viernes, 14 de octubre de 2016

Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 19 Y ULTIMO


CAPÍTULO 19 
Reconocer el propósito de la vida: ¿qué has venido a hacer aquí? 
Muchos de vosotros os encontráis en un estado de transición. Los estados de transición siempre crean mucha energía. 
Tanto si os sentís animados o deprimidos, ciertamente os sentís vivos, llenos de espíritu y de energía, cada vez que vuestra vida cambia. Es entonces cuando surge esa parte tan fuerte que hay en vosotros, la parte que es capaz de desvincularse y observar, la parte que mira a la luz, que desea que vuestra vida sea mejor, más alegre y más pacífica. ¿Qué habéis venido a hacer aquí? Reconocer el propósito de la vida os permite manifestar vuestro destino. 
No me interpretéis mal; sois seres libres. No establecisteis un curso que tuvierais que seguir antes de nacer. Preparasteis el terreno, os procurasteis ciertos padres, y elegisteis nacer en una cierta parte del mundo. Establecisteis las circunstancias para vuestra vida para que fuerais impulsados como un proyectil en una cierta dirección. Una vez que estáis aquí, vuestra vida es absolutamente espontánea y tenéis que decidir sobre ella momento tras momento. 
No hay límite predeterminado alguno en cuanto a lo alto que puedes ir. ¡No hay límites! Vives en un mundo ilimitado; puedes expandirte más allá de cualquier cosa que conozcas.
Para mirar el propósito de tu vida, mira más allá de las formas de pensamiento masivo que existen. Muchos de vosotros habéis crecido con una gran cantidad de presión por hacer, por conseguir, por ser, por haceros un nombre para vosotros mismos, por sentiros valiosos de una forma u otra. 
Cuando miras el propósito de la vida, pregúntate, a tu alma y a ti mismo: «¿Estoy haciendo esto por mí, por mi más elevado bien, o lo hago para complacer a los otros, por vivir de acuerdo con la imagen que se han hecho de mí? ¿Estoy tratando de cumplir con este propósito para poder recibir una palmadita en el hombro, o reconocimiento de los demás? ¿O lo hago porque es algo que deseo hacer, que encaja en quien yo soy, que me aporta alegría?». 
Hay tantos programas y creencias que veo en vuestra cultura acerca de ser una persona buena y valiosa, para ganar mucho dinero, para ser bien conocido, o para ser muy piadoso. 
Todas esas cosas pueden ser buenas si se hacen desde el deseo del alma. Pero pueden hacerte salir del camino si sólo se hacen para satisfacer una imagen que surge del ego o de la personalidad. 
Mírate a ti mismo ahora y pregúntate: si la sociedad no sostuviera ninguna imagen, si no admirara ser bueno o correcto, ¿qué harías con tu vida? En vuestra cultura se ha puesto un gran énfasis en la productividad externa, en lugar de ponerlo en la paz interna, la alegría, el amor y la compasión. Hay un sentido del tiempo que lo impregna todo: consigue esto o aquello a la edad de tantos y tantos años o serás un fracaso. Hay un sentido de presión, de que todo tiene que realizarse con rapidez. Yo diría que se te ha dado todo el tiempo que necesitas si en tus acciones procedes desde el propósito de la vida. 
Puedes relajarte y saber que, a medida que pasas cada día, dispones de tiempo para realizar tu propósito. Si no tienes la sensación de estar logrando tu propósito, de que no dispones de tiempo suficiente, entonces diría que lo que estás haciendo no es, probablemente, tu propósito. 
Cuando estés creando el propósito de tu vida dispondrás de tiempo suficiente, pues tú mismo crearás el tiempo. 
Te parecerá tan alegre que todo lo demás se desvanece, y tu determinación, tu enfoque y tu concentración están ahí. 
Si hay algo que te obligas a hacer por deber u obligación, por la sensación de que las personas te admirarán o te respetarán cuando lo hagas, entonces, probablemente, no estás honrando la luz que hay en tu alma. Cada uno de vosotros tiene un propósito diferente, y no puedes juzgar a los demás por lo que veas que hagan. Cada uno de vosotros se ha dispuesto para aprender ciertas cosas en esta vida, para crecer de todas las formas posibles. Muchos de los obstáculos para manifestar el propósito de la vida proceden de formas de pensamiento cultural masificadas, de falta de formación, y también de otras personas, particularmente aquellas que están cerca de ti. 
En una relación personal íntima, las personas tienden a aceptar los objetivos y las formas de pensamiento del otro. 
Al mirar el propósito de tu vida, mira también a quienes estén cerca de ti en la vida, y pregúntate si no habrás estado manifestando lo que ellos desean para ti. 
¿O tienes claro lo que deseas para ti mismo? 
A menudo, quienes más te aman pueden ser precisamente los que más te retienen. No a través de su negatividad, sino a través de su amor, de su deseo de que estés con ellos, de que vivas de acuerdo con sus imágenes y roles. Al mirar tu propósito en la vida, pregúntate qué harías si estuvieras solo. 
Si no tuvieras en tu vida a nadie que ganara de lo que tú hicieras, o que perdiera, ¿cambiaría eso tus alternativas? ¿Qué harías por ti mismo? ¿Qué te aportaría paz y alegría? 
Y si la sociedad no existiera o tuviera valores absolutamente diferentes, ¿seguiría gustándote lo que haces? Hace cien años, los valores eran muy diferentes. A las personas se las admiraba por muchas cosas que ya no son valoradas. 
Las creencias de la sociedad cambian de un modo muy fluido, y si tú basas el propósito de tu vida en lo que ves a tu alrededor, entonces eso será tan fluido y cambiante que no reflejará necesariamente tu alma. 
Imagínate que eres una roca en medio de una corriente y que ésta se mueve a todo tu alrededor. Muchos de vosotros dejáis que la corriente os lleve de un lado a otro. ¿Estás tú centrado y equilibrado mientras la corriente fluye a tu lado, o permites que cada impulso de la corriente te desplace de una parte a otra? Imagínate que tuvieras una antena en la mente y que pudieras ajustaría ahora mismo de tal modo que apuntara hacia arriba, hacia los ideales superiores que encajaran contigo. ¿Qué valoras en ti mismo? ¿Cómo deseas sentirte? Detente por un momento y pregúntate: ¿qué sentimientos deseo? ¿Qué aspecto quiero que tenga ahora mismo mi universo? 
En un nivel emocional, apórtate esos sentimientos a ti mismo, como si ahora mismo, en este momento, tuvieras tu universo perfecto. Manten esa antena ajustada hacia arriba, en dirección a los niveles superiores del universo, y serás estable como la roca, mientras que la corriente fluye a tu lado. 
Sólo es una ilusión pensar que no tienes lo que deseas Si crees en lo que ves, entonces estás creyendo en las creaciones del pasado. Todo aquello que tienes ahora mismo en tu vida lo creaste del pasado. Todo aquello que tengas a partir de ahora puede ser creado en este momento, y puede ser creado de una forma diferente. No necesitas saber específicamente lo que harás mañana o al día siguiente. 
Puedes empezar por creer que tienes un propósito, un propósito concreto, y puedes empezar por pedir que éste se despliegue ante ti. Si empiezas a creer y a actuar como si supieras qué hacer con tu vida, así será. Levántate mañana y aparenta que eres el capitán de tu barco y que, al menos por un día, guiarás este barco de la forma en que deseas hacerlo. 
