martes, 13 de marzo de 2018

BIDI - PARTE 4 - FEBRERO DE 2018


Encuentros Febrero 2018
BIDI
Parte 4
Entonces, Bidi está con vosotros.
..Silencio…
En primer lugar, ¿necesitáis algunas precisiones, algunas explicaciones complementarias sobre lo evocado hoy respecto al cuerpo de Eternidad y a la Conciencia Desnuda?
…Aparentemente, no.
Entonces, voy a daros unas referencias correspondiendo a vuestro cuerpo de Luz, no solamente en sus interacciones con el saco de carne, como he hecho antes, sino directamente unos elementos estructurales y no de funcionamiento, con respecto a este cuerpo de Luz.
El punto central de todos los cuerpos de Luz, os lo podéis imaginar, es el Corazón. El Corazón de Luz posee una estructura geométrica perfecta, que ya os fue explicado y que es llamado Tetraquishexaedro. Es un diamante con veinticuatro facetas. Lo que llamáis en encarnación, en los conceptos, la Chispa divina. Corresponde en totalidad al plano de La Fuente, lo que es nombrado el plano átmico. Es el Atman de nuestra tradición. Es el Espíritu de la Verdad para vosotros, el Paracleto. Es la emergencia de esta estructura, a través de vuestro cuerpo de carne, que realiza la resurrección.
En este interfaz con el saco de carne, no tiene el aspecto de un Tetraquishexaedro, sino de un cuadrado, sobre un plano comportando ciento cuarenta y cuatro cuadrados, cada uno de estos cuadrados abrigando la imagen, un holograma si preferís, del Tetraquishexaedro. Este conjunto de veinticuatro estructuras vibrales, presentes en el cuerpo de Eternidad, permite la conexión permanente, constante e indeleble con La Fuente y la fuente de la Conciencia. El conjunto del vehículo de Eternidad, o cuerpo de Luz, se despliega a partir de esta Chispa divina, a través de este Tetraquishexaedro y su manifestación en el seno de los mundos carbonados libres, y que ahora lleváis.

El conjunto de las otras estructuras con la forma, allí también, triangular, se encuentra distribuido en unos lugares periféricos, los más importantes estando los pies, las manos, en todo caso lo que nombramos en una encarnación terrestre los pies y las manos, y la cabeza. A nivel de la cabeza, existe una red de luz particular representada por el sombrero de Buda, correspondiendo para vosotros a las doce Estrellas, así como a los triángulos elementales y a las líneas de radiación de Luz, que une estas Estrellas de diferentes maneras. Son vuestros sentidos espirituales, cuyos nombres en francés fueron dados, pero que tienen, bien evidentemente, otro nombre, éste Vibral, y sólo conocéis algunos a nivel del sumerio original, es decir del Gina Abdùl. Todo esto son unos datos históricos, correspondiendo a este mundo. Pero no tenéis la utilidad de comprender esta arquitectura, la única utilidad es vivirlo.
Los triángulos de las manos y de los pies sirven, de manera global, de captadores sensoriales, permitiendo desplegar la co-creación consciente, en cualquier dimensión, como en cualquier universo. Existe una estructura triangular, de momento perceptible por vosotros únicamente por la Puerta Ki-Ris-Ti. Esta estructura triangular es responsable, por ejemplo, de las alas de los Ángeles y Arcángeles. Son unos soportes vibratorios de traslación dimensional, conectados a lo que habéis nombrado las Estrellas Claridad y Precisión.
Siempre a nivel de la cabeza, tenéis unas estructuras radiantes correspondiendo a lo que se llamó unas cruces: la cruz cardinal, la cruz Crística, doble, anterior y posterior. Todas las Estrellas están conectadas a las demás once Estrellas por estas estructuras radiantes. La combinación de estas Estrellas corresponde a vuestros potenciales espirituales, permitiendo ver, no con los ojos sino con la Conciencia Desnuda, situada en el Tetraquishexaedro, la totalidad de vuestro entorno, os manifestéis donde os manifestéis, en la dimensión y en la forma que sea.
No volveré sobre las nociones de triángulos elementales, tampoco sobre lo que fue nombrado por los Ancianos, los linajes, o el origen. Existe, de hecho, un conjunto de estructuras triangulares, reuniendo lo que vosotros nombráis las Puertas, de tres en tres, aquí también en una forma triangular, pero que ya no es ni equilátera ni isósceles, porque depende de lo que fue nombrado la Puerta Atracción y la Puerta Visión.
