miércoles, 12 de octubre de 2016

Curación Esotérica Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul (Alice A. Bailey)


INTRODUCCIÓN 
El tema de la curación es tan antiguo como las mismas edades y ha sido siempre materia de investigación y de experimentación. Pero el correcto empleo de las fuerzas de curación y de la facultad de curar está en su infancia. 
Solo en esta era y generación, es posible, por fin, impartir las leyes de la curación magnética e indicar las causas de la enfermedad –originadas en los tres cuerpos internos- que hoy devastan la estructura humana, causan un sinfín de sufrimiento y dolor, y hacen que el hombre atraviese el portal que conduce al mundo de la existencia incorpórea. 
Recién ahora el hombre ha llegado a un grado de evolución de su conciencia en que puede comenzar a comprender el poder de los mundos subjetivos y la nueva y vasta ciencia de la psicología es su respuesta a este creciente interés. 
Los procesos de adaptación, eliminación y curación constituyen la preocupación de las personas que piensan y sufren. 
Tenemos mucho que hacer, por lo tanto les pido que tengan paciencia. Cuando entramos en el reino de la curación, penetramos en un mundo de gran conocimiento esotérico y de infinidad de conclusiones, y enfrentamos las formulaciones de innumerables mentes, que en el transcurso de las épocas han tratado de curar y ayudar. 
El por qué y el motivo de las enfermedades ha sido tema de un sinfín de investigaciones y especulaciones y se han efectuado incontables deducciones categóricas respecto a la cura de tales dolencias. También se han formulado innumerables métodos, técnicas, fórmulas, prescripciones, variedad de manipulaciones y teorías. Todo esto sirve para colmar la mente de ideas –unas correctas, otras erróneas- lo cual dificulta la entrada de nuevas ideas y la asimilación, por parte de los estudiosos, de lo hasta ahora desconocido. 
Los aspirantes pierden valiosos conocimientos si rehúsan abandonar lo que la mente inferior estima. 
Cuando han logrado abrir su mente y estén dispuestos aceptar las nuevas teorías e hipótesis, descubrirán que las antiguas y estimadas verdades, realmente no se pierden, sino que son relegadas a su debido lugar en un esquema mayor. 
Los iniciados de la Sabiduría Eterna son necesariamente sanadores, aunque quizás no todos curen el cuerpo físico. 
La razón de ello es que todas las almas que han logrado cierta medida de verdadera liberación son transmisoras de energía espiritual. Esto, automáticamente, afecta algún aspecto del mecanismo utilizado por las almas con quienes entran en contacto. Cuando empleo la palabra mecanismo en estas instrucciones, me refiero a los diferentes aspectos del instrumento, el cuerpo o naturaleza forma, a través del cual las almas procuran manifestarse, por lo tanto me refiero a: 
1. El cuerpo físico denso, suma total de todos los organismos que lo componen; éstos realizan las distintas funciones que permiten al alma expresarse en el plano físico u objetivo, como parte de un organismo mayor, más grande e incluyente. 
El cuerpo físico es el mecanismo de respuesta del hombre interno espiritual, y sirve para poner esta entidad espiritual en armonía con el mecanismo de respuesta del Logos planetario, esa Vida en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. 
2. El cuerpo etérico, tiene un fundamental objetivo, que consiste en vitalizar y energetizar al cuerpo físico y así integrarlo al cuerpo de energía de la Tierra y del sistema solar. Es una red de corrientes de energía, de líneas de fuerza y de luz. Constituyó parte de la vasta red de energías que subyace en todas las formas, grandes o pequeñas -micro o macrocósmicas. A través de estas líneas de energía fluyen las fuerzas cósmicas, así como la sangre corre a través de las venas y arterias. 
Esta constante circulación individual (humana, planetaria y solar) de fuerza de vida a través del cuerpo etérico de todas las formas, es la base de toda vida manifestada y la expresión de la esencial no separatividad de cada vida. 
3. El cuerpo astral o de deseos (a veces denominado cuerpo emocional) es el efecto producido por la interacción del deseo y de la respuesta sensible sobre el yo que se halla en el centro, y el efecto resultante (en dicho cuerpo) se experimenta como emoción, dolor, placer y todos los pares de opuestos. 
En ambos cuerpos, el cuerpo etérico y el astral, reside el noventa por ciento de las causas de las enfermedades y dolencias físicas. 
4. El cuerpo mental, o esa cantidad de sustancia mental o chitta, que la unidad humana individual puede utilizar e impresionar, constituye el cuarto mecanismo de la serie, a disposición del alma. 
Recordemos también que los cuatro cuerpos constituyen un solo mecanismo. 
El cinco por ciento de las enfermedades modernas se originan en este cuerpo u estado de conciencia; quiero aclarar aquí que lo que reiteran constantemente ciertas escuelas de curadores, de que la mente es la causa de todas las enfermedades, aún no es un hecho comprobado. 
Dentro de un millón de años, cuando la atención humana cambie su enfoque de la naturaleza emocional a la mental, y cuando el hombre sea tan esencialmente mental como hoy es esencialmente emocional, entonces las causas de las enfermedades deberán buscarse en el reino de la mente. 
Hoy pueden atribuirse, excepto en pocos y raros casos, a la falta de vitalidad o al excesivo estímulo, y a las esferas del sentimiento, de los deseos (frustrados o excesivamente satisfechos) y también al carácter, a la supresión o expresión de anhelos profundamente arraigados, a la irritabilidad, placeres secretos y muchos impulsos ocultos, que emanan de la vida de deseo del sujeto. Este anhelo de ser y poseer, ha construido y está construyendo el mecanismo físico externo de respuesta, y hoy está forzando a ese mecanismo, que fue construido expresamente para fines físicos, a servir propósitos más subjetivos. 
Esto produce dificultades, y sólo cuando el hombre comprenda que dentro de la envoltura física externa existen otros cuerpos que responden a propósitos más sutiles, entonces veremos el gradual reajuste y la salud del cuerpo físico. 
De estas sutiles envolturas nos ocuparemos más adelante. Naturalmente se preguntarán aquí: Qué plan general seguiré a medida que los instruyo sobre las leyes de curación, esas leyes que guían a los iniciados y gradualmente reemplazarán a los métodos físicos del actual arte de curar. 
Lógicamente querrán conocer la técnica especial que -como curadores- deben aprender a aplicar tanto ustedes como los que tratan de curar. 
Delinearé brevemente la enseñanza que impartiré; señalaré dónde deben poner el énfasis, cuando comiencen a estudiar este tópico. Primero, me ocuparé de las causas de las enfermedades, porque el estudiante esotérico siempre ha de comenzar en el mundo de los orígenes y no en el mundo de los efectos. Segundo, elaboraré los siete métodos de curación que rigen el “trabajo de restitución” (denominado así en la terminología esotérica) tal como lo practican los iniciados del mundo. 
Estos métodos determinan las técnicas que deben ser empleadas. Se observará que tales métodos y técnicas están condicionados por los rayos, (sobre los cuales ya he escrito) * y por lo tanto el curador debe considerar no sólo el rayo a que pertenece, sino también el rayo del paciente. 
Existen en consecuencia siete técnicas de rayo y éstas requieren una elucidación antes de poder aplicarlas inteligentemente. Tercero, pondré el énfasis sobre la curación psicológica y la necesidad de tratar al paciente de acuerdo a su vida interna, porque la ley básica que fundamenta toda curación ocultista puede decirse que es la siguiente: 
LEY I 
Toda enfermedad es el resultado de la inhibición de la vida del alma. Esto es verdad para todas las formas de todos los reinos. El arte del curador consiste en liberar al alma, a fin de que su vida pueda fluir a través del conglomerado de organismos que constituyen una forma determinada. Es interesante observar que el intento de los científicos de liberar la energía del átomo es en general de la misma naturaleza que el trabajo del esotérico cuando se esfuerza por liberar la energía del alma. 
En tal liberación se halla oculta la naturaleza del verdadero arte de curar. Aquí hay una insinuación esotérica. 