Te tomarás el tiempo que necesites, estarás con las personas con las que deseas estar, dirás «no» cuando desees decir «no», y «sí» cuando quieras decir «sí». Comprobarás de hora en hora si estás sintiendo alegría o paz o lo que hayas decidido que deseas sentir. Algunos han dicho que su propósito en la vida consiste en servir y ayudar a los demás. Puede tratarse de un propósito muy bueno y cierto si el yo está centrado, y si se presta la debida atención a conseguir que tu propia vida funcione. 
Al cuidar de ti mismo, al situarte en un ambiente que aumente tu sentido de paz y serenidad, de belleza y armonía, te encontrarás en mucha mejor posición para ayudar a los demás que si enfocas la atención en hacer felices a los demás y no a ti mismo. Si cada persona procediera de un espacio de armonía y belleza, del yo superior, tendríais una sociedad completamente diferente. Mira a tu alrededor ahora mismo y contempla todas tus alternativas y opciones. 
Decide que, a partir de ahora, querrás crear el mundo que deseas. Haz una introspección y encuentra ese punto de fortaleza, esa parte de ti mismo que siempre ha sido capaz de crear las cosas que deseabas y siéntela crecer más fuerte. 
El mayor don que puedes ofrecer a los demás es conseguir que tu propia vida funcione. A menudo, el cambio y la transición en la vida se ven precedidos por la confusión, por un sentido de pérdida o de dolor, o por la sensación de que las cosas se desmoronan a tu alrededor. 
Ello se debe a que en vuestra sociedad hay muy poca formación acerca del desprendimiento, de la desvinculación de las formas que ya han dejado de ser apropiadas. Hay una forma de pensamiento masivo sobre la escasez, lo que hace que todavía sea más difícil desprenderse, pensando que no habrá nada mejor con que sustituir lo que estás perdiendo. Si centras la atención en lo que deseas, si reconoces que lo que tienes es una creación del pasado que se puede cambiar con facilidad, tu futuro puede dirigirse hacia donde tú prefieras. 
Llena tus pensamientos con lo que deseas crear y lo tendrás Existe a menudo un retraso de tiempo entre el nuevo pensamiento y el hecho de tenerlo que confunde y detiene a mucha gente, dificultándoles el seguir pensando en lo nuevo. Los pensamientos son reales y van hacia el exterior para crear aquello que piensa, y los pensamientos existen en el tiempo. 
Así, los pensamientos pueden seguir afectándote durante un tiempo, incluso mientras cambias tu pensamiento. Dentro de dos o tres meses, sin embargo, los nuevos pensamientos habrán adquirido impulso y habrán creado nuevas formas exteriores que alcanzar. 
Hónrate a ti mismo como individuo único. 
Cuando estás en compañía de otras personas, no compares tu camino con el de ellas. A menudo comparas lo que otros están haciendo con su vida, con lo que tú haces con la tuya, y te sientes mejor o peor que los demás. En lugar de eso, haz una introspección y mira cuál es tu camino más elevado y compara tu vida con eso. 
Has leído en los periódicos historias sobre lo que le sucedió a otra gente, y quizá pienses: «Eso puede sucederme a mí». Tú no tienes sus pensamientos, tú no eres ellos. Lo que le suceda a los demás, sea lo que fuere, les ocurre debido a lo que son. 
Si oyes las historias de otras personas, no las atraigas a tu espacio y las internalices, sino pregúntate a ti mismo: «¿Cómo puedo ser fiel a quién soy? ¿Cuál es mi verdad?». 
Cada persona tiene un camino diferente, es una expresión única de fuerza vital. El propósito de la vida es el camino que decidas seguir, pues todo es libre albedrío 
Estableces ciertas condiciones, así que desearías ciertas cosas. Puedes tener lo que deseas si estás dispuesto a sostener la visión y creer en ti mismo de una forma consistente. 
Cuanto más consistentemente creas en ti mismo, tanto mejores serán los resultados. Sería fácil si no se produjeran reveses (tal como tú los interpretas), o si no hubiera pruebas que superar a lo largo del camino. Honra cada uno de tus reveses, cada uno de tus desafíos o dificultades, porque ellos fortalecerán tu propósito. 
Ellos te ofrecen oportunidades para comprometerte aún más con tu visión, para tener aún más clara tu intención. 
Si la vida fuera demasiado fácil o simple, la mayoría de vosotros se estaría quejando de aburrimiento. 
Honra tus desafíos, porque esos espacios que etiquetas como oscuros, en realidad están ahí para aportarte más luz, para fortalecerte, para afirmar tu resolución y para extraer lo mejor de ti mismo. Reconocer el propósito de la vida: ¿qué has venido a hacer aquí? 
HOJA DE JUEGO 
1. Cierra los ojos y permite que entre en tu mente una imagen o símbolo que represente tu propósito aquí en la tierra. 
2. Lleva ese símbolo a tu corazón. Pide a las fuerzas superiores del universo que insuflen más luz y vida en él. 
Dibuja tu símbolo aquí. 
3. Imagina que tu símbolo cambia de color, de textura y de tamaño, y déjalo que te hable con su sabiduría y que te muestre cómo puede ser liberado para ayudar a servir a la humanidad.
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 18



CAPÍTULO 18 
Vivir en un propósito superior 
El propósito superior es una corriente de energía a la que te unes al crear algo que sirve a la humanidad o a tu propia evolución espiritual. Sin un propósito superior eres como un errante, que va de un lado a otro, que toma por varios caminos con muchos giros potencialmente equivocados y pérdida de tiempo. 
Con un propósito superior puedes elegir cada momento, saber qué hacer con cada hora, cada día y semana. 
Eso te permite crecer y evolucionar rápidamente en esta vida. Todo el mundo tiene un propósito superior sobre la tierra. Habéis venido aquí para formar parte de un sistema de energía que trata con emociones, personalidad y pensamientos, que supone ver lo que hay dentro de vosotros mismos reflejado en el mundo exterior. 
Y eso es así para que podáis crear y ver a vuestro alrededor quiénes sois. Hay otros universos donde las formas vienen y se van más rápidamente; casi en el mismo instante en que se piensa en ellas, aparecen y desaparecen. Aquí, las cosas se mueven más despacio. 
El tiempo se halla literalmente ralentizado para que podáis centrar la atención sobre ciertas cosas. Os segmentáis a- vosotros mismos en cierta estructura temporal llamada nacimiento a muerte, y trabajáis sobre energías específicas. Pero yo hablo de la estructura mucho más amplia del universo para la que, a una escala universal, el plano terrenal es muy lento. La longitud de la nota es muy larga, para que podáis experimentar la materia. Desde esa perspectiva deseáis evolucionar hacia arriba, en dirección a la frecuencia más alta de la nota, por lo que debéis ir a otros lugares donde las reglas cambian. 
Hay lugares donde se es más un ser de pura energía, no limitado por el mundo concreto del tiempo, el espacio y la materia. Aquí, vuestros pensamientos crean y se convierten en realidad; podría decirse que el vuestro es un mundo de pensamiento congelado. 
Se necesita más tiempo para crear forma y, para algunos de vosotros, todavía más para desprenderse de ella. Como quiera que el tiempo es lento sobre este plano, debéis practicar economía de energía, y esa es una de las razones por lo que parece que se tarda tanto en crear lo que deseáis. 
Si centras la atención en tener algo, puedes dirigirte directamente hacia ello, con pleno propósito. 
Quizá tengan que transcurrir todavía años antes de que podáis alcanzar vuestros objetivos, sobre todo para vosotros, que sois autores, o a los que practicáis la formación física, pero tener un propósito superior ahorra tiempo. 
Cuando hablo de un propósito superior, estoy hablando de contraer el tiempo, de acelerar la evolución de vuestra alma y de elevar vuestras vibraciones. 
