domingo, 4 de diciembre de 2016

Satya ~ Reconocer y expresar la propia Esencia.



Comentario
Si se vive la vida con conciencia tratando de descubrir de ella el sentido, siempre llega el momento en que uno se Pregunta: 
“¿Quién soy yo, por qué estoy aquí, dónde estoy yendo?”
Los Ángeles han respondido así:
Eres Hija de la Gran Luz: siente su grandeza.
Eres un Destello Divino: manifiesta tu Luz.
Eres un Alma Libre: deja tus alas libres.
Eres Hija del Cielo: lleva sus dones a la Tierra.
Eres Hija de la Tierra: quiérela dirigiendo la mirada al Cielo.
Eres una Niña del Universo: vive con sencillez, candor, pureza.
Eres un ‘Corazón’ muy amado: dona Amor.
Eres una Ofrenda de Amor: siéntete una Ofrenda, conságrate.
Eres una Flor de la Divinidad: expande tu perfume.
Eres un Árbol fuerte: hunde tus raíces en la Madre Tierra, extiende tus ramas al Cielo.
Eres una Viajante en camino hacia la Luz: recorre tu Sendero luminoso con entusiasmo y alegría.
Eres una Alumna en la Escuela de la Vida: aprende con humildad y sencillez.
Eres una Maestra de Luz: lleva la sabiduría de la Luz con Amor.
Eres una guerrera de Luz: vive las batallas de la vida con la Fuerza de la Luz, del Amor.
Alma Luminosa, tu Ángel te ayudará a descubrir tu Esencia, a expresarla y a manifestarla.
Si reconocemos quiénes somos y expresamos nuestra Esencia, podemos volvernos faros que iluminan, manantiales que confortan.

