domingo, 9 de octubre de 2016

Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo- 8º


CAPÍTULO 8 
Subpersonalidades, unir las partes separadas. 
A los diversos roles e identidades que tiene cada uno de vosotros se les puede llamar «subpersonalidades». 
Esos roles existen dentro de cada uno de vosotros. 
Por ejemplo, es posible que haya una parte dentro de ti que sea impulsiva y que haga las cosas sin pensar, y otra parte que sea cuidadosa y precavida. Puede que haya una parte a la que no le gusta que la gente se enfade contigo, o que desea sentirse necesitada por la gente. 
Quizá haya una parte que es temerosa o crea miedos para el futuro, o una parte obsesiva que recuerda situaciones dolorosas y te llama continuamente la atención sobre ellas. 
En el viaje a través de esta vida, cada una de esas partes está siendo llevada a un más alto nivel de conocimiento y comprensión. 
Aprende a no identificarte con tus subpersonalidades mientras eres la persona real que te libera y te ayuda a sacarlas a la luz. El viaje hacia el yo superior es la integración, dentro del alma, de todas esas partes de ti mismo, o subpersonalidades. 
La voz que te dice que no puedes hacer algo es la voz del yo superior. Se trata, simplemente, de la, parte de ti mismo que necesita ser reconocida y amada, a la que debes mostrar tu visión más elevada. Estas partes que existen dentro de ti pueden ser curadas e integradas con tu visión superior. 
Quizá fueron creadas durante momentos de crisis, o basan sus imágenes de realidad y sus programas de instrucción en imágenes que te han transmitido tus padres o amigos. 
Por ejemplo, digamos que atraes a tu vida lo que sientes que son relaciones equivocadas. 
Es posible que haya una parte de ti que te atrae hacia relaciones basadas en una vieja imagen. 
Quizá tus padres te rechazaron de alguna forma, por lo que una subpersonalidad formó una imagen de rechazo como un elemento de ser amado. 
Esa parte quizá sea muy buena a la hora de aportarte amigos, así que debes reconocer que intenta hacer algo positivo por ti, aunque llegue un momento en que tus amigos te rechacen. 
No debes equivocarte si tienes una pauta que creas una y otra vez, pues aclarar esa pauta es una de las formas de evolucionar. Ha llegado ahora el momento de llevar esa parte a la conciencia, de hablarle, de darle una nueva imagen de la clase de amor que deseas. 
Quizá tengas una parte de ti mismo que cree en la escasez, en que no hay suficientes hombres, o mujeres, o suficiente amor, dinero, etc. Sería bueno hablar con esa parte que hay en ti, y mostrarle imágenes de abundancia. Piensa por un momento si sólo te quedaran seis meses de vida, ¿cuál sería entonces la cosa más importante que desearías terminar y dejar tras de ti? ¿Qué cambiarías en tu vida ahora mismo? ¿Qué límites tienes ahora que desaparecerían con esa nueva actitud? 
Si tuvieras que dejar un don sobre el planeta, ¿cuál sería? Tienes una parte de ti mismo que vigila y observa tus otras partes; se trata de tu yo superior El mayor movimiento hacia el yo superior se produce tanto al reconocer el mismo yo superior como al evolucionar todas las demás partes. 
Tus subpersonalidades son, simplemente, partes de ti mismo que todavía no están alineadas con tu yo superior. 
Puedes cambiar muy fácilmente las imágenes que conservan estas partes al prestar atención primero a las voces que hay dentro de ti. 
Cuando escuches una cierta pauta de pensamiento, como la voz que expresa duda, empieza a verla como una parte de ti mismo que está pidiendo ayuda de tu alma, una parte a la que se necesita mostrar nuevas imágenes y sistemas de creencias. Puedes responder a cualquiera de las voces que sabes que no son tu yo superior al dedicarte a escucharlas y hablar con ellas, al hablarles de tu visión superior. 
Ellas no son conscientes de que has cambiado el modelo mediante el cual creas realidad.
¿Qué es este propósito más elevado, esta visión superior? 
Todos vosotros habéis llegado a la encarnación no sólo para alcanzar ciertos niveles de evolución, sino también para ayudar al planeta, a estar aquí como personas que contribuyen al bienestar de la humanidad. 
Cuando las cosas suceden sin esfuerzo alguno y las puertas se abren es porque no sólo estás en su propio camino superior, sino que lo estás desplegando en la visión superior de la humanidad. 