Os puede pasar, en el proceso de resurrección y de Conciencia Desnuda, - a pesar, os lo recuerdo, de lo que dije, que esta resurrección ocurre en el Aquí y Ahora, y no en otra parte que allí donde estáis, dentro de vuestro saco de carne. No obstante os es posible, más allá de los sentidos, de las vibraciones, de los dolores, de percibir a veces, de manera fugaz, las estructuras de las que acabo de hablar. La más importante, por supuesto, ya que recapitula el conjunto de estos veinticuatro triángulos, corresponde al corazón del Corazón, a la Conciencia Desnuda, a la Conciencia de Eternidad y también, a partir de ahora, a vuestra conciencia de este mundo.
Es esta alquimia que hasta ahora era imposible de realizar aquí, que se realiza por el hecho de la intensidad de la Luz y de la no aparición del acontecimiento, por ahora. No tenéis que preocuparos, salvo para aquellos de vosotros – y hay muy pocos – que tienen la oportunidad de viajar en las esferas multidimensionales libres, pero os recuerdo que aunque tengáis la oportunidad, la mayoría del trabajo se hace solo dentro de vuestro saco de carne y en la Conciencia Desnuda, y en el cuerpo de Eternidad que os cubre por todas partes. De hecho evoqué las fluctuaciones térmicas, el calor o el frío, en determinados horarios, casi todos los días o casi todas las noches, y que corresponde en realidad al despliegue del Tetraquishexaedro, en forma de cuadrado conteniendo ciento cuarenta y cuatro cuadrados.
Cada uno de los puntos de Conciencia de este holograma del Tetraquishexaedro puede aparecer en vosotros, sobre todo cuando estáis sometidos a las olas de Luz ascendentes, descendentes, entrantes y salientes y sobre todo transversales, es decir de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, recreando este famoso entramado etérico, que permite a vuestro cuerpo de Eternidad, sea cual sea vuestro devenir, de ser funcional.
Los elementos que os doy son simplemente unas referencias, que pueden acompañaros durante las etapas sucesivas de resurrección o ante la brutalidad de vuestra resurrección instantánea. No obstante, os recuerdo que no sirve de gran cosa el verlo, sino que es mucho más importante, cuando esto ocurra, el vivirlo. Estas llamadas al orden particulares de la Luz se producen en general, en los lugares de intersecciones entre el cuerpo de Luz y el saco de carne, en particular pues a nivel de la cabeza, a nivel del corazón, y a nivel del sacro y de las Puertas emparejadas a nivel de la ingle. Es la Luz misma, en su inteligencia y en su gracia, que activa, según los momentos, según las configuraciones de vuestros días y las configuraciones siderales, que algunos de estos circuitos se activan y desvelan entonces unos elementos de esta Conciencia Desnuda, cuyo elemento percibido hasta ahora puede llamarse la serenidad, la Felicidad y sobre todo la Evidencia.
A partir de ahí os incumbe simplemente, como testigo, cuando ocurre, de dejar las cosas producirse sin preguntas, permanecer silencioso e inmóvil, cuando tengáis la oportunidad, y vivir lo que hay que vivir. La función es mucho más importante que la estructura. De hecho, os lo recuerdo, que en el Absoluto, no hay ninguna estructura, pero esta estructura del cuerpo de Eternidad está, de manera indeleble, a vuestra disposición para experimentar el juego de la conciencia libre, en el mismo tiempo que el Absoluto. Podéis difícilmente comprenderlo, como siempre dijimos unos y otros, por el hecho de que vuestra conciencia encerrada está sometida al tiempo y al espacio. La noción de tiempo y de espacio no puede existir a nivel de la Eternidad ya que, os lo recuerdo, no hay ninguna curvatura del espacio-tiempo, y que todo ocurre en el mismo tiempo.
El aprendizaje del cuerpo de Eternidad se realiza por sí solo. No hay otra necesidad que la de, aquí también, acoger y dejar obrar la inteligencia de la Luz, la matriz Crística, con el fin de restituiros a lo que sois en Verdad. Todo lo demás se hará espontáneamente. Porque la energía, la dimensión, el tiempo y el espacio, tal y como lo concebís y que no existe, son controlados de manera natural por el estado dimensional en el cual estáis. No tenéis que preocuparos de nada.
