viernes, 28 de octubre de 2016

CANALIZAR (Enseñando a ser canal) Capitulo-12


Enseñando a ser canal. Capitulo-12
Relatos de primeros encuentros con los guías Sanaya y Duane Los relatos que siguen ilustran algunas de las respuestas típicas de las personas cuando conocieron a sus guías en nuestros cursos. 
La mayoría más del 80 por ciento empezó a canalizar con facilidad. Algunos tuvieron pequeñas dificultades. 
Hemos concluido los relatos con sugerencias de lo que usted debe hacer si enfrenta alguna de estas dificultades. 
Esta información se presenta como un curso, aunque los ejemplos han sido extraídos de diversos cursos impartidos durante los últimos dos años. 
Comparta con nosotros la emoción de cada persona al abrirse a la capacidad de ser canal, ya que de verdad es un momento especial, ya sea que usted se encuentre en un grupo, con un amigo o a solas. 
El curso para canales se había realizado durante toda la mañana, y la emoción que reinaba en la habitación era cada vez mayor. 
Órin y DaBen habían trabajado con energía para abrir y preparar a la gente a enlazarse con sus guías. 
Algunos ya habían aprendido a entrar en estados de trance, a realizar ajustes de postura y posición para establecer mejores conexiones. Habían armonizado con las fuerzas vitales de flores y cristales, y utilizaban sonidos, diversos cánticos y otras técnicas para abrir sus gargantas y conectarlas con sus centros de energía superiores. 
Ahora, la gente comenzaba a conectarse con sus guías por primera vez, y la excitación era intensa. 
Una mujer tenía lágrimas en las mejillas; toda la mañana había cerrado los puños e informado que tenía problemas para relajarse y subir. 
Observamos que se relajaba más y más, conforme entraba su guía. Finalmente, cuando el guía estuvo presente por completo, experimentó una gozosa liberación. 
Dijo que su novio acababa de terminar con ella y que durante toda la semana había experimentado un profundo abandono, rechazo y la sensación de no ser bastante buena para él. 
Se preguntaba si no recibiría a un guía porque no era especial o merecedora. Sus lágrimas eran de alegría y alivio; más tarde dijo que experimentaba una avasalladora sensación de amor y protección de su guía. 
Era como si una parte más profunda de su ser al fin se hubiese relajado y abierto. Órin le dijo que pidiera a su guía que la ayudase a liberar el dolor emocional que había encerrado en sí; con lentitud, su rostro se tornó más radiante y muy pronto informó que se sentía flotar. 
Adquirió una profunda paz y su guía comenzó a hablar a través de ella. Éste se identificó y procedió a explicar muchas cosas sobre su relación, el propósito más profundo de la misma, lo que le sucedía al novio y por qué tuvo que separarse de ella. Después, la mujer aseguró que eso fue una profunda curación; sabía que había experimentado a su guía porque antes sólo sentía tristeza, ira e incapacidad de perdonar. 
Ahora comprendía por qué su novio la había dejado y parte de su tristeza desapareció con este conocimiento. 
Más tarde, Órin le dijo que ella había estado preparándose para su guía desde hacía mucho tiempo. 
Una de las creencias más importantes en las que había trabajado esta mujer antes de canalizar, fue la de que no tenía importancia y no podría crear una diferencia en el mundo. Había estado trabajando para la resolución porque un guía no podía trabajar de manera eficaz a través de ella, hasta que hubiese entendido que podía crear una diferencia en el mundo, ya que un guía de nivel superior' es eficaz y puede hacer una diferencia en el mundo. Varios meses después, ella nos dijo que tenía más confianza en sí que antes, que se sentía bien por haber salido de su relación y que trataba deponer en orden su vida antes de volver a aceptar citas. 
Un año después, informó que tenía un nuevo empleo, se había mudado a otro apartamento, salía con un hombre que tenía la capacidad de curar y que los dos exploraban la posibilidad de impartir clases juntos. Si usted se encuentra experimentado fuertes emociones al abrirse, deje que fluyan sus sentimientos. Ábrase a las lágrimas o a la alegría que pueda sentir. 