Cuarto, consideraremos el cuerpo físico, sus enfermedades y sus males, pero sólo después de haber estudiado esa parte del hombre que se halla detrás del cuerpo físico denso y lo rodea. De esta manera trabajaremos desde el mundo de las causas internas al mundo de los acontecimientos externos. 
Veremos que todo lo que concierne a la salud del hombre tiene su origen en: 
1. La suma total de fuerzas, sentimientos, deseos y procesos mentales ocasionales que caracterizan los tres cuerpos sutiles y determinan la vida y experiencia del cuerpo físico.  
2. El efecto que produce sobre el cuerpo físico la condición en que se halla la humanidad como un todo. 
Un ser humano es una parte integral de la humanidad; un organismo dentro de un organismo mayor. Las condiciones existentes en el todo serán reflejadas en la unidad-yo; y muchos de los males que el hombre sufre hoy, son efectos de las condiciones existentes en el cuarto reino de la naturaleza, no siendo el hombre responsable de ellas. 
3. El efecto sobre su cuerpo físico, producido por la vida planetaria, expresión de la vida del Logos planetario, una Entidad en evolución. Las implicaciones de esto están más allá de nuestra comprensión, pero los efectos son discernibles. 
No tengo mayor interés en entrenar individuos para que lleguen a ser curadores más eficientes. 
Mi objetivo es que realicen las curaciones en forma grupal, pues me interesa el trabajo realizado en esa forma. 
Ningún grupo puede trabajar como una unidad, a no ser que se amen y sirvan mutuamente. 
La energía curadora de la Jerarquía espiritual no puede fluir a través del grupo si hay desarmonía y crítica. 
El primer trabajo, en consecuencia, de cualquier grupo de curadores, es establecer entre ellos una corriente de amor y trabajar mediante la unidad y comprensión grupales. 
Quisiera puntualizar aquí la necesidad de tener paciencia a medida que se va integrando el grupo curador y las auras de sus miembros se fusionan. 
Llevará tiempo para que las personas aprendan a trabajar juntas con perfecta comprensión e impersonalidad, y a la vez lograr, durante su trabajo, una centralización que produzca el necesario ritmo grupal, un ritmo de tal unidad e intensidad que el trabajo pueda sincronizarse internamente. 
A medida que los aspirantes y estudiantes trabajen en estas líneas, deben entrenarse a pensar como grupo y dar al grupo, sin mezquindad ni reticencias, lo mejor que hay en ellos y también el fruto de sus meditaciones sobre tales cuestiones. Podría agregar también que estas instrucciones deben ser en lo posible muy concisas. 
Me esforzaré para poner en breves palabras muchas verdades e informaciones, a fin de que cada frase trasmita alguna idea real y arroje verdadera luz sobre los problemas que enfrenta el grupo de curación. 
Lo que diré se dividirá en dos partes: 
Primero, me ocuparé del trabajo general de curación y enseñanza, y esto implica que he de impartir leyes, técnicas y métodos. Segundo, me ocuparé del curador, y cómo puede perfeccionarse en el arte de curar. ¿No es verdad que el primer requisito para todo curador es establecer una simpática armonía con el paciente, a fin de que el curador tenga una visión interna de la dificultad y gane su confianza? 
Magnetismo e Irradiación son dos palabras que encierran los requisitos para todos los verdaderos curadores y deben esforzarse para adquirirlos. 
Un curador debe ser magnético sobre todas las cosas y atraer hacia sí: 
A. El poder de su propia alma; esto involucra alineamiento por medio de la meditación individual. 
B. A aquellos que él puede ayudar; esto involucra actitud descentralizada.  
C. Esas energías que, cuando surge la necesidad, estimularán al paciente para que inicie la actividad deseada. Esto involucra conocimiento ocultista y una mente entrenada. 
El curador ha de saber también en qué forma debe irradiar, porque la irradiación del alma estimulará la actividad del alma del que debe ser curado, iniciándose el proceso de curación; la irradiación de su mente iluminará la otra mente y polarizará la voluntad del paciente; la irradiación de su cuerpo astral o emocional controlada y desinteresada, impondrá un ritmo a la agitación del cuerpo astral del paciente, que le permitirá a éste actuar correctamente; mientras que la irradiación del cuerpo vital, actuando a través del centro esplénico, ayudará a organizar el cuerpo-fuerza del paciente, facilitando así la tarea de curación. Por lo tanto el curador tiene el deber de ser eficaz y, de acuerdo con lo que él es, así será el efecto que producirá sobre el paciente. Cuando un curador trabaja magnéticamente e irradia la fuerza de su alma sobre el paciente, éste podrá lograr más fácilmente el fin deseado lo cual puede ser la total curación o bien el establecimiento de un estado mental que le permitirá seguir viviendo con su dolencia, sin verse obstaculizado por las limitaciones kármicas del cuerpo, o quizás pueda liberarse debidamente (con alegría y facilidad) del cuerpo y obtener la completa salud a través del portal de la muerte. Notas: * Tratado sobre los Siete Rayos, Tomos I y II
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 12º


CAPÍTULO 12 
Sentir paz interior 
¿Qué es la paz interior? Todos vosotros tenéis en vuestra mente una imagen acerca de lo que creéis que es paz interior. 
Habéis alcanzado ese estado en muchas ocasiones, a veces durante unos momentos, incluso durante horas, así que sabéis lo que se siente cuando se experimenta la paz interior. 
Una parte del crecimiento consiste en crear esa sensación sin depender para ello que las cosas salgan de una manera determinada, o sin necesitar que los demás te respondan de una forma específica. 
Deseas crearla como algo en lo que te encuentres y que seas capaz de dar y compartir con otros. 
Te conviertes en el centro, irradias hacia el exterior la luz del alma, en lugar de reaccionar, esperar a los otros, o esperar que se produzcan situaciones o acontecimientos en tu vida y que éstos se dispongan de tal modo que puedas tener paz. 
Crear paz interior desde los niveles superiores es aprender a abrir tu corazón. 
Significa que no te encuentras centrado o vinculado a un nivel emocional con las cosas que suceden en el mundo que ves a tu alrededor. Sabes quién eres, y dejas que las cosas fluyan a tu alrededor sin que afecten o conmuevan tu sentido de paz interior. A partir de ese centro de energía que hay dentro de ti mismo, puedes aprender a afectar y conmover la energía que hay en el mundo exterior. 
Abrir el corazón significa permanecer abierto y amoroso, sin que importe lo que haga la otra persona, sin que importe lo que te ocurra, o lo que suceda en tu carrera profesional. 
Significa elegir sentir la paz, al margen del aspecto que tenga tu vida exterior. Resulta fácil mostrarse amoroso y abierto con quienes te rodean y a los que amas; el desafío consiste en ser amoroso con aquellos que te rodean y que son cerrados, se muestran temerosos o negativos. 
La paz interior surge de dentro, no viene de fuera Todo aquello a lo que te sientas vinculado, cualquier cosa que tengas que tener de una forma concreta, cualquier creencia o concepto que sea inflexible constituirán un área en la que tu paz interior puede verse afectada. 
El objetivo consiste en tomar ese sentido de paz interior y afectar con él a todo lo que hay en el mundo exterior, conmoverlo con esa energía. 
El primer paso es encontrar ese sentido de paz interior. 
Una de las formas más sencillas de hacerlo es a través de la relajación de tu cuerpo, lo que puede conseguirse mediante el contacto físico y mediante la relajación mental. 
El cuerpo es el receptáculo de muchos pensamientos que no son pacíficos, y si se puede llevar el cuerpo a un estado de paz y descanso, a la mente se le puede enseñar entonces esa sensación de modo que aprenda a crearla. La paz es algo más que una simple sensación de relajación en el cuerpo. 
Es como una onda de radio muy específica, una vibración que envías hacia el exterior y que afecta a todo lo que hay en tu mundo exterior. Puedes empezar a experimentar diversos niveles de paz interior, hasta llegar a las más profundas sensaciones de ella. 
