causarle ningún choque a ningún estudiante, pero debo hablarles la verdad: si los amados estudiantes, que han llegado hasta este punto no son capaces de dedicar toda su atención a la Presencia «YO SOY», excluyendo toda otra forma de oración o tratamiento, se estarán cerrando la puerta de nuestra ayuda por mucho tiempo. 
Esto no pasará si los estudiantes, siguiendo las instrucciones hacen un esfuerzo sincero cada vez que la atención se les va y la regresan con firmeza diciendo: «Le doy todo Poder a mi Presencia YO SOY que soy, y me niego para siempre a aceptar toda otra cosa». 
Deseo preparar a los estudiantes, porque vendrá un momento en que no tendrán el sostén de nuestros mensajeros, sino que tendrán que apoyarse en su propia habilidad de agarrarse con mano tan firme a su Presencia «YO SOY» que siempre recibirán su gran poder sostenedor. 
Es un error, e inútil además, que algún estudiante, después de recibir meses de instrucción, se permita cada día o cada tantos días dejarse caer en depresión y en dudas del poder interior o de su habilidad para aplicarlo. Esta actitud mental infantil, si no es corregida, cerrará la puerta a la Verdad con el tiempo. Cada estudiante debe tomar una posición positiva, en el momento en que una discordia de cualquier clase pretenda entrar en su mente y debe asegurarse su dominio declarando: «YO SOY la Poderosa Presencia que gobierna mi Vida y mi Mundo y YO SOY la Paz, la Armonía, y el Valor Autosostenido que me llevan serenamente a través de todo lo que pueda confrontarme». 
Sin embargo, es tan importante que los estudiantes tengan el beneficio de los manuscritos, que debemos interrumpir la instrucción hasta que éstos sean terminados, pues es la habilidad de los estudiantes de captar lo que dicen los manuscritos, que hará que el gran Juez determine lo próximo a dársele. No podemos bajo ninguna circunstancia llevar al estudiante más allá del punto en que él se siente bien fortificado. Debo decir para la protección de los estudiantes, que si se les manifiestan ciertos fenómenos, permanezcan en calma, ecuánimes y sin impresionarse, siguiendo serenamente y no permitiendo que éstos le fijen la atención, porque en un número tan grande de ellos, no faltarán quienes hayan generado energías de estados de conciencia pasados, que puedan producirle esos fenómenos, y en ese caso deben declarar firmemente: «YO SOY la Presencia que gobierna esto y que lo utiliza para su más alta expresión y uso». 
Yo te aseguro que no necesitas desear que se produzcan manifestaciones sobrenaturales, porque el progreso natural de tu Ser, producirá abundantes manifestaciones cuando te llegue su momento; pero advierto que no me refiero a las apariciones de los Maestros Ascendidos, porque eso es algo enteramente distinto y no debe interpretarse como fenómeno. 
Ahora conviene que se haga esta afirmación: «Gran Presencia YO SOY, llévame dentro de ti, e instrúyeme y haz que yo retenga la memoria completa de estas instrucciones interiores». Como Mensajeros de la Luz, el entrenamiento que representa esta afirmación es esencial, pero no debe causar ni ansiedad ni tensión en el deseo de retener esa instrucción en la memoria, porque semejante actitud podría cerrar la memoria exterior. 
Yo no puedo menos que sonreír al ver que algunos estudiantes están a punto de experimentar cosas sorprendentes, pero confío en que siempre se mantendrán serenos sabiendo que «YO SOY la Única Eterna y Autosostenida Vida en Acción» y que se quiten para siempre de la conciencia, que existe en todo el Universo la llamada muerte. La actividad exterior de la mente y el mundo es un Maya que pasa y se mueve como las arenas del desierto, y no deben causarle a nadie ningún temor, porque «YO SOY la Vida eterna que no tiene comienzo ni tiene fin». Del corazón del Gran Silencio brota la corriente de vida incesante de la cual cada uno es una parte individualizada: 
Esa vida eres tú; eterna, perfecta, autosostenida; y los trajes con que se vista importan poco hasta el día en que llegue al punto del reconocimiento; en este momento el individuo se ha preparado para llevar el «manto sin costuras» autosostenido y radiante, con todos los colores del espectro. 
Entonces puede uno regocijarse con ese manto que es eterno, siempre radiante, inmutable, que lo separa de la rueda de causa y efecto, haciendo de él un ser únicamente de causa. 
Esa causa es la radiación del Amor Divino siempre emanando y evolucionando de su consciente, equilibrado, estabilizado, radiante centro divino, o sea, el corazón de la Presencia «YO SOY», que es juventud y belleza eterna, la toda sapiente Presencia que contiene en su autoconsciente: acción, el pasado, el presente, el futuro, que después de todo no son sino el eterno ahora. 
Así, tal es la eterna eliminación de todo tiempo y espacio. Entonces encontrarás tu mundo poblado de seres perfectos; tus edificios decorados con joyas selectas; tú de pie en el centro de tu creación («la joya en el corazón del loto») siendo sus pétalos las grandes avenidas de su actividad perfecta. 
Tal es el humilde cuadro de aquello que tienes por delante, llamándote a que entres en tu perfecto y eterno hogar y radiación. Ves tú, yo siento esa radiación gloriosa, y si logras centrarte en la Presencia del Amor Divino y mantenerte allí firmemente, ¡qué maravillosas experiencias te vendrán si pudieras tan sólo dejar afuera la interferencia de la actividad exterior mental! , En cuanto uno tome la actitud de «YO SOY la Presencia del Amor Divino en todo momento», hará esas cosas , maravillosas. El uso de esta afirmación, si se siente, cierra la puerta en todos los momentos a las actitudes exteriores de la mente. La solución de cada problema está " siempre a la mano porque la Presencia «YO SOY» siempre contiene todas las cosas dentro de ella. Una demanda es impulsar a la petición a que se manifieste. «YO SOY» es el principio activo inteligente dentro de nosotros, el corazón de nuestros seres, el corazón del planeta y el corazón del sistema. No puedo reprimirme de recordarte de nuevo, porque ellos deben siempre saberlo, que cada vez que dices «YO SOY», estás liberando una materia prima autosostenida, todopoderosa, única e inteligente energía. Persiste y entrarás en una condición suprema y maravillosa. Cuando tú miras al Sol Físico, en realidad estás mirando al gran Sol Central, al propio corazón de la Presencia «YO SOY». Debes tomar la determinación incondicional de que «la Presencia YO SOY gobierna completamente este cuerpo físico y lo obliga a la obediencia». Cuanta más atención le des a tu cuerpo físico, más se hace dueño y más te pedirá y continuará ordenándote. Cuando el cuerpo físico está crónicamente enfermo o continuamente manifestando disturbios comprueba que se le ha dado atención especial por un largo período de años a una u otra perturbación y nunca mejorará hasta que no se tome la actitud positiva y se le obligue a la obediencia. 