Respire con calma y practique las técnicas de relajación que aprendió antes. Después de sentirse más sereno, podrá establecer la conexión verbal. Pida a su guía que le proporcione más información sobre el tema que le causa esta sensación, o elija uno de interés y haga preguntas a su guía al respecto. 
Un hombre alto y corpulento, con acento sureño y un encantador sentido del humor, quien no había tenido una experiencia previa con asuntos psíquicos o metafísicos, acudió al curso para aprender esta "cosa nueva" y maravillosa de la que le habían hablado. 
Era dueño y director de varias compañías importantes de bienes raíces y operaciones de minería en muchas partes del mundo, y utilizaría la capacidad de ser canal para que le ayudara en sus negocios. Quería aprender a canalizar porque le interesaba crecer y encontrar respuestas, y estaba abierto a las cosas nuevas. Pasó por los primeros procesos con aparente facilidad; sin embargo, cuando fue el momento de conocer a su guía, tuvo problemas. Repetía que tratar de alcanzar a su guía era como tratar de hallar la palabra que tenía en la punta de la lengua, algo frustrantemente cercano, pero inalcanzable. 
Como sucede en ocasiones, su deseo de alcanzar los dominios superiores era fuerte, mas no encontraba todavía la manera de elevarse. Nunca había meditado, leído sobre metafísica o utilizado su mente para conectarse con niveles superiores. Cuando Duane trabaja con personas así, les ayuda a dirigir su energía hacia arriba, a veces el armonizar con sus energías mentales y emocionales mediante el contacto, para incrementar así la capacidad de aferrarse a las vibraciones superiores. Duane le auxilió elevando su energía, hasta que el guía pudo transmitir y hablar a través de él. 
En muchos casos, hemos visto que sólo tenemos que decir a sus guías que ajusten sus respiraciones o impulsen la energía. 
Los guías suelen obedecer, o muestran a la gente cómo hacer esto, y sus canales se abren con facilidad. 
Cuando su guía comenzó a hablar, el hombre se puso a sudar y temblar; con el tiempo, cuando descubrió que podía manejar la vibración superior, •estas sensaciones desaparecieron. Su guía le dijo cómo podía solucionar algunos detalles prácticos de sus negocios y él se mostró muy complacido. Aunque este hombre tuvo problemas para entrar en trance durante la primera parte del día, al atardecer informó que el estado de trance se había convertido en una sensación familiar; su guía tenía un maravilloso sentido del humor y daba una sensación de alegría a todos los que participaban en el curso. 
Un año después, informó que había recibido incalculable ayuda de su guía en todos los aspectos de su vida y que sentía que había hallado a un amigo verdadero y cariñoso. 
Dijo que era mucho más sencillo tomar decisiones en los negocios y que canalizar le había dado un sentimiento de compasión y comprensión por los demás. 
Si usted tiene problemas para "alcanzar" a su guía, imagine que se eleva cada vez más. Relájese, abra la parte posterior de su cabeza y cuello a la mayor energía que fluye al imaginar que lo hace o pidiendo a su guía que le ayude a abrir esta área. Practique concentrándose en el pensamiento de su guía, y pídale que le dé un apoyo de energía. Pida a su guía que se aproxime más e imagine que se abre a esta conexión cuando se sienta listo. Ponga música que le sirva de inspiración y tenga pensamientos hermosos y amorosos. 
Finja que está canalizando y concéntrese en las preguntas para las que quiere respuestas. Todo esto le ayudará a expandir su conciencia, a elevar su vibración y a aproximarse más al dominio de su guía. 
Órin trabajaba con una mujer que no había podido canalizar a su guía. Ella había meditado durante muchos años y le preocupaba que no pudiese encontrar el espacio distinto que se necesita para canalizar. Al final, pudo hallarlo con facilidad. 
Al abrirse para conocer a su guía, lo "vio" a lo lejos; sentado en una nube, y no supo cómo lograr que se aproximase. 
