viernes, 28 de octubre de 2016

CANALIZAR (Enseñando a ser canal) Capitulo-12


Enseñando a ser canal. Capitulo-12
Relatos de primeros encuentros con los guías Sanaya y Duane Los relatos que siguen ilustran algunas de las respuestas típicas de las personas cuando conocieron a sus guías en nuestros cursos. 
La mayoría más del 80 por ciento empezó a canalizar con facilidad. Algunos tuvieron pequeñas dificultades. 
Hemos concluido los relatos con sugerencias de lo que usted debe hacer si enfrenta alguna de estas dificultades. 
Esta información se presenta como un curso, aunque los ejemplos han sido extraídos de diversos cursos impartidos durante los últimos dos años. 
Comparta con nosotros la emoción de cada persona al abrirse a la capacidad de ser canal, ya que de verdad es un momento especial, ya sea que usted se encuentre en un grupo, con un amigo o a solas. 
El curso para canales se había realizado durante toda la mañana, y la emoción que reinaba en la habitación era cada vez mayor. 
Órin y DaBen habían trabajado con energía para abrir y preparar a la gente a enlazarse con sus guías. 
Algunos ya habían aprendido a entrar en estados de trance, a realizar ajustes de postura y posición para establecer mejores conexiones. Habían armonizado con las fuerzas vitales de flores y cristales, y utilizaban sonidos, diversos cánticos y otras técnicas para abrir sus gargantas y conectarlas con sus centros de energía superiores. 
Ahora, la gente comenzaba a conectarse con sus guías por primera vez, y la excitación era intensa. 
Una mujer tenía lágrimas en las mejillas; toda la mañana había cerrado los puños e informado que tenía problemas para relajarse y subir. 
Observamos que se relajaba más y más, conforme entraba su guía. Finalmente, cuando el guía estuvo presente por completo, experimentó una gozosa liberación. 
Dijo que su novio acababa de terminar con ella y que durante toda la semana había experimentado un profundo abandono, rechazo y la sensación de no ser bastante buena para él. 
Se preguntaba si no recibiría a un guía porque no era especial o merecedora. Sus lágrimas eran de alegría y alivio; más tarde dijo que experimentaba una avasalladora sensación de amor y protección de su guía. 
Era como si una parte más profunda de su ser al fin se hubiese relajado y abierto. Órin le dijo que pidiera a su guía que la ayudase a liberar el dolor emocional que había encerrado en sí; con lentitud, su rostro se tornó más radiante y muy pronto informó que se sentía flotar. 
Adquirió una profunda paz y su guía comenzó a hablar a través de ella. Éste se identificó y procedió a explicar muchas cosas sobre su relación, el propósito más profundo de la misma, lo que le sucedía al novio y por qué tuvo que separarse de ella. Después, la mujer aseguró que eso fue una profunda curación; sabía que había experimentado a su guía porque antes sólo sentía tristeza, ira e incapacidad de perdonar. 
Ahora comprendía por qué su novio la había dejado y parte de su tristeza desapareció con este conocimiento. 
Más tarde, Órin le dijo que ella había estado preparándose para su guía desde hacía mucho tiempo. 
Una de las creencias más importantes en las que había trabajado esta mujer antes de canalizar, fue la de que no tenía importancia y no podría crear una diferencia en el mundo. Había estado trabajando para la resolución porque un guía no podía trabajar de manera eficaz a través de ella, hasta que hubiese entendido que podía crear una diferencia en el mundo, ya que un guía de nivel superior' es eficaz y puede hacer una diferencia en el mundo. Varios meses después, ella nos dijo que tenía más confianza en sí que antes, que se sentía bien por haber salido de su relación y que trataba deponer en orden su vida antes de volver a aceptar citas. 
Un año después, informó que tenía un nuevo empleo, se había mudado a otro apartamento, salía con un hombre que tenía la capacidad de curar y que los dos exploraban la posibilidad de impartir clases juntos. Si usted se encuentra experimentado fuertes emociones al abrirse, deje que fluyan sus sentimientos. Ábrase a las lágrimas o a la alegría que pueda sentir. 
Respire con calma y practique las técnicas de relajación que aprendió antes. Después de sentirse más sereno, podrá establecer la conexión verbal. Pida a su guía que le proporcione más información sobre el tema que le causa esta sensación, o elija uno de interés y haga preguntas a su guía al respecto. 
Un hombre alto y corpulento, con acento sureño y un encantador sentido del humor, quien no había tenido una experiencia previa con asuntos psíquicos o metafísicos, acudió al curso para aprender esta "cosa nueva" y maravillosa de la que le habían hablado. 
Era dueño y director de varias compañías importantes de bienes raíces y operaciones de minería en muchas partes del mundo, y utilizaría la capacidad de ser canal para que le ayudara en sus negocios. Quería aprender a canalizar porque le interesaba crecer y encontrar respuestas, y estaba abierto a las cosas nuevas. Pasó por los primeros procesos con aparente facilidad; sin embargo, cuando fue el momento de conocer a su guía, tuvo problemas. Repetía que tratar de alcanzar a su guía era como tratar de hallar la palabra que tenía en la punta de la lengua, algo frustrantemente cercano, pero inalcanzable. 
Como sucede en ocasiones, su deseo de alcanzar los dominios superiores era fuerte, mas no encontraba todavía la manera de elevarse. Nunca había meditado, leído sobre metafísica o utilizado su mente para conectarse con niveles superiores. Cuando Duane trabaja con personas así, les ayuda a dirigir su energía hacia arriba, a veces el armonizar con sus energías mentales y emocionales mediante el contacto, para incrementar así la capacidad de aferrarse a las vibraciones superiores. Duane le auxilió elevando su energía, hasta que el guía pudo transmitir y hablar a través de él. 
En muchos casos, hemos visto que sólo tenemos que decir a sus guías que ajusten sus respiraciones o impulsen la energía. 
Los guías suelen obedecer, o muestran a la gente cómo hacer esto, y sus canales se abren con facilidad. 
Cuando su guía comenzó a hablar, el hombre se puso a sudar y temblar; con el tiempo, cuando descubrió que podía manejar la vibración superior, •estas sensaciones desaparecieron. Su guía le dijo cómo podía solucionar algunos detalles prácticos de sus negocios y él se mostró muy complacido. Aunque este hombre tuvo problemas para entrar en trance durante la primera parte del día, al atardecer informó que el estado de trance se había convertido en una sensación familiar; su guía tenía un maravilloso sentido del humor y daba una sensación de alegría a todos los que participaban en el curso. 
Un año después, informó que había recibido incalculable ayuda de su guía en todos los aspectos de su vida y que sentía que había hallado a un amigo verdadero y cariñoso. 
Dijo que era mucho más sencillo tomar decisiones en los negocios y que canalizar le había dado un sentimiento de compasión y comprensión por los demás. 
Si usted tiene problemas para "alcanzar" a su guía, imagine que se eleva cada vez más. Relájese, abra la parte posterior de su cabeza y cuello a la mayor energía que fluye al imaginar que lo hace o pidiendo a su guía que le ayude a abrir esta área. Practique concentrándose en el pensamiento de su guía, y pídale que le dé un apoyo de energía. Pida a su guía que se aproxime más e imagine que se abre a esta conexión cuando se sienta listo. Ponga música que le sirva de inspiración y tenga pensamientos hermosos y amorosos. 
Finja que está canalizando y concéntrese en las preguntas para las que quiere respuestas. Todo esto le ayudará a expandir su conciencia, a elevar su vibración y a aproximarse más al dominio de su guía. 