Cuando todos nosotros sabemos muy bien que este saco de carne requiere cuidados: alimentarlo, vaciarlo, darle carburante, mantenerlo. A nivel de la Eternidad, nada de todo esto es válido. Todo se hace naturalmente, sin que la conciencia tenga que ocuparse de ello. La conciencia libre se ocupa simplemente de su juego, de su experiencia y de su Absoluto. Entonces no sirve de nada, desde vuestro punto de vista, a pesar de la Conciencia Desnuda y a pesar de la resurrección, el buscar otra cosa que la Evidencia que está ahí.
Tal y como dije y repito, dejad a la Luz organizarse, vuestro cuerpo de Eternidad no os necesita. También es un vehículo, al igual que el saco de carne. Excepto que aquí es un saco de Luz, que tampoco sois, aunque os pertenezca. Simplemente lo tomáis sólo cuando os apetece jugar y experimentar. Y acordaos que este cuerpo de Eternidad obedece instantáneamente a vuestra Conciencia: pensáis en un Arcángel y sois el Arcángel; pensáis en un Arcángel y vais a la esfera de los Arcángeles. Y es instantáneo. No hay ni tiempo ni espacio. Sólo hay una traslación dimensional, o si preferís, un cambio de gama vibratoria de vuestra Conciencia y por ende del cuerpo de Luz. Es tan simple como esto.
Por supuesto, durante un cierto tiempo fue importante llamar vuestra conciencia efímera hacia los triángulos elementales, por ejemplo, donde se revelaron a vosotros, para algunos de vosotros, una o la totalidad de vuestros linajes. Hoy, es profundamente diferente. Porque esta palabra Evidencia es fundamental. En la Evidencia no hay nada que ver y nada que buscar. Y en función del principio de movilidad y de plasticidad del cuerpo de Luz, a la diferencia del saco de carne, vosotros no tenéis que ocuparos de él, ni de alimentarlo, ni de repararlo, ni de preocuparos de su forma, ya que la forma toma automáticamente la forma adaptada al entorno dimensional que explora.
Hasta diría que durante este período de resurrección, ver vuestros linajes sólo sería un obstáculo. Conviene comprender que con el fin de que el trabajo de resurrección, y de puesta en animación del cuerpo de Eternidad, ocurra sin ninguna participación vuestra, y que la mejor participación es la de permanecer tranquilo, es decir en la vacuidad, con el fin de dejar obrar este cuerpo de Eternidad que comienza a animarse, aunque esté fijado en el seno de este cuerpo, que empieza a entrar en funcionamiento. No podéis ni dirigirlo ni controlarlo, salvo como he estipulado, a partir de ahora el pensamiento es seguido por la Conciencia y la Luz. De la Conciencia Desnuda como de la Luz Vibral. Y os es posible pues, simplemente pensando en una de estas estructuras, sentirla animarse, vibrar y sobre todo funcionar. Pero no necesita ninguna regla predefinida, porque las comprenderéis viviéndolas. No habrá, tampoco aquí, ninguna duda posible porque esto participará de la misma Evidencia, sobre la cual no se puede decir nada, como para el Absoluto, sino que es una evidencia para la Conciencia. Mientras que esto nunca será una evidencia para el mental, incluso el más iluminado. Quiere decir que el Corazón manda efectivamente y dirige efectivamente la totalidad de vuestra manifestación dondequiera que ella esté situada, salvo, por supuesto, en este mundo, a causa del nacimiento y de la muerte que aparecen espontáneamente.
Si aceptáis este principio, vosotros mismos tendréis la oportunidad de comprobar los efectos. Y constataréis entonces que no hay ninguna necesidad de comprensión en el sentido intelectual, porque es totalmente natural y, diría yo, innato. Reencontráis todo esto. Sólo la persistencia del cuerpo físico y de los remanentes de la ilusión de la matriz, de alguna manera, os impide acceder a la totalidad de esto. Pero sin embargo, por el hecho de esta superposición del conjunto de las conciencias y de los cuerpos, es extremadamente fácil ver los efectos de esta activación que se hace, lo repito, espontáneamente, aunque vosotros mismos tengáis la posibilidad, por el pensamiento, de dirigir la Conciencia y la Luz sobre uno de los puntos o una de las zonas de este cuerpo de Eternidad que, de momento, tiene exactamente la misma forma que vuestro cuerpo de carne, el mismo aspecto, pero simplemente con un color, ya que es Luz, pero sin embargo con los mismos rasgos que aquello que tenéis en este mundo. Pero no es una matriz astral, es una matriz Crística, hecha de Luz, donde ninguna imagen puede aparecer ni ser proyectada.