La nube parecía cubrirlo; ella no sabía si el guía era amistoso o si de verdad era el suyo. Órin le dijo que imaginase que la luz del sol disolvía la nube, y sugirió que charlase un rato con el guía. En su mente, y de manera tentativa, pidió al guía que demostrase si era superior y si tenía buenas intenciones. Sostuvo un diálogo interior durante un tiempo, hasta que quedó convencida de que era amistoso. Luego permitió que se aproximase cada vez más, hasta que él, finalmente, pudo hablar a través de ella. La mujer estaba feliz y emocionada con la conexión. Acababa de iniciar un negocio como payaso, y varios meses después nos dijo que, como tal, se conectaba con su guía y lo canalizaba, transmitiendo el amor y la energía de éste a los niños con los que trabajaba. 
Si usted ve a un guía en la distancia, como ocurre a algunos, conózcalo mentalmente, durante un tiempo. 
No se precipite; sólo pida a su guía que se aproximé cuando usted esté listo. Una escritora que quería aprender a canalizar para terminar su libro, se encontraba en un profundo trance. Dijo que aunque aún era consciente de los sonidos en la habitación, también se percataba de su guía y estaba dispuesta a transmitir su orientación; sin embargo, tenía dificultades para hablar. Órin y Duane trabajaron con ella. 
Duane empezó a estabilizar su energía trabajando con varios puntos de su cuerpo, para ayudarla a controlar las oleadas de energía que recibía. Ella hubiera podido hacer lo mismo al relajar su cuerpo mentalmente, que fue lo que Duane le dijo que hiciera. Al percatarse de lo que ocurría, Órin la ayudó a darse cuenta de que la energía de su guía eran tan poderosa que, al abrirse, ella se sentía avasallada. 
Tanta información pasaba a través de ella, que se sentía inundada y sólo podía recibir algunas partes de diversos pensamientos, los cuales no parecían tener sentido. 
El guía transmitía en oleadas. Cuando entraba una, tenía tanta información que ella se sentía inundada y no sabía por dónde empezar. Luego la ola retrocedía y ella sentía que había perdido la conexión. Duane y DaBen abrieron algunos de sus centros de energía para que pudiese manejar las frecuencias superiores de su guía. Órin le pidió que eligiera una cadena de pensamientos y enfocase en ella; con ese enfoque, la mujer pudo estabilizar la transmisión. Sabemos que ella canalizó el final de su libro y que un año después tenía tres libros más en proceso. 
Además de escribir, la mujer daba excelentes lecturas a la gente y se había establecido como consultora. 
Usted sabrá si la transmisión le llega en oleadas si en un momento siente que ha recibido el mensaje, y en el otro cree haberlo perdido. Pida a su guía que estabilice la transmisión, acelerándola o haciéndola más lenta, según sea adecuado. Concéntrese en la parte del mensaje que ha recibido y empiece a canalizarlo, aunque sólo sea un fragmento. Si después de canalizar dicho fragmento no vuelve a recibir información, espere a la siguiente oleada y pronuncie el "trozo" del mensaje cuando llegue. 
Un hombre, contratista, llegó a aprender a canalizar porque quería cambiar su profesión. Deseaba ser consejero y estaba muy interesado en su crecimiento espiritual y en ayudar a los demás. Nunca había meditado, pero sí leído todo lo que pudo encontrar sobre los guías y temas relacionados. 
Al conectarse con su guía, no pudo hablar o moverse. 
Duane canalizó a DaBen para ayudarlo, y DaBen lo halló perdido en un mundo de colores, sonidos y luces. 
Flotaba como si estuviese en un espectáculo de luces psicodélicas. No percibía al guía, mas experimentaba un profundo bienestar. 
DaBen indicó al guía que se ajustase al sistema de energía del hombre de otra manera, y ayudó al guía a hacer esto tocando diversos puntos. El hombre utilizaba sus ojos interiores para ver los dominios superiores pero, como estaba desacostumbrado a la visión de los mismos, se había confundido. 
