lunes, 31 de octubre de 2016

El Despertar del Alma.-1 (Satya)



El Despertar del Alma. I

“No mires que delante de ti:
el tiempo no existe…
Para Nosotros sólo cuentan las etapas, las conquistas”

Querida Alma,

la vida que ahora estamos viviendo, sobre el planeta Tierra, es uno de los muchos viajes que el Alma elige para aprender, para evolucionar, para ayudar.

Por lo tanto, ya hemos hecho otros antes de este.

La vida es una sola. 

La muerte permite al Alma de detenerse entre un viaje y otro, para luego retomar el camino.

El conjunto de los viajes realizados anteriormente, y lo que en ellos hemos vivido, es definido por los Ángeles como ‘Vidas pasadas’.

La primera vez que alguien me ha hablado de vidas pasadas, de Reencarnación, he rechazado totalmente esta hipótesis.

En aquel tiempo, incluso siendo muy joven, había ya conocido mucho el sufrimiento, encontrado muchas dificultades, y me asustaba la idea que en esta vida pudieran seguir viniendo...

Sentía a menudo hablar de este argumento en los diferentes seminarios y cursos que frecuentaba para el aprendizaje sobre técnicas de sanación.

He notado cuanto pudiera ser peligroso para nuestro ego conocer quiénes habíamos sido en otras vidas o qué cosas habíamos hecho, porque, extrañamente, muchos contaban con orgullo de haber sido grandes personajes y de haber hecho cosas excepcionales. No he sentido a nadie contar sobre vidas simples y humildes.

Esto ha aumentado mi rechazo hacia la Reencarnación.

Pero durante el aprendizaje y la experimentación de las diferentes técnicas de sanación, yo misma he revivido hechos, emociones, sensaciones, atribuibles a otras vidas.

He comprendido por lo tanto, cuánto, en algunos casos, puede ser de ayuda recordar lo que ha dado origen a ciertos comportamientos, disturbios, y a otras cosas incomprensibles o inexplicables.

Estos recuerdos surgían espontáneamente, aunque una parte de mí siguiera rechazando esta teoría, incluso habiendo reconocido su utilidad.

Los Ángeles me han ayudado a comprender la espontaneidad de todo esto, y comportarme con aceptación, desapego, sencillez y humildad.

Con Ellos he aprendido a dejar emerger el Antiguo con serenidad, sin intentar conocer o recordar, con la certeza que, como siempre, cada cosa ocurre en el momento justo para mí, para mi historia personal.

Doy las gracias a mis Ángeles por haberme ayudado a vivir simplemente una cosa tan grande con aquello Antiguo lo es.

Ello encierra una infinidad de emociones, sentimientos, deseos, oportunidades. Puede ser un gran medio de sanación, un medio para solucionar temáticas que influencian nuestros comportamientos.

Pero también puede ser fuente de riesgos, si nos acercamos con la mente, con el ego.

Mucho he olvidado mi infancia, indudablemente por los grandes sufrimientos que he vivido desde pequeña.

Mucho he olvidado de lo que he vivido en esta vida, por los grandes dolores que la han acompañado.

Bien poco sé de mis Vidas pasadas.

A pesar de esto, no he preguntado nunca a mis Ángeles algo sobre mi pasado o sobre mis Vidas pasadas, y no lo preguntaré, porque siento y sé que está bien así.

Muchas veces he experimentado que cuando es necesario, recuerdo aquello que tengo que recordar, o emerge algo de las Vidas pasadas.

Y cuando esto ocurre, lo consagro enseguida a los Ángeles, para que sea sólo un medio de para desarmar, sanar, concluir y una ayuda para mi crecimiento.

Y ahora sonrío a mi rechazo inicial sobre las Vidas pasadas.

He constatado cuánto, si no se cree en la Reencarnación, sería imposible comprender el viaje del Alma, sus elecciones, y asumirse por lo tanto la responsabilidad de la propia vida.

Sería mucho más fácil esconderse detrás de la palabra destino, para no tomar las decisiones y las acciones menos simples, menos fáciles de vivir, pero necesarias para cambiar la realidad que no nos gusta.

Sería más cómodo culpabilizar a los otros por los acontecimientos desagradables que nos ocurren, de las sensaciones, de las emociones que vivimos.

Si con coraje e integridad se observa la vida, se tiene confirmación que vivir padeciendo situaciones, acontecimientos, trae muchos sufrimientos que se pueden evitar, nos hace sentir impotentes, encarcelados.

Y así podemos decir que es más difícil vivir como víctimas que como artífices.

Ciertamente, vivir actuando la parte de la víctima, trae ventajas, pero estas no son nada, junto a las inmensas alegrías que nos traen las conquistas hechas, los cambios creados.