Empieza por encontrar un sentido de paz dentro de ti mismo. Date la oportunidad de sentir paz interior a lo largo de la próxima semana. 
Quizá desees crear un lugar de belleza, un sentido de intemporalidad, de introducir música para que puedas experimentar realmente lo que significa la paz para ti. 
A partir de esa paz, a partir de ese conocimiento, puedes empezar a cambiar todo lo que ves en el mundo exterior.
¿Cuál es el valor de la paz interior? Desde luego, se siente mejor para el cuerpo emocional. 
Pero es algo más que eso; es la capacidad para afectar al mundo exterior desde tu nivel más elevado, de crear y manifestar a partir de un lugar centrado de propósito y de un sentido interno de quién eres. 
Cuando estás tranquilo y calmado, cuando aminoras tu ritmo y te sientes relajado, eres capaz de crear y pensar en tus niveles superiores. Lo que aportas a la tierra y creas a partir de este espacio, eso es tu bien superior. Puedes crear cosas cuando te sientes tenso, ansioso o temeroso, pero esas cosas quizá no sean para tu bien superior; de hecho, muy probablemente no lo serán. Si antes de planificar tu vida o pensar en nuevas ideas encuentras un sentido de paz interior y funcionas a partir de él, descubrirás que tus planes reflejan mucho más el propósito de tu alma que los deseos de tu personalidad. 
Si antes de actuar o de hablar incluyes este sentido de paz, verás que tu mundo cambia rápidamente y se transforma en un lugar muy diferente. La paz interior es una conexión con tu más profundo yo, y te ayudará a desprenderte del temor El temor es una energía inferior, una vibración de menos luz, y puede ser cambiado por el amor. 
Uno de los objetivos de la paz interior es curar el temor. 
Quizá sea el temor a que alguien te haga daño o te rechace, te abandone o se aleje de ti. Puede ser un temor a no salir adelante en el mundo, a salir ahí fuera y fallar. 
La paz interior es una conexión con el corazón y una voluntad de desprenderse del temor. 
Se logra al desprenderse de cualquier cosa para defenderse, al estar dispuesto a ser vulnerable. 
No se trata de representar una escena para los demás, sino de estar dispuesto a brillar a través de lo que eres, y saber que todo tú eres luz. Tener paz interior significa comprometerse a abandonar la autocrítica y las dudas sobre ti mismo. 
Todo aquello que te dicen los demás sobre ti mismo es un reflejo de una voz que hay dentro de ti. Lo que te dicen los demás también es un reflejo de cómo ellos se hablan a sí mismos. 
Si encuentras a personas que son críticas, pregunta primero si hay una parte de ti mismo que se autocrítica. Al desprenderte de la autocrítica, también experimentarás menos crítica hacia los demás. 
Recuerda también que aquello que te digan los demás es un reflejo de lo que son y de cómo ven el mundo. Es muy posible que te critiquen porque son críticos consigo mismos. 
Considera sus acciones y palabras como una afirmación de sus creencias y aprende a permanecer calmado y centrado. 
La paz interior cura. No tienes necesidad de centrarte en tus temores para desprenderte de ellos. Al alcanzar una sensación de paz interior, al elevar hacia la luz cualquier situación que se te presente en la vida, descubrirás que tu mente se abre a nuevas ideas, soluciones y respuestas que proceden de tu propia alma. La paz interior es la conexión con tu yo espiritual. 
La alcanzas a través de la relajación física del cuerpo, de la calma emocional, y del enfoque mental sobre ideales y cualidades superiores. 
Si deseas ascender, experimentar y vivir en los niveles superiores de energía, la paz interior es la puerta de acceso. Una vez que decides crear paz interior, quizá descubras que suceden muchas cosas que desafían tu resolución de permanecer en un estado pacífico. 
Quizá te digas: «Puedo permanecer en paz excepto si sucede tal cosa». El universo te envía esas excepciones como una oportunidad para crear una nueva respuesta de paz en lugar de sentirte alterado. ¿Cómo manifiestas la paz interior y la mantienes de un modo permanente? 
Tienes que empezar por reconocer esos momentos en los que sientes paz interior, sintonizar tu conciencia con la sensación, y tener la voluntad y la intencionalidad de crearla. 
Puedes utilizar tu imaginación para pensar en cómo sería sentir eso. Puedes pensar o contemplar la paz interior, pues allí donde coloques tus pensamientos empezarás a crear experiencia. Puedes decidir dejar de sentirte afectado por el mundo exterior y, en lugar de eso, afectar al mundo que te rodea con tu paz 
No importa lo que suceda cada día, si en el correo llegan facturas inesperadas, o alguien ha cambiado de opinión, no importa lo que haya podido destruir el pasado en tu calma emocional, tu paz mental o tu bienestar físico, decide que a partir de ahora irradiarás paz, curación y amor. 
El mundo que ves a tu alrededor no es más que una ilusión creada por la energía que envías hacia el exterior. 
Cualquier cosa es posible. Los límites que ves, la parte de ti mismo que dice: «Esto no se puede hacer», no son más que pensamientos. Y esos pensamientos pueden ser absolutamente cambiados. Desde una posición de paz interior puedes crear el reflejo de la luz de tu alma en el mundo exterior. 
Manifestar la paz interior significa actuar en lugar de reaccionar. Es una postura, una actitud; es una energía cuyo flujo envías hacia el mundo que te rodea. Significa que puedes conectar con el universo a tus niveles más elevados del alma. Imagina que te hallas rodeado por muchas corrientes de energía, y que puedes elegir funcionar en cualquiera de ellas que desees. A una se la llama lucha, lo que supone una gran cantidad de trabajo para conseguir lo que deseas; a la otra se le llama alegría. Cuando te sientes ansioso, tenso y preocupado, te encuentras en la primera corriente. Si encuentras paz interior, aunque sólo sea por un momento, automáticamente te unes al segundo y más elevado flujo de energía. 
Hay en estos momentos muchas personas vivas que están creando y experimentando flujos energéticos de creatividad, de paz y de luz. 
Cada vez que alcances paz interior, te vinculas con todos esos seres que viven en ella y crean este flujo más elevado de energía. Es posible que las ideas empiecen a fluir hacia ti. 
Desde esta posición de paz puedes atraer cualquier cosa que necesites. Para tener paz interior necesitarás estar dispuesto a abrir tu corazón. 
Cuando sucede algo que normalmente te pondría a la defensiva o que haría que te cerraras, cuando normalmente prefieres sentirte herido, tienes otra alternativa. 
Si en lugar de eso estás dispuesto a abrir tu corazón sólo un poco más, experimentar un poco más de compasión y de comprensión por los demás, descubrirás que eres capaz de enviar hacia ellos amor y crear al mismo tiempo una sensación de paz dentro de ti mismo. 
Puedes elegir ver el mundo como desees Quizá digas: «Sí, pero mi vida es así, estos son los hechos. Si al menos cambiara esta situación concreta, o si tuviera más dinero, o si esta persona dejara de irritarme, descubriría la paz interior». 
Lo que experimentas como real no es más que un reflejo de tu propio sistema de creencias y de tu mente. 
Si, a pesar de todo, eliges experimentar la paz interior puedes cambiar todo aquello que ahora experimentas como real, aportar nuevas ideas y creencias que pueden funcionar de formas superiores y mejores. 
Para alcanzar la paz interior es necesario el perdón. 
Si hay personas de tu pasado contra las que conservas un agravio, o hacia las que te sientes negativo, puedes perdonarlas en un instante y desprenderte de ellas. 
Si alguien no te ha devuelto tu llamada o tu carta, te debe algo o te ha hecho mucho daño, conseguirás aclarar tu propia energía si perdonas, si te desprendes y te desvinculas. 
La paz interior significa liberar vinculaciones con cualquier cosa, desde tener la necesidad de que una persona actúe como deseas hasta tener la necesidad de que el mundo funcione como esperas. 