Duane le indicó hacia dónde dirigir su atención, y el guía comenzó a realizar los cambios necesarios. 
El hombre llegó a un sitio donde podía ver y presentir a su guía como una realidad, y eventualmente logró establecer una conexión directa. Su capacidad para canalizar era excelente y, desde entonces, ha recibido buenos consejos y guía en su vida. Un año después, conservaba su negocio de contratista como un empleo de medio tiempo, pues dedicaba mucho del mismo a dar lecturas y organizar clases de autosuperación. 
Con la ayuda de su guía, develó viejas creencias y programaciones que indicaban que no era merecedor de la abundancia que recibía, y que lo tenían limitado. 
Su guía le dio procesos para liberar estos programas, mismos que el individuo utilizó. Dos años después, dejó por completo su negocio; ahora se sostiene con una exitosa carrera de tiempo completo como maestro y consultor. 
Si usted queda atrapado entre colores, luces y sensaciones, no deje de pedir a su guía, mentalmente, un mensaje. 
Utilice la voluntad y su mente para evitar desviaciones. 
Aunque nada malo le sucederá si se pierde entre los colores y sensaciones, permitir esto retrasará su canalización verbal. Enfoque una pregunta que quiera que responda su guía, y fije sus pensamientos en la misma, en vez de hacerlo en los colores. Una mujer sofisticada y bien educada llegó para aprender a canalizar debido a que consideraba que una serie de acontecimientos la habían guiado a esto. 
Dijo que hacía dos años fue una firme escéptica de fenómenos como el de canalizar, pero que ahora estaba deseosa de establecer una conexión. Sin embargo, le preocupaba que pudiese ser la única que no lograse conectarse con un guía. Cuando éste recibió la indicación de que entrara, ella informó no haber experimentado sensación alguna. A través de DaBen, Duane pudo ver que el guía se encontraba bien presente en su aura. Sanaya canalizó a Órin, quien habló con ella, ya que era evidente que esta mujer había intelectualizado el proceso y bloqueaba su capacidad de ser canal. Órin puede registrar lo que siente la gente y dirigirla de acuerdo con esto. 
Él le dio varias preguntas para ser respondidas y le pidió que fingiera que estaba canalizando. Con esta sugerencia, las hermosas y sabias respuestas llegaron en una voz mucho más suave y compasiva de la que ella utilizaba en condiciones normales. La mujer informó entonces que, después de cada frase, una parte de sí repetía: "Eso no es un guía, soy sólo yo", o  "Te engañas, no has dicho algo de verdad valioso". 
Ella tuvo la expectativa de sentir un enorme cambio que la dejase transformada; pero no experimentó sensación física alguna. Órin, durante un estado de trance, la hizo responder algunas preguntas que ella tenía dificultad para contestar. Mediante su guía, la mujer ofreció explicaciones muy agudas que, como confesara después, iban más allá de lo que jamás hubiese podido concebir. Su compañero le formuló algunas preguntas personales sobre personas desconocidas para ella, y su guía dio respuestas muy exactas y profundas. 
Aunque en el momento de canalizar podía creer que tenía un guía, al salir del trance volvía a dudar de que esto fuese real; su mente entorpecía el proceso. Su guía era tan fuerte que sólo transmitía una pequeña parte de sí para permitir que se realizara un sutil ajuste de sus sistemas de energía. 
El guía le dijo a Órin que la mujer tenía mucho temor, y que si él entraba con demasiada fuerza para impresionarla, existía la posibilidad de que ella se negase a establecer una nueva conexión. Quería pecar de excesiva gentileza y no de una fuerza inusitada. Órin dijo a la mujer que siguiera fingiendo que canalizaba y que conservase un registro de la información que recibía. Durante ese día, la mujer continuó canalizando para otras personas, dando información sobre cosas que era imposible que conociera. Aunque nunca dejó de asegurar que todo esto era invención suya, cada vez le resultaba más difícil intelectualizar y racionalizar los mensajes exactos que daba. Varios meses después llamó para decir que tenía sensaciones físicas cuando canalizaba y que al fin reconocía, incluso ante sí, que de verdad estaba conectada con un guía. 
