martes, 21 de junio de 2016

LIBRO EL CAMINO DEL BUSCADOR (Capitulo IX)

LA LEY DE LA ACCIÓN-CAPITULO IX
DAR MOVIMIENTO A NUESTRA VIDA
No importa lo que sintamos o sepamos, no importan nuestras dotes potenciales o talentos, sólo la acción les da vida.
Muchos de nosotros entendemos conceptos como el compromiso, el valor, y el amor, pero en realidad saber es hacer.
Hacer trae la comprensión, y las acciones convierten conocimientos en sabiduría.
No puedes atravesar el mar simplemente mirando al agua.
Habíamos llegado al valle y después de calmar la sed, nos sentamos y el maestro continúo diciéndome: Este mundo es un reino de energía y acción; no importa lo que sepas o quién seas – tampoco importa la cantidad de libros que hayas leído, los títulos o el dinero que tengas – sólo la acción tiene el potencial de darles sentido en la vida. Las filosofías impresionan y las ideas abundan, pero las palabras, no importa como sean de elegantes, son baratas. Es fácil hablar de compromisos, coraje, y amor, pero hacer es entender, y la sabiduría nace a partir de la práctica. Escalamos algunas rocas, y observamos el bosque que se extendía a nuestros pies. Mucha gente disfrutaría con una vista como esta, dijo el maestro. A lo mejor aspiran a escalar hasta aquí, y quizás estén deseando tener la satisfacción de estar aquí de pie. Pero mientras muchos de ellos no han alcanzado la cima y disfrutado de la vista, nosotros lo hemos hecho no porque seamos más inteligentes o más fuertes o lo merezcamos más, sino simplemente porque hemos hecho la escalada. Sólo aquellos que hacen la escalada disfrutan de la cima. De igual forma los que buscan las verdades originales, disfrutan cuando encuentran alguna de ellas, muchos son los que quieren escalar la montaña y encontrar en su cima la verdad, pero también es cierto que muchos son los que se quedan años y años, discutiendo por donde ascender, que camino escoger, pero nunca llegan a subir, el camino de búsqueda no es fácil ¿verdad? BuscadorAsentí en silencio. Emprender acciones nunca ha sido fácil en este mundo, al ser humano le cuesta mucho moverse, y cuesta mucho mover una humanidad entera; fuerzas de duda e inercia están por todos los lados, hasta entre nuestra mente y cuerpo. Convertir las ideas en acciones requiere energía, sacrificio, valor, y corazón, porque actuar es arriesgar. Y el que arriesga corre el riesgo de perder, pero el que no se arriesga nunca en nada ya ha perdido de antemano, buscador.Asentí nuevamente en silencio.Tenemos que superar todas las buenas razones que nos invitan a no intentarlo, a dejar que lo haga otra persona, a permanecer en la sencilla silla de las buenas intenciones. Pero la Ley de la Acción envía el mismo mensaje una y otra vez: es mejor hacer aun a riesgo de equivocarse que no hacerlo y buscar una buena excusa. De repente me vino un pensamiento a la mente y dije. Yo pienso que se necesita coraje para levantarse cada día de la cama, y por tanto todo el mundo aplica la Ley de la Acción. Todos los seres vivos actúan, pero la mayoría de las personas no actúan sino que reaccionan - y sólo reaccionan como consecuencia de sufrir dolor o miedo, cuando las relaciones se convierten en un caos o cuando los cuerpos físicos caen enfermos del estrés. La Ley de la Acción nos enseña a superar las inercias a la vez que las impaciencias, actuando con valor, intencionalidad positiva y compromiso. ¿Cómo podemos superar la inercia? Aceptando tres realidades fundamentales, contestó. "Primero, aceptando nuestra humanidad y nuestra presencia física en el mundo; Segundo, dándonos cuenta que nadie va a vivir por nosotros (que las experiencias de los demás, no sirven como experiencias propias, solo como referencia) y que sólo adquirimos más experiencia, a partir de superar nuestros errores y los problemas que la vida nos pone delante como pruebas y lecciones a superar; y Tercero, aceptando que la acción puede inicialmente comportar cierta incomodidad. Ya no nos podemos permitir el lujo de esperar hasta que nos sintamos a salvo y seguros, inspirados o motivados hasta que el miedo o la duda miren en la otra dirección. Ya no podemos esperar a que alguien nos dé permiso para actuar. Ha llegado el momento de actuar de acuerdo con nuestros ideales supremos, a pesar de temores, dudas, o incertidumbres que surjan. Sólo podemos mostrar valor en la cara del miedo. Cada día necesitamos valor, porque cada día nos enfrentamos a miedos no necesariamente en situaciones dramáticas como atrapar a un ladrón o salvar a una persona que se ahoga, si no de formas diversas como expresando nuestros sentimientos, rompiendo un viejo hábito, o tomando el riesgo que lleva implícito ser diferente.Se consciente, que cada ley contiene las semillas de su opuesto. A veces la comprensión requiere acción, pero esta Ley también contiene la sabiduría de estar tranquilo y quieto, la acción de la inacción. Como la meditación, dije. Sí. Hay un momento para la acción y otro para estar quieto. Algunas veces puedes mostrar el valor más grande, la paciencia, y la sabiduría permaneciendo tranquilo incluso cuando deseos o impulsos irresistibles te piden que actúes. ¿Cómo puede saber uno el momento de actuar, y cuándo estar quieto?" "Aquellos que tienden a la inercia y el miedo, necesitan más el deseo de actuar con bravura y decisión. Aquellos dados al discurso o a la acción impulsiva sería actuar como sabio parando, respirando profundamente, y observando los impulsos sin sentirse obligados a actuar sobre ellos. En cualquier caso, escucha la sabiduría de tu corazón; entonces sabrás cuando has de estar tranquilo y cuando has de actuar.
Esteban Pérez López©

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