Cuanto más tengáis un propósito, tanto menos energía desperdiciaréis y tanto más rápidamente os elevaréis. 
En último término el propósito superior es la evolución espiritual. El nuevo hogar, el libro terminado, no es el objetivo del crecimiento. Pero el proceso por el que creas estas cosas y el crecimiento que te proporcionan, las nuevas habilidades que adquieres, las comprensiones, la apertura de tu corazón cuando amas, el nuevo aprecio por la belleza que te ofrece tu jardín cuando aparecen las flores, los sentimientos que ofreces cuando terminas un proyecto, el enfoque y la concentración que empleas cuando trabajas, todo eso es propósito superior, eso es evolución. 
EL crecimiento espiritual significa aumentar tu conciencia de la belleza, abrir tu corazón y experimentar más amor y compasión Cuando hablo de propósito superior, estoy hablando de propósito del alma, que consiste en equilibrar todas tus energías y armonizar tu ser con la nota de tu alma. 
Cada uno de vosotros tiene un sonido del alma, una nota característica; y cuanto más puedas expresarla hacia el exterior, hacia el mundo, a través de tu propia voz, tanto más podrás crear formas en ese mundo exterior que se correspondan con tu ser interior. 
Observarás que, al hacer sonar tu nota, empiezas a respirar más profunda y rítmicamente. Puedes empezar por permitir que los sonidos surjan de tu boca, hasta que encuentres un sonido hermoso y reconfortante. 
Eso te ayudará a aclarar tu aura y a elevar tu vibración, simplemente el emitir notas hermosas y reconfortantes. 
Eso armonizará las diversas partes de tu ser. 
La evolución se produce de muchas formas, dependiendo de en qué parte del camino te encuentras. En último término, las almas empiezan sobre la tierra en las energías más densas y se van abriendo paso hacia las energías superiores y más exquisitas. 
Algunos de vosotros lo hacéis muy rápidamente, mientras que a otros os cuesta más. ¿Cuáles son algunas de las cosas que hacen que se tarde más tiempo en crecer? 
Una de ellas es la incapacidad para desprenderse de la forma cuando no hay ninguna esencia tras ella. 
Cuando se ha creado una forma, pero ha desaparecido la razón para esa forma, ha llegado el momento de desprenderse de ella. Eso mismo lo has visto en las relaciones; son muchos los que se aferrán al cascarón de la forma cuando la energía se ha desconectado. Otra de las cosas que hace más lenta tu evolución es la falta de propósito. Si miras hacia arriba, con la intención de llegar más alto, entonces lo harás, si es ése tu propósito. Entonces puedes tomar cualquier situación en tu vida y preguntarte: «¿Me permite esto evolucionar y me lleva más alto o no?». Y si no lo hace así, puedes volver a preguntarte: «¿Existe algún modo de que pueda cambiar esta situación o estar con esta persona de tal modo que yo pueda crecer?». Cualquier situación en la que te encuentres puedes emplearla en un propósito superior. Puedes surgir de las energías más densas de las pesadas emociones, el temor o el dolor. 
El plano terrenal puede llegar a ser un lugar hermoso que experimentar. La capacidad para disfrutar de los sentidos, de escuchar sonidos, de tocar, sentir y conocer el amor pueden ser experiencias muy alegres. Puedes surgir también de entre aquello que separa. Tú mismo creas separación y soledad de muchas formas. 
En vuestro universo, no sólo tenéis cuerpos individuales, sino que a menudo os encontráis separados de vuestro mismo y profundo yo. Por ejemplo, cada vez que tienes una duda, que piensas que eres lo bastante bueno o lo bastante fuerte, te has separado de tu yo superior. El camino de tu alma consiste en unir todas tus partes y fundirlas con tu yo superior. 
También puedes hablar de propósito en términos de cosas concretas que deseas conseguir. Yo recomendaría que antes te preguntaras: «¿Cuál es la esencia que hay detrás de la forma?». Por ejemplo, si deseas empezar un negocio, ¿cuál es el más elevado propósito de eso, cómo sirve al planeta? ¿Cómo te sirve a ti? Si lo que quieres es alcanzar un objetivo financiero, antes te puedes preguntar cuál es la esencia de ese objetivo. ¿Cómo sirvo a mi propósito superior al crear esa forma? Si deseas dinero para conseguir que tu trabajo llegue al mundo, para crear un proyecto que cure a los demás, si sólo lo quieres como un vehículo para ello (no por razones egotistas), entonces el universo te enviará dinero en abundancia. Pero cualquier cosa que busques poseer o a la que te quieras aferrar no hará sino hacer más lento tu crecimiento. 
El universo, a su modo cariñoso y suave, tratará de impedirte que lo consigas. Si se te permitiera tener aquellas cosas a las que te aferrarías hasta mucho después de que hubieran dejado de serte útiles, te descubrirías viviendo inmerso en una lucha más dura y en una energía más pesada. 
La vida no tiene por qué ser dura Puedes crear alegría al ablandar tu energía. ¿Qué quiero decir con ablandar? 
Cada vez que los demás se enojan contigo puedes responder con cólera y dureza. O bien puedes ablandarte tanto que eres capaz de mirarlos con una profunda compasión. 
Eso separa tu energía de la de ellos al nivel de la personalidad, y te conecta a ti en el corazón. Muchos de vosotros pensáis que necesitáis tener una gran voluntad y control sobre vuestra energía. Si vivís con propósito, descubriréis que también estáis viviendo en armonía con vuestra energía, y que no necesitáis controlarla. Eso significa, en un nivel más concreto, no perder ociosamente el tiempo, ni siquiera en vuestra mente, y resistiros a la tentación de repasar situaciones del pasado que no os aportaron alegría. 
Una vez más, hacer sonar vuestra nota, cantarla, es una forma de volver a encontraros en el centro. Observa cómo tu mente se hace más clara y libre cuando lo haces así. Cuanto más hagas sonar tu nota, tanto más descubrirás una que sientes en armonía con tu ser. 
No se trata de algo que pueda ser enseñado, sino de algo que tienes que descubrir por ti mismo. Es un sonido lleno de alegría, reconfortante y pacífico y después de eso siempre te sientes mejor. Antes de que nacieras no decidiste cómo, sino que simplemente decidiste qué energías evolucionarías dentro de ti. Las cosas que ocurren, la carrera profesional que eliges, las personas a las que atraes son simplemente el efecto de tu evolución. 
Son la creación y el producto de ello. 
Puedes sentirte confundido, pensar que una nueva casa, o una persona, caracteriza tu progreso. 
En cierto modo es así, pero tu progreso ya se ha hecho, mucho antes de que llegaran hasta ti esa nueva casa o esa nueva persona. Haz por un momento una introspección, siente tu energía, y permite que surja una imagen, un símbolo, un sentimiento o palabra que represente tu propósito aquí. ¿Alrededor de qué se centra tu propósito en esta vida? ¿Cuáles han sido tus desafíos principales? ¿Qué forma has estado deseando crear en tu mundo exterior? 
El propósito superior siempre es algo que amas Durante el próximo mes, procura ser más consciente de tu propósito. 
Eso siempre es algo juguetón y alegre. 
El propósito superior conduce a las energías más exquisitas de la vida, como una conexión profunda con una persona amada, la unión alegre de los amigos que juegan, el enfoque y la ligereza mientras llevas a cabo el trabajo de tu vida. 
Puede existir alegría en cada momento si estás dispuesto a vivir un propósito. Manifestar el propósito superior significa creer en ti mismo, y creer en la bondad del universo. 