Un año más tarde, aún informó de sus dudas, y dijo que no canalizaba con tanta frecuencia como hubiera deseado. 
Sin embargo, también dijo que en ocasiones ha transmitido a su guía y dado lecturas a otras personas, las cuales fueron sorprendentemente exactas. Agregó que seguía trabajando con sus dudas, pero que ahora acepta que éstas son parte importante de su proceso y que uno de los aspectos más importantes de su vida es aprender a confiar más que a dudar de sí misma en todas las áreas. Si usted tiene dudas de estar o no canalizando, lea la sección titulada: Cómo convertir sus dudas en amigos, en el capítulo 14. 
Un artista que tenía un exitoso negocio de diseño de modas, quiso aprender a canalizar para abrir su creatividad. 
Su mayor temor era perder el control o ser dominada por su guía. Era una mujer muy independiente y voluntariosa, y disfrutaba de estar al mando de todo en su vida. 
Acudió a Órin para una lectura y él le dijo que sería un buen canal debido a su enorme inteligencia, su compromiso para hacer el mejor esfuerzo en todo y su capacidad de atención. Órin señaló que aun su condición hipercrítica o juiciosa sería de gran ayuda, en particular si utilizaba estas cualidades para desarrollar un alto grado de maestría en la capacidad de canalizar. Le hizo notar que su dedicación, su deseo de supervisar y controlar las cosas, su atención a los detalles y el deseo de tener éxito, le servirían para lograr canalizar con exactitud. Ella se esforzó por hacerlo todo "bien" durante el curso, sin embargo, una parte de sí la detenía, la hacía inquietarse por la posibilidad de que el guía controlara su vida. Tenía miedo de perder su identidad y ser "tragada" por la del guía. Como resultado, éste se conectó con ella con gentileza, reacio a parecer amenazador o a controlarla. 
Por esta razón, la mujer no pudo experimentar muchas sensaciones y, como consecuencia, se preguntó si el guía de verdad se había hecho presente. Se hallaba perpleja; tenía miedo de ser controlada y de que su guía entrase con demasiado vigor, y cuando éste no lo hizo, tuvo miedo de no estar canalizando. Duane y DaBen la ayudaron a relajarse y a ajustar sus sistemas de energía para que pudieran abrirse más. DaBen también habló con su guía y le indicó que ayudase a la mujer a abrir su energía, lo que fue muy beneficioso. 
Órin continuó la charla en su mente, la cual bloqueaba la conexión. Órin le dijo: "En muchos de los que serán excelentes canales, existe el temor inicial de perder el control. Retenerlo puede significar cosas distintas para muchas personas. 
Puede implicar que existe la sensación interior de que se realiza un buen trabajo y que las cosas progresan de una manera que es agradable para ti. Como canal, aprenderás que es todo un reto igualar lo que dices con el mensaje que envía tu guía. Comentaste que tu mente entorpece tu capacidad de canalizar; reconozcamos que tu mente es muy activa, aguda e inteligente. Tienes habilidad con las palabras y tu mente tiene la capacidad de retener y ver imágenes y símbolos interiores. 
Debido a esto, nos resulta fácil transmitirte información. 
No queremos dominarte, o privarte de aquella parte de tu ser que desea conservar el control. En vez de eso, es importante que esta parte tenga un programa diferente que pueda ayudarte, más que entorpecerte. 
Nos gustaría que esa parte que quiere retener el control vigilara cuidadosamente para comprobar que estés igualando con exactitud la transmisión de tu guía con las palabras que pronuncias. Además, es necesaria mucha más de nuestra energía para controlar tus cuerdas vocales cuando estás inconsciente, de tal manera que preferimos que conserves la conciencia y participes, ya que esto requiere de menos energía de nuestra parte". 
La mujer comenzó a relajarse para sentir un poco más. 
