viernes, 28 de octubre de 2016

CANALIZAR (Prepararse para enseñar a ser canal) -Capitulo 11


Prepararse para enseñar a ser canal. Capitulo 11 
Preparación Sanaya 
Queremos compartir con usted las experiencias de otras personas con sus aperturas y la manera como éstas cambiaron sus vidas. Aunque su experiencia será única para usted, esperamos que a partir de nuestros relatos y los de otros, descubra, por sí mismo, aún más de las posibilidades inherentes a la capacidad de ser canal. 
Más que nada, canalizar ha sido divertido para nosotros; con ello hemos hecho lo que nos encanta; la capacidad de ser canal nos ha enseñado que cada momento de la vida puede ser rico y significativo. 
Estuvimos muy ocupados durante un mes, después de noviembre, cuando Órin y DaBen sugirieron, por primera vez, que enseñásemos a canalizar. 
Continuamos con nuestras reuniones mensuales en casa, y organizamos un programa para el periodo de enero a junio. Los temas estaban relacionados con los Cuerpos Invisibles: 
los chakras; los cuerpos astral, etéreo y causal; y los yo multidimensionales. 
No sabíamos mucho sobre estos temas, pero Órin y DaBen nos dijeron que eso era lo que deseaban enseñar, así que aguardábamos con emoción las clases. 
Mientras enviábamos tarjetas; de Navidad y organizábamos el programa, también planeamos un viaje al desierto del sur de California, para buscar puntos de poder y continuar con nuestro aprendizaje. 
Pasamos algunas hermosas semanas en el desierto, mientras permanecimos allí, Órin y DaBen nos dieron mucha información acerca de los guías y quiénes eran, cómo transmitían dicha información y cómo averiguar si eran guías superiores o no. 
Preparando la burbuja de luz 
Sanaya. 
La fecha para el primer curso de canales fue a finales de febrero. En enero habíamos reunido más del número de personas que, en nuestra opinión, podíamos manejar, así que establecimos el mes de marzo para un segundo curso. 
Jean St. Martin, una excelente consejera y canal con quien había pasado una temporada a principios del año, nos invitó a Dallas para impartir dos cursos sobre la capacidad de ser canal. 
Nos preocupó la rapidez con que se desarrollaban las cosas, ya que no habíamos reunido todo el material para el curso. 
Órin y  DaBen nos proporcionaron la información, mas no nos habían dado los procesos. 
Llegó gente de todas partes, señalaban su interés por aprender a ser canales. Nos sentíamos como arrastrados por una fuerte corriente, y mantenernos a flote era, en sí, todo un reto. Reunimos la información para canalizar, que recibiéramos de Órin y DaBen, y la vertimos en un libro, de tal manera que los asistentes pudieran prepararse para su apertura. 
Entre los días de tormentas, tuvimos algunos cálidos y soleados, los cuales utilizamos para canalizar en las colinas situadas detrás de la casa de Duane y Órin y DaBen nos dieron los procesos que ayudarían a las personas: 
Pocos días antes del curso, nuestros guías sugirieron que creásemos una burbuja de luz. Explicaron que la burbuja no serviría para protegernos de nada, sino para transmutar o cambiar la energía a una vibración superior. 
Cualquiera que se encontrase sentado "dentro" de la burbuja de luz recibiría ayuda para elevarse más. 
Órin y DaBen explicaron que podríamos crear la burbuja si nos centrábamos e imaginábamos rodeados de luz. 
Nos hicieron jugar con el tamaño y la densidad de la burbuja, acercándola para luego hacerla más grande que una casa, y mientras hacíamos esto, observamos nuestros sentimientos interiores. 
Nos pidieron que usáramos la burbuja durante nuestras clases de los lunes por la noche, para observar el efecto que tenía en la gente. Los resultados fueron sorprendentes. 
Las reuniones en casa, durante ese mes, trataron sobre el tema del yo multidimensional, nuestro yo mayor que existe en los dominios superiores. 
Algunos lo llaman "yo fuente". Órin y DaBen guiaron a las personas a través de los ejercicios que les ayudarían a subir para visitar el dominio causal, y aún más para descubrir su yo fuente. Mientras hacían esto, Duane y yo utilizamos la burbuja de luz. 