Si aceptáis este principio, entonces viviréis cada vez más fácilmente la puesta en función, ya no solamente de la Merkabah interdimensional, o de lo que fue llamado las coronas radiantes, sino directamente de vuestro vehículo de Eternidad. Es la acción de este vehículo de Eternidad reconstituido y puesto en animación que viene, por la gracia y la inteligencia de la Luz, a realizar la resolución en determinados lugares de vuestro cuerpo. Es lo que evoqué en la anterior intervención. Sin embargo, si vuestra conciencia global es llevada hacía vuestro pecho, sin pedir nada, sin buscar nada, entonces constataréis que existe una percepción cada vez más nítida de la totalidad de vuestro cuerpo de Eternidad que, os lo recuerdo, os duplica, a la imagen del cuerpo etérico. Cuerpo etérico, de hecho, cuya mayoría de los glóbulos de vitalidad fueron reemplazados por las partículas adamantinas. Es decir que la Luz que fue estallada, fraccionada, se reagrupa de nuevo en Agni Deva y cubre la totalidad de vuestro cuerpo de carne, que seáis conscientes de ello o no.
Dentro de poco tiempo, independientemente incluso del acontecimiento, podréis observar con vuestros ojos de carne, una bioluminiscencia que no es el cuerpo etérico, tal y como podéis verlo mirando vuestros dedos y mirando detrás de vuestros dedos, de hecho. No se trata tampoco del aura, sino que directamente es vuestro cuerpo de Eternidad. La percepción que tenéis de ello por ahora es limitada - salvo para algunos de vosotros - a unas variaciones térmicas y a unas zonas de rigidez, como en los ejemplos estipulados en mi anterior intervención. Pero muy pronto, percibiréis sin ninguna dificultad, la bioluminiscencia de vuestro cuerpo de Eternidad. Es por esto que los Ancianos siempre os dijeron que, sea cual sea vuestro posicionamiento después del acontecimiento, dondequiera que estéis situados, que tengáis un cuerpo de carne doblado del cuerpo de Eternidad, o simplemente el cuerpo de Eternidad sin cuerpo de carne, no hará ninguna diferencia. Os reconoceréis fácilmente, dondequiera que estéis, porque el cuerpo de Eternidad puesto en animación en este mundo, y en las circunstancias particulares de la resurrección individual y colectiva que tiene lugar, en ciertos casos tendréis la oportunidad de constatar esta superposición entre el efímero y el Eterno.
Esto no representará para vosotros ninguna diferencia. Hay después del momento de la estasis, una resurrección total, tengáis o no tengáis el cuerpo de carne, dándoos la libertad para instalaros en vuestra morada. Algunos de vosotros, como sabéis, pasaréis por una rápida purificación de los elementos bloqueados en la conciencia efímera; lo que unos y otros hemos llamado: “creencias”, “costumbres”, “vestimentas corporales”, “recuerdos residuales colectivos y personales”. Pero eso no será un obstáculo, una vez pasado el evento, sobre lo que vais a vivir aquí o en otra parte.
En resumen, repito una vez más con más firmeza, ocupaos de vuestro Corazón al máximo, lo que la vida os permita. No tenéis otra cosa que hacer. Cuando digo “ocupaos de vuestro Corazón”, no se trata de protocolos, de ejercicios, ni incluso de meditación o alineamiento, sino simplemente que vuestra conciencia esté presente en el Corazón, lo sintáis o no. Esto no es un comportamiento mental sino una Evidencia de la Luz. Vuelvo a repetir: la Conciencia y la Luz, siguen al pensamiento y la idea.
Cualquier notificación dada en el exterior, sea la que sea, no os permite estar en el Corazón. Estar en el Corazón no es una postura de la cabeza, es una realidad vibral que os hace vivir algo distinto de los problemas personales. Eso viene a reforzar la Evidencia. Tomad la costumbre, por la mañana o por la tarde, cuando tengáis la ocasión, de dirigir vuestra conciencia, vuestro pensamiento, vuestras ideas, sobre el Corazón. No necesitáis situarlo, no necesitáis sentirlo. Pero recordad: la Luz sigue vuestro pensamiento; es tan simple como eso.
