lunes, 5 de diciembre de 2016

CLASE 20 – EL ESCALÓN EN QUE TÚ TE ENCUENTRAS


Si a ti te gusta lo que has leído hasta ahora en esta enseñanza para la Nueva Era; si varias veces en su lectura te has encontrado diciendo "pero si ya yo sabía esto instintivamente" - "Yo diría que son una Metafísica nata, porque practico muchas de estas cosas", entonces ya atravesaste por todas las sectas, religiones y credos que existen en el planeta, en el curso de tus vidas pasadas. Todas sus prácticas y teorías las tienes acumuladas. Lo constructivo está en tu Cuerpo Causal, que es el aura de tu Yo Superior. Lo destructivo está en tus vehículos inferiores (cuerpo Físico, cuerpo Emocional, cuerpo Etérico y cuerpo Mental), pero sobre todo, en tu cuerpo etérico está toda la memoria de todo lo que te ha ocurrido en todas tus vidas; nada se pierde. Anota esto muy bien. NADA SE PIERDE.
Entonces, si te atraen las enseñanzas Metafísicas; si las comprendes y te absorben, quiere decir que estás preparada para subir un escalón. Si no las aceptas; si no las entiendes; si no te atraen, si más bien te repelen, significa que aún no puedes digerirlas. Te tienes que quedar en otra secta, una menor, donde no se practique el Principio del Mentalismo. En algunas lo encontrarás explicado superficialmente, pero sin dársele mayor importancia. Todas esas sectas y doctrinas tienen cosas que tú instintivamente anhelas. Ellas te las darán y también te darán un cúmulo de conocimientos que te llenan la boca, la mente y las satisfacciones. También te impondrán numerosos ritos, rituales, prácticas físicas, prohibiciones, dietas, ataduras, todo lo cual se puede encerrar en una palabra: LIMITACIONES. Pero si tú las necesitas, ese es tu escalón presente.

CLASE 19 – ESCALA EVOLUTIVA (Alexiis)


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CLASE 19 ESCALA EVOLUTIVA QUE RIGE EN EL UNIVERSO

Todo en el cosmos evoluciona por aumento de conciencia. No existen los saltos evolutivos bruscos. El ser humano se apoya en planos de existencia inferiores y se inspira o referencia en planos superiores, pero nunca tan elevados que no puedan ser comprendidos.
La Escala Evolutiva o Ciclo de Manifestaciones es la expresión mediante la cual, la Esencia va adquiriendo diferentes sustancias a fin de reconocer el Universo que ella misma ha creado. Como toda energía, aquella que llamamos Dios también tiene dos polaridades: la positiva o Pensamiento Eterno de Creación y la negativa o Creación Manifestada. Del resultado de la interacción de ambas polaridades surge un "hijo" al que se la ha dado en llamar Universo.
Este "hijo" contiene en sí mismo la esencia y sustancia de su padre / madre y, por consiguiente, cada parte de su cuerpo también lo contiene. En el ADN de sus células está todo lo manifestado, sea esto visible o invisible, y el ser humano es una parte importante de ese organismo vivo.
Podríamos decir que este organismo llamado Universo consta, en principio, de siete partes o planos de existencia y que estos, a su vez, pueden ser subdivididos en otras siete partes o etapas dentro de cada plano. La evolución de cada plano o subplano estará determinada en la media que su estructura o comportamiento se acerca al inmediato superior. Esa evolución se consigue por aumento de conciencia.
Tratando de identificar cada estadío dentro de la Escala Evolutiva, podemos asignar a cada plano un número del 1 al 7, según sea su lejanía o cercanía al origen, siguiendo el mismo proceso con los subplanos, de tal manera que de una sola mirada, podamos identificar su posición con respecto a los demás.
Iniciando el recorrido desde el plano energético más alejando de la Fuente, nos encontramos con la PRIMERA DIMENSIÓN o DIMENSIÓN MINERAL. En ella, la energía manifiesta un grado muy bajo de vibración. Forman parte de esta dimensión todos los elementos de la naturaleza conocidos como "masas inertes", es decir, carentes de vida orgánica. La evolución de estos elementos queda determinada por la absorción de energía que les hará ir transformándose en más sutiles, es decir, que los 1.1 serían los más densos energéticamente hablando, de la primera dimensión, mientras los fluidos gaseosos, por ejemplo, compondrían el escalón 1.7 de esa misma dimensión. Los líquidos ocuparían lógicamente, los subplanos inmediatamente anteriores a los estados gaseosos de la materia.