Estás aquí para evolucionar ciertas cualidades que hay dentro de ti mismo y para manifestar su propósito más elevado. Puedes saber cuáles son esas cualidades al observar qué desafíos se te presentan continuamente. 
Quizá se te presenten en situaciones separadas y, sin embargo, hay una pauta en lo que aprendes en la vida y en las lecciones que atraes hacia ti mismo. 
Todos nacéis con un propósito y una visión superior. 
Viajas a través de esta vida para encontrar y realizar esa visión. El desafío que se le plantea a tu yo superior consiste en ampliar constantemente tu visión de quién eres y llevar esa parte hacia arenas más y más amplias. 
Algunos de vosotros podéis especializaros en una cosa específica, centrar la atención sobre ella con más y más detalle. Para otros, el camino puede ser extenderse hacia nuevas áreas para buscar conocimiento. 
Uno de los objetivos del alma en su ciclo evolutivo consiste en entretejer en un yo superior todas las partes que hay en ti. 
El yo superior es la parte de ti mismo que se encuentra más allá del mundo de las polaridades. 
Cada voz que hay en ti y que aprende en una dirección, crea su opuesta. Eso significa que si tienes una parte que es muy conservadora, ésta desea que tu vida permanezca igual y que no le gusta el cambio; estará entonces lo opuesto a esa parte, otra parte a la que le gusta hacer las cosas con espontaneidad, ser libre y hacer cambios. 
Quizá te des cuenta de que esas dos partes se encuentran jugando constantemente la una contra la otra. 
Tienes muchas partes dentro de ti, y si una dice una cosa, siempre hay otra que dice lo opuesto. Resolver esas dos caras de la misma moneda permite al yo superior surgir a través de ellas. 
Una de las formas de conseguirlo es permitir que esas dos partes desarrollen un diálogo entre sí. Si te encuentras en la vida ante una situación en la que vas adelante y atrás, en la que dices con una parte de ti mismo: «Ésta es la respuesta, actúa de este modo», mientras que la otra parte te dice: «No, debería hacerse de este otro modo», entonces puedes considerar esa situación como si las dos partes se encontraran en conflicto. Imagínate que sostuvieras una en cada mano y crearas un diálogo entre ellas. Deja que cada una exprese qué bien está probando para ti. Deja que cada lado le hable al otro lado y explora un compromiso que pueda funcionar para ambos lados. Muéstrales mentalmente lo que estás intentando conseguir con tu vida y pídeles que te ayuden con tus objetivos importantes. Cada parte de ti tiene un don que ofrecerte y está aquí como amiga No hay dentro de ti mismo ninguna voz que no intente ayudarte. Es posible que no tenga una imagen exacta de lo que deseas, o que esa voz fuera establecida hace muchos años y todavía siga funcionando de acuerdo con un programa antiguo. La parte de ti mismo que experimenta temor, por ejemplo, puede estar tratando de protegerte de la mejor forma que sabe hacerlo. 
Tu viaje en esta vida consiste en elevar todas esas partes hacia tu visión y propósito superior. Aprende a amar cada una de tus partes, pues al amarlas empiezas el proceso mismo de unirlas con tu yo superior. 
Subpersonalidades, unir las partes separadas. 
HOJA DE JUEGO 
1. Toma un aspecto de tu vida en el que experimentes un problema, o una falta. Anótalo aquí. 
2. Ahora, decide qué parte de ti está creando esta falta. Cierra los ojos e imagínate qué aspecto tiene esta parte. ¿Es joven o vieja? ¿Cómo va vestida? ¿Qué expresiones tiene en su rostro? 3. Dale las gracias a esta parte de ti mismo por intentar hacer algo bueno para ti de la mejor manera que sabe hacerlo. Pregúntale qué cosa buena está intentando conseguir. 
Por ejemplo, la parte de ti mismo que te contiene quizá intente protegerte y mantenerte a salvo. 
Esta parte siempre está convencida de estar consiguiendo algo bueno para ti. ¿Qué es eso bueno que hace para ti? 
4. Pregúntale a esa parte si estaría dispuesta a hacer lo mismo pero de una forma diferente, una forma que contribuyera a tu bien superior y que encajara mejor con lo que eres ahora. Podrías pedirle a esa parte protectora que vigilara para encontrar nuevas formas de ayudarte a entrar en un nuevo desafío o aventura.
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

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