Tú puedes positivamente producir lo que quieras de tu cuerpo si fijas tu atención en la perfección de él, pero no permitas que tu atención descanse sobre sus imperfecciones. 
Para la ascensión: «YO SOY la Presencia que ordena». 
Usa esto a menudo porque aquieta la actividad exterior de modo que te centras en la actividad del amor. 
En el instante en que tú sientas algo discordante, voltea para otro lado; tienes el cetro de Poder en tu conciencia; ahora, ¡úsalo! Tú tienes que seguir la orden de Jesús, no mires a ningún hombre de acuerdo con su carne. 
Esto quiere decir exactamente que no reconozcas imperfección humana en pensamiento, sentimiento, palabra o actuación. Algo muy poderoso en los problemas es la simple conciencia de «Dios en mí. Presencia YO SOY, manifiéstate, gobierna y resuelve esta situación armoniosamente». Obrará milagros, pues el todo es invocar instantáneamente la Presencia «YO SOY» y ponerla a trabajar. Jesús dijo: Pide y recibirás; busca y encontrarás; toca y te será abierto. 
Dile, pues, a tu Ser Divino «¡Óyeme, Dios! Ven acá y cuídame esto». Dios quiere que tú lo pongas a trabajar. Esto abre el flujo a la energía Divina, la inteligencia y la sustancia que salta a cumplir la orden.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo-5º


CAPÍTULO 5
El arte de amarse a sí mismo 
Hay muchas formas en las que te puedes amar a ti mismo, y todo aquello que te sucede es una oportunidad de tener una experiencia amorosa. Visto desde la perspectiva correcta, cualquier cosa puede proporcionarte una ocasión para amarte a ti mismo. Cuando parezca que las cosas van en contra tuya, sólo suceden para mostrarte los obstáculos contra los que usar tu poder. Estoy seguro de que si te pidiera que hicieras una lista de cosas que fueran afables contigo mismo, serías capaz de pensar en muchas. Hay una parte de ti que te recuerda que no estás realizando ninguna de esas cosas, y entonces se inicia una batalla. Esta guerra interior puede llegar a ser muy agotadora y hacer que te equivoques no representa un uso correcto de la energía. Amarte a ti mismo significa aceptarte tal como eres ahora No hay excepciones al contrato; es un acuerdo contigo mismo para apreciar, convalidar, aceptar y apoyar lo que eres en este momento. Significa vivir en el momento presente. Muchos de vosotros miráis hacia el pasado con pena y pensáis en cómo podríais haber manejado una situación de una forma más elevada, y os imagináis que si hubierais hecho esto o aquello, las cosas habrían funcionado mucho mejor. 
Algunos de vosotros miráis hacia el futuro para haceros inadecuados tal como sois ahora. El pasado puede ayudarte si recuerdas las veces en que tuviste éxito, creando así imágenes positivas, y el futuro puede ser tu amigo si comprendes que, al imaginártelo, estás creando una visión de cuál es el próximo paso a dar. No te equivoques por el hecho de no haberlo alcanzado todavía. Es importante amar quien eres ahora, sin ninguna reserva. 
Amarse a sí mismo está más allá de las ataduras y la imparcialidad. Existís en cuerpos físicos y cada uno de vosotros tiene un foco al que llamáis el «yo». Se os ha dado el «yo» para que podáis separaros de un conjunto mucho mayor y experimentar una parte particular del ser. 
Todo lo que has experimentado hasta ahora es aquello por lo que naciste para aprender. Tanto si lo etiquetas como bueno o como malo, eso es lo que compone tu ser, tu singularidad y propósito. Si pudieras verte desde mi perspectiva, te verías a ti mismo como un cristal con muchas facetas. 
Cada uno de vosotros es completamente diferente, una combinación única de energía. 
Cada uno de vosotros es hermoso, especial y único, como cada cristal. Reflejas la luz de una forma única, por lo que tu aura varía de aquellos que te rodean. 
Si pudieras apreciar tu singularidad ver que el camino que has elegido es diferente del camino elegido por cualquier otro, te resultaría mucho más fácil distanciarte de los puntos de vista de los demás y seguir tu propia guía. Una de las formas de amarse más a sí mismo consiste en dejar de compararte con los demás. Aunque formas parte de un todo, también eres un individuo en sí mismo, con tu propio camino que recorrer. Los sistemas de creencias de grupo y de familia que has aceptado como tuyos pueden ser obstáculos para el amor que te debes a ti mismo. «Todo el mundo dice que es bueno meditar», puedes oír decir a los demás, por lo que te sientes mal si no lo haces así. 
El desafío de amarse a sí mismo consiste en dejar de lado todo aquello que se te haya dicho y preguntarte: «¿Encaja eso conmigo? ¿Me aporta alegría? ¿Me siento bien cuando lo hago?». En último término, es tu propia experiencia lo que cuenta. Existe la tentación de convertir a otra persona o cosa en algo así como un libro de autoridad, y dejar de lado tu propia capacidad para decidir lo que es bueno para ti. 
Se obtiene mucho beneficio de estar con los maestros, pero sólo en la medida en que aprendas a aportar información y crecimiento para ti mismo. 