Pregunta:
¿Qué significa ser un Alma libre?
Respuesta:
“No eres sólo el cuerpo que ves, el corazón que sientes, en ti existe una Esencia luminosa: tu Alma.
Es ella que ha elegido este cuerpo, que limita a veces su libertad, pero que sirve a tu historia, a tu crecimiento, a tu evolución.
Si no nos acordamos de ser Almas libres, se aceptan imposiciones, límites, compromisos o se hacen imposiciones a otros, y se olvida que quien es libre tiene que quedar libre para poder crear alegría y armonía alrededor de sí.
Naturalmente esta libertad debe ser comprendida en el modo más amplio, más luminoso, con el corazón, no con la mente.
Cuando se vive una relación con otros ‘Corazones’, la misma libertad debe ser protegida y respetada totalmente, tal como debe ser respetada y protegida la libertad de quien tenemos cerca.
Aunque las elecciones requieren a veces renuncias, en todo caso no quitan la libertad si son elegidas de manera consciente, porque quien puede elegir es libre.
La libertad es no hacer lo que se quiere en cualquier parte, con cualquier persona, es sentirse libre de elegir la propia vida, los propios modos de expresión.
Se puede sentir que el cuerpo es no libre, porque tiene límites, pero en realidad lo es, porque más allá de sus límites se puede ir.
Se puede sentir que el corazón es no libre, porque ha sido herido, porque de Amor no ha sido llenado, pero el corazón se puede sanar, con Amor, y con la Luz se puede colmar.”
Pregunta:
¿Cómo puedo sentirme Hija del Cielo?
Respuesta:
“Observa en el corazón la llama que está en ti para reconocer tu Luz, para darle todo el espacio que necesita, para protegerla, para amarla.
Si quieres, puedes hacer Conmigo este juego:
siéntate delante de una vela encendida y permanece a la escucha fijando esa vela.
Luego cierras los ojos e imagina el corazón como una flor que se abre para mostrar la llama que encierra; fija tu mirada sobre la flor abierta, sobre la llama entre la flor, y dile a la flor: “Ésta es mi Luz, porque yo soy Hija de la Luz.”
Luego observa si esta llama tiene el espacio necesario para expandirse, para crecer o si se le puede dar más, si el corazón está completamente abierto como una flor o algún pétalo ha quedado cerrado.
Enamórate de tu Luz, de esta llama, porque eso es todo por el Alma elegirás, ante todo por el Alma vivirás.
Amando intensamente tu Luz, de darás todo el espacio necesario.
Descubrirás si tu corazón puede abrirse más, descubrirás qué existe dentro, cómo puedes aliviarlo, sanar, calmar su sed, nutrir, para que como una flor abras todos los pétalos para dar espacio a la llama, a la Luz que contiene.
Si te enamoras de tu Luz, actuar será más fácil, todo aquello que sucederá no hará tu corazón más pesado, no apagará tu Luz, tu llama.
Observa si siempre y en cualquier parte la dejas libre de resplandecer totalmente.
Enamórate de tu Alma, de la Luz, y el Sendero que has elegido parecerá simple, incluso siendo cuesta arriba, lo sentirás practicable aunque si obstáculos encontrarás, y, si tuvieras que luchar, estarás segura de vencer, porque la Luz siempre vence.
Se orgullosa de tu Luz y quiérela intensamente.
Cuando encuentres alguien en tu camino, mira en él ante todo la Luz que tiene dentro, míralo como un Alma Luminosa, como un Alma libre y te relacionaras con Amor. Será natural donar Amor, donar ayuda, y tu ayuda será gentil, dulce, y si la firmeza será necesaria, será en todo caso acompañada por el Amor.
Cuando encuentres alguien que no haya elegido la Luz, sabrás alejarte sin prejuicios, sabiendo que también en él existe aquella Llama.
Reconociendo tú Luz, amando tú Luz, amando la Luz, sabrás reconocer quién elige la oscuridad, aun cuando habla de Luz o deslumbra con una luz no real.
Recuerda las sensaciones de cuando has percibido Mi presencia, de cuando confirmación has tenido de Mi presencia, recuérdalas para observar tu evolución, para no olvidar aquellos latidos que en el corazón has sentido, mientras percibías Mi Amor por ti.
En el momento en el cual has abierto el corazón y le has permitido a Mi Amor entrar en ti, el corazón ha realmente latido con intensidad nueva, con nuevas emociones.
Alégrate de lo que te rodea, por quién te está cerca, por el lugar en donde te encuentras, por lo que eres, por lo que sientes.
Alégrate por tu Luz, por la Luz que todo ilumina, todo transforma, todo crea, todo dona.
Alégrate por el Amor que envuelve siempre, acompaña y satisface.
Si en aquellos instantes tu Esencia quedara unida al Amor, a la Luz, podrías experimentar lo que llamas éxtasis, dónde todo lo que te rodea desaparece, los límites desaparecen, te sientes una unidad con el Todo, sientes el Todo dentro de ti.
Si te enamoras tu Esencia, eliminarás enseguida todo lo que te impide expandirla totalmente.
Encuentra espacio, encuentra tiempo para permanecer Conmigo en el Amor, en la Luz, para permanecer junto a tu Luz, al Alma, para escuchar Mis palabras, para escuchar el lenguaje del Alma. Esto es indispensable como el aire que respiras.”