Si tomáis como costumbre, muchas veces al día, pensar en vuestro corazón, tener la idea del corazón sin nada más, entonces la resurrección, sea cual sea la forma que ha tomado en vosotros, aparecerá de forma más y más clara, por la Evidencia, por la Alegría, por la Paz y por la serenidad que no puede dejar ninguna duda sobre lo que se vive. Porque estáis en vosotros. E incluso si eso es desconocido por la persona, el Juramento y la Promesa surgen, se despiertan.
Para todos, aunque no lo experimentéis. Basta simplemente, pensar en vuestro Corazón y dirigir así la conciencia, la energía, las partículas adamantinas, directamente ahí donde está el tetraquishexaedro. No hablo aquí del chakra del corazón, no hablo aquí solamente de la nueva Tri-Unidad, no hablo de la Corona radiante del Corazón, no hablo de la Corona ascensional, la zona periférica del chakra del corazón, sino realmente del tetraquishexaedro, el Corazón del Corazón. Pero prestad atención a que el Corazón del Corazón no está solamente en vuestra cabeza. Si el Corazón del Corazón se vive realmente y lleváis realmente vuestra atención, vuestra idea, vuestro pensamiento, en medio de vuestro pecho, entonces estaréis en la Evidencia cada vez más fácilmente, diga lo que diga vuestra persona, diga lo que diga una relación o la energía. Es tan simple como eso.
Os recuerdo: solo vosotros podéis hacerlo; no se requiere ninguna experiencia, ningún conocimiento. Recordad que todo conocimiento es solo ignorancia porque pertenece a este mundo. Debéis reconoceros en vuestra Eternidad y nada más. Todo lo demás se hace automáticamente. Si mantenéis este precepto os daréis cuenta rápidamente que la persona, la historia, las relaciones, no pueden estar en el centro de la escena. Y en ese momento os dais cuenta a solas, de lo que tenéis como actividad, como ocupación, como problema o como enfermedad.
La que fue llamada “Puerta Estrecha” vinculada al octavo cuerpo, vinculada al guardián del umbral, a la última reversión, está abierta de par en par. No para algunos, sino para todos. Ved todos, cómo está diseñada la sociedad de hoy para alejaros del Corazón, ya sea por deseos, por imágenes, por relaciones, por trabajo, por la sociedad misma y sus obligaciones. A pesar de eso, utilizad la Inteligencia de la Luz, contentaos con pensar y dirigir vuestra atención sobre el Corazón y todo lo demás se hará por sí mismo. Si eso no se hace, cuantos más días transcurran, más será el caso que vuestro Corazón del Corazón, esté todavía en la cabeza, en el mundo.
Con ello mostraréis vuestra elección. Es lo uno o lo otro. En este momento es lo uno o lo otro. En un momento dado no podrá ser más que lo uno o lo otro, aunque el cuerpo de Eternidad esté presente totalmente. Porque por vuestras ideas, vuestros pensamientos, vuestra atención, hoy, alimentáis… ¿qué alimentáis?, ¿la Eternidad, la Alegría o la dualidad?, ¿el Amor o el miedo?, ¿la Alegría o la tristeza?, la Evidencia o la confusión? No hay otro posicionamiento.
Hace tiempo, el Comendador os habló de tener el culo entre dos sillas. Yo dije que no había silla, ni culo. Es la verdad. Hoy veis muy bien, todos vosotros en el transcurso de vuestros días, qué tiempo os toma la Luz y qué tiempo os toma la persona. Ahí también hay una balanza. Esta balanza va a volverse cada vez más evidente, sean las que sean vuestras obligaciones legales, sociales, familiares. Eso significa, dicho en otras palabras, que ya ahora, pero cada vez más, seréis menos capaces de tratar con la persona, si estáis en la Eternidad. Por eso, algunos de vosotros vivís momentos de estasis importantes.
Pero, como sabéis, cuando estáis en ese estado, la Alegría y la Evidencia crecen más y más. Cualesquiera que sean las palabras que pongáis a ello, es simplemente: serenidad, Paz, Alegría y en la última etapa, “Evidencia” que comprende la Paz, la Alegría y la serenidad. Pero sobre todo contiene el Amor revelado en este mundo, el Amor desconocido, el Amor verdadero que no está cubierto por lazos de sangre, por lazos afectivos o sentimentales.