Cuando presentimos que ésta era fuerte y que nuestras
energías estaban centradas, la energía de toda la habitación pareció elevarse, la gente se sintió más amorosa y conectada, y pudieron experimentar mucho más. 
Cuando alguien tenía fuertes dudas o se resistía a subir más, a veces dejábamos debilitarse a la burbuja; todos en la habitación percibían y sentían los efectos. 
Cuando la burbuja se debilitaba, tenían dificultades para experimentar cosas o los asaltaban dudas propias. 
Cuando logramos mantener estática la burbuja, la gente ascendía con mayor facilidad. Comenzamos a "preparar la burbuja" varios días antes del curso para canales, llenando de energía la habitación con imágenes de luz. 
También empezamos a enlazarnos con personas, telepáticamente, enviándoles amor y apoyo, creando un "espacio seguro", mientras la burbuja de luz los rodeaba. También descubrimos que cuando la gente creaba sus propias burbujas, se reproducía el mismo efecto. 
Ya teníamos los procesos, y el libro que daríamos a la gente, Órin y DaBen aseguraron que estábamos listos para enseñar a los demás a abrirse a la capacidad de ser canal. 
Esperábamos con ansiedad el curso, la noche anterior, estábamos nerviosos. ¿Qué sucedería si nuestros guías habían sido demasiado optimistas sobre la capacidad de las personas para ser canal? 
Aguardamos con anticipación para ver si la gente de verdad podría aprender a conectarse, verbalmente, con sus guías. Relatos de diversas personas: Cómo descubrí que era canal Sanaya y Duane 
La mañana del primer día de cada curso, la iniciamos preguntando a las personas por qué les atraía la capacidad de ser canales. 
Para la mayoría, la idea de canalizar a un guía era muy emocionante y representaba la siguiente etapa en sus viajes espirituales. 
Algunos sentían que era algo que habían esperado mucho tiempo; otros no habían oído hablar de guías o canales sino hasta unos meses antes; mas tan pronto como supieron de esto, se dieron cuenta de que era algo que tenían que hacer. 
Esta situación se repitió una y otra vez entre las muchas personas que se aproximaban a la capacidad de ser canales. 
La gente que acudía estaba automotivada, era gente que confiaba en sí, proveniente de muchas profesiones; había científicos, médicos, abogados, negociantes, profesionales, así como curanderos, artistas, músicos, terapeutas, empleados de oficina y amas de casa. 
Algunas personas habían encontrado la información para canalizar con muchos años de anticipación, y tuvieron que renunciar a su deseo de explorar más este terreno hasta que sus hijos hubiesen madurado, o hasta que encontrasen más tiempo para comprometerse con esta actividad. 
Algunos habían sido curanderos toda su vida, trabajando como médicos, fisioterapeutas, astrólogos o psicoterapeutas tradicionales; entraron en contacto con la idea de canalizar y experimentaban un gran deseo de aprender más. 
Ninguno de ellos tenía planeado convertirse en canal; esto era algo que parecía sólo como un paso natural. Muchos decían que sentían que no "encajaban", y no habían podido comprender por qué se encontraban en la tierra. 
Sin embargo, todos se sentían impelidos a hacer algo. 
Sabían que tenían una misión o algo importante que hacer, aunque algunos todavía no descubrían qué era. 
Consideraban que canalizar les proporcionaría algunas respuestas a lo que estaban buscando. 
Todos tenían interés en el desarrollo y la superación personales; fueron introducidos en el campo mediante libros, seminarios, maestros o clases. 
Algunos tenían enfermedades como alergias o gripes recurrentes que la medicina convencional no podía curar, y se habían vuelto hacia los métodos alternativos de curación o la nutrición en busca de respuestas. 
Esto los abrió a un nuevo sistema de creencias sobre lo que era posible; muchos hallaron curación mediante un cambio en sus estructuras de creencia, o se curaban con emociones positivas o una dieta diferente, en vez de utilizar fármacos. 
Con este cambio, se abrieron las esclusas, y. entraron muchas nuevas experiencias y creencias. 