CLASE 18 – LOS SIETE RAYOS (Alexiis)



Los Siete Rayos son los bloques de la construcción de la Creación, los ingredientes principales. Cada rayo representa un color, una nota musical y una calidad. Ellos proyectan fuerza en lugar de energía. La fuerza, a diferencia de aquella, es directa y específica. Cuando estas fuerzas penetran la atmósfera de una entidad, sea grande como la Tierra o pequeña como el campo energético de un individuo, la tiñen de color.
Todo lo manifestado ha sido teñido por los rayos, en especial por los siete rayos primarios. Estos crean las características de todo tipo de vida. Por eso digo que el estudio de los rayos nos lleva a una comprensión profunda de la personalidad humana y de los tipos de cuerpo, ya que ellos condicionan las influencias astrológicas y por ende nos afecta en forma directa.
Nuestro sistema planetario está construido en una escala de doce, pero nuestro espectro vital se limita, por ahora, a siete. Aunque hablemos de siete rayos principales, se hace evidente la influencia de rayos recientemente descubiertos. Los rayos oro y plata que menciono sirven para acelerar la estructura atómica con propósitos interdimensionales. Los rayos en sí son fuerzas que se expresan como cualidades que, simbólicamente se representan como colores. Es por eso que los colores cambian según las necesidades planetarias.
Así como hay rayos dirigidos en forma permanente hacia la tierra, existen rayos dirigidos por inteligencias interplanetarias en forma esporádica y para razones específicas. (Existe una jerarquía galáctica e intergaláctica de inteligencias avanzadas que dirigen el curso de la vida y vigilan su evolución).
Los siete rayos se originan en el módulo primario de las tres fuerzas; la trinidad básicas del aspecto madre - padre; el aspecto hijo y el aspecto espíritu.