Cuando te desprendas de esas vinculaciones descubrirás que tu vida funciona todavía mejor de lo que podrías haber esperado o planificado. No significa en modo alguno abandonar el control sobre tu vida; significa surgir en cada momento desde tu propio centro de paz. Toma ahora mismo la decisión de que puedes aportar paz interior a tu vida. 
Toma la decisión de que vas a abrir tu corazón todavía más, de que vas a ser más compasivo, más comprensivo, más amoroso y de que vas a perdonar más a todos aquellos que conozcas. Fórmate en tu mente una imagen de ti mismo durante la semana que viene y obsérvate a ti mismo surgir desde un nivel de paz totalmente nuevo. 
Observa la sonrisa de tu rostro y la alegría que hay en tu corazón. Toma una cosa de tu vida acerca de la cual quisieras sentir paz, algo ante lo que posiblemente has estado reaccionando, y hazte una imagen mental en la que te veas en la actitud de desprenderte, de perdonar, de dejarlo ir y de encontrar paz interior con respecto a ese tema concreto. 
Sólo tú mismo puedes crear paz interior. 
A partir de ese espacio verás el mundo que experimentas reflejando ese problema. Otras personas, acontecimientos y situaciones no tienen por qué provocar una reacción en ti. 
Si, en lugar de eso, mantienes este centro de paz, cambiarás todos esos acontecimientos que solían perturbarte y alterarte. Si no cambian, al menos ya no se inmiscuirán en tu sensación de bienestar. Puedes encontrar tu centro, la luz de tu alma y tu ser interior reflejados y expresados en el mundo que experimentas. Sentir paz interior 
HOJA DE JUEGO 
Relaja tu cuerpo. 
Respira profundamente tres veces y despréndete de toda la tensión. 
1. Recuerda tres ocasiones en las que sentiste paz interior. Experimenta realmente esa sensación pacífica. Escribe sobre ello aquí. 
2. ¿Cuáles son las cosas que te privan de tu sentimiento de paz? Termina esta frase: «Puedo sentir paz excepto cuando...». (Por ejemplo: «Puedo sentir paz excepto cuando me encuentro de mal humor».) 
3. Dirígete a ti mismo para decir: «La parte de mí que no se siente en paz sólo es una pequeña parte y ahora identifico y conecto con mi yo interior más fuerte. 
Ahora, esta parte tan fuerte de mí mismo aporta más luz a esa otra pequeña parte temerosa». 
4. Ahora, toma cada una de las afirmaciones hechas arriba y transfórmalas en una afirmación positiva: «Mi parte interior más fuerte siente paz cuando mi jefe está de mal humor». 
Al hacerlo así, permítete sentir la fortaleza de tu yo sabio y seguro de sí mismo, y luego libera, perdona y despréndete de cada situación que constituye una distracción para tu paz interior.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 11º


CAPÍTULO 11 
Aprecio, gratitud y la ley del incremento 
Si quieres salir de un mal espacio, si te sientes agotado o consumido, si has estado con alguien que te perturbó, puedes cambiar rápidamente tu energía al fijarte en las buenas cosas que tienes y al decir gracias, agradécetelo a ti mismo, agradécelo al universo. Es una forma efectiva de limpiar tu aura y aumentar tu vibración. 
Si despertaras cada mañana y emplearas dos minutos en dar las gracias descubrirías que pasas un día muy superior. ¿Cuál es el propósito de la gratitud? No se trata sólo de algo que tienes que hacer porque tus padres te dijeron que debías dar las gracias y ser amable. 
Hay en la cultura estadounidense un Día de acción de gracias; seguramente habrás visto a personas que dan las gracias después de haber pasado por una experiencia penosa. 
Hay una razón superior para expresar gratitud y agradecimiento. 
Cuando lo haces así envías literalmente una llamada al universo para que te envíe más de lo mismo. 
Aquello que aprecies y por lo que des las gracias, eso mismo aumentará en tu vida ¿Te has dado cuenta alguna vez de lo mucho que te agrada estar con personas que te dan las gracias, que te aprecian y te reconocen? Cuando les ofreces consejo, te dicen: «Gracias, eso es de mucha ayuda». Cuando les ofreces algo, lo conservan y lo quieren. ¿Te has dado cuenta de que entonces deseas darles más? Lo mismo sucede con el universo, en un nivel de energía. Cuando te detienes para darle las gracias al universo por la abundancia que tienes, el universo te dará más. Al dar las gracias aumentas la luz en tu aura en ese mismo momento. La cambias a través del corazón, pues el sentimiento de gratitud procede del corazón. 
Al dar las gracias, abres tu corazón. 
Tu corazón es la puerta de acceso al alma, es el vínculo existente entre el mundo de la forma y el mundo de la esencia. 
La gratitud y el agradecimiento son un camino que va directo al corazón, a tu misma esencia y a tu alma. 
Puedes limpiar tu aura y aumentar tu vibración dando las gracias. La resonancia que produce la gratitud en tu cuerpo vibra con el centro de tu corazón. 
Te permite abrirte para recibir más. 
Abre tu corazón a tu conciencia, cura el cuerpo físico con su radiación de amor. Establece una vibración superior y más exquisita y es tu vibración lo que te magnetiza para atraer las cosas que deseas. Cuando das las gracias, el universo establece una nota o un sonido concordante que te aporta más de lo mismo. 
Hay varios métodos de expresar el agradecimiento: mental, verbal y por escrito. Y está también el emocional, el sentido de gratitud que se experimenta en lo más profundo del corazón y que es el más importante. No importa cómo des las gracias, pero si lo haces ociosamente, sin prestar atención, sin sentirlo en tu corazón, entonces no es tan efectivo como cuando eres plenamente consciente de ello y tu expresión procede de la verdadera gratitud. Cuando piensas un «Gracias», eso tiene un efecto sobre tu cuerpo, y ese efecto es todavía más poderoso cuando lo expresas en voz alta. 
¿Te has visto alguna vez rodeado de personas que te dan constantemente las gracias? No me refiero a aquellos que lo hacen por hábito, o porque andan siempre disculpándose o desean ganarse tu favor. Me refiero a las personas que te reconocen y te aprecian realmente cuando estás con ellas. 
Esas personas están aumentando lo que recibirán de otras y del mundo. 
El proceso de expresar las ideas por escrito o verbalmente las hace salir al mundo de la forma más rápidamente que simplemente el pensarlas. 
Si deseas algo, escríbelo o dilo en voz alta porque los procesos del lenguaje y de la escritura te acercan un paso más a tener algo que el proceso del pensamiento. 
Las manos y la garganta son dos centros de manifestación. 
Las ideas de tu mente, cuando son expresadas a otros, se convierten en parte del mundo de la forma, y cuando quedan escritas sobre papel se hallan todavía más cerca de ser creadas. Es perfectamente correcto expresar el agradecimiento en tu mente. Eso también te hará evolucionar, pero todavía es más poderoso decirlo en alta voz al universo y a los demás. 
El agradecimiento escrito es todavía más poderoso que el hablado. Para crear algo nuevo, o para seguir recibiendo más de algo que ya has recibido, toma papel y pluma y escribe un agradecimiento al universo Por la noche, haz una lista de todo aquello que hayas recibido durante el día. 
Puede que sea algo que compraste, una sonrisa de un extraño, un buen sentimiento o energía extra, un coche que te llevó a donde deseabas ir, o un dinero que recibiste. 
Te quedarás extrañado ante todos los dones que recibes cada día. Al reconocer lo que recibes crearás una conexión con el universo que te permitirá tener todavía más. 
Quizá desees escribir o llamar a alguien que te ha ayudado y expresarle tu aprecio. Cuanto más expreses hacia el exterior tu gratitud y agradecimiento por lo que tienes, tanto más cambia tu vibración molecular para alejarte de la energía densa e introducirte en los niveles más exquisitos. 
Quizá hayas observado que las almas altamente evolucionadas y los grandes maestros dedican buena parte de su tiempo a apreciar y dar las gracias al universo. 