Yo existo para abrir puertas para ti; no deseo privarte de tu poder, sino dártelo. Cuando estás con maestros, con cualquier persona a la que hayas convertido en una autoridad en tu vida, aunque sólo sea un amigo, cuestiona y escucha cuidadosamente aquello que dice el otro. Quizá aceptes lo que dice como la verdad por lo que es muy importante que te preguntes si lo que dicen los demás es cierto sólo para ellos o si se trata de algo bueno también para ti. 
Amarse a sí mismo significa alejarse de la culpabilidad Hay una tremenda culpabilidad en esta sociedad. Muchas de las conexiones que existen entre las personas proceden del plexo solar, del centro de poder, a partir del cual las personas tratan de persuadir, convencer, controlar y manipular a los demás. Amarse a sí mismo significa alejarse de esa clase de relación. 
Y para hacerlo así necesitarás desprenderte de la culpabilidad. Si no participas en el mismo juego en el que intervienen quienes te rodean, es posible que ellos se sientan amenazados. 
Desean que pienses y actúes en ciertas formas concretas que encajen en sus imágenes, por lo que tratan de ganar poder sobre ti a través de la culpabilidad. 
A menudo, los padres no conocen otra forma de conservar el control; utilizan la culpabilidad, la cólera y la retirada del amor para dominar a sus hijos. Cuando te sientes fuerte y a cargo de tu propia vida, puedes actuar desde el corazón. 
Cuando sientes que te falta el control, quizá pienses que tienes que manipular o participar en luchas por el poder para conseguir lo que deseas. 
Quizá creas que tienes que presentar excusas por tu comportamiento o decir mentiras inocentes para proteger los sentimientos de otras personas. Cuando actúas de esa manera no te estás amando a ti mismo; en lugar de eso envías a tu subconsciente un mensaje en el que se dice que quien eres no es suficiente o aceptable para otras personas. 
Si deseas ser libre es importante no manipular tampoco a los demás, sino darles su libertad. Al principio, si das a los demás el derecho a hacer lo que les plazca con su vida, es posible que te sientas como si hubieras perdido una cierta medida de control. Pero entonces habrás creado entre ambos un nivel completamente nuevo de honestidad y amor que no podría producirse sin tu valor y predisposición a abandonar el control. Puedes aprender a distanciarte de las reacciones de los demás y de tus propias emociones si éstas te alejan de un centro sereno y claro. Amarte a ti mismo significa afirmarte con compasión. Cuando estás dispuesto a demostrar a los demás quién eres, les abres la puerta para que ellos también expongan quiénes son verdaderamente. El juicio se interpone como un obstáculo para amarse a sí mismo. Cada vez que emites un juicio, separas. Cuando te formas opiniones sobre otra persona, la miras y dices, por ejemplo: «Esta persona parece perezosa, o un fracaso, o lleva puestas unas ropas terribles», estás enviándole a tu subconsciente el mensaje de que el mundo es un lugar donde es mejor actuar de determinadas formas si quieres ser aceptado. 
Al rechazar a otras personas mediante tus juicios, has establecido en tu propio subconsciente el mensaje de que sólo te vas a aceptar a ti mismo bajo ciertas condiciones. Eso conduce a un diálogo interno de autocrítica. 
También puede hacer surgir muchas imágenes negativas de ti mismo, procedentes del mundo exterior, ya que una vez que envías estas imágenes has creado un camino para que éstas vuelvan a ti. 
Observa los mensajes que emites hacia otras personas. ¿Las aceptas cariñosamente, sin criticarlas o rebajarlas? ¿Les sonríes? ¿Eres afable, les permites que se sientan bien consigo mismas, o permaneces sentado sin reconocerlas? Si las aceptas, aunque sólo sea telepáticamente (es decir, en tu propia mente), las estás ayudando a encontrar su yo mismo superior. 
Además, también encontrarás a otras personas que te aceptan más cariñosamente. Tus creencias sobre la realidad crean tu experiencia de ella Puede suceder de formas muy sutiles. 
Si crees que la gente no te acepta como eres, que debes hacer intensos esfuerzos por agradarles, entonces atraerás a tu vida precisamente a esa clase de personas. 
Quizá descubras que terminas por ver a los amigos en ocasiones en que se sienten cansados y no predispuestos a dar. Aquello que creas que es cierto acerca de tus amigos o de cualquier otra persona que haya en tu vida, ésa será la experiencia que te crearás de ellos. 
Si dices «esta persona es cálida y afectuosa hacia mí», eso es lo que crearás en la relación. Para avanzar hacia un sentido superior del amor por sí mismo, empieza por identificar lo que consideres como hechos acerca de la forma en que funciona el mundo. Si crees que el mundo es frío y despreocupado, o que debes esforzarte mucho por conseguir todo aquello que consigues, entonces esa convicción se interpone entre tú y el amor por ti mismo. Una creencia es aquello que consideras como una verdad sobre la realidad. 
Quizá digas: «Es un hecho que si sonrío a la gente, ésta me sonríe a mí», pero eso puede ser una realidad para ti y no serlo para otras personas. De hecho, y debido a esta creencia, es posible que elijas subconscientemente sonreír sólo a aquellas personas que te devolverán la sonrisa. 
Si creyeras que la gente nunca te sonreiría, te fijarías automáticamente en personas que, al sonreírles, no te devolverían la sonrisa. 
Si deseas experimentar un mundo que sea atento y que apoye tus imágenes de amor hacia ti mismo, empieza por buscar qué es lo que te dices a ti mismo sobre el mundo. Puedes cambiar tus encuentros con la gente y el mundo al alterar lo que esperas. Se ha llegado a decir: «Es posible que el mundo no sea justo, pero es exacto», y eso significa que lo que recibes es exactamente lo que esperas y lo que estás convencido que recibirás. Si estás en una profesión en la que «sabes» que es difícil ganar dinero, y te dices a ti mismo:
«No hay mucha gente que gane dinero con lo que yo hago», crearás eso como un hecho para ti mismo. 
Mantienes una cierta visión de la realidad y esa será tu experiencia, no sólo para tu carrera profesional, sino también para la de otros que conozcas en tu mismo campo. 
Todo lo que necesitas hacer es alterar lo que esperas que suceda y experimentarás un mundo diferente. 