Si tuvieras que tomar la decisión que más te ayudara a manifestar el propósito superior, ésta sería creer en ti mismo y confiar en el universo. Desde mi perspectiva, hay tanto amor, hay tantas personas dentro de un radio de diez kilómetros de tu hogar con las que podrías conectar de una manera cariñosa, hay tanta abundancia de dinero en tu sociedad, que se podría crear cualquier propósito que tú decidieras. __ ¿Cómo te sentirías si cada célula de ti mismo reconociera y estuviera en contacto con tu propósito superior? 
Al mantener ese propósito en tu corazón, refinarías tu cuerpo físico, elevarías tus pensamientos hacia lo alto y traerías paz a tus emociones. El proceso del propósito consiste en llegar hasta su yo más interior, hacerlo salir al mundo exterior y elevarlo con tu energía. 
Esta vida te ofrece una oportunidad de encontrar luz, y de vivir alegremente. Aquello que alcances en el momento de tu muerte es tuyo. Cada ganancia que obtengas, cada lugar de tu vida donde hayas puesto alegría, cada lugar donde hayas encontrado risas, paz y delicia, estarán ya ahí para la próxima vida, vayas a donde vayas. Cada vez que evolucionas tu cuerpo, que comes de una manera mejor, que haces más ejercicio, que bailas, juegas, te concentras, y aportas luz, evolucionas también en vidas futuras. Una parte del propósito de la vida terrenal consiste en aportar tu yo superior y unirte con tu espíritu a todos los niveles. Cada uno de vosotros tiene la habilidad para ayudar y curar a los demás, y la mayoría de vosotros tiene un sincero deseo de que sea así. 
Despiértate por la mañana, aunque sólo sea una vez al año, y sostén en tus manos tu propósito superior, como un símbolo. Realiza el proceso del que hablo: imagina que sostienes en las manos el propósito más elevado que viniste a crear en esta vida. Llévalo a tu corazón. Vierte luz en él, pide guía y asistencia de las fuerzas superiores. Siente cómo tu energía se eleva y déjala ir para que pueda regresar de nuevo a ti. 
Enviarás de ese modo una llamada al universo, diciéndole que estás preparado para crecer. Se te darán entonces muchas oportunidades para expandirte y evolucionar, y ninguno de tus desafíos estarán más allá de lo que puedas manejar con tus habilidades y herramientas. 
La tierra puede ser un lugar muy afable. No obstante, es posible que no lo sea tanto en algunos de los niveles de energía más rudos y densos. Aprendes y creces con todo lo que creas Creas crisis porque ha llegado el momento en que estás cerca de tu alma, en el que te extiendes hacia el interior, hacia el exterior y hacia lo alto y conectas con tu propósito. 
Si estás dispuesto a vivir con un propósito superior, escúchate a ti mismo y conecta con tu alma, emprende la acción dejándote dirigir por sus susurros, y no tendrás que crear crisis o luchas. Ni siquiera necesitas saber la forma de tu propósito, sino sólo tener la intención de crear un propósito superior que aportarte a ti mismo. El propósito representa movimiento del alma, la energía que conecta el cielo con la tierra. 
Está marcado por formas concretas, una casa nueva, un matrimonio, aquellas cosas que has estado buscando. Pero eso sólo son las ceremonias que marcan el nuevo crecimiento realizado en el alma. 
Precisamente porque todos vosotros estáis creciendo muy rápidamente, tenéis que crear nuevos desafíos para experimentar quiénes sois. 
Esas pueden ser oportunidades maravillosas en los ámbitos superiores, o crisis y luchas en los ámbitos inferiores. 
Si quieres vivir con un propósito superior empieza por comprometerte más con él. ¿Cómo empleas tu tiempo? ¿Hacia dónde se dirigen tus pensamientos cuando estás a solas? Aprende a sostener un enfoque superior, a emplear el tiempo, cuando no tengas nada mejor que hacer, en pensar por qué estás aquí y qué tienes que ofrecer a la humanidad. 
El propósito procede de servir al yo superior, de ayudar a los demás y de estar dispuesto a llevar a cabo tu visión del más elevado servicio que puedas ofrecer, sea ésta cual fuere. 
Piensa en algo que puedas hacer la próxima semana, algo específico que sepas que forma parte de tu propósito superior, ya sea de tu propósito a corto o a largo plazo. 
Afirma que estarás dispuesto a reconocerlo cuando lo hayas hecho o creado así, es decir, cuando vivas con un propósito superior. 
Cuando lo completes, puedes crear alguna otra cosa más nueva y concreta que hacer, formando así los peldaños para vivir con propósito. Mañana, mientras realizas tus actos cotidianos, procura decirte a ti mismo lo maravillosa persona que eres. Observa la belleza que hay en ti. Siente tu fortaleza interior, reconoce lo bueno que eres. Admite lo cariñoso que eres y percibe la luz que te rodea. Reconócete a ti mismo y, al hacerlo, busca tu propósito superior. 
Sabes lo que deseas hacer a continuación. Quizá tengas razones por las que no puedes hacerlo, viejos recuerdos y pautas que parecen detenerte, pero ahora sabes lo que quieres. Sácalo a la superficie, extráelo del inconsciente, de los susurros de tu mente, y conviértelo en algo real. 
Manten tu visión delante de ti. Si deseas una vida pacífica y tranquila, ser un buen padre o una buena madre tener un hombre o una mujer en tu vida que te ame, te valore y te atesore, haz salir a la luz esa visión. 
Toma una decisión y lo tendrás. Consigue que tu intención sea clara. Si deseas servir al mundo y dar a conocer tu obra, si deseas crear prosperidad, abrirte a una nueva creatividad y habilidades, siempre hay una parte de ti que sabe cómo hacerlo. Habla con esa parte, pídele que te enseñe qué pasos hay que dar. Observa tu diálogo interior y escucha los mensajes que te llegan desde esa parte. Manifestar es una cuestión de confianza y creencia en ti mismo, de sostener esa visión delante de ti. 
Hay muchas razones para dejar de creer y confiar en el universo y en ti mismo, pero también hay muchas más razones para continuar. A menudo, el universo te pone a prueba para ver hasta qué punto crees en tu visión. 
Cada objetivo es alcanzable si continúas trabajando en ello. Vivir con propósito superior 
HOJA DE JUEGO 
1. Piensa en un objetivo específico que tengas ahora mismo. Anótalo aquí. 
2. Cierra los ojos y piensa en un símbolo de la más elevada realización de ese objetivo, un símbolo que incluya su propósito para ti y para la humanidad. Dibuja o describe tu símbolo aquí. 3. Toma ese símbolo en tus manos, llévatelo cerca del corazón y pregunta: 
a. ¿Cómo aporta este objetivo más luz a mi vida? 
b. ¿Cómo aporta más luz a la vida de los demás? 
c. ¿Cómo sirve a la humanidad? 
4. ¿Qué paso podrías dar hoy o mañana, por pequeño que fuera, para dirigirte hacia ese objetivo?
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 17


CAPÍTULO 17
Dar un salto cuántico 
Las ideas nuevas y los nuevos movimientos hacia adelante no siempre se presentan en la forma en que espera la mente. 
Al imaginar lo más elevado para ti mismo es importante que uses tu mente para ir hacia arriba y hacia el exterior; deja que tu mente se eleva con las imágenes iniciales de lo que deseas. 
A medida que la mente crea imágenes, esas imágenes se dirigen hacia la luz del alma, al mismo ser interior que ha creado esas imágenes. Entonces, el alma da a la mente nuevas ideas y visiones. Hay veces en las que parece que piensas en lo que deseas y, para cuando lo consigues, resulta diferente a lo que habías pedido originalmente. 