En su meditación, sienten verdadera humildad y gratitud por cada cosa que se les ha dado. ¿Cuál es el efecto de la gratitud sobre los diversos cuerpos? El cuerpo físico experimenta literalmente un cambio cuando eres apreciativo. 
Al reconocer tu buena salud, por ejemplo, envías un mensaje a las células de tu cuerpo. 
Ellas responden a eso, pues cada una de tus células guarda en su interior el holograma del conjunto que eres tú. 
Cada célula tiene una conciencia de sí misma. (No se trata de que piensen en la forma que tú sabes hacerlo.) Estás compuesto de muchas células diferentes que funcionan a un nivel de conciencia que no es el mismo que el nivel de conciencia general que llamas «yo». También a ellas les gusta que se las aprecie. 
Si quieres curar un problema en tu cuerpo, en lugar de recordar aquellos momentos en que no estabas saludable, o en los que te preocupabas por futuros dolores o problemas, dale las gracias a tu cuerpo por todas las cosas maravillosas que está haciendo bien. Si le envías gratitud con frecuencia descubrirás que hace incluso más por ti. 
Definitivamente, las células entienden el sentimiento de gratitud y harán todavía mayores esfuerzos para trabajar para ti. Encuentra aprecio por lo bien que se mueve tu cuerpo, por lo bien que actúa y te lleva de un lado a otro. 
Aprecia cómo convierte tu alimento en energía y lo bien que te sirve. Por otro lado, si miras a tu cuerpo y lo consideras mal y dices: «No me gustan mis muslos, mi barriga, etc.», si te quejas por eso, descubrirás que no te responde tan bien. 
Piensa en tu cuerpo como algo que contiene millones de diminutas entidades, las células, que tienen sentimientos. 
En el mismo instante en que tu mente se decide a apreciarlas, cambias tu vibración física. 
Las células se ponen inmediatamente a trabajar para aumentar tu energía. En cambio, cuando tienes un pensamiento negativo, uno de ingratitud, disminuye tu energía. 
La gratitud es curación para las emociones Vincula el cuerpo emocional al corazón y, así, al alma, a la que se llega a través del corazón. 
El cuerpo emocional es un incansable y constantemente vibrante flujo de energía que te rodea. 
Cuando das las gracias y aprecias tu vida, reconoces a los demás, los acontecimientos y las fuerzas superiores, la pauta de energía que representa tu cuerpo emocional empieza a reacondicionarse ante una vibración superior y más exquisita. Tus emociones son la parte más magnética de ti mismo cuando se trata de atraer a personas, acontecimientos y objetos. 
Cuanto más sereno y desvinculado te sientas, más fácil te será tener lo que deseas. Tu voluntad e intencionalidad tendrán que hallarse dirigidas hacia el hecho de tenerlo. 
Cuando más pacífico y sereno estés más fácilmente podrás centrarte en tu ser superior y tanto más podrás tener. 
Cuando experimentas emocionalmente un sentido de profunda gratitud, eso es calmante y efectivo para elevar la vibración de tu cuerpo emocional. El corazón es el que se ve más afectado y al que se alcanza con mayor facilidad por medio de la gratitud. Si quieres vincularte con otro en tu corazón, aprécialo. 
Al enviar hacia el exterior tu aprecio telepático, abandonarás automáticamente las luchas por el poder. 
Esta semana, cuando veas a los amigos, observa y reconoce algo bueno que haya en ellos. Asegúrate de que lo sientes con el corazón, y que no se trata de algo que tengas que maquillar. 
Si puedes encontrar algo que decirles que exprese gratitud por lo que son, elevarás automáticamente el nivel del contacto en el corazón. 
Dar las gracias y mostrar aprecio abre muchas puertas a los niveles superiores del universo El aprecio es una puerta al corazón, abre tu corazón y te permite experimentar más amor en tu vida. Durante la semana que viene, aprecia a cada persona a la que veas cuando recuerdes hacerlo así. 
Tanto si se trata de un amigo como de la persona amada, de un extraño o de un compañero de trabajo, mira a ver si puedes enviarle gratitud y agradecimiento. 
La gratitud te hace salir de tu cabeza y de tu juicio. 
Muchos de vosotros os encontráis envueltos en vuestros propios pensamientos, y cuando dais las gracias salís de ese lugar mental de acertado y equivocado, de bien y mal, y os colocáis en vuestro corazón. Cuando sales de tu nivel mental, aunque sólo sea por corto tiempo, al universo le es posible trabajar más directamente contigo. 
A menudo, el nivel de actividad mental que hay en ti crea tanta confusión que te resulta más difícil obtener lo que deseas. Cuando se siente aprecio en el cuerpo mental (la parte de ti mismo que expresa continuamente agradecimiento), se silencia literalmente la parte que se preocupa, el lado que duda o se muestra escéptico. 
Eso unifica todas las partes de que estás compuesto bajo un nuevo estandarte, y puede ser la puerta de entrada a un nuevo nivel de energía. 
Cada vez que te sientas perturbado o preocupado, que experimentes algo que no te hace sentir que sea curativo, detente por un momento y da las gracias por las cosas buenas que tienes. El sentimiento de gratitud te permite tener acceso a tu mente abstracta, que es la parte de ti mismo que conecta el cerebro derecho con el izquierdo, los lados masculino y femenino. 
La mente abstracta no funciona solo con la parte izquierda del cerebro, que se ocupa de los números, las cifras y la lógica, y tampoco trabaja específicamente con la parte derecha del cerebro, que se ocupa de la creatividad, la intuición y los sentimientos. 
Lo que hace es sintetizar estas dos partes. La unión se produce cuando eres capaz de conceptualizar con estructuras de creencias y realidades que están fuera de tu forma normal de pensamiento. 
Se siente como una luz que llegara hasta ti, como una solución encontrada a un viejo problema, como una inspiración o revelación. La mente abstracta es capaz de ver la imagen más grande de tu vida, y pasas muy poco tiempo ahí. 
Esta parte de ti mismo tiene muchas nuevas formas de pensamiento; existe más allá de la estructura normal en la que vives. La mente abstracta no piensa en términos a los que estás acostumbrado. Se corresponde con el nivel de genialidad que hay en cada uno de vosotros. 
Utiliza la forma más elevada de pensamiento de la que disponéis y puede ayudarte mucho a evolucionar, siempre y cuando estés dispuesto a utilizarla con mayor frecuencia. Puedes elegir pensar con mayor frecuencia de una forma elevada Dar las gracias te dirigirá directamente hacia tu corazón y tu mente abstracta. 
Al dar las gracias haces entrar luz en tu centro corona, situado en lo alto de la cabeza, a través de la puerta abierta de tu corazón. Debido al aumento de la luz, a una nueva apertura del corazón, se te pueden enviar muchas ideas y dones. 
Quizá se desplieguen ante ti en una semana o en un mes, pero en cualquier caso has creado una puerta para que lleguen hasta ti muchas cosas buenas. 
Imagina que el agradecimiento te permite extenderte y cambiar tu vibración, dirigirte hacia los niveles superiores de sabiduría que están disponibles en el universo. 
El universo oye tu llamada; las expresiones de agradecimiento son definitivamente escuchadas y apreciadas y te será enviada de nuevo esa energía. 
Todos vosotros tenéis deseos, y son los deseos lo que constituyen lo que yo llamo «cuerpo de deseos». Hay cosas que deseas tener en tu vida. Si te preguntara qué deseas, que es más importante para ti tener ahora, podrías decírmelo si te detuvieras un momento y pensaras en ello. 
Al dar las gracias afectas a tu cuerpo de deseos. 
El cuerpo de déseos es bastante inquieto, como el cuerpo emocional. Siempre se centra en lo que no tiene y en lo que desea crear. Tiene un propósito, pues te aporta nuevas formas, motivación y energía creativa. Y, sin embargo, puede aportarte también un sentido de energía desbocada, al recordarte todas las cosas que todavía tienes que hacer y crear. 