Este Amor, también está desnudo. No necesita de nadie ni de ningún mundo, aunque todos los mundos están abiertos. Lo único que tenéis que hacer hoy, básicamente, sea cual sea el estrato de vuestra resurrección, es observar lo que nutrís vosotros mismos. Por supuesto, debéis nutrir el cuerpo, ocuparos del cuerpo, pero en la conciencia, ¿qué estáis alimentando?, ¿la Evidencia o la dualidad?, ¿este mundo o la Verdad? Todo se volverá extremadamente agudo, extremadamente claro. Lo que significa que, a ese nivel, vosotros sois totalmente autónomos y libres. Y os atañe a vosotros como testigos, observar porque las condiciones están reunidas para lo que se desarrolle en vuestra vida. ¿Es todavía vuestra vida, o la vida está fluyendo? Sean cuales sean los problemas, sea cual sea la riqueza, los enlaces vinculantes, del tipo que sean.
Y, en un momento dado, cuando os canséis de pesar y oscilar de un estado a otro, de un movimiento a otro que no depende de vosotros sino simplemente de las olas de Luz, como las he llamado, vosotros elegiréis, no intelectualmente, sino que la elección de vuestra conciencia se expresará bien por la Evidencia, bien, por la dualidad. Eso no es una cuestión de miedo, ni de Amor, porque el Amor está ahí. Es una cuestión de Libertad, diga lo que diga vuestra persona.
La mejor forma, si no está hecho, de que el alma se vuelva hacia el Espíritu es, simplemente, pensar en el Corazón. Pero no conceptualizado. Dirigir por el pensamiento y la atención, toda la conciencia hacia el Corazón. Y la Luz estará ahí. Es todo. Pero si mezcláis un elemento histórico o personal en ello, no funcionará. Es decir, no podéis, desde la persona, decidir que la Luz haga esto o aquello, tanto en vosotros como externamente a vosotros, porque la decisión no procede de la persona, sino de la Conciencia, directamente. Así os demostráis por vuestra vivencia, vuestro emplazamiento desde el mes de diciembre, que os hará vivir, a través de vuestras palabras, a través de las olas de Luz, a través del sentimiento -o no-, la Evidencia que está ahí. Todo lo demás son solo distracciones que os desviarán de la Verdad.
Diría incluso que hoy, no existe ninguna obligación, ninguna responsabilidad de este mundo, sea la que sea, que pueda sostenerse ante la Evidencia de la Luz, si no son vuestras elecciones, coartadas, pretextos, siempre ubicados en la persona. Hoy se os da, de forma impactante, todo lo que había indicado, hace unos años cuando vivía y estaba encarnado, sobre el principio de refutación: vosotros no sois este cuerpo, ni esta persona, ni este mental. No sois nada de lo que pasa, fallece, nace y muere.
Hoy, la única refutación posible, es simplemente dirigir vuestra idea, vuestro pensamiento hacia el Corazón, aunque no sepáis nada ni viváis nada. Es un lugar específico en medio del pecho. Es todo. No necesitáis nada más porque todo está ya allí. Eso significa que ya no podéis alimentar la dualidad y alimentar al mismo tiempo la Eternidad; entonces, las dos se superponen en simbiosis, se puede decir, mientras esperáis el evento. Eso es lo que tenéis que aceptar. No hay nada que explicar. No hay nada que comprender. Os incumbe a vosotros verificarlo y tenéis la entera responsabilidad de esto. Porque no existe ningún obstáculo de edad, cuerpo, salud, condición familiar, profesional, social, que pueda perjudicarlo en relación con lo que hay ahí, sino demostraros, ¿qué es más importante, la obligación de este mundo o la Verdad?
Así que, cuando decimos unos y otros, que es simple, el problema es que la persona no acepta la simplicidad. Y así, no hay otra posibilidad hoy, yo diría incluso: olvidad todos vuestros conocimientos, todos vuestros logros, todas vuestras experiencias. Pasead por la naturaleza. Descansad cuando os lo pida la Luz. Ubicaos en el Corazón, no en el corazón de la cabeza, sino dirigid vuestra conciencia… Creo que el Comendador os dijo que os golpearais el pecho. Ya no necesitáis golpearos. Solo necesitáis que vuestra lucidez sea dirigida hacia el Corazón, que la mayor parte de vuestra atención esté en la Eternidad; es un equilibrio. Si habéis comprendido lo que acabo de decir en esta segunda parte, no existe ya ningún problema, no puede existir. No estáis afectados ni por el tiempo, ni por la conciencia, ni por el espacio ni por el evento que sea. También es eso la Evidencia que está emergiendo. No hay otra posibilidad, no hay otra alternativa, no hay otro plan posible.