Otra cualidad del amor hacia sí mismo es el perdón. 
Algunos de vosotros os aferráis a viejos temas, sentís la cólera una y otra vez. Quizá se trate de una cierta irritación contigo mismo o con otro que te ha dejado en la estacada. 
El yo superior conoce el perdón. Si hay algo a lo que te aferras, entonces lo mantienes dentro de tu aura. La persona por la que estás loco se ve afectada, pero no tanto como te verás afectado tú. Cualquier cosa que lleves en ti hacia otro se encuentra en tu aura y actúa como un imán que atrae más de lo mismo. 
Hay indudables y definitivas razones para el perdón, porque el perdón limpia y cura tu aura. El amor por sí mismo también supone humildad que es la autoexpresión del corazón y no del ego. 
La humildad dice: «Estoy abierto. Estoy dispuesto a escuchar. Es posible que no tenga todas las respuestas». La humildad es una de las cualidades que te permitirán recibir más, pues la humildad implica apertura. 
No supone una falta de autoconfianza, sino una gran cantidad de fe y confianza en ti mismo. 
Sólo aquellos que se sienten a gusto consigo mismos pueden expresar humildad Quienes actúan de la forma más arrogante y fríamente segura son aquellos a los que les falta esas mismas características que intentan proyectar. 
Las personas que se quieren a sí mismas se presentan como cariñosas, generosas y afables; expresan la confianza en sí mismas a través de la humildad el perdón y la inclusión de los demás. Si conoces a personas que parecen ser muy sabias y que, sin embargo, rebajan a los demás, rechazan a los amigos, hacen que la gente se sienta mal consigo misma, puedes estar seguro de que no se aman a sí mismas, por muy elevadas que sean sus palabras o al margen de lo que enseñen. 
Amarse a sí mismo supone fe, confianza y creencia en lo que se es, y la voluntad de actuar de acuerdo con ello. No es suficiente con sentir esa fe y confianza; también se necesita experimentarla en tu mundo exterior. 
Eres un ser físico y la alegría procede de ver a tu alrededor aquellas cosas que expresan tu belleza interior: un jardín, flores, árboles, tu casa, el océano. 
Todas éstas son las recompensas de actuar de acuerdo contigo mismo, de confiar en ti, de seguir tu camino y tu visión con acción. El desafío último del amor por ti mismo es actuar en consonancia con ello, hablar a las personas para animarlas y crear en el mundo tu propio cielo en la tierra. 
No es suficiente con dar e irradiar amor; amarte a ti mismo también procede de recibir amor. Si ofreces amor a todo el mundo, pero los demás no lo reciben, entonces no tiene lugar a donde ir. Haces a todos un gran servicio al estar dispuesto a recibir su amor. Uno de los mayores dones que puedes dar a los otros es abrirte a su amor por ti En cualquier relación entre hombre y mujer, o entre dos hombres o dos mujeres, se tendrá éxito en la medida en que cada uno recibe el amor del otro. Aunque entregues el cien por cien, si la otra persona sólo recibe el cincuenta por ciento, lo que le ofreces se ve reducido a la mitad. Si lo que devuelve es sólo el cincuenta por ciento, y si sólo puedes recibir el cincuenta por ciento de eso, lo que recibes en conjunto es el veinticinco por ciento, y así sucesivamente. 
El resultado es que cada uno de vosotros experimenta menos y menos amor. Para experimentar un mayor amor en tu vida debes estar dispuesto a recibir dones de los demás, ofertas de amor, de amistad y apoyo. Si deseas introducir tu yo superior en tu vida de una forma cotidiana y aumentar el amor por ti mismo, toma una característica de tu alma y, cada vez que tengas un momento, piensa en ella. 
Algunas de esas características son: paz, aprecio, humildad armonía, alegría, agradecimiento, salud, abundancia, libertad, serenidad, fortaleza, integridad, respeto, dignidad, compasión, perdón, voluntad luz, creatividad, gracia, sabiduría y amor. 
Al tomar esas cualidades y reflexionar o meditar en ellas, las magnetizarás hacia tu aura, las aumentarás y atraerás el reconocimiento de ellas hacia ti por parte de otras personas. Aquello que pienses, eso es lo que eres. Si cada día tomas una de las cualidades del yo superior, reflexionas sobre ella y te identificas con ella, la crearás como una experiencia de ti mismo. El amor por ti mismo implica respetarte y vivir con un propósito superior. Cuando aumentas el valor de ti mismo, de tu tiempo, tu amor y tu visión, también lo harán los demás. Antes de ver a tus amigos, pregúntate cuál es el más elevado propósito que podéis crear juntos. ¿Te has encontrado alguna vez en casa de alguien con deseos de marcharte, pero vacilaste al no querer herir sus sentimientos? Si ha sido así, estabas valorando más al otro que a ti mismo. 
Le estabas transmitiendo el mensaje telepático de que no tiene por qué respetarte a ti y a tu tiempo, y no debería sorprenderte que al cabo de un rato el otro lo considerara como algo garantizado. 
Cada vez que te valoras y te respetas a ti mismo, que hablas con verdad acerca de lo que eres y que emprendes las acciones apropiadas, no sólo evolucionas sino que también ayudas a los otros mediante tu ejemplo. 
La incapacidad para decir «no» a la gente refleja un punto de vista del mundo en el que se afirma que los sentimientos de los demás son más importantes que los tuyos, que sus derechos son más significativos y que deberían ser considerados en primer lugar. Cuando lo haces así creas bloqueos de energía dentro de ti mismo, refuerzas el resentimiento, el enfado y el daño, que entonces se asientan en tu aura y atraen más de lo mismo. 
El amor por ti mismo procede del corazón, y se muestra en ser afable y en dar un amor incondicional. 
Algunos creéis que el amor por sí mismo significa actuar poderosamente, utilizar la voluntad de una forma agresiva que niega los derechos de los demás. Has visto a personas que se salen con la suya y a las que no les importa el efecto que eso cause en los demás. Dices que son despiadadas. 