EL AUTÉNTICO SIMBOLISMO DE LA NAVIDAD

Sobre el simbolismo de la Navidad, es claro que éste es un evento maravilloso, sobre el cual urge meditar profundamente.
Por estos tiempos comienza el frío, aquí en el Norte, debido precisamente a que el Sol se está alejando hacia las regiones australes, y el 24 de diciembre el Sol habrá llegado al máximum, en su viaje hacia el Sur. Si no fuera porque el Sol avanza hacia el Norte, desde el 25 de diciembre en adelante, moriríamos de frío, la Tierra entera se convertiría en una mole de hielo y perecería, realmente, toda criatura, todo aquello que tenga vida. Así, pues, bien vale la pena que reflexionemos en el acontecimiento de la Navidad...
El Cristo-Sol debe avanzar para darnos su vida, y en el equinoccio de la primavera se crucifica en la Tierra; entonces madura la uva y el trigo. Y es precisamente en la primavera cuando debe el Señor pasar por su vida, pasión y muerte, para luego resucitar (la Semana Santa es en primavera).
El Sol físico no es más que un símbolo del Sol espiritual, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico. No, se le rendía culto al Sol espiritual, al Sol de la medianoche, al Cristo-Sol.
Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la medianoche. Él es quien guía siempre al iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer.
No hay duda de que todas las religiones de la antigüedad celebraron la Navidad... Así como el Sol físico avanza hacia el Norte, para dar vida a toda la creación, así también el Sol de la medianoche, el Sol del espíritu, el Cristo-Sol, nos da vida si nosotros aprendemos a cumplir con sus mandamientos.
En las sagradas escrituras, obviamente, se habla del acontecimiento solar (y hay que saberlo entender entre líneas). Cada año se vive, en el macrocosmos, todo el drama cósmico del Cristo-Sol (cada año, repito). Téngase en cuenta que el Cristo-Sol debe crucificarse cada año en el mundo, vivir todo su drama de la vida, pasión y muerte, para luego resucitar en todo lo que es, ha sido y será, es decir, en todo lo creado. Así es como todos recibimos la vida del Cristo-Sol. También es cierto que cada año el Sol, al alejarse por las regiones australes, nos deja aquí en el Norte tristes, pues él va a dar la vida a otras partes. Las noches largas del invierno son fuertes; en tiempo de Navidad, los días son cortos y las noches largas.
Conviene que entendamos lo que es, ciertamente, el drama cósmico. Se hace necesario que en nosotros también nazca el Cristo-Sol (él debe nacer en nosotros).
En las sagradas escrituras se habla claramente de "Belén" y de un "establo" donde él nace. Ese "establo" de "Belén" está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.
Precisamente, en ese "establo interior" moran los animales del deseo, todos esos "Yoes" pasionarios que cargamos en nuestra psiquis; eso es obvio. Belén mismo, es un nombre esotérico. En tiempos en que el Gran Kabir Jesús vino al mundo, la aldea de Belén no existía. De manera que eso es completamente simbólico. Bel es una raíz caldea que significa "Torre del Fuego". De manera que, propiamente dicho, "Belén" es "Torre de Fuego". ¿Quién podría ignorar que BEL es un término caldeo que corresponde, precisamente, a la Torre de Bel, la Torre del Fuego?. Así, pues, Belén es simbólico completamente.
Cuando el Iniciado trabaja con el Fuego Sagrado, cuando el Iniciado elimina de su naturaleza íntima los "agregados psíquicos", cuando en verdad está realizando la Gran Obra, indubitablemente ha de pasar por la Iniciación Venusta. El descenso del Cristo al corazón del hombre, es un acontecimiento cósmico-humano de gran trascendencia. Tal evento corresponde, en verdad, a la iniciación venusta.
Muchos suponen que el Cristo, exclusivamente, fue Jesús de Nazareth, y están equivocados. Jesús de Nazareth como hombre, o mejor dijéramos, Jeshuá Ben Pandirá como hombre, recibió la iniciación venusta, lo encarnó; mas no es el único que haya recibido tal Iniciación.
Así pues que, debemos entender al Cristo como es: no como una persona, no como un sujeto. El Cristo está más allá de la personalidad, del "Yo" y de la individualidad; el Cristo, en esoterismo auténtico, es el Logos, el Logos Solar, representado por el Sol. Ahora comprenderemos por que los incas adoraban al Sol, los nahuas le rendían culto al Sol, los mayas lo mismo, los egipcios idénticamente, etc.
No se trata de la adoración a un Sol físico, no, sino a lo que oculta tras ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba al Logos Solar, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta (la variedad es unidad).
Pablo lo aclara, diciendo: "De su virtud tomamos todos gracia por gracia"; entonces, hay documentación. Si uno se estudia cuidadosamente a Pablo de Tarso, veremos que rara vez alude (él) al Cristo histórico. Cada vez que Pablo de Tarso habla sobre Jesucristo, se refiere al Jesucristo Interior, al Jesucristo Íntimo, que debe surgir en el fondo de nuestro espíritu, de nuestra alma.
En tanto un hombre no lo haya encarnado, no puede decirse que posee la vida eterna. Sólo él puede, verdaderamente, darnos vida, y dárnosla en abundancia. Así, pues, debemos ser menos dogmáticos y aprender a pensar en el Cristo Íntimo... ¡Eso es grandioso!
Samael Aun Weor-
http://universo-espiritual.ning.com/
http://enelcorazondelaesfinge.blogspot.com.es/

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