Órin trabajaba con una mujer que no había podido canalizar a su guía. Ella había meditado durante muchos años y le preocupaba que no pudiese encontrar el espacio distinto que se necesita para canalizar. Al final, pudo hallarlo con facilidad. 
Al abrirse para conocer a su guía, lo "vio" a lo lejos; sentado en una nube, y no supo cómo lograr que se aproximase. 
La nube parecía cubrirlo; ella no sabía si el guía era amistoso o si de verdad era el suyo. Órin le dijo que imaginase que la luz del sol disolvía la nube, y sugirió que charlase un rato con el guía. En su mente, y de manera tentativa, pidió al guía que demostrase si era superior y si tenía buenas intenciones. Sostuvo un diálogo interior durante un tiempo, hasta que quedó convencida de que era amistoso. Luego permitió que se aproximase cada vez más, hasta que él, finalmente, pudo hablar a través de ella. La mujer estaba feliz y emocionada con la conexión. Acababa de iniciar un negocio como payaso, y varios meses después nos dijo que, como tal, se conectaba con su guía y lo canalizaba, transmitiendo el amor y la energía de éste a los niños con los que trabajaba. 
Si usted ve a un guía en la distancia, como ocurre a algunos, conózcalo mentalmente, durante un tiempo. 
No se precipite; sólo pida a su guía que se aproximé cuando usted esté listo. Una escritora que quería aprender a canalizar para terminar su libro, se encontraba en un profundo trance. Dijo que aunque aún era consciente de los sonidos en la habitación, también se percataba de su guía y estaba dispuesta a transmitir su orientación; sin embargo, tenía dificultades para hablar. Órin y Duane trabajaron con ella. 
Duane empezó a estabilizar su energía trabajando con varios puntos de su cuerpo, para ayudarla a controlar las oleadas de energía que recibía. Ella hubiera podido hacer lo mismo al relajar su cuerpo mentalmente, que fue lo que Duane le dijo que hiciera. Al percatarse de lo que ocurría, Órin la ayudó a darse cuenta de que la energía de su guía eran tan poderosa que, al abrirse, ella se sentía avasallada. 
Tanta información pasaba a través de ella, que se sentía inundada y sólo podía recibir algunas partes de diversos pensamientos, los cuales no parecían tener sentido. 
El guía transmitía en oleadas. Cuando entraba una, tenía tanta información que ella se sentía inundada y no sabía por dónde empezar. Luego la ola retrocedía y ella sentía que había perdido la conexión. Duane y DaBen abrieron algunos de sus centros de energía para que pudiese manejar las frecuencias superiores de su guía. Órin le pidió que eligiera una cadena de pensamientos y enfocase en ella; con ese enfoque, la mujer pudo estabilizar la transmisión. Sabemos que ella canalizó el final de su libro y que un año después tenía tres libros más en proceso. 
Además de escribir, la mujer daba excelentes lecturas a la gente y se había establecido como consultora. 
Usted sabrá si la transmisión le llega en oleadas si en un momento siente que ha recibido el mensaje, y en el otro cree haberlo perdido. Pida a su guía que estabilice la transmisión, acelerándola o haciéndola más lenta, según sea adecuado. Concéntrese en la parte del mensaje que ha recibido y empiece a canalizarlo, aunque sólo sea un fragmento. Si después de canalizar dicho fragmento no vuelve a recibir información, espere a la siguiente oleada y pronuncie el "trozo" del mensaje cuando llegue. 
Un hombre, contratista, llegó a aprender a canalizar porque quería cambiar su profesión. Deseaba ser consejero y estaba muy interesado en su crecimiento espiritual y en ayudar a los demás. Nunca había meditado, pero sí leído todo lo que pudo encontrar sobre los guías y temas relacionados. 
Al conectarse con su guía, no pudo hablar o moverse. 
Duane canalizó a DaBen para ayudarlo, y DaBen lo halló perdido en un mundo de colores, sonidos y luces. 
Flotaba como si estuviese en un espectáculo de luces psicodélicas. No percibía al guía, mas experimentaba un profundo bienestar. 
DaBen indicó al guía que se ajustase al sistema de energía del hombre de otra manera, y ayudó al guía a hacer esto tocando diversos puntos. El hombre utilizaba sus ojos interiores para ver los dominios superiores pero, como estaba desacostumbrado a la visión de los mismos, se había confundido. 
Duane le indicó hacia dónde dirigir su atención, y el guía comenzó a realizar los cambios necesarios. 
El hombre llegó a un sitio donde podía ver y presentir a su guía como una realidad, y eventualmente logró establecer una conexión directa. Su capacidad para canalizar era excelente y, desde entonces, ha recibido buenos consejos y guía en su vida. Un año después, conservaba su negocio de contratista como un empleo de medio tiempo, pues dedicaba mucho del mismo a dar lecturas y organizar clases de autosuperación. 
Con la ayuda de su guía, develó viejas creencias y programaciones que indicaban que no era merecedor de la abundancia que recibía, y que lo tenían limitado. 
Su guía le dio procesos para liberar estos programas, mismos que el individuo utilizó. Dos años después, dejó por completo su negocio; ahora se sostiene con una exitosa carrera de tiempo completo como maestro y consultor. 
Si usted queda atrapado entre colores, luces y sensaciones, no deje de pedir a su guía, mentalmente, un mensaje. 
Utilice la voluntad y su mente para evitar desviaciones. 
Aunque nada malo le sucederá si se pierde entre los colores y sensaciones, permitir esto retrasará su canalización verbal. Enfoque una pregunta que quiera que responda su guía, y fije sus pensamientos en la misma, en vez de hacerlo en los colores. Una mujer sofisticada y bien educada llegó para aprender a canalizar debido a que consideraba que una serie de acontecimientos la habían guiado a esto. 
Dijo que hacía dos años fue una firme escéptica de fenómenos como el de canalizar, pero que ahora estaba deseosa de establecer una conexión. Sin embargo, le preocupaba que pudiese ser la única que no lograse conectarse con un guía. Cuando éste recibió la indicación de que entrara, ella informó no haber experimentado sensación alguna. A través de DaBen, Duane pudo ver que el guía se encontraba bien presente en su aura. Sanaya canalizó a Órin, quien habló con ella, ya que era evidente que esta mujer había intelectualizado el proceso y bloqueaba su capacidad de ser canal. Órin puede registrar lo que siente la gente y dirigirla de acuerdo con esto. 
Él le dio varias preguntas para ser respondidas y le pidió que fingiera que estaba canalizando. Con esta sugerencia, las hermosas y sabias respuestas llegaron en una voz mucho más suave y compasiva de la que ella utilizaba en condiciones normales. La mujer informó entonces que, después de cada frase, una parte de sí repetía: "Eso no es un guía, soy sólo yo", o  "Te engañas, no has dicho algo de verdad valioso". 
Ella tuvo la expectativa de sentir un enorme cambio que la dejase transformada; pero no experimentó sensación física alguna. Órin, durante un estado de trance, la hizo responder algunas preguntas que ella tenía dificultad para contestar. Mediante su guía, la mujer ofreció explicaciones muy agudas que, como confesara después, iban más allá de lo que jamás hubiese podido concebir. Su compañero le formuló algunas preguntas personales sobre personas desconocidas para ella, y su guía dio respuestas muy exactas y profundas. 
Aunque en el momento de canalizar podía creer que tenía un guía, al salir del trance volvía a dudar de que esto fuese real; su mente entorpecía el proceso. Su guía era tan fuerte que sólo transmitía una pequeña parte de sí para permitir que se realizara un sutil ajuste de sus sistemas de energía. 