A menudo, de una forma similar, tú también puedes ser agresivo contigo mismo, con una parte de ti mismo dominando y controlando las otras partes. A veces, la voluntad actúa como si fuera un enemigo, y trata de forzarte, dirigirte y obligarte a hacer ciertas cosas. 
Puedes percibirla como un padre, que está sobre ti. 
Para empeorar las cosas, quizá pienses que aquellas cosas que te obliga a hacer son para tu más elevado bien. 
Por ejemplo, quizá te censures constantemente por no ser más organizado, o por no empezar algo que estás retrasando. 
Quizá hagas enormes listas de cosas que hacer y luego te sientas mal si no las has hecho. Eso es apropiado para la voluntad pero incorrecto para todo lo demás que hay en ti, aquello que se resiste a la dirección que quiere seguir la voluntad. 
En ese caso, estás utilizando la voluntad contra ti mismo. 
Es posible que tu yo superior haya creado la resistencia para impedirte hacer ciertas cosas, y que te esté dirigiendo hacia otras puertas. Si la utilizas en conjunción con el corazón, para ayudarte a seguir un camino que ames, tu voluntad te ayuda a aumentar el amor por ti mismo. La voluntad puede ser quien dirija la atención. Cuando va unida con aquello que amas hacer, no hay fin a lo que es posible ni límites a lo que puedes trascender. ¿Has observado que cuando amas hacer algo, como por ejemplo tu afición favorita, podrías trabajar durante horas sin fin y podrías pasar fácilmente sin distracciones? 
La voluntad es una fuerza como un río con el que puedes fluir o en el que puedes intentar nadar contra la corriente. Puedes utilizarla para atraerte e invitarte a ti mismo hacia su camino superior, o para castigarte constantemente por transgresiones aparentes. ¿Qué sistema te motiva a ti? ¿Te ayuda tu voluntad a aumentar el amor por ti mismo al enfocarte hacia tu camino de elevado propósito y a crear la intención y la motivación para la acción? finalmente, pero no menos importante, no te tomes demasiado seriamente a ti mismo Ríe y juega. Si algo no sale del todo bien, no es el fin del mundo. La cualidad del humor es quizá una de las mayores puertas que se abren al amor por ti mismo. La capacidad para reír, para sonreír a los demás, y para situar tus problemas en la debida perspectiva es una habilidad evolucionada. 
Quienes proceden de un nivel elevado de amor por sí mismos suelen tener buen humor, un gran ingenio, y amor para hacer surgir las ganas de juego infantil que hay en los demás. 
Están dispuestos a ser espontáneos, a encontrar con frecuencia razones para sonreír, son capaces de hacer que los demás se sientan cómodos y felices consigo mismos. 
Esta semana, al mirar a las personas que hay en tu vida, pregúntate (y hazlo sin prejuzgar): ¿se aman estas personas a sí mismas? Si experimentas dificultades con ellas, observa el área en la que surgen los problemas y pregúntate: ¿se aman a sí mismas en este área? Envíales compasión que puedan utilizar para crear su más elevado bien, y disfruta del amor que acabas de enviarles, pues regresa hacia ti, para que tú también lo utilices para tu más alto bien. El arte de amarse a sí mismo. HOJA DE JUEGO 
1. ¿Cómo sabrías si estás actuando o pensando de una lo: que significa amarte a ti mismo? 
2. ¿Cómo sería el mañana si todo aquello que hicieras un acto de amor por ti mismo? 
3. ¿Cómo serían tus acciones si te amaras a ti mismo en los siguientes aspectos: tu cuerpo físico, tu relación íntima, tu trabajo o carrera profesional? 
4. ¿Qué harías mañana si te amaras a ti mismo en tu relación, tu trabajo y tu cuerpo físico? Anota tres acciones específicas que emprenderías para cada uno de estos tres aspectos.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo-4º


CAPÍTULO 4 
Cambiar lo negativo en positivo 
La habilidad para ver todas las situaciones, personas y acontecimientos desde una perspectiva positiva te ayudará a salir de las formas de pensamiento masificado y de los niveles más densos de energía, para situarte en tu camino de la alegría. Puedes aportarlo a aquellos con quienes estás asociado, convencido de que todo sucede por su bien. 
Es habitual oír a la gente que se queja, habla de ser víctimas, o sigue y sigue hablando de las cosas negativas que les han sucedido. La mayoría de las cosas de las que se habla o sobre las que se comunica algo, en la televisión, en las conversaciones de los restaurantes, los autobuses y los lugares públicos, giran alrededor de lo que está mal y de lo malo. Se ha desarrollado una forma de pensar y de relacionarse con los demás en la que aparecen fuertes tonos exagerados de rectitud, de lo correcto y lo incorrecto, y en la que se suele resaltar aquello que es incorrecto. La raíz de ello se encuentra en vuestro sistema de polaridades, en el que algo tiene que ser bueno o malo, positivo o negativo, estar arriba o abajo. 
Cambiar lo negativo en positivo forma parte de la propagación de la creencia en un bien superior. Como quiera que existís en un sistema de polaridades, no puedo hablar de una forma significativa sin utilizar esa misma estructura, así que emplearé ese sistema para comunicarme con vosotros. 
Podéis haceros cargo de la responsabilidad de educar a aquellos con los que entréis en contacto acerca de las razones positivas por las que les suceden las cosas que les suceden. Si quisieras ser consciente del bien superior que ocurre en tu vida, debes estar dispuesto a librarte de una perspectiva limitada y a ampliar la visión de tu propia vida Tu pasado actúa en muchos sentidos como un ancla hasta que lo sueltas y te liberas de cualquier creencia negativa sobre él o de sus recuerdos. Algunos de vosotros tuvisteis en el pasado relaciones que tenéis la impresión de no haber manejado de la mejor forma que pudisteis. Quizá haya una vieja herida en vuestro corazón o una sensación de haber sido abandonado. Puedes retroceder y cambiar los recuerdos negativos al fijarte en los dones que los demás te entregaron y al ver el bien que tú les hiciste. 
Entonces, puedes transmitir telepáticamente perdón y amor a esas personas a la edad que tenían cuando las conociste. 
Al hacerlo así, te curarás a ti mismo y a otros. 