Tus deseos pueden parecer abrumadores si es que tienes muchos que no se han realizado. 
Dar las gracias afecta directamente a los deseos, al permitirles calmarse y ver lo mucho que ya han creado. Piensa en ello como si dispusieras de una parte separada de ti compuesta por esas cosas que has estado deseando. Al dar las gracias, eso da poder a esta parte. Pues esta parte no suele centrarse en aquello que has generado, sino que desea decirte lo que podrías hacer, lo más duramente que podrías trabajar, y así sucesivamente. Siempre dispone de listas de cosas para que tú las hagas, y necesita ser tranquilizado, que le hables y lo calmes. 
Eso es algo que lograrás al sentir aprecio por lo que ya has hecho, al mismo tiempo que se fortalece esta parte en su capacidad para crear más. 
Otro cuerpo es el de la voluntad. 
Todos vosotros tenéis imágenes diferentes de la voluntad. Algunos de vosotros la llamáis «fuerza de voluntad». 
La voluntad es la capacidad para dirigir la energía hacia donde quieras que vaya Muchos de vosotros queréis ir más alto, hacia los niveles más exquisitos de energía, donde hay más paz, alegría, contento y objetividad. La voluntad es energía que fluye constantemente a través de ti. Es como una corriente o río de energía que se mueve a través de ti de forma continua. Cuando das las gracias, fortaleces tu voluntad. 
No la fuerza de voluntad, sino la voluntad que está vinculada con el corazón, la voluntad que se halla dirigida a hacer lo que amas. 
Cuanto más te aprecies a ti mismo y reconozcas todo lo que hay en tu vida, tanto más vincularás el corazón con la voluntad. 
Eso te permite crear esas cosas que tu corazón ha estado deseando. Aprecio, gratitud y la ley del incremento 
HOJA DE JUEGO 
1. ¿Qué cosas aprecias tener en la vida ahora mismo? 
2. ¿A qué personas aprecias? 
3. ¿Qué cosas buenas aprecias de ti mismo, como tu cuerpo, tu mente, etcétera? 
4. Ideas: Llama por teléfono a alguien o escríbele y expresa tu aprecio por esa persona.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 10º


CAPÍTULO 10 
Abrirse a recibir 
Imagínate, si quieres, que eres un rey y que tu tesoro está repleto. De hecho, tienes tanto que ni siquiera sabes por dónde empezar para distribuir tu riqueza. 
Todas las personas de tu reino van de un lado a otro diciendo lo pobres que son, pero cuando les ofreces tu dinero actúan como si no te vieran, o se preguntan qué hay de malo en lo que tú les ofreces. Miro al exterior y veo todos los almacenes repletos, sin aprovechar, sin utilizar, sin ser siquiera reconocidos. 
Habrás escuchado la expresión «el cielo en la tierra». 
No hay nada que te impida tenerlo, excepto tu capacidad para pedir y recibirlo. ¿Qué son esos almacenes? ¿Qué cosas hay dentro de ellos que tanto nos encantaría pasar a los demás? Una de ellas es el amor. Nosotros no medimos el crecimiento como lo hacéis vosotros (ascensos profesionales, más dinero, etcétera). Nosotros buscamos la evolución espiritual, que incluye la alegría, el amor por sí mismo, la capacidad para recibir, la reestructuración de lo negativo en positivo, el refinamiento del ego, la voluntad para abrazar lo nuevo, y la capacidad para trabajar juntos en pos de un propósito común. Hay tanto amor disponible que es tan abundante como el aire que respiras ¿Pides amor? Cuanto más amor des y recibas, tanto mayor será tu crecimiento espiritual. 
Cada momento que pasas centrado en algo que no funciona, pensando en alguien que no te ama, te hace ser como los hombres que le dieron la espalda al dinero del rey. 
Siempre tienes la oportunidad de pensar en momentos en los que fuiste amado, imaginar un futuro de abundancia y participar así en la riqueza espiritual. ¿Qué te parece eso? Cada inhalación te eleva hacia el mundo de esencia donde es creada la forma, y con cada exhalación envías al mundo tus deseos. Cada vez que reconoces el amor que hay en ti, lo incrementas. Una de las leyes de recibir es el hecho de que reconocer cuando has conseguido algo aumenta eso mismo en tu vida, y cada vez que no reconoces algo, hace que sea mucho más difícil que se te envíe más. 
Cuanto más te centres en lo que está equivocado, tanto más error crearás en tu vida, y tanto más se extenderá éste hacia otros ámbitos que estaban funcionando. 
Cuanto más te concentres en lo que está bien en tu vida, en lo que funciona, tanto más funcionarán otros ámbitos de tu vida. Pues lo mismo sucede con recibir. 
Cuanto más reconozcas lo mucho que recibes, tanto más tendrás. Tenemos aquí dos clases de solicitudes: las planteadas por tu personalidad, y las planteadas por tu alma. ¿ Cuáles son las peticiones de tu alma? Una petición de evolución espiritual es una solicitud del alma, como lo es también para un propósito superior: claridad, amor y enfoque. 
Un deseo de encontrar tu camino superior o más luz en tu vida es también una solicitud del alma. 
Las peticiones de la personalidad pueden ser como los ropajes que envuelven una solicitud del alma. 
Suelen ser más específicas, como la petición de un nuevo coche o de un objeto material, por ejemplo. Si estás dispuesto a mirar la motivación más profunda que hay por detrás de lo que deseas y lo que esperas conseguir del hecho de tenerlo, entonces abrirás muchos más caminos y formas en los que eso puede llegar hasta ti. 
Una petición de la personalidad es muy específica, por lo que, a menudo, el universo tarda más tiempo en encontrar formas de hacerla llegar hasta ti. Sin embargo, si en lugar de pedir dinero, pides lo que el dinero puede aportarte, como mayor seguridad, la capacidad para viajar, para tomarte tiempo libre de tu trabajo o para pagar cada mes tus cuentas con facilidad, todas esas cosas te serán aportadas mucho más fácilmente que el dinero. Aprender a recibir es aprender a pedir la esencia de lo que deseas, antes que la forma A menudo, el universo aporta lo que has pedido específicamente, y descubres entonces que no es lo que deseas. Eso hace desperdiciar mucho tiempo. 
Antes de decir que deseas algo, pregúntate: «¿Hay alguna otra forma más amplia o más exacta de plantear esta petición?». Cuando dices: «Quiero que este hombre o que esta mujer me ame», o bien: «Deseo que esta persona me aporte alegría», haces que al universo le resulte muy difícil aportarte lo que deseas, sobre todo si la persona en cuestión no te ama o no te aporta alegría. Sin embargo, si en lugar de eso dices: «Estoy abierto a recibir a un hombre o a una mujer que me ame», es mucho más fácil de conseguirlo, pues en tal caso no te hallas vinculado a la forma (a una persona específica), sino más bien a la esencia (el amor y la alegría). Si quieres que algo aparezca de una forma específica, es posible que se tarde más tiempo que si permites que el universo cree magia y milagros y te aporte la solicitud del alma, en lugar del deseo de la personalidad. 
Eso requiere a menudo la capacidad para desprenderse y desvincularse. Quizá hayas experimentado imaginarte algo y ver cómo llega hasta ti. Y, sin embargo, muchos de vosotros no sabéis cómo desprenderos de lo viejo y abriros a lo nuevo. 
Si queréis recibir, debéis estar dispuestos a abriros a las nuevas formas. Si tu vida está abarrotada de muchas relaciones, por ejemplo, o si llenas tu tiempo con una relación insatisfactoria, entonces no queda espacio en tu vida para encontrar otra que sea plena. Si pides más dinero, pero te pasas todo el tiempo regalando tus servicios, o realizando actividades que no te aportan dinero, te será mucho más difícil atraerlo. 
Debes estar dispuesto a hacer aquello que te indica el alma si quieres crear aquello que pides A menudo, cuando pides algo, te encontrarás atravesando por cambios inesperados que te preparan para tenerlo. Es posible que tu actitud necesite cambiar, o que el punto de vista que sostienes actualmente cree un bloque de energía que se interponga en la atracción de ese don. 