El guía le dijo a Órin que la mujer tenía mucho temor, y que si él entraba con demasiada fuerza para impresionarla, existía la posibilidad de que ella se negase a establecer una nueva conexión. Quería pecar de excesiva gentileza y no de una fuerza inusitada. Órin dijo a la mujer que siguiera fingiendo que canalizaba y que conservase un registro de la información que recibía. Durante ese día, la mujer continuó canalizando para otras personas, dando información sobre cosas que era imposible que conociera. Aunque nunca dejó de asegurar que todo esto era invención suya, cada vez le resultaba más difícil intelectualizar y racionalizar los mensajes exactos que daba. Varios meses después llamó para decir que tenía sensaciones físicas cuando canalizaba y que al fin reconocía, incluso ante sí, que de verdad estaba conectada con un guía. 
Un año más tarde, aún informó de sus dudas, y dijo que no canalizaba con tanta frecuencia como hubiera deseado. 
Sin embargo, también dijo que en ocasiones ha transmitido a su guía y dado lecturas a otras personas, las cuales fueron sorprendentemente exactas. Agregó que seguía trabajando con sus dudas, pero que ahora acepta que éstas son parte importante de su proceso y que uno de los aspectos más importantes de su vida es aprender a confiar más que a dudar de sí misma en todas las áreas. Si usted tiene dudas de estar o no canalizando, lea la sección titulada: Cómo convertir sus dudas en amigos, en el capítulo 14. 
Un artista que tenía un exitoso negocio de diseño de modas, quiso aprender a canalizar para abrir su creatividad. 
Su mayor temor era perder el control o ser dominada por su guía. Era una mujer muy independiente y voluntariosa, y disfrutaba de estar al mando de todo en su vida. 
Acudió a Órin para una lectura y él le dijo que sería un buen canal debido a su enorme inteligencia, su compromiso para hacer el mejor esfuerzo en todo y su capacidad de atención. Órin señaló que aun su condición hipercrítica o juiciosa sería de gran ayuda, en particular si utilizaba estas cualidades para desarrollar un alto grado de maestría en la capacidad de canalizar. Le hizo notar que su dedicación, su deseo de supervisar y controlar las cosas, su atención a los detalles y el deseo de tener éxito, le servirían para lograr canalizar con exactitud. Ella se esforzó por hacerlo todo "bien" durante el curso, sin embargo, una parte de sí la detenía, la hacía inquietarse por la posibilidad de que el guía controlara su vida. Tenía miedo de perder su identidad y ser "tragada" por la del guía. Como resultado, éste se conectó con ella con gentileza, reacio a parecer amenazador o a controlarla. 
Por esta razón, la mujer no pudo experimentar muchas sensaciones y, como consecuencia, se preguntó si el guía de verdad se había hecho presente. Se hallaba perpleja; tenía miedo de ser controlada y de que su guía entrase con demasiado vigor, y cuando éste no lo hizo, tuvo miedo de no estar canalizando. Duane y DaBen la ayudaron a relajarse y a ajustar sus sistemas de energía para que pudieran abrirse más. DaBen también habló con su guía y le indicó que ayudase a la mujer a abrir su energía, lo que fue muy beneficioso. 
Órin continuó la charla en su mente, la cual bloqueaba la conexión. Órin le dijo: "En muchos de los que serán excelentes canales, existe el temor inicial de perder el control. Retenerlo puede significar cosas distintas para muchas personas. 
Puede implicar que existe la sensación interior de que se realiza un buen trabajo y que las cosas progresan de una manera que es agradable para ti. Como canal, aprenderás que es todo un reto igualar lo que dices con el mensaje que envía tu guía. Comentaste que tu mente entorpece tu capacidad de canalizar; reconozcamos que tu mente es muy activa, aguda e inteligente. Tienes habilidad con las palabras y tu mente tiene la capacidad de retener y ver imágenes y símbolos interiores. 
Debido a esto, nos resulta fácil transmitirte información. 
No queremos dominarte, o privarte de aquella parte de tu ser que desea conservar el control. En vez de eso, es importante que esta parte tenga un programa diferente que pueda ayudarte, más que entorpecerte. 
Nos gustaría que esa parte que quiere retener el control vigilara cuidadosamente para comprobar que estés igualando con exactitud la transmisión de tu guía con las palabras que pronuncias. Además, es necesaria mucha más de nuestra energía para controlar tus cuerdas vocales cuando estás inconsciente, de tal manera que preferimos que conserves la conciencia y participes, ya que esto requiere de menos energía de nuestra parte". 
La mujer comenzó a relajarse para sentir un poco más. 
Su guía si guió ayudándola a liberar los espacios donde bloqueaba al flujo de energía en su cuerpo. 
Ella había anticipado un enorme cambio y fuertes sensaciones físicas que demostrasen que el guía estaba presente, sin embargo, también era muy cautelosa y jamás hubiese permitido la entrada de un guía si se hubiera sentido controlada. 
En retrospectiva, ella se dio cuenta de que había abordado muchas cosas nuevas al mismo tiempo, incluyendo el establecimiento de su propia compañía de diseño de modas. 
Se percató de que el patrón era preocuparse y luchar con el proceso, aunque el resultado final fuese poderoso y tuviera éxito. Trabajó para abandonar sus dudas durante todo ese día; para sobreponerse a su desencanto porque las sensaciones no eran más intensas, y para renunciar al temor de que se volvieran más fuertes. Sus lecturas eran siempre buenas y la información de gran calidad. Varios meses después informó que había tenido algunas exitosas experiencias como canal y que tenía fuertes sensaciones físicas, así como más confianza para aceptar que su guía de verdad estaba presente. Su negocio comenzó a prosperar en los meses siguientes. Aunque no tenía mucho tiempo para mantener la conexión como le hubiese gustado, comenzaron a suceder cosas con mayor facilidad y de una manera mágica en su vida. Sentía que la orientación era transmitida a su mente cada vez que la pedía, en muchas áreas que antes requerían del estado de trance. 
Un año después, su negocio era tan exitoso que con frecuencia debía viajar por todo el país. Había contratado representantes de ventas y hallado un éxito muy superior al que hubiera podido imaginar. Dice que utiliza la capacidad de canalizar para cosas muy prácticas: decidir cuáles líneas se venderán mejor; si un viaje en particular será o no necesario o beneficioso, y descubrir nuevas cosas que explorar. 
Señala que, poco a poco, confía más en su guía, aunque todavía quiere asegurarse de que tiene el control de su vida y de que no depende del guía. Después que recibe el consejo de éste, lo analiza con cuidado, comparándolo con su guía interior, y sólo actúa de acuerdo con el mismo si siente que es lo adecuado.' Comenta que, después de la reflexión, a menudo encuentra que es correcto y al seguir el consejo obtiene resultados óptimos. Una mujer cálida y amorosa, quien gozaba con la crianza de sus dos hijos adolescentes para hacerles creer en sus propias realidades, acudió a conectarse verbalmente con su guía. Participaba en un museo y en actividades culturales, así como en muchos otros proyectos. Hacía muchos años que conoció a su guía, mientras tomaba un curso de desarrollo psíquico; en aquel momento, descubrió que escribía información que parecía provenir de una fuente que no era ella misma. 
En esa época estuvo demasiado ocupada en el cuidado de su familia para perseguir este objetivo, pero consideraba que éste era el momento de hacerlo. Cuando su guía llegó por primera vez, experimentó una fuerte sensación física, calor y luego un leve mareo. Duane se aproximó y trató de estabilizarla. 
La hizo respirar hondo y le indicó que siguiera abriéndose para que entrase su guía. 
En pocos minutos pudo canalizar verbalmente; su información era bastante buena y se sintió complacida con la conexión verbal. En los meses siguientes, se dio cuenta de que tenía un interés no explorado en la fisioterapia. Se inscribió en varias clases y, aunque seguía implicada en muchos proyectos, incrementó su actividad en las artes curativas. 
