BIDI 28 agosto 2012
Y bien, BIDI está con vosotros y os saluda. Vamos a continuar de igual manera que lo que he explicado la vez anterior: vamos a intercambiar de manera rápida, pero pronunciaré mis frases de manera más lenta, dejando un espacio después de mi respuesta, de forma que os haga vivir, lo que es posible manifestar por vuestra simple Presencia y mi Presencia, dentro del mismo espacio. Vamos a comenzar.
Pregunta: ¿es mejor refutar los miedos conocidos, o el miedo por regla general?
En el plano didáctico, el primer elemento a realizar es la refutación de los miedos que os son aparentes, conocidos y manifestados. Porque son esos los que dentro del saco mental, se manifiestan a vosotros y os impiden la Libertad. Hay una segunda etapa, en que el miedo no tiene necesidad de estar ligado a una vivencia, a una experiencia de ese saco de alimento sino más bien, se orienta a denunciar, refutar, la existencia misma de esa emoción. Porque lo que subyace en cualquier búsqueda y toda Ilusión, de un camino (espiritual o no), está siempre liberado, estimulado por el miedo. El miedo es lo que paraliza. El miedo es muy exactamente, lo que evita y os impide vivir el Centro y sobre todo, el centro del Centro, presente en cada punto. El miedo, dicho de otra forma, es lo que paraliza el punto de vista en el saco de comida, en el saco mental y os da la Ilusión de ser ese saco de comida o mental puesto que, os lo recuerdo, ese saco de comida, ese saco mental, está construido, edificado y mantenido por el miedo. Así pues, el primer círculo vicioso es la refutación de los miedos conocidos ligados a la experiencia de esta encarnación. En una segunda etapa, será necesario actuar, no sobre vuestros miedos conocidos, sino más bien sobre lo que representa realmente, la emoción "miedo" para toda conciencia, viviendo la ilusión como la única verdad. El miedo, dicho de otra forma, mantiene el teatro, mantiene una historia sin fin, haciéndoos participar en la propia Ilusión de este mundo.
Sin miedo, es muy sencillo: no habría mundo, en el sentido en que vosotros lo percibís, en el sentido en que lo vivís como única realidad posible. Como han dicho muchos Ancianos, en definitiva, la última Dualidad así como el último Sí, se resumen en dos opuestos y contrarios y es la última visión del punto de vista limitado: el miedo o el Amor. Porque el Amor Absoluto no es el amor humano, que está siempre en resonancia con el miedo (y subyacente de manera permanente). El miedo existe precisamente, porque hay separación, porque hay el sentimiento de estar separado, dividido y en definitiva, el miedo no es más que la expresión ligada al control de la Ilusión sobre la Verdad. Si dais cuerpo a vuestros miedos, si los aceptáis, si los vivís (en el saco mental como en el saco de comida), este miedo es lo que vela el Amor y la Luz. Todo miedo solo es en definitiva, el reflejo de la falta de Amor y de la Luz. el miedo no es solamente una Sombra, no es solamente lo que molesta o hace mal sino es más bien, un principio constitutivo de la Ilusión y de lo efímero. La refutación por partes pequeñas, de lo que se conoce, favorece la refutación del miedo, de manera general, global, colectiva, impersonal. El miedo crea, a nivel de los cuerpos sutiles, a nivel de lo que se llama la trama de vida (el Éter Unificado), líneas de encierro y por tanto, un estancamiento del libre movimiento de la Vida en vosotros.
Esto supera ampliamente el marco de los miedos (personales, históricos) que os son propios.