Eso se debe a que la mente, cuando solicita algo, activa automáticamente los recursos de un yo más grande. 
Cuando la petición regresa lo hace en esa forma más elevada. Quizá te hayas preguntado por qué algunas de las cosas que pediste tardaron tanto tiempo en llegar hasta ti. 
Los saltos cuánticos implican tiempo y tu capacidad para manifestar las cosas. Si retrocedieras y contemplaras lo que pediste en el pasado, verías que muchas de las cosas que no conseguiste ya no las deseas, y que, sin embargo, tienes aquellas otras cosas que fueron por tu bien superior. 
Algunas de las cosas que te preparas para tener te llegarán en algún momento posterior. 
Otro nivel desde el que operas, aparte de la mente, es el espíritu. El espíritu te dice cómo conseguir cosas, no a través de la mente, sino a través de coincidencias, sentimientos y emociones. 
Después de haber utilizado tu mente para decirle al universo lo que deseas, empieza a escuchar tus urgencias espontáneas y creativas. Es posible que no parezcan tener relación alguna con el objetivo que deseas alcanzar. 
Puede parecer como si, por ejemplo, trataras de obtener un gran éxito financiero y, de repente, deseas tomarte el verano libre y estudiar alguna otra cosa. 
Al confiar en tus urgencias internas y estudiar esa otra cosa quizá descubras el surgimiento de nuevas ideas que te aportan la riqueza que originalmente deseabas. 
El alma siempre te está indicando el camino correcto a seguir, pero tienes que ser tú quien dé el salto de la fe y la confianza, y quien actúe de acuerdo con esa guía interior. 
Si vas a experimentar un gran cambio en tu vida, querrás cambiar también esas creencias que te impidieron hacerlo en el pasado Si tienes muy clara tu intención de ir desde un sitio a otro, por ejemplo desde un nivel de prosperidad financiera a otro, o desde un nivel de éxito creativo a otro, entonces se producirán cambios por los que tú mismo tienes que pasar. Porque si ya te encontraras allí, en los diversos niveles de personalidad y de las emociones, no necesitarías hacer nada. 
En ese caso ya tendrías lo que deseas. 
Una mujer acudió a mí y me dijo: «Quiero ser millonaria. 
Hoy no puedo pagar el alquiler, pero quiero ser millonaria, y me gustaría que eso sucediera lo más rápidamente posible». 
Si ella hubiera creído que eso era posible, lo habría conseguido en ese mismo momento. 
Cuando le haces al universo una petición para dar un salto cuántico, esa petición asciende desde tu mente hasta tu espíritu. Entonces, el espíritu empieza a emitir señales de regreso a tu mente y a tu parte emocional, comunicándoles cómo crear los cambios que deseas. Ahora bien, debes prestar atención a esas señales. Hay muchos niveles en los que tendrán que producirse cambios para que alcances este nuevo paso. 
Por ejemplo, en nuestro ejemplo de mayor prosperidad financiera, esa persona podría necesitar aprender muchos de los principios que intervienen en la creación de dinero. 
En consecuencia, el alma de esa mujer podría dirigirla hacia la lectura de muchos libros, o enviar a alguien que pudiera enseñarle e instruirle. Pero también es posible que ella no esté dispuesta a desprenderse de las viejas imágenes de la falta de dinero. Es posible que su corazón no esté abierto todavía lo suficiente como para creer que puede recibir y que se merece esa clase de dinero. 
Así pues, se le enviarán muchas lecciones para ayudarla a abrir su corazón. De hecho, su nivel de confianza podría estar tan subdesarrollado que el hecho de ganar el dinero se retrasara mientras ella desarrolla fe y confianza. 
Pidas lo que pidas, es posible que tengas que desprenderte de algo para conseguirlo. Si has pedido dinero, quizá tengas que desprenderte de tu imagen de la falta del mismo, de todas aquellas formas en las que vives y reflejas esas imágenes, y de las formas en que gastas y compras. 
Tu alma te enviará muchos desafíos y oportunidades para el crecimiento, para ayudarte a desprenderte de esas imágenes de escasez. Es posible que el dinero llegue al principio en pequeñas cantidades, de modo que tú puedas demostrar su predisposición a gastarlo en aquellas cosas que sean capaces de crear prosperidad. 
Finalmente, a medida que la energía cambia dentro de ti, que tus programas y decisiones y creencias vuelven a ser reescritos, las ideas empezarán a fluir y surgirán ideas concretas acerca de cómo crear específicamente la suma de dinero que deseas. Quizá transcurra un año o dos, o incluso más, antes de que te desprendas lo suficiente de los programas en los que falta la abundancia, como para que aparezcan las ideas específicas. 
En ese momento continuarás creando muchas formas de atraer riqueza, que irás perfeccionando, hasta que la riqueza sea un hecho. Algunas personas se detienen en el camino cuando algo no les llega de inmediato, porque sus mentes no ven la conexión que existe entre las lecciones que están ocurriendo y su petición de un mayor cambio. Sus mentes pueden interpretar incluso que algunos de los acontecimientos las llevan en una dirección equivocada, y que aun cuando piden algo una y otra vez, lo que ocurre es precisamente lo opuesto. 
No obstante, si consideras lo mucho que estás creciendo al tener lo opuesto de lo que deseas (o lo que parece ser lo opuesto), te darás cuenta de que, en realidad, esos acontecimientos trabajan sobre tu energía y te abren de ciertas formas para tener aquello mismo que has pedido. 
Por ejemplo, una mujer pidió un aumento del cien por ciento en su salario mensual. Poco después de eso, su jefe tuvo que reducirle su salario a la mitad, debido a problemas en la empresa. A ella le pareció que estaba recibiendo lo opuesto de lo que había pedido. No obstante, empezó a pensar en iniciar su propio negocio en un campo económico relacionado, algo que había deseado hacer desde hacía años. 
De ese modo, el recorte en su salario se convirtió en la motivación para impulsarla hacia adelante e iniciar su propio negocio. Consiguió realmente el salario que había pedido aunque varios años más tarde y en su propio negocio. 
Como puedes ver, el cambio implica mucho más que pedir algo y tenerlo. Quizá tengas que hacer una introspección, expandir tu fe y tu confianza y abrir tu corazón. 
Tienes que confiar en tu guía interior y en tus impulsos para avanzar desde tu nivel actual de abundancia hacia otro superior. También necesitas desprenderte de muchas de las viejas imágenes acerca de quién eres. 
Dispondrás de muchas oportunidades para el crecimiento que te ofrecerán la posibilidad de cambiar esas imágenes mentales. A nivel del alma siempre es una alegría crecer, y el alma siempre está preocupada porque estés creciendo. 
Tanto si creces a través del dolor como de la alegría, el crecimiento es lo que constituye el objetivo final; se trata del crecimiento que necesitas para tener aquello que has decidido que deseas. El alma deja que tu mente funcione con una gran cantidad de libre albedrío al elegir para ti mismo objetivos que quieras alcanzar, o los saltos cuánticos que desees dar. 
Cuanto más alto puedas apuntar con tu mente, tanto más podrás unirte con el crecimiento de tu alma. A medida que tu mente piensa en nuevas ideas, va hacia arriba y se vincula con tu espíritu, que se encuentra fuera de las energías más densas del plano terrenal. 
El espíritu te vuelve a hablar a través de las emociones, y más frecuentemente a través de los sentimientos, produciéndote una sensación o una urgencia de algo que desea que hagas. Cuando surgen esas sensaciones o urgencias, a veces querrás ignorar tu mente (no hacerla equivocar), pues la mente buscará a menudo razones y explicaciones antes de emprender la acción. 