Considera que ahora se encuentra en una fase de intenso crecimiento espiritual, al aprender fisioterapia y tomar clases sobre el primero. Aprende todo lo que puede, pues está deseosa de ofrecer su trabajo al mundo cuando esté lista. 
Percibe la presencia de su guía y el impulso creciente de seguir su camino superior. Si usted experimenta cierto mareo cuando entra su guía, cambie su respiración y relájese para permitir que fluya más energía por su cuerpo. 
Algunas personas contienen la respiración, o respiran de manera acelerada y superficial sin darse cuenta, lo que puede ocasionar mareos. Canalizar a menudo le provocará un poco de calor y, si la habitación es demasiado caliente, esto puede contribuir al mareo. Respire normalmente y ventile o enfríe la habitación. De cualquier manera, dicha sensación, rara vez dura más de unas cuantos minutos. Otra mujer, quien era tejedora y diseñadora de vestidos de calidad excepcional, al encontrar a su guía por primera vez informó haber visto sólo imágenes, figuras y colores. 
Le preocupaba que su guía no fuese real porque lo sentía como un ser muy gentil y suave, y no parecía capaz de establecer la información verbal. 
Órin le dijo: "Tu naturaleza gentil y suave está reflejada en la de tu guía. La naturaleza de los guías es elegir entre las personas que canalizan a las que igualan sus energías y se encuentran en el mismo camino de crecimiento y luz. 
Tu guía refleja tu gentileza, suavidad y bondad a los demás. Ella refleja tu capacidad y deseo de curar a través del color y la forma. Será versátil; además de ayudarte con tu carrera, tu guía curará con un suave contacto y una palabra gentil. 
Sé tú misma; tienes un camino propio y único y tu capacidad para canalizar se desdoblará de manera natural con el tiempo". Tardó varios meses en encontrar formas para trabajar con su guía; siguió viendo colores e imágenes, más que palabras. Debido a que se comparaba con otros que recibían información verbal, sentía que hacía algo mal. Empezó a interesarse mucho en el análisis del color y estudió cómo trabajar con los colores, tanto en el vestido como en el ambiente. Notó que mientras estaba en trance, podía ver colores en torno a las personas y, comenzó a comprender que los colores representaban varias cosas. Sus imágenes, símbolos y figuras se hicieron más claros. En vez de tratar de canalizar verbalmente, se puso a describir las imágenes que recibía. Para su sorpresa, las imágenes tenían sentido , para los demás, y les ayudaba a ver, de manera simbólica, lo que estaban viviendo. 
La gente pudo trabajar con las imágenes y cambiar su percepción de las situaciones. Ella aún recibe información en colores y símbolos, lo que le ayuda en su trabajo. 
Ahora aconseja a las personas respecto a los, colores que deben usar para crear ciertos estados mentales y emocionales. 
Realiza meditaciones de color para auxiliar a la gente a curarse sola, y explora las maneras de utilizar el color de forma distinta en sus tejidos. Dice que su mayor dificultad fue que esperaba que la capacidad de canalizar adoptara cierta forma y fuese transmitida de una manera particular. 
Fue hasta cuando aceptó la experiencia de su guía como era, que éste creció y se desdobló para ella. Si a usted le sucede esto, empiece a canalizar describiendo todos los símbolos e imágenes. Los guías transmiten energía pura, y los símbolos a menudo se aproximan más a la transmisión que las palabras. 
Al describir imágenes usted establece un enlace más fuerte con su guía y, posteriormente, recibirá palabras y no imágenes que descifrar. El día llegaba a su fin y todos habían alcanzado a un guía y se sentían extasiados, aunque un poco agobiados, ante la perspectiva de lo que habían aprendido y las nuevas visiones y potencialidades que empezaban a percibir. 
Una vez más, recordamos que todos somos únicos y que existe una gran variedad de guías y maneras de recibir información; múltiples formas de abrirse a la capacidad de ser canal. 
El bloqueo inicial más común es el temor de que no sea un guía el que habla, sino uno mismo. 
Debido a éste, algunos se reprimen al comunicar lo que reciben. Déjese llevar y pronuncie lo que pasa a través de usted. Una vez que empiece a hablar, y las palabras fluyan, los guías se harán cargo de la situación y sentirá que los mensajes dejan de ser un producto de su imaginación. 
Todo lo que puede necesitar para abrirse es el valor para empezar. Muchas personas han requerido de varios meses para presentir a sus guías; los que han continuado practicando su capacidad de ser canales, a la larga, han podido percibir la diferencia entre ellos y el guía.
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

CANALIZAR (Prepararse para enseñar a ser canal) -Capitulo 11


Prepararse para enseñar a ser canal. Capitulo 11 
Preparación Sanaya 
Queremos compartir con usted las experiencias de otras personas con sus aperturas y la manera como éstas cambiaron sus vidas. Aunque su experiencia será única para usted, esperamos que a partir de nuestros relatos y los de otros, descubra, por sí mismo, aún más de las posibilidades inherentes a la capacidad de ser canal. 
Más que nada, canalizar ha sido divertido para nosotros; con ello hemos hecho lo que nos encanta; la capacidad de ser canal nos ha enseñado que cada momento de la vida puede ser rico y significativo. 
Estuvimos muy ocupados durante un mes, después de noviembre, cuando Órin y DaBen sugirieron, por primera vez, que enseñásemos a canalizar. 
Continuamos con nuestras reuniones mensuales en casa, y organizamos un programa para el periodo de enero a junio. Los temas estaban relacionados con los Cuerpos Invisibles: 
los chakras; los cuerpos astral, etéreo y causal; y los yo multidimensionales. 
No sabíamos mucho sobre estos temas, pero Órin y DaBen nos dijeron que eso era lo que deseaban enseñar, así que aguardábamos con emoción las clases. 
Mientras enviábamos tarjetas; de Navidad y organizábamos el programa, también planeamos un viaje al desierto del sur de California, para buscar puntos de poder y continuar con nuestro aprendizaje. 
Pasamos algunas hermosas semanas en el desierto, mientras permanecimos allí, Órin y DaBen nos dieron mucha información acerca de los guías y quiénes eran, cómo transmitían dicha información y cómo averiguar si eran guías superiores o no. 
Preparando la burbuja de luz 
Sanaya. 
La fecha para el primer curso de canales fue a finales de febrero. En enero habíamos reunido más del número de personas que, en nuestra opinión, podíamos manejar, así que establecimos el mes de marzo para un segundo curso. 
Jean St. Martin, una excelente consejera y canal con quien había pasado una temporada a principios del año, nos invitó a Dallas para impartir dos cursos sobre la capacidad de ser canal. 
Nos preocupó la rapidez con que se desarrollaban las cosas, ya que no habíamos reunido todo el material para el curso. 
Órin y  DaBen nos proporcionaron la información, mas no nos habían dado los procesos. 
Llegó gente de todas partes, señalaban su interés por aprender a ser canales. Nos sentíamos como arrastrados por una fuerte corriente, y mantenernos a flote era, en sí, todo un reto. Reunimos la información para canalizar, que recibiéramos de Órin y DaBen, y la vertimos en un libro, de tal manera que los asistentes pudieran prepararse para su apertura. 
Entre los días de tormentas, tuvimos algunos cálidos y soleados, los cuales utilizamos para canalizar en las colinas situadas detrás de la casa de Duane y Órin y DaBen nos dieron los procesos que ayudarían a las personas: 
Pocos días antes del curso, nuestros guías sugirieron que creásemos una burbuja de luz. Explicaron que la burbuja no serviría para protegernos de nada, sino para transmutar o cambiar la energía a una vibración superior. 