Muchos decían que se percataron de los guías y canales, por primera vez, a través del libro de Shirley MacLaine: Sin ayuda (Out on a Limb), en el cual habla de sus experiencias con la capacidad de ser canal. Al leer esto, les pareció que canalizar era algo que habían deseado hacer. Varios tuvieron sueños que después se hicieron realidad, o que contenían fuertes mensajes. Otros tenían voces interiores cuyos susurros se hicieron cada vez más fuertes, de tal manera que ya no pudieron ignorarlas; otras más, en su búsqueda de respuestas, exploraron las religiones orientales, asistieron a seminarios y cursos sobre la nueva era, y recurrieron a disciplinas como la meditación y el Yoga. Unos habían leído los libros de Seth, escritos por Jane Roberts, y deseaban tener la capacidad de conectarse con una sabiduría e inteligencia superior, pero sólo hasta hacía poco tiempo, consideraron que esto podría ser posible; otros habían oído hablar de la capacidad de ser canal gracias a sus amistades, y descubrieron que esta información les ofrecía una respuesta. 
Algunos más habían estudiado con los guías de otras personas y ahora deseaban desarrollar su capacidad para ser canales. Muchos se encontraban en un periodo de transición personal, dejaban relaciones de largo tiempo o pensaban en hacerlo, o renunciaban a empleos que habían tenido durante años para proseguir a nuevas áreas. Algunos experimentaban grandes cambios interiores que no podían explicar; muchos se cuestionaban cosas que daban por sentadas; una y otra vez, la gente hablaba de hallarse en una búsqueda que no había elegido de manera consciente, pero que tenía que continuar, aunque no supiera a dónde los conduciría. 
Había un ambiente general de emoción y aventura. 
Las resistencias y dudas de la mayoría no eran tan intensas como el deseo de avanzar y descubrir las posibilidades que les aguardaban más allá. Muchas eran personas de éxito; habían alcanzado sus metas y obtenido lo que creían desear y, sin embargo, experimentaban la sensación de que algo faltaba en su vida. Muchos de ellos no encontraron las respuestas en los sistemas tradicionales ya explorados y, sin renunciar a dichos sistemas, deseaban enriquecerlos de alguna manera. 
Un gran número era muy religioso; algunos eran psicoterapeutas tradicionales que descubrieron que daba mejor resultado trabajar con el alma o el espíritu de sus pacientes a través de la meditación, que hacerlo únicamente con los métodos de la psicología tradicional. 
Un tema común afloró de estos relatos: tan pronto como decidieron aprender más sobre la capacidad de ser canal, una cadena de consecuencias comenzó a reforzar su decisión. 
Días después, un libro sobre el tema se cruzaba en su camino, o un amigo les daba información adicional sobre la capacidad de canalizar, era como si una fuerza invisible los dirigiese. 
La mayoría encontraba intrigante esta situación y se dejaba conducir por su curiosidad y su sentido de la aventura. 
Ante todo, se sentía atraída por la alegría de crecer y la posibilidad de alcanzar las alturas. 
Después de escuchar sus relatos, la mañana del curso, les dábamos información adicional sobre la capacidad de ser canal. Los guiábamos por los procesos; Órin los invitaba a llamar a sus guías y los conducía a través de la apertura, en tanto que Duane los vigilaba y trabajaba en ellos para abrir su energía mediante el contacto. 
Más tarde, ese día, les pedíamos que se dieran lecturas, lo que hacían con mayor facilidad que canalizar sobre temas de sabiduría universal. Recibían retroalimentación inmediata de los demás, lo cual incrementaba mucho su confianza. 
Podían dar a los demás información sobre temas que no era posible que conocieran, excepto mediante el acto de canalizar. Descubrieron una, profunda validación en su exactitud. Terminamos el día canalizando en grupo, acto durante el cual todos los guías hablaban sobre el propósito de muchas personas que aprendían a canalizar. Esta primera sesión era seguida, unos días después, de una velada en la cual la gente aprendía a darse lecturas y a mirar el futuro probable. 
Todos tenían relatos de sus experiencias y cambios, los cuales compartimos con usted en los siguientes capítulos. 
Impartimos cuatro cursos para canales en los siguientes cuatro meses y medio, y todos los participantes pudieron canalizar. Desde entonces, hemos dado cursos por petición de los interesados una vez al mes, más o menos. 
Para nuestro asombro, todos los asistentes han podido canalizar, y nos sentimos fascinados con sus éxitos.
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

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