En resumen, estáis a solas, entre las dos partes de vosotros. Una parte que no existe, efímera, sufriente, este mundo y, vosotros, lo que sois en verdad. Las religiones os han dicho que debíais mejorar, que debíais evolucionar, que debíais pagar el karma. ¡Es falso!, ¡totalmente falso! Solo cuando estáis encarnados. Comprobadlo vosotros mismos. No necesitáis ni maestro, ni consejo, ni técnicas. Todo eso ha terminado. Solo necesitáis ser verdaderos, humildes, simples, transparentes, todas esas palabras que se os han explicado, en todos los sentidos, desde hace un año. Todo lo demás, se hace ahora automáticamente. Incluso en un evento que os pareciera contrario al Corazón, no juzguéis. Esperad a ver. Esperad a vivir lo que la Inteligencia de la Luz quiere indicaros a través de eso. Eso no procede de vosotros. En el proceso de la Conciencia no se os necesita. Necesitáis de vosotros como persona, para ocuparos de vuestra persona si es necesario, si la vida os lo pide. Y ahí, saldréis de toda espera, del tiempo, del espacio y estaréis en la Felicidad, con los ojos abiertos o cerrados; esto no os dejará más.
En definitiva, cuando hay un problema, sea el que sea, sois vosotros los que os abandonáis a vosotros mismos. No hay nada que pagar; solo hay que acoger. El ego proyecta, el Amor acoge la Vida. Y encontraréis entonces con facilidad, como aquellos que ya están viviendo la Evidencia, que todo lo pasajero y lo que concierne a este mundo, os afecta cada vez menos, no porque lo rechacéis -desafortunadamente sigue ahí-, sino porque ya no interfiere con la Verdad, con la Evidencia. La Evidencia ocupa todo lugar, todo espacio, toda vuestra vida. Es lo que sois. Si aceptáis esto, incluso intelectualmente, veréis lo que sucede. No puedo decíroslo mejor.
Probadlo por vosotros mismos. Sois vuestro propio maestro. No imaginéis que vais a encontrar la Luz en algún lado, en cualquier historia, en cualquier escenario. La Luz exterior no es la Luz. La única Luz auténtica es la que está aquí, en medio del Corazón y está presente. Todo lo demás, pasará. Además, está pasando.
Entonces, en relación a esto y solamente a esto que acabo de decir en esta segunda parte, ¿tenéis alguna pregunta o testimonio para intercambiar con nosotros? Os escucho.
…Silencio…
Entonces, continúo.
En los mecanismos que se juegan en este mismo momento, todo se desarrolla naturalmente. Todo se hace por sí mismo. Y eso forma parte de la evidencia de la Alegría, de la evidencia de vuestra Verdad. Como veis, no necesitamos hablar del Absoluto, de Parabrahman, de las Estrellas, de los cuerpos, de los chakras, de todo eso. Yo lo he hecho para enmarcar un poco, ciertos elementos, pero es todo. Lo más importante es vuestro pensamiento y vuestra atención. ¿Dónde está ella? No hay nada más simple, más evidente. No puede haber nada más fácil. Todos podéis comprobarlo, estéis donde estéis situados. Pero no podéis alimentar al mismo tiempo, el mental, lo efímero y la Eternidad, ¿está claro?
…Sí, Está claro.
¿Está claro?
…Sí.
¿Nos queda tiempo?
…Diez minutos.
Entonces, voy a quedar en silencio y vamos a ponerlo en práctica. Esta no es una fusión en la Eternidad de Bidi, es una fusión a solas. ¡Vamos! Sed lo que sois, Dirigid el pensamiento únicamente en medio del pecho. Y es todo.
…Silencio…
Bueno, Bidi está feliz.
Y Bidi va a dejaros ahora en vuestro Corazón. Y os digo: hasta el próximo intercambio.
…Gracias.
Adiós.

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