Si experimentas una fuerte urgencia de hacer algo, es importante que hagas caso de esa urgencia. 
Tu mente puede intentar encontrar razones por las que deberías o no deberías hacer caso de esa urgencia, puesto que tu mente sigue los programas familiares que conoce. 
Tus urgencias proceden del alma, que tiene una imagen mucho más amplia de lo que tu mente es capaz de concebir, para aportarte lo que deseas. Te dirige en direcciones que tu mente no puede anticipar. Así pues, querrás tomar una decisión, al dar un salto cuántico, para seguir tu guía interna, las urgencias internas de tu nivel de sentimientos, de tu alma. 
Hay dos niveles de realidad. 
En uno de ellos tu mente establece un objetivo que está muy claro en su intencionalidad, toma la decisión de alcanzarlo y compromete tu voluntad. 
El segundo nivel es el del alma; desde ella surge el yo superior que se expande en todas direcciones y te atrae hacia las coincidencias, las personas y los acontecimientos que crean lo que deseas. Eso sucede más allá del nivel de la mente; tienes que seguir tus urgencias internas y tu guía para unirte a este flujo. Puedes elegir con qué rapidez deseas que suceda Para acortar el tiempo que transcurre entre la petición de lo que deseas y su recepción, empieza por tener claro cuáles son tus objetivos. 
Algunos de vosotros sois tan poco específicos que vuestras mentes deambulan de un lado a otro, nunca llegan a plantear peticiones claras a vuestras almas, por lo que las almas tienen que pasarse mucho tiempo dedicadas a guiar vuestras mentes a conseguir una imagen clara de lo que deseáis. Cuanto mayor sea la exactitud y precisión con la que puedas afirmar lo que deseas en cualquier aspecto de tu vida, con guías y pasos exactos, tanto más rápidamente lo conseguirás. 
Es posible que no lo recibas en la forma exacta en la que lo has pedido, pero tu alma creará para ti la esencia de lo que deseas. Al ser preciso, estás formulando la esencia. La esencia es el crecimiento que vas a experimentar en cualquier salto cuántico, y te sugeriría que tomaras todo aquello que has pedido y te preguntaras: «¿Cuál es la esencia de esto?». Si observas lo que has intentado crear, te darás cuenta de que siempre has recibido la esencia de todo aquello que pediste. 
Por ejemplo, si deseaste una relación amorosa, quizá deseaste, simplemente, sentirte amado. Tu alma puede darte amor de muchas formas, quizá a través de un amigo íntimo, de un niño o incluso de un animal de compañía, quizá a través de un ascenso profesional, o de cualquier otra forma en que aceptes amor. Si quieres conseguir un cuerpo más ágil, la esencia de lo que deseas puede ser más amor por ti mismo. 
Si estás dispuesto a buscar la esencia en tus saltos cuánticos, serás capaz de crearla mucho más rápidamente. Si te sientes tentado de considerar el pasado y decir: «Bueno, deseé esto, pero no lo conseguí», contempla el núcleo de la cuestión, la esencia de lo que pediste. 
Yo diría que lo has conseguido de muchas formas. 
El alma es bastante creativa a la hora de interpretar tu petición. Tiene que ser creativa porque la mente es bastante estrecha en su capacidad para pedir. El alma toma cualquier petición de crecimiento y la expande en todas las direcciones que puede. Hay algunos acuerdos entre la mente y el alma. 
Uno de ellos es el acuerdo de que la mente buscará aspectos específicos en los que pueda producirse el crecimiento. Mientras tanto, el alma expande las imágenes y las alternativas de que dispone la mente. Por su parte, la mente puede actuar o no de acuerdo con las oportunidades que le presenta el alma. Así, se produce un juego constante entre el alma y la mente, de un modo bastante parecido a como se produce un baile entre la mente y el cuerpo. La mente crea la imagen de lo que desea y envía la información al cuerpo. 
El cuerpo puede aceptar el actuar de acuerdo con la guía que le envía la mente, o puede elegir no hacerlo. 
A menudo se necesitan cambios emocionales para dar un salto cuántico Cuando tus emociones son pesadas, tristes o negativas, el aura que rodea tu cuerpo es densa. 
Es como conducir un coche con el parabrisas sucio. 
No puedes ver con claridad, ni muy lejos. La luz de tu alma no llega con suficiente luminosidad. 
El alma te guiará para que busques aquellos aspectos de tu vida que están creando perturbaciones emocionales y te hace dejar de reaccionar a ellas. 
Encuentra formas de calmar tus emociones, pues calmar las emociones acelera el tiempo que se necesita para alcanzar tus objetivos. Cuando estás calmado, cuando te sientes pacífico, tu alma llega a tus emociones para darte esa guía interna. 
El alma ofrece guía a través del cuerpo emocional, en forma de urgencias, comprensiones y esa clase de sentimientos repentinos que te hacen abordar nuevos aspectos. 
Dar un salto cuántico no significa buscar alivio de la preocupación o la desilusión, sino crear regocijo y alegría. Contempla aquellos momentos en los que hiciste algo grande y verás la motivación del deseo que te condujo a crearlo. 
A menudo, dices: «Debería hacer esto, o crear tal o cual cosa, para sentirme feliz». Si hacer esas cosas sólo te aporta una sensación de alivio, probablemente continuarás considerándolo como un debería, y no como un hecho realizado. 
Debes encontrar deseo-motivación para aquellas cosas que deseas hacer. Necesitas una gran motivación y un verdadero impulso interior para dar un salto cuántico. 
No funcionará si sólo se trata de algo que ha creado tu mente como algo bonito que hacer, o como algo que te hace sentir bien. Debe tratarse de algo detrás de lo cual puedas estar a todos los niveles, algo por lo que tus emociones puedan sentirse excitadas, y que realmente desees hacer. 
El disgusto por la pobreza, por ejemplo, no es suficiente para sacarte de ella. Necesitas desear y amar realmente el hecho de ganar dinero si es eso lo que quieres tener. No puedes conseguir aquello que deseas si odias la falta de ello. 
Así pues, cuando contemples el salto cuántico que deseas dar, pregúntate cuál es tu motivación. Si te das cuenta de que no hay ninguna otra motivación más que aliviarte de una mala sensación acerca de quién eres, pregúntate: «¿Qué puedo crear como motivación?». 
Esas cosas que creas y hacia las que te diriges son cosas por las que te sientes muy cargado, que te aportan una gran alegría y regocijo. Siempre puedes encontrar el dinero para algo que deseas hacer. Siempre puedes encontrar el tiempo para algo que te excita. Y lo mismo sucede a la hora de dar un salto cuántico. Si tienes en tu vida un aspecto en el que piensas que deberías efectuar un gran cambio, pero no lo has hecho todavía, pregúntate si realmente tienes la intención de hacerlo. 
Tú conoces muy bien cuál es la diferencia. 
Si trabajas para dar saltos cuánticos que no se han producido todavía, debes ser muy consciente de que todo aquello que estás haciendo ahora mismo en tu vida te está acercando cada vez más a ello. 
Haz una introspección por un momento y pregúntate: ¿Qué salto cuántico me dispongo a dar? ¿Y cómo me podría estar preparando para darlo algo que ocurrió la semana pasada o incluso hoy mismo? La mente trabaja mejor si tiene puntos de referencia fijos en su progreso a lo largo del camino En ciertos aspectos, la mente es como un niño. Los niños no desean pensar en la escuela superior cuando tienen dos años. Desean pensar en la comida, o en sus amigos. Pues la mente hace lo mismo. Crear algo que sea delicioso mañana, dar un pequeño paso, o llevar a cabo una pequeña acción que te permita acercarte un paso más a tu objetivo. 