El universo te enviará inmediatamente muchas experiencias para abrirte y cambiar tu actitud, para que puedas recibir lo que has solicitado. A veces, debes desprenderte de ciertas cosas para tener aquello que has pedido. Es posible que tengas que desprenderte de un pensamiento, de un amigo, de una actividad inútil o de nivel elevado de preocupación. 
No es que el universo te castigue o trate de dificultar el hecho de conseguir lo que deseas, sino más bien que posees un maestro afable y amoroso en tu interior que sólo desea ofrecerte cosas cuando estés preparado para recibirlas, y cuando el recibirlas redunde en tu propio y más elevado bien. Es posible, por ejemplo, que se retenga el ofrecimiento de una gran cantidad de dinero si no estás preparado para manejarlo. Tu yo superior puede aportarte muchas lecciones para cambiar y desplazar tus actitudes antes de que llegue el dinero, de modo que, cuando llegue, beneficie realmente tu propio crecimiento. Si pides las cosas de una forma egotista, el universo siempre te preparará de modo que no recibas daño al tenerlas. 
Muchas peticiones de fama y de grandes cantidades de dinero no redundan realmente en beneficio del alma y, en consecuencia, su recepción se retrasa. 
Pedís muy poco y eso es lo que nos entristece cuando contemplamos las mentes de los hombres. 
Vemos los enfoques limitados de vuestros pensamientos, que sólo se fijan en lo que tienen más cerca, en lugar de intentar alcanzar las alturas. Hay formas de tener más en tu vida Una de ellas consiste en utilizar tu imaginación, pues es un gran don que se te ha dado. Cada vez que te imaginas teniendo algo, desafíate a ti mismo, imagínate teniendo incluso más. 
Si quieres una casa, un amigo, un amante, cualquier relación, un coche, una vida de ocio, fantasea sobre ello y amplía la visión.
La fantasía puede conducir a un propósito más elevado. 
Pues muchas de las cosas sobre las que más fantaseas (incluso aquellas que te sientes más lejos de alcanzar) son imágenes de tu propósito superior y de la vida que llevarás cuando lo alcances. ¿Qué puedes pedir? Puedes pedir evolución espiritual y más luz, pues ésa es una solicitud general que será utilizada por tu alma para traer consigo muchos dones inesperados. (Querrás reconocer esos dones cuando lleguen.) 
Confía en ti mismo y convéncete de que puedes crear lo que deseas Tener fe en ti mismo y desprenderte de aquellos recuerdos de momentos en que las cosas no funcionaron, te ayudará a abrirte a una mayor abundancia. 
Si tienes que pensar en el pasado, piensa en aquellos momentos en que fuiste poderoso y creativo. 
Entra en tu corazón y pregúntate si crees merecer toda la alegría y el amor que te espera en tu camino hacia un propósito superior. Puedes empezar a imaginar alegría, paz y armonía como tu propio derecho de nacimiento. 
El enfoque, la claridad y el amor están disponibles para aquellos que lo piden. Solicita una visión de tu propósito superior y muéstrate dispuesto a reconocer los dones cada día, a medida que llegan a ti, incluso las pequeñas cosas. 
Cuanto más reconozcas aquello que se te envía, tanto más podrás traer de eso mismo a tu vida. ¡Pide! No podemos daros nada a menos que lo pidáis. El universo espera a que pidáis. Cuando lo veas venir, muéstrate dispuesto a tomarlo y recibirlo. Cuando surja la oportunidad, ¡aprovéchala! Da las gracias y reconoce al universo por ello, y podrás crear el cielo en la tierra. Abrirse a recibir 
HOJA DE JUEGO 
1. Haz una lista de al menos cuatro cosas en tu vida que estés haciendo bien, cosas que estén funcionando y acerca de las cuales te sientas a gusto: 
2. ¿Qué cosas buenas has recibido del universo en la última semana o mes? Haz una lista de por lo menos diez cosas: 
3. Piensa por lo menos en cinco cosas que hayas pedido y recibido en el pasado: 
4. ¿Qué te gustaría recibir del universo ahora? Procura exponer tus peticiones con precisión. Utiliza tu imaginación y pide todo aquello en lo que puedas pensar. 
Por ejemplo: me gustaría recibir unos ingresos de dos mil dólares o más al mes, empezando dentro de seis meses, o antes, y ganar ese dinero de una forma que facilite mi propósito superior.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 9º


CAPÍTULO 9 
Amor: conocer la sabiduría del corazón 
El amor es el alimento del universo. 
Es el ingrediente más importante de la vida. 
Los niños avanzan hacia el amor, progresan con el amor y crecen con el amor, y morirían si no lo tuvieran. 
El amor es una energía que rodea el mundo; existe en todas partes y en todo. 
No existe ni un solo aspecto de tu vida que no esté relacionado con el amor. Hasta el momento más oscuro guarda dentro de sí un elemento de amor, la necesidad de ello, la falta de ello, o el deseo de crear más. 
Buena parte de la energía de este planeta se halla dirigida hacia tener amor y, sin embargo, existen tantas formas de pensamiento sobre el amor en esta y en cada cultura, que hacen que el amor sea difícil de obtener. 
Al hablar de amor quisiera hablar de los pensamientos corrientes que existen sobre el amor. 
Los pensamientos que tiene la gente sobre algo se hallan disponibles telepáticamente para todos, de modo que cuando se busca amor, también se sintoniza con la emisora universal del amor, junto con todas las creencias masificadas que van con ello. El amor es un sentimiento en el cuerpo, en las emociones y, en último término, en los ámbitos espirituales. 
El amor podría expresarse como una fuerza omnipresente y se podría imaginar como un elemento que mantiene juntas las partículas de un átomo. Es una fuerza como la gravedad o el magnetismo, aunque todavía no se le comprende como una fuerza. En sus más altos niveles puede ser expresado como una partícula que viaja tan rápido que se encuentra en todas partes a un mismo tiempo, y se convierte en todo lo que es. 
Todos vosotros os esforzáis por alcanzar formas superiores de amor, pero muchos quedáis atrapados por las formas corrientes de pensamiento que existen acerca de él. Imagina que hubiera una barrera a la cantidad de amor que pudieras absorber, del mismo modo que la velocidad de la luz tiene un límite superior. Se ha dicho que no hay nada más rápido que la velocidad de la luz y, sin embargo, lo hay, aunque todavía no se conoce en vuestro universo. 
Lo mismo sucede con el amor, pues en el plano de la tierra hay un punto de amor que es la expresión más elevada del mismo que haya alcanzado la humanidad. 
Todos vuestros grandes maestros trabajan con un médium, con una dimensión de amor, para traer más hacia el plano de la tierra. ¿Cómo se sentiría este amor? ¿Cómo lo conocerías si lo tuvieras? Todos vosotros habéis tenido una experiencia de esa clase de amor. Poseéis palabras y términos acerca de qué es el amor y, sin embargo, sabéis que el amor es algo más que palabras y pensamientos. 
Es una experiencia, un conocimiento, una conexión con otro, con la tierra y, en último término, con el yo superior. En todo aquello con lo que estés conectado hay un esfuerzo por alcanzar una relación superior con el sí mismo. A menudo, la gente te ofrece la oportunidad de conocer tuyo superior y mejor a través de la plataforma de su amor Sin embargo, parece como si, al esforzaros por alcanzar los ámbitos superiores del amor, interviniera con frecuencia la personalidad con sus dudas, temores y expectativas. 
Para tener más amor necesitarás superar tus propias limitaciones. Puedes aumentar el amor en tu vida al mirar hacia adelante con ilusión, al desprenderte de tus pautas del pasado, al creer en tu capacidad para amar incluso más de lo que has amado en el pasado. 
Otra forma de tener más amor es mirar hacia atrás, recordar los momentos en que fuiste fuerte y amoroso y lleno de luz. 