Cualquiera que se encontrase sentado "dentro" de la burbuja de luz recibiría ayuda para elevarse más. 
Órin y DaBen explicaron que podríamos crear la burbuja si nos centrábamos e imaginábamos rodeados de luz. 
Nos hicieron jugar con el tamaño y la densidad de la burbuja, acercándola para luego hacerla más grande que una casa, y mientras hacíamos esto, observamos nuestros sentimientos interiores. 
Nos pidieron que usáramos la burbuja durante nuestras clases de los lunes por la noche, para observar el efecto que tenía en la gente. Los resultados fueron sorprendentes. 
Las reuniones en casa, durante ese mes, trataron sobre el tema del yo multidimensional, nuestro yo mayor que existe en los dominios superiores. 
Algunos lo llaman "yo fuente". Órin y DaBen guiaron a las personas a través de los ejercicios que les ayudarían a subir para visitar el dominio causal, y aún más para descubrir su yo fuente. Mientras hacían esto, Duane y yo utilizamos la burbuja de luz. 
Cuando presentimos que ésta era fuerte y que nuestras
energías estaban centradas, la energía de toda la habitación pareció elevarse, la gente se sintió más amorosa y conectada, y pudieron experimentar mucho más. 
Cuando alguien tenía fuertes dudas o se resistía a subir más, a veces dejábamos debilitarse a la burbuja; todos en la habitación percibían y sentían los efectos. 
Cuando la burbuja se debilitaba, tenían dificultades para experimentar cosas o los asaltaban dudas propias. 
Cuando logramos mantener estática la burbuja, la gente ascendía con mayor facilidad. Comenzamos a "preparar la burbuja" varios días antes del curso para canales, llenando de energía la habitación con imágenes de luz. 
También empezamos a enlazarnos con personas, telepáticamente, enviándoles amor y apoyo, creando un "espacio seguro", mientras la burbuja de luz los rodeaba. También descubrimos que cuando la gente creaba sus propias burbujas, se reproducía el mismo efecto. 
Ya teníamos los procesos, y el libro que daríamos a la gente, Órin y DaBen aseguraron que estábamos listos para enseñar a los demás a abrirse a la capacidad de ser canal. 
Esperábamos con ansiedad el curso, la noche anterior, estábamos nerviosos. ¿Qué sucedería si nuestros guías habían sido demasiado optimistas sobre la capacidad de las personas para ser canal? 
Aguardamos con anticipación para ver si la gente de verdad podría aprender a conectarse, verbalmente, con sus guías. Relatos de diversas personas: Cómo descubrí que era canal Sanaya y Duane 
La mañana del primer día de cada curso, la iniciamos preguntando a las personas por qué les atraía la capacidad de ser canales. 
Para la mayoría, la idea de canalizar a un guía era muy emocionante y representaba la siguiente etapa en sus viajes espirituales. 
Algunos sentían que era algo que habían esperado mucho tiempo; otros no habían oído hablar de guías o canales sino hasta unos meses antes; mas tan pronto como supieron de esto, se dieron cuenta de que era algo que tenían que hacer. 
Esta situación se repitió una y otra vez entre las muchas personas que se aproximaban a la capacidad de ser canales. 
La gente que acudía estaba automotivada, era gente que confiaba en sí, proveniente de muchas profesiones; había científicos, médicos, abogados, negociantes, profesionales, así como curanderos, artistas, músicos, terapeutas, empleados de oficina y amas de casa. 
Algunas personas habían encontrado la información para canalizar con muchos años de anticipación, y tuvieron que renunciar a su deseo de explorar más este terreno hasta que sus hijos hubiesen madurado, o hasta que encontrasen más tiempo para comprometerse con esta actividad. 
Algunos habían sido curanderos toda su vida, trabajando como médicos, fisioterapeutas, astrólogos o psicoterapeutas tradicionales; entraron en contacto con la idea de canalizar y experimentaban un gran deseo de aprender más. 
Ninguno de ellos tenía planeado convertirse en canal; esto era algo que parecía sólo como un paso natural. Muchos decían que sentían que no "encajaban", y no habían podido comprender por qué se encontraban en la tierra. 
Sin embargo, todos se sentían impelidos a hacer algo. 
Sabían que tenían una misión o algo importante que hacer, aunque algunos todavía no descubrían qué era. 
Consideraban que canalizar les proporcionaría algunas respuestas a lo que estaban buscando. 
Todos tenían interés en el desarrollo y la superación personales; fueron introducidos en el campo mediante libros, seminarios, maestros o clases. 
Algunos tenían enfermedades como alergias o gripes recurrentes que la medicina convencional no podía curar, y se habían vuelto hacia los métodos alternativos de curación o la nutrición en busca de respuestas. 
Esto los abrió a un nuevo sistema de creencias sobre lo que era posible; muchos hallaron curación mediante un cambio en sus estructuras de creencia, o se curaban con emociones positivas o una dieta diferente, en vez de utilizar fármacos. 
Con este cambio, se abrieron las esclusas, y. entraron muchas nuevas experiencias y creencias. 
Muchos decían que se percataron de los guías y canales, por primera vez, a través del libro de Shirley MacLaine: Sin ayuda (Out on a Limb), en el cual habla de sus experiencias con la capacidad de ser canal. Al leer esto, les pareció que canalizar era algo que habían deseado hacer. Varios tuvieron sueños que después se hicieron realidad, o que contenían fuertes mensajes. Otros tenían voces interiores cuyos susurros se hicieron cada vez más fuertes, de tal manera que ya no pudieron ignorarlas; otras más, en su búsqueda de respuestas, exploraron las religiones orientales, asistieron a seminarios y cursos sobre la nueva era, y recurrieron a disciplinas como la meditación y el Yoga. Unos habían leído los libros de Seth, escritos por Jane Roberts, y deseaban tener la capacidad de conectarse con una sabiduría e inteligencia superior, pero sólo hasta hacía poco tiempo, consideraron que esto podría ser posible; otros habían oído hablar de la capacidad de ser canal gracias a sus amistades, y descubrieron que esta información les ofrecía una respuesta. 
Algunos más habían estudiado con los guías de otras personas y ahora deseaban desarrollar su capacidad para ser canales. Muchos se encontraban en un periodo de transición personal, dejaban relaciones de largo tiempo o pensaban en hacerlo, o renunciaban a empleos que habían tenido durante años para proseguir a nuevas áreas. Algunos experimentaban grandes cambios interiores que no podían explicar; muchos se cuestionaban cosas que daban por sentadas; una y otra vez, la gente hablaba de hallarse en una búsqueda que no había elegido de manera consciente, pero que tenía que continuar, aunque no supiera a dónde los conduciría. 
Había un ambiente general de emoción y aventura. 
Las resistencias y dudas de la mayoría no eran tan intensas como el deseo de avanzar y descubrir las posibilidades que les aguardaban más allá. Muchas eran personas de éxito; habían alcanzado sus metas y obtenido lo que creían desear y, sin embargo, experimentaban la sensación de que algo faltaba en su vida. Muchos de ellos no encontraron las respuestas en los sistemas tradicionales ya explorados y, sin renunciar a dichos sistemas, deseaban enriquecerlos de alguna manera. 
Un gran número era muy religioso; algunos eran psicoterapeutas tradicionales que descubrieron que daba mejor resultado trabajar con el alma o el espíritu de sus pacientes a través de la meditación, que hacerlo únicamente con los métodos de la psicología tradicional. 