A la mente le gusta tener marcas y experimentar una sensación de logro. ¿Qué podrías crear mañana que fuera delicioso para ti y que te acercara un paso más a tu objetivo superior? 
Al mismo tiempo pregúntate a ti mismo: «¿Existe alguna urgencia interior que experimente ahora mismo acerca de algo que deseo hacer y que he estado retrasando?». 
Algo en lo que hayas estado pensando ¿quizá te ocupa mucho tiempo o puede apartarte de tu curso? De este modo puedes empezar a trabajar con tus emociones y con tu mente para acercar un poco más el salto cuántico. 
Si cada día te levantas y te dices: «¿Qué puedo crear para que mi mente vea que estoy haciendo algo para acercarme más a mi objetivo?», lograrás mucho mayor progreso en tu salto hacia adelante. A la mente le gusta tener la sensación de que ha logrado cosas; tienes que mantenerla satisfecha. Las emociones también son mucho más felices cuando pueden ver que se hacen progresos. Debes ser consciente de que los pasos actuales que puedas dar quizá resulten no ser los necesarios. Sin embargo, pueden ser, a pesar de todo, bastante satisfactorios y aportarte una sensación de moverte hacia delante. 
A veces, la mente es incapaz de conectar lo que está sucediendo (las llamadas telefónicas, los problemas particulares que surgen), con el movimiento hacia delante. A menudo tienes una imagen o visión grande, pero cada pequeña pieza del rompecabezas sucede en el tiempo presente y quizá no parezca encajar en el conjunto. 
Hasta un comentario que te haga un amigo, o una llamada telefónica, pueden formar parte de tu movimiento hacia delante. Sucede a menudo que la mente no puede ver la pauta y el movimiento que se están produciendo, al no conocer todos los aspectos que se están abriendo, o todas las creencias que se están cambiando. 
Así, no piensa que estás creciendo o que estás alcanzando tu objetivo. Si se pone impaciente o incrédula puede llegar a nublar tus emociones y hacer que dar el salto te sea más difícil. Si puedes dar a tu mente la satisfacción de haber logrado una acción, eso debería ayudar también a tus emociones. 
Pregúntate qué paso te gustaría dar que representara un paso en dirección a tu objetivo. 
Pregúntate si existe alguna urgencia interna que experimentes por algo y que puedas hacer durante el próximo mes. 
Ni siquiera tiene por qué estar relacionada con tu objetivo. Simplemente, toma la decisión de que lo harás. Dar un salto cuántico 
HOJA DE JUEGO 
1. ¿Qué salto cuántico te gustaría dar en tu vida? 
2. ¿Hay alguna cosa de la que debieras desprenderte para hacerlo (creencia, actitud, cosa, persona)? 
3. ¿Cuál es la esencia de este objetivo? ¿Hay alguna otra forma que te pueda proporcionar la esencia de lo que deseas? 
4. Cuál es tu motivación para tenerla, es decir, qué conseguirías con ello? 
5. A menudo, las urgencias o los susurros internos de tu mente se hallan conectados con tu salto cuántico, aunque no parezcan estar relacionados. Haz a continuación una lista de cualquier urgencia interna que hayas podido experimentar. 
6. ¿Qué paso específico, por muy sencillo que sea, puedes dar durante la semana siguiente para acercarte a tu objetivo?
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Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 16


CAPÍTULO 16 
Abrazar lo nuevo 
Estar abierto para aceptar en tu vida nuevas cosas, ideas y personas, crear una capacidad para la alegría en permanente expansión. Hay una forma de pensamiento masivo según la cual el futuro puede ser peor que el presente. 
Eso crea la necesidad de aferrarte a lo que tienes, de congelar las cosas tal como están ahora y de impedir que cambien. 
Eso conduce a mucho dolor. Abrazar lo nuevo significa estar abierto a tener más en tu vida. 
Muchos de vosotros pensáis que lo que habéis creado hasta ahora es lo mejor que podíais crear. Haces algo y piensas que has conseguido lo mejor al primer intento. Pero al segundo y al tercer intento es posible que lo hagas todavía mejor. 
Al crear cosas en tu vida, te haces mejor y más capacitado. 
Ese es el proceso de la vida. Un niño que empieza a caminar avanza vacilante e inseguro. A medida que practica esa nueva capacidad se hace más fuerte y firme en su paso. 
Lo mismo sucede con todo aquello que haces, pues la vida es una espiral en la que trazas un círculo tras otro, a menudo sobre los mismos temas, pero cada vez desde una perspectiva superior. Abrirse a nuevas cosas significa confiar y tener fe en ti mismo y en los demás. Significa creer que el futuro contiene alegría y promesa. 
Significa creer en tu propio crecimiento y dirección. 
El corazón es el centro de la fe, la confianza y la creencia. 
Por lo tanto, abrirte a lo nuevo significa abrir tu corazón. Debes estar dispuesto a ir más allá de tus límites y puntos de vista normales y ver el mundo en formas diferentes, a confiar en que el mundo es seguro y a saber que tú eres el director y el productor de lo que ocurra en tu propia vida. 
Para abrirse a lo nuevo se necesita una voluntad de ver lo viejo no con odio, cólera o disgusto, sino con compasión. 
Muchos de vosotros abandonáis una relación con cólera, o compráis un coche nuevo cuando el que tenéis no os gusta tanto. Esa es una forma de abandonar lo viejo y abrazar lo nuevo. Al seguir el camino de la alegría puedes aprender a abrirte a nuevas cosas al mismo tiempo que te encuentras en un estado de aceptación y paz con las viejas. Cuando las cosas no funcionan bien en tu vida, a veces acumulas la determinación y la energía para cambiarlas encolerizándote o eligiendo el dolor. No tiene por qué ser difícil abandonar lo viejo y abrazar lo nuevo. Si empiezas a pensar en lo que deseas, en cómo te gustaría que fuera tu vida, empiezas a atraer lo nuevo hacia ti mismo, con facilidad y automáticamente. 
Si deseas algo y eso sólo puedes obtenerlo cuando otra persona cambia o actúa de un modo diferente, entonces no tienes poder o control sobre eso. 
El único poder o control que tienes es el que ejerces sobre tus propias emociones y reacciones. Si deseas algo nuevo, ábrete a recibirlo de donde venga, de cualquier lugar o persona Ábrete a las sorpresas y a las cosas nuevas. Mantén tu corazón abierto. Algunos de vosotros experimentáis una sensación de vulnerabilidad o temor cuando pensáis en introducir en vuestras vidas a personas o cosas nuevas. 
Lo que llamáis tensión o ansiedad antes de que se produzca un acontecimiento podría ser considerado, en lugar de eso, como un centrar la energía con objeto de prepararte para algo nuevo. Es un cambio en tu vibración que te prepara para algo que es más exquisito y elevado en tu vida. Quizá sientas que tienes que superar el temor y la ansiedad antes de dar un paso adelante y conseguir algo. Pero, antes de intentar cosas nuevas, todo el mundo tiene hasta cierto punto esa sensación interna de tensión; es un período en el que se acumula la energía para llevar a cabo el desplazamiento hacia una vibración más elevada. 
Todo aquello que te ocurre, sucede para ayudarte a impulsarte hacia un nivel más elevado de evolución. Incluso aquellas cosas que consideras como negativas o malas están ahí para mostrarte nuevas formas de responder, para que puedas ser más poderoso en el futuro. 
