lunes, 15 de enero de 2018

El hombre en el Devachán. II V.B. Anglada


Experiencias en el Devachán
Voy a iniciar seguidamente el relato de algunas experiencias devachánicas pero, antes de hacerlo quisiera hacer resaltar que ellas expresan únicamente escenas o cuadros mentales captados en un momento cíclico determinado, el de nuestra percepción en este caso. El proceso devachánico de cualquier ser humano puede estar lleno de muchas de estas escenas vivientes, que no son sino expresiones de los deseos, sueños y aspiraciones que no pudieron ser debidamente cumplidos ni realizados durante el proceso kármico de la vida física.
Debo hacer resaltar también que aunque cito la “edad” aparente de algunas de las personas que fueron contactadas en el Devachán, no quiero significar con ello que la “edad” tenga importancia alguna en este plano. Entiendan Uds. que en el Devachán la “edad” es fabricada por la mente, sutilmente conectada todavía con el aspecto tiempo y siguiendo el trazado de la memoria viva de un hecho particular o de una época claramente definida, evocada del depósito vital de las memorias humanas que por sus características especiales contienen un claro y potente estímulo para el hombre. Tales potentes estímulos evocan a la par la facultad creadora del ser humano que subyace potencialmente en la raíz de cada uno de sus sueños y aspiraciones.
Nuestra primera experiencia devachánica tuvo como punto de confluencia la pequeña esfera mental de un hombre primitivo, de un salvaje del África ecuatorial. Toda su actividad dentro de la reducida esfera de sus sueños se circunscribía a la caza, a la pesca, a una vida al parecer muy solitaria en el interior de la selva pero, cosa curiosa, cuando cazaba o cuando se dedicaba a la pesca lo hacía con una habilidad realmente extraordinaria. Esta evidente capacidad o habilidad era, al parecer, uno de sus más queridos sueños, uno de los intensos deseos que en la acción mental de aquella escena estaba consumando.
No había mujer alguna ni tampoco otros salvajes en los confines de sus sueños, aquel hombre primitivo aparecía completamente solo, en el interior de su íntima conciencia se revelaba en aquellos momentos “algo” que realmente constituyó un verdadero y auténtico deseo apremiante de su vida pasada, un potente sueño que él “revivía” ahora dentro del marco de su conciencia con los más excitantes y vivos aspectos de realidad. La Ley cíclica, ordenadora de todo el proceso de lo creado, se extendía frente a él como una panorámica de lo que siempre intentó vivir o realizar sin poder conseguirlo plenamente. Estaba pues “consumando sus deseos”, liberando el caudal de energía de sus sueños, lo cual le permitiría volver en un futuro no muy lejano, dado lo reducido de su esfera devachánica, al plano de la existencia física con otra clase de sueños y deseos, los verdaderos promotores de la evolución de la entidad humana.
Otra esfera devachánica en la que el Maestro nos invitó a penetrar entre otras varias, fue la de un hombre que en la panorámica de sus sueños aparecía como persona muy activa, que rápidamente marchaba por las calles, entraba de vez en cuando en alguna taberna, bebía allí, salía de nuevo y entraba finalmente en una casa en donde le esperaba una joven muy agraciada que le abrazaba y seguidamente le ofrecía de comer y beber, pero sin dejar nunca de acariciarle tiernamente y de colmarle de atenciones. El lugar, o marco, de aquel cuadro viviente, muchas veces repetido con diversas variantes, era muy parecido al de aquellas ciudades inglesas que nos describe Carlos Dickens en algunas de sus novelas, la fecha orientativa de las escenas y de las personas que salían a relucir en la pantalla de los sueños de aquel hombre, cuya edad parecía como de cuarenta y tres años, era quizás de últimos del siglo XVII o a principios del XVIII.
Iba elegantísimo y al propio tiempo estrafalariamente vestido a diferencia de la humildad con que iban vestidas las demás personas que se manifestaban en su cuadro devachánico, incluida aquella joven que constituía al parecer el centro focal y objetivo final de todo el proceso de ideación o de proyección de cada uno de los cuadros mentales que a nosotros nos era permitido percibir.

V.B. Anglada ~ El hombre en el Devachan. I

 


La ley periódica de los ciclos
Durante algún tiempo fuimos aleccionados sobre la actividad de la Ley Cíclica de la Naturaleza, o ley de ciclos, tal como corrientemente se la define. Esta ley se refiere, esotéricamente comprendida, al Aliento de Dios, a Su respiración vital cuyo flujo y reflujo, es decir, inhalación, exhalación y sus intervalos o pausas naturales, producen la vida del Universo y de todo cuanto “en él vive, se mueve y tiene el ser”. El orden de los ciclos es regular y periódico y tiene su recorrido o campo de expansión en forma circular, de ahí la esfericidad del conjunto universal, desde el átomo hasta el sol, modelado y sostenido por el Aliento de Dios. Circular y periódica es también por analogía, toda actividad realizada en el interior de esta vastísima esfera del Universo.
Durante el proceso de enseñanza acerca de la Ley de Ciclos, que abarcaba extremos tan importantes como la actividad cíclica y periódica de los Siete Rayos, el estudio de las Constelaciones siderales, la estructuración del Plan de evolución planetaria por parte de la Jerarquía, la misión específica de los Ángeles Solares, la proyección sobre nuestro planeta de potentísimas radiaciones y energías procedentes de otros Universos, de otros planetas del Sistema, de otras estrellas y aún de otras galaxias, el significado específico de aquel estado de conciencia que los esoteristas denominan Devachán, el estudio de las leyes soberanas que rigen el proceso de la vida y de la muerte, de luz y sombra, de día y noche, de muerte y nacimiento, y aún el contacto fugaz aunque intensamente profundo con la obra reguladora de la Ley de Causa y Efecto por parte de AQUELLAS gloriosas y al propio tiempo misteriosas ENTIDADES CÓSMICAS, conocidas bajo el nombre de “LOS SEÑORES DEL KARMA”, etc., tuvimos oportunidad de ponernos en contacto con la obra divina en diferentes centros de actividad y en distintas dimensiones.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...