Un tema común afloró de estos relatos: tan pronto como decidieron aprender más sobre la capacidad de ser canal, una cadena de consecuencias comenzó a reforzar su decisión. 
Días después, un libro sobre el tema se cruzaba en su camino, o un amigo les daba información adicional sobre la capacidad de canalizar, era como si una fuerza invisible los dirigiese. 
La mayoría encontraba intrigante esta situación y se dejaba conducir por su curiosidad y su sentido de la aventura. 
Ante todo, se sentía atraída por la alegría de crecer y la posibilidad de alcanzar las alturas. 
Después de escuchar sus relatos, la mañana del curso, les dábamos información adicional sobre la capacidad de ser canal. Los guiábamos por los procesos; Órin los invitaba a llamar a sus guías y los conducía a través de la apertura, en tanto que Duane los vigilaba y trabajaba en ellos para abrir su energía mediante el contacto. 
Más tarde, ese día, les pedíamos que se dieran lecturas, lo que hacían con mayor facilidad que canalizar sobre temas de sabiduría universal. Recibían retroalimentación inmediata de los demás, lo cual incrementaba mucho su confianza. 
Podían dar a los demás información sobre temas que no era posible que conocieran, excepto mediante el acto de canalizar. Descubrieron una, profunda validación en su exactitud. Terminamos el día canalizando en grupo, acto durante el cual todos los guías hablaban sobre el propósito de muchas personas que aprendían a canalizar. Esta primera sesión era seguida, unos días después, de una velada en la cual la gente aprendía a darse lecturas y a mirar el futuro probable. 
Todos tenían relatos de sus experiencias y cambios, los cuales compartimos con usted en los siguientes capítulos. 
Impartimos cuatro cursos para canales en los siguientes cuatro meses y medio, y todos los participantes pudieron canalizar. Desde entonces, hemos dado cursos por petición de los interesados una vez al mes, más o menos. 
Para nuestro asombro, todos los asistentes han podido canalizar, y nos sentimos fascinados con sus éxitos.
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

CANALIZAR ( Nuestras experiencias como canales) - Capitulo 10


Nuestras experiencias como canales- Capitulo 10
La primera aparición de Órin. 
Sanaya 
Con frecuencia me preguntan sobre cómo conocí a Órin y si sabía de antemano que podía ser canal. No había pensado con seriedad en convertirme en canal hasta que recibí una lectura de una mujer, Betty Bethards, quien me dijo que sería canal cuando llegará a la mitad de ni tercera década, y que canalizar sería la tarea de mi vida. En el momento de la lectura tenía 18 años, asistía a la universidad y me pareció que ser canal era una visión maravillosa, pero una posibilidad muy distante. Pensé en esto durante un tiempo, sin embargo archivé la alternativa con el resto de mis sueños. 
Terminé mis estudios universitarios y quedé atrapada entre cosas prácticas, cono ganarme la vida. Trabajé en una oficina durante varios años, y luego inicié un pequeño negocio propio de consultora en mercadotecnia. 
Amaba el mundo de los negocios, pero me pareció que algo me hacía falta. Por esa época, Jane Roberts canalizó varios libros de su guía, Seth, los cuales leí fascinada. 
Varios amigos y yo comenzamos a reunirnos para discutir los libros, y conseguimos una tabla Ouija para conectarnos con nuestros guías. Recibimos mensajes de inmediato, y pedimos el guía más elevado que pudiésemos obtener. 
Queríamos un guía como Seth. 
Fue así como conocí a Órin en 1977. 
Él llegó a través de la Ouija, anunciando que era un gran maestro y que obtendríamos más noticias suyas conforme yo me hiciera más capaz de recibirlo. Resultó evidente que era yo quien recibía los mensajes, así que un amigo se hizo mi compañero y el otro comenzó a tomar notas. 
Seguimos recibiendo guía de Órin una vez a la semana, y también bastante información de otro guía, Dan, quien se comunicaba con mayor frecuencia. 
Muchas amistades comenzaron a asistir a estas sesiones y tomamos. 200 páginas de notas. 
Más tarde, ese año, sufrí un accidente automovilístico. 
Un coche apareció de pronto frente a mi VW y ocasionó que pisara los frenos, los cuales quedaron atascados. 
Mientras mi auto se volcaba sobre la autopista, el tiempo redujo su marcha de manera muy notoria y parecieron abrirse puertas hacia otras dimensiones. 
Fue como si pudiese ver el futuro y supe que estaría bien. Cuando terminé, un poco aturdida y en posición vertical, supe que había ocurrido un cambio en mi interior. Esa noche guardé la Ouija y empecé a canalizar directamente con mi voz. Recuerdo mi vacilación inicial ante la posibilidad de canalizar verbalmente. Temía que nada ocurriese o que los mensajes no tuvieran significado. Muchos amigos estuvieron presentes y se `sentaron, expectantes, a escucharme. 
Cerré los ojos y oí de la misma manera como lo hacía cuando "escuchaba" los mensajes que provenían de la tabla Ouija. 
Al principio, los mensajes que recibía parecían los de una grabadora a gran velocidad; las ideas cruzaban por mi conciencia antes que tuviese oportunidad de pronunciarlas. Pedí que las palabras aparecieran con mayor lentitud; entonces llegaban tan despacio, que mi mente comenzaba a divagar y perdía la conexión. 
Sin embargo, pude transmitir algunos mensajes coherentes y con significado, y la velada fue un emocionante éxito. 
Este proceso continuó durante varias semanas, hasta que la velocidad de la información, y mi capacidad para recibirla, quedaron alineadas. Las imágenes mentales eran tan vívidas y ricas, que sentí que las palabras eran apenas una sombra de la esencia que experimentaba. La facilidad para canalizar los mensajes dependió de mi energía y la cantidad de credulidad y validez que estaba dispuesta a dar a lo que comunicaba. 
Al enfocar para recibir las primeras palabras, imaginando que procedían de la Ouija, puede realizar la transición exitosa a la capacidad de ser canal. 
Una vez recibidas las primeras palabras, el resto del mensaje fluía sin dificultad. Entonces hablé con mi voz, porque me avergonzaba parecer rara ante mis amigos. Solía suprimir los gestos y la voz que, sabía, formaban parte de Dan, quien hablaba a través de mí. 
Dan explicó que controlaría la energía de Órin hasta que yo estuviese capacitada para recibir directamente la vibración superior de Órin. Este último explicó que mi cuerpo era como un conducto eléctrico que podía recibir veinte voltios, y que Órin era como una energía de cincuenta. 46 Aprendí que si permitía que mi atención divagara un instante, perdería el mensaje y tendría que volver a enfocar mi conciencia para encontrarlo. 
Canalizar requería de una enorme concentración; era como encontrar una estación en el televisor, la cual podrían transmitir siempre que la retuviese como un pensamiento estable e inmóvil en mi mente. 
Después de un tiempo, aprendí a experimentar mis pensamientos a la vez que sentía los de Dan. 
Solía hacerle preguntas, mentalmente, mientras él explicaba algo a otra persona, y podía percibir su respuesta a mi cuestionamiento, aunque canalizara un mensaje suyo para otros. Aun comunicándose conmigo mediante la Ouija, Órin sugirió muchas cosas que me ayudarían a incrementar mi vibración y haría posible que lo recibiera. 
La primera ocasión en que permití que Órin entrase a través de mí, casi pierdo el sentido. Sentí como si me expandiese de la cabeza a los pies, que me volvía una esponja, que era más grande que la habitación, pero aún encerrada en un campo de energía. Experimenté una sensación aplastante en el pecho y un sentimiento de poder y amor. Cambió mi percepción de la luz y el calor. Dejé de tratar de comunicar a Órin verbalmente, pero seguí sus instrucciones para ponerme en forma, así que comencé a correr en las colinas boscosas que estaban detrás de mi casa. El momento inesperado llegó cuando compré una grabadora y me senté a grabar algunas cintas. 