Si empleas el pasado para recordarlo cuando no funcionó, no harás sino crear tus limitaciones pasadas en tus relaciones presentes. ¿Qué es lo que aporta el amor a la mayoría de la gente? A un nivel masivo, el amor aporta muchas imágenes de forma. En una relación, aporta compromiso, matrimonio, ceremonia y ritual. En una familia, trae consigo el cuidado de los demás, el ser cuidado tú mismo, dependencia e independencia, vinculación y desvinculación. 
Al nivel de la personalidad, el amor aporta a menudo su opuesto, el temor. Muchos de vosotros que os habéis sentido enamorados o que habéis tenido experiencias profundas del amor habéis descubierto que más tarde os retraéis o contraéis, os alejáis de la otra persona, o retiráis vuestro amor. 
Interviene la personalidad para hablarte con sus dudas y preocupaciones. Puedes afrontar esto al amar tu propia personalidad y al fortalecerla y tranquilizarla. 
Cada vez que cruzas la puerta hacia más amor, hacia
una nueva dimensión de amor, siempre estarás llevando hacia la superficie esa parte de ti que no se ha sentido amada. 
Es posible que la transfieras a otra persona, que le eches la culpa por alejarse, o por crear una situación en la que no puedes amarla tanto. Pero eso está dentro de ti, eres tú el que creas la retirada. Cuando surge la duda, el temor o la desilusión, en lugar de acusar a la otra persona, mira hacia dentro y pregúntate: «¿Hay una parte de mí que está creando una razón para tener miedo?». Si miras hacia dentro y hablas con esa parte, si la tranquilices asegurándole que no hay nada malo con ese temor, y le muestras el futuro nuevo y brillante hacia el que te diriges, puedes adentrarte aún más en este lugar de amor. Imagínate que hay muchos mensajes telepáticos que existen en tu planeta y que, pienses lo que pienses, sintonizas con todas las otras personas que piensan lo mismo. 
Así pues, si piensas en el amor, en cómo eres amado, en el mucho amor que hay en el universo, en lo luminoso y alegre que te sientes, entonces conectarás con todas aquellas personas que existen conectadas con esa misma frecuencia mental. Cuando surgen las dudas, te conectas con los pensamientos y vibraciones de las personas que viven en ese nivel de temor. 
No rechaces esos pensamientos, pero tampoco te regodees con ellos. No pierdas el tiempo repasando mentalmente por qué es posible que algo no funcione y, en lugar de eso, céntrate en cómo puede funcionar, en el mucho amor que puedes ofrecer a todos, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos, y a todos aquellos a los que amas profundamente y con los que te sientes íntimamente unido. 
El amor trasciende el yo Todos vosotros habéis tenido esa experiencia de profundo amor en la que fuisteis capaces de colocar vuestra personalidad a un lado, vuestras propias apetencias y deseos, para ayudar a otro. 
El amor es un lugar que existe como una energía con la que puedes conectar cada vez que tienes un pensamiento amoroso de alguien. Con ello contienes literalmente tu propia vibración. Hay muchos seres superiores, como yo mismo y aquellos que trabajan a este nivel, entregados a centrar amor en el planeta, para que vuestros propios sentimientos de amor puedan verse amplificados. En cualquier momento en el que expreses un amor incondicional, desde tu ser más profundo, y en cualquier momento en que lo recibas, también estás ayudando a mucha más gente a conseguirlo. El amor procedente de los ámbitos superiores es absoluta compasión y completa vinculación. 
Es ver la imagen más amplia de las vidas de las personas y centrarse no en lo que se desea de ellas, sino en cómo puedes ayudarlas en su despliegue y crecimiento en la dirección que sea para su más elevado bien. 
El amor se centra en cómo puedes servirlas y, al hacerlo así, en cómo puedes servir a tu propio crecimiento y propósito superior. El amor abre la puerta a tu propio crecimiento y sensación de estar vivo. 
Tú mismo has sido testigo de cómo estar enamorado ha expandido tu vivacidad, estar enamorado con cualquiera, ya sea un niño, un padre o una madre, o un amigo. La alegría que me produce haber venido para asistir a otros consiste en ver cómo se abre la flor, observar cómo crecen aquellos a los que me dirijo, y cómo se aman más a sí mismos. 
Esa energía regresa de nuevo hacia mí y se ve amplificada muchas veces, de tal modo que yo, a mi vez, me veo asistido aún más en mis emisiones de amor. 
Piensa por un momento en el mañana. ¿Cómo va a ser tu día de mañana? ¿Hay algo que puedas hacer para dar mañana amor a alguien o para experimentar más amor hacia ti mismo? Reconocer a los demás y reconocerte a ti mismo también es otra forma de experimentar amor. 
Tomarte un momento para apreciar a todos los que veas y enviarles un sentimiento de amor, cambiará tu vida y elevará rápidamente tus vibraciones. Comprometerte con la idea del amor contribuirá a traértelo. No necesitas entrar en ese nivel de la personalidad que te está diciendo: «¿Durará mucho esta situación, funcionará?». En lugar de eso, pregúntate ahora mismo: «¿Cómo puedo profundizar el amor que tengo en esta relación?». El amor opera en el presente y al centrarte sobre él, en el presente, lo envías hacia el futuro y lo liberas en el pasado. Si existes en un sentimiento de amor, si puedes encontrarlo en todo lo que hagas, transmitirlo a través del tacto, de las palabras, los ojos y los sentimientos, puedes eliminar con un solo acto de amor miles de actos de baja naturaleza Puedes ayudar a transformar el planeta. 
No se necesitan tantas personas centradas en el amor para cambiar el destino de la humanidad, pues el amor es una de las energías más poderosas del universo. 
Es miles de veces más fuerte que la cólera, el resentimiento o el temor.
Piensa por un momento en tres personas que puedan utilizar su amor incondicional y enviáselo. Imagina que haya tres personas de las que te gustaría recibir amor incondicional, y ábrete a ellas para recibirlo. ¿Te imaginas cómo te sentirías si tu corazón estuviera abierto, si fuera a donde fueses te sintieras confiado, relajado y supieras que el universo era afable contigo? ¿Cómo fluiría tu vida si estuvieras convencido de que tu guía interna fuera suave y afable, y que las personas te enviarán amor allí donde estuvieres, y que tú mismo emitieras un rayo de amor hacia todos como si procediera de un círculo que te rodeara? ¿Cómo cambiaría tu vida si cada vez que alguien dijera algo, sin que importara cómo surgiera eso, reconocieras por detrás de ello el amor o la necesidad de amor? Estarías mirando constantemente más y más profundamente para admitir y reconocer el amor que hay dentro de cada ser humano, como hago yo. 
Mediante tu reconocimiento del amor, harías que saliera a la luz y lo atraerías hacia ti mismo. Hoy, cuando salgas al mundo, sé consciente de cómo puedes expresar el amor a través de los ojos, a través de la sonrisa, del corazón, y hasta mediante una suave caricia si fuera apropiado. 
Habéis venido a la tierra como una comunidad y todos vosotros podéis enviar un elevado sentimiento amoroso, una forma de pensamiento hecha de amor, y ofrecéroslo los unos a los otros. Durante el resto del día, siente en tu corazón. 
Experimenta el amor que eres tú y, al hacerlo, ábrete para recibir por parte de otros el reconocimiento de la hermosa luz y amor que hay en ti. Amor: conocer la sabiduría del corazón HOJA DE JUEGO 
1. Anota por lo menos tres veces en el pasado en las que sentiste una oleada de sentimientos amorosos al pensar o hablar con alguien, o al entregarle amor: 
2. Piensa en tres personas que puedan utilizar tu amor. Recuerda esos sentimientos amorosos que experimentaste, tal como indicaste en el paso uno. Envía ese amor a esas tres personas. 
3. Anota aquí tres ocasiones en las que alguien te dio un amor que fue inesperado. 
4. Piensa en alguna forma con la que mañana podrías sorprender y encantar a alguien con una expresión de tu amor.
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