Su guía si guió ayudándola a liberar los espacios donde bloqueaba al flujo de energía en su cuerpo. 
Ella había anticipado un enorme cambio y fuertes sensaciones físicas que demostrasen que el guía estaba presente, sin embargo, también era muy cautelosa y jamás hubiese permitido la entrada de un guía si se hubiera sentido controlada. 
En retrospectiva, ella se dio cuenta de que había abordado muchas cosas nuevas al mismo tiempo, incluyendo el establecimiento de su propia compañía de diseño de modas. 
Se percató de que el patrón era preocuparse y luchar con el proceso, aunque el resultado final fuese poderoso y tuviera éxito. Trabajó para abandonar sus dudas durante todo ese día; para sobreponerse a su desencanto porque las sensaciones no eran más intensas, y para renunciar al temor de que se volvieran más fuertes. Sus lecturas eran siempre buenas y la información de gran calidad. Varios meses después informó que había tenido algunas exitosas experiencias como canal y que tenía fuertes sensaciones físicas, así como más confianza para aceptar que su guía de verdad estaba presente. Su negocio comenzó a prosperar en los meses siguientes. Aunque no tenía mucho tiempo para mantener la conexión como le hubiese gustado, comenzaron a suceder cosas con mayor facilidad y de una manera mágica en su vida. Sentía que la orientación era transmitida a su mente cada vez que la pedía, en muchas áreas que antes requerían del estado de trance. 
Un año después, su negocio era tan exitoso que con frecuencia debía viajar por todo el país. Había contratado representantes de ventas y hallado un éxito muy superior al que hubiera podido imaginar. Dice que utiliza la capacidad de canalizar para cosas muy prácticas: decidir cuáles líneas se venderán mejor; si un viaje en particular será o no necesario o beneficioso, y descubrir nuevas cosas que explorar. 
Señala que, poco a poco, confía más en su guía, aunque todavía quiere asegurarse de que tiene el control de su vida y de que no depende del guía. Después que recibe el consejo de éste, lo analiza con cuidado, comparándolo con su guía interior, y sólo actúa de acuerdo con el mismo si siente que es lo adecuado.' Comenta que, después de la reflexión, a menudo encuentra que es correcto y al seguir el consejo obtiene resultados óptimos. Una mujer cálida y amorosa, quien gozaba con la crianza de sus dos hijos adolescentes para hacerles creer en sus propias realidades, acudió a conectarse verbalmente con su guía. Participaba en un museo y en actividades culturales, así como en muchos otros proyectos. Hacía muchos años que conoció a su guía, mientras tomaba un curso de desarrollo psíquico; en aquel momento, descubrió que escribía información que parecía provenir de una fuente que no era ella misma. 
En esa época estuvo demasiado ocupada en el cuidado de su familia para perseguir este objetivo, pero consideraba que éste era el momento de hacerlo. Cuando su guía llegó por primera vez, experimentó una fuerte sensación física, calor y luego un leve mareo. Duane se aproximó y trató de estabilizarla. 
La hizo respirar hondo y le indicó que siguiera abriéndose para que entrase su guía. 
En pocos minutos pudo canalizar verbalmente; su información era bastante buena y se sintió complacida con la conexión verbal. En los meses siguientes, se dio cuenta de que tenía un interés no explorado en la fisioterapia. Se inscribió en varias clases y, aunque seguía implicada en muchos proyectos, incrementó su actividad en las artes curativas. 
Considera que ahora se encuentra en una fase de intenso crecimiento espiritual, al aprender fisioterapia y tomar clases sobre el primero. Aprende todo lo que puede, pues está deseosa de ofrecer su trabajo al mundo cuando esté lista. 
Percibe la presencia de su guía y el impulso creciente de seguir su camino superior. Si usted experimenta cierto mareo cuando entra su guía, cambie su respiración y relájese para permitir que fluya más energía por su cuerpo. 