Entré en un profundo trance y grabé una; canalizando a Órin, verbalmente, por primera vez. 
La grabación era una meditación guiada que debía escuchar para mejorar mi conexión con Órin y convertirme en un mejor canal. Órin me enseñó mucho sobre la capacidad de ser canal. Me aconsejó que practicase con un metrónomo que tuviese la frecuencia del ritmo cardiaco, y que luego tratara de canalizar a diversas velocidades. 
Me hizo trabajar con mi respiración, con ejercicios de enfoque y concentración, y muchas otras cosas. Fue entonces cuando Dan se alejó, diciendo que su propósito estaba concluido y que, a partir de ese momento, Órin se haría cargo de las cosas. 
Los tres años siguientes los pasé dando seminarios y hablando con gran variedad de personas. En retrospectiva, me doy cuenta ahora de que fue una época de práctica, práctica y más práctica. Se incrementó mi capacidad de canalizar con claridad y reflejar con exactitud los mensajes. Éstos eran instructivos y exactos, y ayudaron a las personas a cambiar sus vidas para mejorarlas. Aún tenía otros trabajos de tiempo completo y, sin embargo, cada minuto libre lo dedicaba a seguir mi camino con Órin. Estar con él y canalizar era tan divertido, que lo prefería a cualquier cosa. Experimenté a Órin como un ser sabio y amoroso; tenía una manera de mirar al mundo que era muy distinta de la mía. Para mí fue cada vez más importante mi crecimiento espiritual y alcanzar la Conciencia de Cristo. 
Órin se convirtió en mi maestro y guía hacia la conciencia superior, me ayudó a despertar a mi propia sabiduría y a tener más sentimientos de amor y mayor paz. 
Me impartió muchas meditaciones guiadas para ayudarme a lograr el crecimiento espiritual. Conocí a Duane en 1982, cuando acudió a Órin y a mí para una lectura. Duane había oído hablar de Órin a través de una amiga mutua y deseaba información sobre su vida. Durante muchos años, su carrera estuvo centrada en la geología y la geofísica, ramas en las que tenía una especialidad. Era consultor y viajaba por todo el mundo dando consejos sobre la construcción de presas en regiones sísmicas y como gerente de una gran compañía de exploración petrolera. 
Por las noches, daba clases y curaba con técnicas de fisioterapia (trabajo corporal) que él había desarrollado. 
No sabía si deseaba continuar con su trabajo, iniciar un negocio propio de consultor, dedicar su tiempo libre a la enseñanza y dedicarse a la fisioterapia, o si debía explorar diferentes partes de la tierra, escribir y buscar puntos de poder (lugares que contienen energía poderosa). 
Órin invitó a Duane a seguir sus mensajes interiores e intentar cosas nuevas. La lectura fue sobre el propósito de su vida y la manera de hallar formas con las cuales elegir lo que debía hacer entre las múltiples oportunidades que se le presentaban. Después de la lectura, le mencioné a Duane que yo tenía ciertos problemas al sentarme, debido a que me había lastimado algunos músculos de la espalda después de un rígido programa de ejercicios. 
Duane procedió a disipar el dolor en cuestión de minutos. 
No podía creer que lo hubiera logrado con tanta rapidez; de hecho, no podía creer que el dolor hubiera desaparecido. Siempre creí que el dolor y los músculos lastimados eran una forma de vida cuando se hace ejercicio. Ese fue el inicio de un emocionante viaje aprendiendo sobre la energía y el cuerpo, la mente y el espíritu, con Duane como mi maestro. 
Duane y yo compartíamos intereses sobre muchas cosas y disfrutábamos de explorar nuevas áreas de crecimiento. Trabajamos juntos durante los siguientes años, alternando los papeles de alumno y maestro. Al colaborar con Duane, empecé a abandonar mis ideas preconcebidas sobre lo que era posible en el campo de la curación, en particular la concepción de que una curación requiere de tiempo. 
Él me mostró que ésta podía ocurrir a una velocidad sorprendente. Duane me ayudó a alinear mi cuerpo con la frecuencia superior que transmitía cuando canalizaba. 
En aquel momento, Órin y yo trabajábamos con las clases que se convertirían en el libro Living with Joy, y DaBen sugirió que diésemos lecciones para aprender a ser canales. 
Para entonces, yo había renunciado a mi otro empleo y dedicaba todo mi tiempo al trabajo con Órin. 
Él animó a Duane a desarrollar su clarividencia, y le ayudó a comprender los cambios que ocurrían con su habilidad de fisioterapeuta. 
La entrada de DaBen 
Duane 
Mi primera experiencia con DaBen ocurrió durante mis sesiones de fisioterapia. Al trabajar con la energía de la gente, me encontré haciendo cosas que no parecían provenir de un entrenamiento o conocimiento previos, y esos movimientos y técnicas produjeron resultados asombrosos. 
Las personas comenzaron a experimentar que las lesiones y dolores que, en ocasiones, tuvieron durante años, desaparecían en cuestión de horas; yo no podía explicar cómo lograba estos resultados. Parecía "saber" cuándo había terminado por completo con un cierto procedimiento y presentía una fuerza invisible que me ayudaba. 
No podía seguir trabajando con otra parte del cuerpo de una persona hasta que hubiese terminado ciertos movimientos y técnicas. Esta presencia invisible me ayudaba a saber qué hacer, "dándome" métodos de curación que jamás me habían enseñado y que nunca había utilizado. Estuve fascinado con la interacción de la mente y el cuerpo, en especial después de convertirme en un corredor asiduo. 
El inicio de mi trayectoria como corredor estuvo señalado por casi dos años de dolor de pies, tobillos y rodillas. Sin muchas esperanzas, traté de curarme; me habían dicho que la causa era un problema óseo o estructural. Al armonizar cada vez más con mi cuerpo empezó a parecer como si, de hecho, pudiera-verlo por dentro. Me di cuenta de que casi todo lo que estaba mal, era causado por los músculos. De manera gradual, me percaté de que podía arreglar mis lesiones utilizando la mente para cambiar mi manera de pensar sobre la lesión y reestructurando después los músculos mediante la manipulación física. 
Me di cuenta de que podía corregir las lesiones de los demás de igual manera; los atletas comenzaron a acudir a mí. 
Al principio, recreaba la lesión en mi cuerpo; aprendía a curarla en mí, y luego procedía a corregirla en la otra persona. Después que se marchaban, curaba la lesión ajena que había puesto en mi cuerpo. Posteriormente, comencé a explorar las maneras de curar a la gente sin adoptar sus problemas. 
Una de las cosas que empecé a hacer, fue ayudar a las personas a descubrir cómo podían utilizar su mente para curarse solas, mientras yo trabajaba en ellas. Al ocuparme de las lesiones de otros, me percaté de que percibía la energía que estaba dentro y alrededor del cuerpo, mas no del cuerpo físico. 
La sensación de una presencia cercana se hizo más fuerte al trabajar, pero rechacé las ideas de guías y curación psíquica porque no encajaban en mi entrenamiento científico. 
Como hombre de ciencia, empecé a investigar, metódicamente, todas las técnicas de fisioterapia que pude encontrar: desde los enfoques orientales como la acupresura y las disciplinas relacionadas, hasta los occidentales, como tejidos profundos, cinesiterapia, desarrollo deportivo, estudio del movimiento y una multitud de otras técnicas y estilos de la fisioterapia. 