La curación también se producirá en el momento presente y borrará cualquier proyección de pautas negativas que haya podido hacerse en tu futuro. Empezaré por hablar del pasado, pues muchos de vosotros guardáis imágenes negativas sobre vuestros pasados. Cada día estáis creciendo, evolucionando y aprendiendo nuevas formas de manejar vuestra energía y, sin embargo, de no haber sido por aquellos incidentes que ocurrieron en vuestro pasado no habríais podido ser quienes sois ahora. Todo lo que ocurre tiene la intención de ayudarte a moverte hacia un yo más grande Ahora que has alcanzado un nuevo nivel del ser, quizá te sientas tentado de mirar con pena hacia atrás, al pasado. Quizá se te ocurran muchas formas más elevadas y cariñosas con las que podrías haber manejado las cosas. Pero esos mismos incidentes te aportaron el crecimiento que ahora te permite ver una mejor forma de hacer las cosas. Es posible que algunas lecciones fueran más dolorosas que otras, dependiendo de lo dispuesto que estuvieras a afrontarlas. Cuando hablo de ampliar tu ámbito de visión, hablo de ser capaz de alejarse del tiempo presente y ver tu vida como un todo, antes que como una serie de acontecimientos inconexos entre sí. Cuando yo, como Orín, veo a una persona, me sitúo sobre toda su vida y contemplo cada incidente no como un acontecimiento aparte, sino como parte de todo un camino vital. Tú también tienes la capacidad para hacerlo así. Quizá te resistas a ello, o no te sientas predispuesto a tomarte el tiempo y, sin embargo, te esperan grandes dones si estás dispuesto a ver tu vida desde una más amplia perspectiva. 
Para volver a enmarcarse en lo positivo, la mente consciente necesitará ver la imagen más amplia. El cuerpo espiritual observa esa imagen más amplia. Puedes aprender a adoptar una más amplia perspectiva y a salir del cuerpo emocional y mental. Eso te ayudará a ver tu vida de una forma positiva. 
Los cuerpos emocionales de la mayoría de las personas son mucho más jóvenes que sus cuerpos espirituales o mentales, y son los que más se encuentran atrapados en la energía densa. 
El nivel emocional de la mayoría de la gente está evolucionando, pero todavía es joven. 
No se ve ayudado en su evolución por los actuales sistemas de creencias basados en el temor y el pesimismo. 
Es nuestra intención aportar optimismo y esperanza, mediante el mantenimiento de un foco constante de paz y de amor, a la atmósfera emocional y a los sistemas de creencias de la gente. 
A menudo, los periódicos y los medios de comunicación transmiten un sentimiento de condenación que impregna las imágenes mentales y los tonos de los sentimientos emocionales de la sociedad. Mientras yo hablo de volver a enmarcaros en lo positivo, añadiré que hay buenas razones que explican por qué está sucediendo eso. Si observáis la sociedad occidental desde una perspectiva más amplia os veréis a vosotros mismos como una raza que está cambiando el camino en el que estáis debido a esos mensajes basados en el temor. 
La gente responde a ciertas clases de mensajes, y la mayoría reacciona ante los negativos que se emiten, incluyendo aquellos que amonestan y aquellos otros que ponen en marcha el temor. Ahora mismo habéis decidido, como raza, que el temor funciona con mayor efectividad que la esperanza a la hora de cambiar a la gente; y, sin embargo, una vez que se produzca el reflujo de la marea habrá llegado el momento de que surjan nuevas comunicaciones de esperanza y de optimismo. 
Si miras a tu alrededor, a la sociedad a la que perteneces, te darás cuenta de la forma en que habla la gente, verás las formas que están aprendiendo acerca de su energía. 
Emite hacia ellos tu creencia de que también ellos pueden experimentar el crecimiento de modos positivos. Hay ahora mismo algunos sistemas de creencias que están experimentando un cambio y los mencionaré para que puedas ayudar a hacer surgir más rápidamente estos sistemas superiores de realidad. Uno de ellos es la creencia de que el crecimiento se logra mediante el dolor y la lucha. Pues bien, se trata de una creencia que os preparáis para abandonar a nivel masivo. 
No obstante, todavía hay muchos que no están preparados para existir sin dolor y sin lucha, así que se les debe permitir vivir en ese ámbito hasta que estén dispuestos a avanzar. 
Existe la creencia masiva de que el mundo exterior es más importante que el mundo interior, y eso también está experimentando un cambio. 
Hay una creencia masiva en la escasez, en que no hay suficiente para todos. Es una de las creencias subyacentes de vuestra civilización y ha sido siempre fuente de competencia y de luchas por el poder. Aquí no interviene ningún juicio negativo, sino sólo la observación de que la gente aprende en ciertas formas que hacen que la vida sea dura para ellos. Puedes encontrarte en la vanguardia de las nuevas formas de pensamiento, así que llamo tu atención hacia las creencias masivas en las que existes. Una vez que las reconozcas, podrás elegir si quieres estar de acuerdo con ellas y deseas vivir en consonancia con ellas o no. ¿Estás dispuesto a creer en ideas de abundancia, de validación del mundo interior y de aprender a crecer a través de la alegría? Empezando por tu propio pasado, piensa en una época en la que ocurrió algo que no comprendiste. 
Ahora, al mirar hacia atrás, como adulto, como ser de mayor edad, más maduro, puedes comprender con exactitud por qué atrajiste aquel incidente hacia ti y qué aprendisteis de él. 
Al mirar hacia atrás, con la imagen más grande en la mente, te darás cuenta de que cuando no conseguiste lo que creías desear, hubo una razón para no conseguirlo. Quizá el no conseguirlo terminó por cambiar el camino de tu vida. 
Quizá el haberlo conseguido te habría retenido de alguna forma, o quizá se trató de algo que deseabas de una parte más pequeña y menos evolucionada de ti mismo. 
Al mirar hacia atrás y contemplar tus recuerdos, al revisar las relaciones del pasado y los caminos profesionales (incluso aquellos que todavía sigues pero que te dispones a dejar), comprenderás cómo te sirvieron. Lo que tienes ahora no habría sido posible sin aquellas experiencias. 