Si parece como si el mismo problema o situación se produjera una y otra vez, sé consciente de que en cada ocasión sucede de una forma nueva. 
Abraza lo que sea nuevo en la pauta o situación y examina cómo has tenido éxito en llevarlo hasta un nivel más elevado. Quizá seas más consciente de ello que antes, o seas capaz de comprenderlo mejor. 
Quizá te sientas menos implicado emocionalmente y seas más capaz de observar la pauta. 
Cada día trae consigo nuevas circunstancias, desafíos y cosas que te permiten la oportunidad de crecer. 
Una actitud de apertura y receptividad atraerá hacia ti muchas cosas buenas. Despréndete del temor de que el futuro pueda significar tener menos de lo que tienes ahora, o de que pueda arrebatarte algo. Ábrete a la idea de que serás más sabio, más fuerte y más poderoso mañana y de que aquello que crees, sea lo que fuere, será todavía mejor de lo que ya has creado. 
Ábrete a los nuevos conceptos y a las palabras. 
A menudo, ésas son las formas con las que el universo te ofrece las señales y guías para dar tu siguiente paso. 
Abrirse a lo nuevo puede ser experimentado de muchas formas. Muchos de vosotros tenéis la necesidad de sentiros vivos, de experimentar excitación y aventura. 
A menudo, acusáis a la pareja porque la vida os parece apagada y rutinaria, o achacáis la monotonía al trabajo. 
Podéis crear ese sentido de viveza en todo aquello que hagáis, y lograrlo, además, de formas sencillas. 
Cambia tu rutina matinal, levántate más temprano, acuéstate más tarde, cambia lo que sueles hacer cuando regresas a casa del trabajo. Hasta los cambios más pequeños son capaces de estimular un sentido de viveza. 
Cada vez que abrazas algo nuevo, haces entrar en ti mismo una sensación de viveza Tu corazón se expande y empiezas, literalmente, a revitalizarte a ti mismo y a rejuvenecer tu cuerpo. La vida siempre busca crecimiento, expansión y evolución. 
Al experimentar lo nuevo puedes ver más quién eres. 
No necesitas considerar como incorrectas las viejas formas de hacer las cosas; se trata más bien de crear novedad en lo viejo. Sólo cuando no ves lo nuevo en lo viejo cesa el crecimiento y las relaciones se hacen apagadas. 
Quizá hayas visto a personas que han convivido durante muchos años, que actúan de una forma vibrante y joven y que siguen enamoradas. Si examinas la relación descubrirás que hacen cosas nuevas, crean nuevos proyectos y aportan un sentido de viveza a sus vidas personales. 
Probablemente, conquistan nuevo territorio, se abren a la aventura y se sienten individualmente vivas de la forma que les parezca apropiada. 
Personas que han estado juntas durante un largo período de tiempo terminan a menudo por no hacerse mucho caso, se acuestan cada noche a la misma hora, se levantan y hacen el mismo trabajo, y hacen las mismas cosas todos los fines de semana. Todo eso produce una sensación de contracción alrededor del corazón y una sensación de aburrimiento y muerte en el interior. 
Abrirse a lo nuevo es una forma de rejuvenecer tu cuerpo, de expandir tu sentido infantil de la maravilla y el respeto. 
A medida que se hacen mayores, las personas reducen sus límites; empiezan a buscar lo que les resulta cómodo, familiar y seguro. Su mundo se estrecha y se limita. La vida se convierte en una cuestión de centrarse en lo pequeño, antes que fijarse en lo grande. Has visto a esas personas cuyas preocupaciones son tan mezquinas que ni siquiera te las tomas en serio. 
Han dejado de expandirse hacia la imagen más amplia de sus vidas. Hay un nuevo tú en cada día Cada mañana, al despertar, naces literalmente de nuevo. Cada día hay cosas nuevas en tu mente, personas a las que conoces, cosas que haces. 
Al despertar e iniciar el día, no necesitas pensar en el pasado y recordar los errores; en lugar de eso, enfoca la atención hacia el futuro y en lo que crearás. 
Prueba nuevas rutas cada día; procura que hasta las cosas pequeñas sean más conscientes. Cuando haces cosas nuevas eres consciente del momento presente. Prestas atención a ellas, estás plenamente alerta. Hacer cosas nuevas es vigorizador para el cuerpo físico. 
Tienes que ser capaz de hacer muchas cosas automáticamente para vivir. Tu respiración y muchas de tus otras funciones físicas son controladas automáticamente. 
De niño, tu sistema nervioso se desarrolla de tal forma que aprende a seleccionar información, pues si llegara hasta él demasiada información se produciría una falta de enfoque. 
Así pues, en el desarrollo de tu ser hay un equilibrio aprendido entre enfocar la atención sobre aquellas cosas a las que necesitas prestársela, y aprender a no dejarse distraer por la información insignificante, trivial y constante. 
De niño desarrollaste una conciencia selectiva, desconectaste de muchas cosas existentes en tu universo, para poder sintonizar con otras. Te ha sido dada la habilidad para realizar muchas cosas de forma automática, rutinaria o habitual, de forma que puedas centrar la atención en aquellas otras cosas que son realmente importantes. 
No obstante, y debido precisamente a esa habilidad, muchos de vosotros reaccionáis automáticamente a aquellas cosas que deberían ser examinadas. 
Muchas de las cosas que consideráis como garantizadas crean incomodidad y una falta de bienestar. 
Cuando pruebas nuevas cosas, empiezas a examinar de nuevo todo aquello que es habitual y rutinario y que consideraste como seguro. Muchas personas elegís trabajos que suponen peligro o tensión, para poder experimentar la conciencia y la tensión que se necesita para estar vivo. 
Tienen necesidad de vivir en el momento presente. 
Los conductores de coches de carreras, los alpinistas, las personas que se sitúan en posiciones en las que tienen que centrar toda su atención y permanecer plenamente alertas, conocen bien esta experiencia de la aventura y la viveza. 
Surge cuando no se actúa automáticamente, sino plenamente consciente de cada acción que se realiza. 
Al abrazar lo nuevo empiezas a aportar a la conciencia esas cosas que quizá hayan sido rutinarias hasta entonces. 
Empiezas a experimentar la conciencia del momento presente y a vivir ese momento. 
El poder procede de vivir el momento presente, donde puedes emprender acción y crear el futuro Así pues, al abrazar lo nuevo, recuerda que las cosas siempre van a ir a mejor; no se te privará de nada a menos que vayas a recibir algo mejor. 
Todo ciclo bajo es seguido por un gran salto hacia adelante. Resulta fácil abrazar lo nuevo. Juega como un niño. 
Ya has visto cómo los niños pequeños abrazan todo aquello que es una experiencia nueva para ellos. 
Puede resultarte fácil abrirte y abrazar lo nuevo si te lo imaginas como algo fácil. 
Conserva en tu mente una imagen de que el futuro es positivo y de que será mejor que cualquier otra cosa que hayas conocido. A medida que creces y evolucionas, lo que creas será todavía más alegre que lo que has hecho hasta ahora. 
Abrazar lo nuevo 
HOJA DE JUEGO 
1. Piensa al menos en tres cosas, habilidades o experiencias nuevas que hayas aportado a tu vida durante el último año. 
Al hacer la lista, piensa en cómo te sentiste al aprenderlas o introducirlas en tu vida. 
2. Registra aquí qué sentimientos tuviste después de que te abrieras a esas cosas nuevas: 
3. Haz ahora una lista de por lo menos tres experiencias nuevas, habilidades por aprender, que te gustaría aportar a tu vida durante el año próximo.
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