Una amiga que conocía la capacidad de canalizar y recibió mensajes de muchos guías, me dio el don de uno con Órin. 
Elegí a Órin después de escuchar las cintas grabadas que tenía de otros canales, debido a que la información de Órin y la forma de comunicarla lograron penetrar mi escepticismo con lo relativo a las habilidades "psíquicas". Fue así como conocí a Sanaya y a Órin. 
Las lecturas me hicieron volver a examinar la manera como concebía mi vida. No creí en Órin cuando me dijo que quizá dejaría mi empleo, y tampoco quedé convencido de que el acto de canalizar fuese verdadero. Sin embargo, aplacé el juicio porque no había encontrado respuestas a mis nuevas experiencias con la fisioterapia mediante los enfoques tradicionales. 
Al continuar mi trabajo con Sanaya, noté un cambio en su energía y su aura, cuando ella canalizaba. También me di cuenta de que el amor de Órin y su sabia perspectiva excedían a la de cualquier ser humano que yo conociera. 
Así, tuve que encarar muchas contradicciones entre lo que yo creía y lo que sucedía ante mis ojos. Una serie de experiencias psíquicas intensificaron las crecientes contradicciones en mi estructura de creencias. Un día, mientras corría en las colinas, todo se convirtió en patrones de movimiento. 
Los árboles ya no parecían tales, sino patrones de vibración, y podía ver a través de ellos. 
De inmediato comenzó a preocuparme mi cordura. 
No sólo no quería contar a otros lo ocurrido, sino que no deseaba reconocer ante mí que tales cosas sucedían. 
Unos días después, me detuve junto a un auto en un semáforo. Miré a la conductora y para mi sorpresa en vez de ver a la persona, hallé un capullo de líneas de luz y energía en torno a su cuerpo. Me preocupé tanto que pedí que dejaran de ocurrir estas experiencias, y así fue. 
Pasó algún tiempo antes que pudiera revivirlas cuando, después, tuve el deseo de desarrollar esta clarividencia. 
Al continuar mis trabajos con Sanaya, la gente que canalizaba y que era sensible a la energía psíquica, empezó a acudir en mí en busca de curación. Comencé a explorar la posibilidad de ayudarla en su capacidad para canalizar mediante el contacto y el trabajo con energía. Descubrí que podía obtener resultados significativos si obedecía a mis sensaciones interiores y a la presencia invisible que parecía rodearme. 
Por esta época empecé nuevamente a percibir la energía que existe dentro y alrededor de los cuerpos de la gente. 
Pude distinguir tres y luego cuatro cualidades o capas de energía. Después, mediante la observación profunda, descubrí que estaban estrechamente relacionadas con las auras físicas, mentales, emocionales y espirituales de las personas.. 
Algunos tenían torbellinos de energía en torno a sí mismos. Cuando aprendí a "calmarlos" y a colocarlos en patrones más organizados mediante el tacto, la gente comenzó a experimentar cambios dramáticos en su capacidad para elevarse a los dominios espirituales. 
Empezaba a experimentar una profunda división. 
La parte científica de mi mente trabajaba todos los días con el manejo y las realidades ordinarias de la ciencia y el mundo de los negocios. Después del trabajo, volvía a casa y laboraba con la energía de la gente, viendo cosas que la ciencia aseguraba que no existían, y produciendo resultados al parecer imposibles. Aunque este "equilibrio" fue ideal y cómodo durante varios años, el abismo entre las dos realidades se agrandó. 
Me di cuenta de que debía tomar una resolución si quería seguir funcionando. Mi yo científico decía que estaría loco si perseguía la energía y la fisioterapia como un empleo de tiempo completo; mi yo intuitivo aseguraba que ya no podría seguir trabajando y negando aquello que se convertía en la parte más interesante de mi vida, mis experiencias con la realidad superconsciente. 
En abril de 1984, pasé todo un día con Sanaya y Órin, con la esperanza de resolver el conflicto. Ese día de abril, supe que ocurriría algo. Semanas antes, el nombre de "DaBen" acudió a mí mientras conducía. 
Escuché el nombre de DaBen como si lo susurrasen a mi oído, y desde entonces experimenté la poderosa necesidad de explorar este fenómeno. Aún no estaba seguro de creer en la capacidad de canalizar, aunque podía percibir los cambios en el aura de las personas cuando entraban sus guías. 
Cada vez era más difícil negar lo que veía. 
Yo no quería entregar mí vida a un guía, quería gobernarla por mí mismo. Ese día, Órin me pidió que pronunciara el nombre de "DaBen" e invitó a la presencia a acercarse. 
En ese momento, comencé a tener frío y calor. 
Empecé a ver a Sanaya en colores y capas, y podía mirar a través de ella. La entidad pareció acercarse más y hacerse más real. Las sensaciones físicas eran muy intensas, mi diafragma vibraba sin control y tenía problemas para respirar. 
Fue algo muy dramático y, en retrospectiva, me doy cuenta de que si no hubiese sido una experiencia tan asombrosa, no habría creído que era real. En aquel momento, creí que las cosas sólo eran reales si tenían algún grado de dificultad, creía que si causaban un daño físico, quizá tuviesen valor. 
Después me di cuenta de que la entrada de DaBen no debió ser tan asombrosa, y ahora me conecto con él fácilmente. 
Mi apertura a la capacidad de ser canal causó cambios inmediatos en mi vida. 
Desde la perspectiva superior de DaBen, vi con claridad qué necesitaba hacer para que mi, vida funcionara bien. 
Había pasado muchos meses en la indecisión, como dos personas distintas, preguntándome qué debía hacer. 
Ahora sabía, con profunda certeza, que cualquiera que fuese mi sendero en la fisioterapia y en la habilidad de dar poder a otros, debía seguirlo, y también descubrí que deseaba aprender más sobre mi capacidad de ser canal. 
Al día siguiente tracé un plan de salida, y anuncié en la compañía que iba a renunciar. Fue una decisión trascendental, porque tuve que confrontar todos esos años de entrenamiento científico, los cuales ignoraban o se burlaban de los fenómenos metafísicos. ¡La capacidad de ser canal y los guías no son temas que se discutan con científicos! Supe que, por mi salud mental, debía encontrar una explicación científica y lógica de la capacidad de ser canal, así que me puse a estudiarla como lo hice con la ciencia y la fisioterapia. 
El estudio del cuerpo y de los sistemas de energía, desde la perspectiva de abrirse a la capacidad de ser canal, se convirtió en mi enfoque principal. También empecé a leer todo lo que pudiese encontrar y que me ayudara a comprender la capacidad de ser canal desde el punto de vista filosófico, religioso y científico. Desde entonces, Sanaya y yo comenzamos a canalizar juntos. Recibimos la impresión de que nuestros guías se conocían, pues a menudo hablaban de los mismos temas, y uno continuaba la conversación en el punto en que el otro se interrumpía. Recibimos mucha guía, la cual nos sirvió para realizar cambios trascendentales en nuestras vidas durante los meses de abril y noviembre de 1984. 
No fue sólo una cosa o acontecimiento lo que me convenció de la realidad de la capacidad de ser canal, sino una serie de eventos. Había más consistencia en lo que DaBen decía; aunque hablase, meses después, de algún tema, siempre continuaba en el punto en que se había interrumpido; me decía cosas que iban a suceder, y ocurrían. 
Poco a poco, casi con renuencia al principio, empecé a sentirme fascinado y hambriento de las introspecciones que DaBen me mostraba. Canalicé con frecuencia sobre la fisioterapia y los sistemas de energía. Las cosas seguían funcionando de manera sorprendente, y la confianza y la relación de trabajo que tenemos DaBen y yo, se han establecido con firmeza.
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