No se puede dejar algo hasta que no se ama. 
Cuanto más se odia algo, tanto más atado se está a eso, y cuanto más se ama algo, más libre se es. Así, al amar tu pasado, te ves libre de él. Si puedes pensar en tu niñez y en tus padres y darte cuenta de que fueron perfectos para el camino en el que estás, te habrás librado de los efectos de tu pasado. 
Puedes creer que elegiste a tus padres, relaciones y profesiones de modo que pudieras estar donde estás ahora. 
Al cambiar los recuerdos negativos y convertirlos en comprensión positiva, tienes la posibilidad de dirigirte con mayor rapidez aún hacia tu nuevo futuro. Puedes librarte del pasado amándolo Cada vez que piensas en un mal recuerdo que te hace sentir lástima por ti mismo, o mal por la forma en que actuaste, o que hace que te veas como una víctima, o tener una imagen negativa de ti mismo, ¡alto! Mira cuánto bien creaste a partir de aquella experiencia. Es posible que aprendieras tanto de ella como para no volver a producir jamás ese mismo comportamiento en tu vida. 
Es posible que, gracias a aquella situación, cambiaras tu camino. Pudo haberte aportado una conexión importante o haberte ayudado a desarrollar nuevas cualidades y rasgos de la personalidad. Es posible que hayas servido y ayudado a otras muchas personas en ese trabajo. 
Quizá tus padres desarrollaron tu fortaleza o tu voluntad interna, al crear obstáculos para que tú los superaras. 
Las personas que desean desarrollar su musculatura, por ejemplo, utilizan pesos contra los que empujar. Tus padres pudieron haber actuado como una especie de «peso» para que tú empujaras contra él y desarrollaras tu fortaleza interna. Todo lo que ocurrió en tu pasado sucedió para tu propio bien. Si pudieras creer que el universo es afable, que siempre te está ayudando a crear tu bien más superior, podrías vivir una vida de mayor paz y seguridad. 
Contempla tu presente existencia en el tiempo. 
Si desearas ver una imagen más amplia podrías sentarte e imaginar que te diriges hacia el futuro. Si te encuentras ante un nuevo desafío, uno para el que todavía no hayas adquirido las necesarias habilidades, imagínate yendo hacia el futuro y uniéndote con tu yo futuro para atraer hacia ti el conocimiento que contiene el mismo futuro. 
Es posible que no acuda a tu conciencia hasta el momento en que lo necesites, pero la energía y el conocimiento que puede enviarte tu mismo yo futuro es capaz de hacer que parezca más fácil aquello por lo que tengas que pasar hoy. 
Si te enfrentas a decisiones o problemas, imagínate dentro de cinco años mirando hacia atrás, hacia el día de hoy, y viendo la imagen general. Luego, establece un vínculo con ese yo del futuro, pues desde esa perspectiva sería mucho más sencillo saber qué debes hacer hoy. Podrías imaginar incluso que eres ese yo futuro y hablar a tu mismo yo de hoy desde esa perspectiva futura. 
Podrías reconciliarte con las cosas, diciéndote a ti mismo por qué tienes que pasar por lo que estás experimentando, y afirmar ante tu yo presente la corrección de todo lo que está sucediendo ahora. Tu yo futuro es real y sólo se halla separado de ti por el tiempo. Puede hablar contigo y ayudarte a saber lo que es correcto hacer ahora, cómo llegar hasta donde deseas llegar incluso más rápidamente. 
Cuando imaginas tu futuro no creas que serás el mismo que eres ahora Serás mucho más evolucionado, sabio y expandido; los problemas que existen ahora en tu vida habrán quedado resueltos. Los problemas crean un foco de atención. 
Se los etiqueta como problemas porque todavía no has encontrado una solución para ellos, como tampoco se ha activado o madurado aún esa nueva parte de ti que sabe cómo afrontar la situación con efectividad. 
A menudo, creas problemas para originar nuevas formas de comportamiento y evolucionar partes de ti mismo. 
Puedes hacerlo sin crear crisis, prestando atención a los susurros de tu mente y dedicando un tiempo a imaginarte a ti mismo en el futuro. Puedes atraer hacia ti nuevas imágenes de ti mismo, de quién deseas ser, pero también querrás estar dispuesto a liberarte de situaciones y cosas en tu vida que no encajan con esas imágenes. El cuerpo emocional tiene mucho que ganar al volver a enmarcar todo en lo positivo, pues cada vez que te dices a ti mismo una palabra negativa o que te haces daño a ti mismo, tu cuerpo emocional cambia su vibración y desciende tu energía. 
Cuando la vibración se hace más baja tu magnetismo cambia y entonces atraes hacia ti a personas y acontecimientos que amplifican aún más esa disminución de la energía. 
Una vez que aceptas la responsabilidad y sintonizas tu conciencia con pensamientos más elevados, creando así imágenes gozosas en tu mente, puedes elevar la vibración de tu cuerpo emocional. 
Entonces, querrás tener en tu vida personal a la gente que contribuya y comparta esos sentimientos elevados. 
Sin embargo, si te das cuenta de que la gente a la que conoces se siente constantemente deprimida o enojada, o en un estado emocional negativo, pregúntate qué creencia abrigas como para pensar que es bueno para ti estar en ese ambiente personal. 
La mayoría de personas tiene hábitos y pautas en sus relaciones personales que se repiten a sí mismas, independientemente de con quién estén. Si estás dispuesto a liberarte de esas pautas, encontrarás muchas formas nuevas de profundizar en los lazos existentes entre tú y los demás. Si centras la atención en algo equivocado con otra persona, puedes hacer que la equivocación sea mayor aún. Las cosas que antes funcionaban en tu relación empezarán a no funcionar. Por otro lado, si enfocas la atención en sacar a relucir el bien de los demás, en ver su belleza y en hablarles de lo que amas en ellos, encontrarás que aquellas áreas que antes te causaban problemas empezarán a resolverse por sí mismas, incluso aunque no hayas trabajado directamente en encontrar soluciones. Cuanto más centréis la atención sobre los problemas que haya entre vosotros, o lo que haya de malo en los demás, tanto más descubriréis que las relaciones van cuesta abajo. 