Pregunta:
¿Cómo puedo fundirme Contigo, con la Luz?
Respuesta:
“Toma tu corazón y dónalo a la Luz, déjalo en el Amor, en la Luz y amarás cada cosa, cada Alma.
Y en el momento en el cual nada exista a tu alrededor, ninguno exista a tu lado, continuarás a amar, a regocijarte y a sentirte colmada.
Dejando tu corazón en la Luz iluminarás aquello que vives, cada lugar al que vas, aquello que sientes, que pruebas, que piensas.
Encuentra espacio y tiempo para venir a Mí, para fundirte Conmigo.”
Pregunta:
¿Cómo puedo sentirme Hija de la Tierra?
Respuesta:
“Tú eres Hija de la Tierra.
Siente como a tu hermano quién a la Tierra pertenece, quién sobre la Tierra vive y sentirás la Tierra como una dulce y gran Madre.
Y, como un árbol, hunde tus raíces dentro del corazón de la Madre Tierra, pero extiende tus ramas hacia el Cielo.
De la Tierra sentirás el Amor que te nutre, su seno que te acoge, sentirás su fuerza que te ayudará a caminar, sentirás que te toma en sus brazos, para que tú puedas mirar el Cielo.
Siéntete Hija de la Tierra que sabe brindar las ofrendas que ha traído del Cielo, una Hija que camina sobre la Tierra para ofrecer los dones que el Cielo le donará.”
Pregunta:
¿Cómo puedo volverme Niña?
Respuesta:
“Con Amor te acompañaré hasta que tus pasos sean nuevamente seguros.
Si sintieras tus pasos inciertos, una lágrima correr por tu rostro, será solo por un momento, porque con Mi Amor vivirás sin ningún temor en cada lugar, en cada hora del día y la noche.
Es a la niña que mueve ya segura los pasos que debes mirar, a ella debes tender, a ella debes sonreír.
Haz que salga esta certeza del Alma, la cual sabe que con Nosotros se vuelve niños especiales, que saben descalzos correr libres y felices por los prados y en los bosques.
Si esta certeza haces salir del Alma, no tendrás temor de dejar ir la expresión de mujer.
Muchos temen dejar ir su papel de hombre o mujer para expresar la Esencia de los niños y se agarran a estas expresiones, sintiéndolas como seguridades, creyendo que son el único modo para expresarse.
Pero sólo es volviendo a ser niños que el Alma resplandece...”
“Y con una sonrisa que da seguridad, protección, Me acerco a tu corazón, para que tú puedas hacer lo mismo con la Niña que existe dentro de ti.
Yo le doy seguridad con Mi Amor, tú debes darle seguridad con el tuyo.
Imagina tu niña delante de ti, háblale por un largo tiempo y escucha sus palabras, aliéntala con Amor, invítala a salir sonriendo, invítala a jugar contigo.
Y todo esto puedes hacerlo como un juego, incluso también siendo una gran sanación para ti, un gran medio para expresar tu Esencia.
Hace este juego tan a menudo como sea posible, con la importancia que se da a una sanación y tus ojos brillarán de una luz intensa, sentirás una libertad nueva que aumentará día tras día, saborearás día tras día, y vivirás con la alegría que la libertad infunde.
No creas ahora haber tenido demasiado tiempo a tu niña dentro de casa, no eres fácil hacer salir esta parte de sí mismo.
Vela delante de ti y cuando le hablas, la alientas, la invitas, la contienes, ves que junto a ella también estoy Yo que junto a ti la hablo y la tomo de la mano.
Y tu niña experimentará una gran sabiduría, porque los niños recuerdan la sabiduría de la Luz, la sabiduría del Amor...
Y como una niña sube a Nuestro columpio, porque así será más fácil alegrarse y cantar como a una niña, será más fácil sentir la emoción del hacerse mecer y empujar hacia arriba.
Debes de estar convencida que de nuestros columpios no se podrá caer, solamente descender con un abrazo.
Al principio puede nacer la ansiedad por no sentir los pies a tierra, el temor de caer, pero luego todo esto desaparece y queda la alegría del juego, la ligereza en el corazón.
Y cuando como los niños nos regocijamos en el columpio, se llama a otros niños que puedan empujar el columpio muy en alto, niños que luego subirán alegres al columpio para ser empujados muy en alto.
Con entusiasmo, con alegría recibes y vives Nuestros juegos, como una niña con Nosotros juega feliz.”
Pregunta:
¿Por qué es necesario volver a ser niños?
Respuesta:
“Para vivir alegremente la vida, para dejar que la vida fluya cada día.
Los niños sonríen porque no piensan en el mañana, no lloran por el pasado por que lo han olvidado, viven el momento con toda la intensidad, expresan alegría en todo.
Y si sucede algo que lleva al llano, ellos lo expresan y luego vuelven a sonreír, no permiten a la tristeza de arruinar la sonrisa que hace que la vida sea bella.
Los niños aman jugar, correr, estar alegres, expresan todo y lo hacen intensamente.
Da espacio a tu niña que todo sabe expresar.”

Extraído del libro: Estoy a tu lado
Autora: Satya
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

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