Algunas personas contienen la respiración, o respiran de manera acelerada y superficial sin darse cuenta, lo que puede ocasionar mareos. Canalizar a menudo le provocará un poco de calor y, si la habitación es demasiado caliente, esto puede contribuir al mareo. Respire normalmente y ventile o enfríe la habitación. De cualquier manera, dicha sensación, rara vez dura más de unas cuantos minutos. Otra mujer, quien era tejedora y diseñadora de vestidos de calidad excepcional, al encontrar a su guía por primera vez informó haber visto sólo imágenes, figuras y colores. 
Le preocupaba que su guía no fuese real porque lo sentía como un ser muy gentil y suave, y no parecía capaz de establecer la información verbal. 
Órin le dijo: "Tu naturaleza gentil y suave está reflejada en la de tu guía. La naturaleza de los guías es elegir entre las personas que canalizan a las que igualan sus energías y se encuentran en el mismo camino de crecimiento y luz. 
Tu guía refleja tu gentileza, suavidad y bondad a los demás. Ella refleja tu capacidad y deseo de curar a través del color y la forma. Será versátil; además de ayudarte con tu carrera, tu guía curará con un suave contacto y una palabra gentil. 
Sé tú misma; tienes un camino propio y único y tu capacidad para canalizar se desdoblará de manera natural con el tiempo". Tardó varios meses en encontrar formas para trabajar con su guía; siguió viendo colores e imágenes, más que palabras. Debido a que se comparaba con otros que recibían información verbal, sentía que hacía algo mal. Empezó a interesarse mucho en el análisis del color y estudió cómo trabajar con los colores, tanto en el vestido como en el ambiente. Notó que mientras estaba en trance, podía ver colores en torno a las personas y, comenzó a comprender que los colores representaban varias cosas. Sus imágenes, símbolos y figuras se hicieron más claros. En vez de tratar de canalizar verbalmente, se puso a describir las imágenes que recibía. Para su sorpresa, las imágenes tenían sentido , para los demás, y les ayudaba a ver, de manera simbólica, lo que estaban viviendo. 
La gente pudo trabajar con las imágenes y cambiar su percepción de las situaciones. Ella aún recibe información en colores y símbolos, lo que le ayuda en su trabajo. 
Ahora aconseja a las personas respecto a los, colores que deben usar para crear ciertos estados mentales y emocionales. 
Realiza meditaciones de color para auxiliar a la gente a curarse sola, y explora las maneras de utilizar el color de forma distinta en sus tejidos. Dice que su mayor dificultad fue que esperaba que la capacidad de canalizar adoptara cierta forma y fuese transmitida de una manera particular. 
Fue hasta cuando aceptó la experiencia de su guía como era, que éste creció y se desdobló para ella. Si a usted le sucede esto, empiece a canalizar describiendo todos los símbolos e imágenes. Los guías transmiten energía pura, y los símbolos a menudo se aproximan más a la transmisión que las palabras. 
Al describir imágenes usted establece un enlace más fuerte con su guía y, posteriormente, recibirá palabras y no imágenes que descifrar. El día llegaba a su fin y todos habían alcanzado a un guía y se sentían extasiados, aunque un poco agobiados, ante la perspectiva de lo que habían aprendido y las nuevas visiones y potencialidades que empezaban a percibir. 
Una vez más, recordamos que todos somos únicos y que existe una gran variedad de guías y maneras de recibir información; múltiples formas de abrirse a la capacidad de ser canal. 
El bloqueo inicial más común es el temor de que no sea un guía el que habla, sino uno mismo. 
Debido a éste, algunos se reprimen al comunicar lo que reciben. Déjese llevar y pronuncie lo que pasa a través de usted. Una vez que empiece a hablar, y las palabras fluyan, los guías se harán cargo de la situación y sentirá que los mensajes dejan de ser un producto de su imaginación. 
Todo lo que puede necesitar para abrirse es el valor para empezar. Muchas personas han requerido de varios meses para presentir a sus guías; los que han continuado practicando su capacidad de ser canales, a la larga, han podido percibir la diferencia entre ellos y el guía.
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