Cuando las personas se conocen por primera vez se centran tanto en lo bueno que hay en cada una de ellas que, según decís, lo ven todo de color de rosa. Ese es un gran don para cada uno de vosotros, pues en la medida en que cada uno presta atención a lo bueno que hay en el otro, se ayudan mutuamente a crearlo. Amar a los demás es un compromiso de tener una elevada visión de ellos, incluso cuando el tiempo y la familiaridad cobren su tributo Muchos de vosotros, cuando veis algo que es diferente a vosotros en la otra persona, en un amante o un amigo, os enzarzáis en luchas por el poder o en competencia para afrontarlo. Si en lugar de eso aceptas la visión del mundo del otro sabiendo que, simplemente, es diferente a la tuya, no necesitarás hacer ninguna otra cosa más que amarlo. 
No tienes que convencer a los demás de que tienes razón, pues eso sólo te arrastra hacia luchas por el poder con los demás. Tampoco tienes necesidad alguna de que te convenzan de que los demás tienen razón. Ser positivo no significa ser ciego. Significa estar dispuesto a ver el bien en los demás y apartar el foco de atención de aquello que es erróneo (para ti) o diferente. Cuanto más señales a los demás las formas en que son malos o están equivocados, tanto más inseguros los haces y, a partir de esa base de inseguridad, no haces sino crear y aumentar los mismos problemas sobre los que enfocas la atención. 
Puedes decirle a todo aquel que haya en tu vida lo bueno que es, y ayudarlo a reconocer lo mucho que está creciendo. 
Cada vez que los demás se quejan de un problema o de algo erróneo, puedes ayudarlos a ver de qué modo esa misma situación les está ayudando, a darse cuenta de los cambios positivos que trae consigo, y de lo que eso les enseña. 
Quizá pienses en tu trabajo, o en tu falta de trabajo, como un problema, o desearías abandonar una carrera profesional o poderte crear una. Tu yo superior siempre vigila sobre ti. Siempre te controla para ver si tus actitudes, si lo que tú eres a nivel de personalidad, emocional y físicamente, se encuentra suficientemente desarrollado como para alcanzar lo que deseas. Si ve que no estás preparado te soslayará al mismo tiempo que hace evolucionar esas partes de ti mismo que necesitan ser desarrolladas. Es posible que necesites ciertas habilidades, que conozcas a nueva gente o que cambies de ambiente. 
Tu yo superior te guiará en la dirección correcta para que puedas introducir los cambios que solicitas o alcanzar lo que deseas Si vienes desde la más amplia perspectiva comprenderás que lo que te está ocurriendo ahora mismo no hace sino prepararte para más. Cuando te encuentres con personas que se quejan, diles simplemente: «Alto». Aprende a usar tu voz para contener la energía de la gente cuando te presenten sus quejas. Si escuchas quejarse a la gente, si haces caso de su negatividad, te colocas en la posición de verte afectado por su más baja energía. No tienes necesidad de escuchar. 
Al detener a los demás e impedir que te cuenten sus historias, particularmente si no son buenas, lo que haces es ayudarles a salir de ellas. Observa a la gente esta semana. ¿Continúan contando sus tristes historias una y otra vez? Si es así estás conectando con ella al nivel de la personalidad cuando podrías relacionarte con ellas de una forma más elevada. 
Pregúntales lo que desean y hacia dónde se dirigen. 
¿Qué propósito más elevado pueden crear? Vuelve a enfocar su atención sobre lo positivo y estarás haciendo lo mismo para tu propia energía. Esta semana muéstrate dispuesto a escuchar con espíritu alerta a todo aquel que se cruce en tu camino. Escucha las conversaciones que oigas en lugares públicos. 
Si observas que no son positivas, desconéctalas. 
Pero antes envía mentalmente a esas personas el pensamiento de que el nivel de desarrollo en el que se encuentran ahora evolucionará y envíales amor por ser quienes son ahora. Observa la televisión, los periódicos y los libros que lees; ¿usan palabras positivas? ¿Contribuyen a estimular tu energía o la disminuyen y siembran imágenes negativas en tu mente? 
Eres absolutamente libre para escoger lo que quieres leer, ver y oír. Nadie te obliga a hacer nada. Utiliza esta semana esa misma libertad y libre albedrío para situarte en el ambiente más elevado y de mayor apoyo que seas capaz de crear. 
Observa y vigila de qué nivel procede la gente. 
Verás que tienes mucho que ofrecer al ayudar a otros a dirigirse hacia un espacio superior. 
Debes saber que eres capaz de llevar luz y de aportarla a todos aquellos con los que entres en contacto. 
Cambia lo negativo en positivo 
HOJA DE JUEGO 
1. Piensa en alguien con quien te hayas sentido crítico últimamente. ¿De qué te has sentido especialmente crítico? 
2. ¿Qué criticas en ti mismo que sea lo mismo o lo opuesto de lo que criticas en esa persona? Por ejemplo, quizá criticas a un amigo porque siempre llega tarde. Es posible que te enorgullezcas de llegar siempre a tiempo, pero si lo observas más de cerca descubrirás que eres muy crítico contigo mismo en relación con la cuestión de llegar a tiempo. 
3. Piensa en una época en la que hicieras lo mismo por lo que ahora criticas a la otra persona. 
Por ejemplo, digamos que criticas a un amigo porque no te devuelve un dinero prestado. ¿Hubo alguna vez en la que no devolviste a alguien un dinero que te prestó? 
4. Piensa en una época en que te sentiste cálido y cariñoso. Introdúcete en ese sentimiento. Ahora, vuelve a pensar en la persona a la que criticas. ¿Cómo te sientes con respecto a ella al verla ahora con ese sentimiento cálido y cariñoso? 
Al ver a tu amigo a través de unos ojos cariñosos y compasivos, también te estás perdonando a ti mismo.
5. Conserva ese sentimiento cálido y cariñoso. 
Piensa en aquello por lo que tú mismo te hayas criticado. ¿Sientes ahora mayor calidez y cariño hacia tu propio comportamiento?
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