Impagable es la felicidad de sentirse un Alma libre, que ha elegido libremente este Viaje, que libremente puede incluso modificar el programa en cada momento.

Vivir el presente, sin prestar atención al pasado, a las Vidas pasadas, al futuro, requiere una gran fuerza, coraje, continua atención.

Es fácil regresar al pasado o dejar espacio a temores por el futuro, porque muchas son las cosas, las situaciones que nos llevan a hacer esto.

Es necesario un equilibro no simple entre el abandonarse, el aceptar los acontecimientos, y el actuar asumiéndose la responsabilidad total de la propia vida.

Este equilibrio es una conquista que requiere mucho, pero nos dona luego mucho más. Mantener la mirada solo en el presente, dona la ligereza que nos hace vivir plenamente la vida, nos hace apreciar de ello cada cosa. Hace vivir intensamente todo, y permite recibir de ello toda la Esencia.

Nos convertimos así en niños alegres, en Almas libres.

“... Recuerda que las Vidas pasadas emergen para ayudarte a ser nueva, y que el lugar dónde todo se reúne es el corazón.

El Antiguo se puede unir sólo a lo Nuevo en el corazón.

Mucho la Naturaleza puede enseñarte y puede ayudarte a descubrir las Vidas pasadas, porque la Naturaleza enseña la unión, la fusión.

Sumérgete en la Naturaleza y aquellas Vidas pasadas que allí están encerradas te ayudará a recordar aquellas Vidas pasadas que has vivido.

Camina descalza sobre la tierra: esto te ayudará a recordar cuánto tiempo has caminado descalza sobre la tierra; permanece junto al fuego: esto te ayudará a recordar cuánto con el fuego has vivido. Y hace así con todo.

Tu cuerpo, a contacto con el agua, con la tierra, te ayudará a recordar cuánto has vivido con el agua, con la tierra. Y esto ocurrirá con los sonidos, los perfumes, y con todo lo que te rodea.

Es así que emergerán los colores y los perfumes de tu Esencia que ya has expresado en las Vidas pasadas, y que hora podrás donar de nuevo.

Y si no recuerdas Vidas pasadas iguales, sonríe, porque existen Vidas pasadas de diferentes lugares, pueden existir Vidas pasadas de diferentes mundos.

Y estos recordarás sólo si será necesario, y cuando te será de ayuda.’

Pregunta:
¿Cómo puedo redescubrir las Vidas pasadas?

Respuesta:
“Si quieres puedes hacer este juego Conmigo.

Lleva tus manos al corazón, mira el Cielo sonriendo, escucha tu corazón, sus vibraciones y di:

– Ahora quiero redescubrir mis flores Antiguas – .

Sigue sonriendo al Cielo, y luego deja todo ocurrir, con la certeza que, a su tiempo, todo descubrirás, todo volverás a vivir.

Vive serena tu cotidianidad, permaneciendo atenta a quien encuentras, a quien reencuentras, a las palabras que sientes susurrar alrededor de ti, dónde tu mirada se posa, porque todo a diario podrá hablarte de eso Antiguo tuyo.

El Alma lleva consigo todas las Vidas pasadas vividas, eso Antiguo que muchas veces está cubierto por el polvo de la vida, pero cuando el Alma decide de traerlo a la Luz, este polvo se va, en los modos que permiten al Alma un dulce despertar.

En algunos casos el despertar es fuerte e inmediato, porque Nosotros con un soplo quitamos todo el polvo. Pero esto ocurre sólo cuando el Alma está realmente preparada.

Pídeme de soplar sobre tu polvo, y con alegría esto haré, para que tú puedas reconocer tus flores, tus colores antiguos.”

Pregunta:
Tengo un gran deseo de conocer mis vidas pasadas.

Respuesta:
“Recuerda que el pasado, cualquiera que éste sea, no te pertenece más, justamente porque ya es pasado.

Puede suceder que regreses a los lugares donde ya has vivido, que reencuentres quién contigo ha caminado alguna vez, y que recuerdes aquello Antiguo vivido juntos, o que sucedió en ese lugar.

De esto sencillamente alégrate y no te detengas, porque ya no podrá repetirse.

Cada lugar que te ha recibido, te ha dado lo que tenía que darte en ese momento. Regresando a ese lugar, no puedes recibir nada más que una ilusión de la mente que quiere conocer, que quiere recordar.

Cada estación te ha dado sus frutos. Vive ahora esta estación y disfruta los frutos que esta estación está donándote.

Si recordar, revivir, es necesario, es útil, para la comprensión del Sendero que estás recorriendo, cuando estarás lista eso ocurrirá. Muchas veces esto no es necesario, y entonces déjalo ir.

Recuerda que revivir aquello que ya no eres o lo que no te pertenece más, también puede llevarte vibraciones que no te ayudarán en el crecimiento, o te harán ralentar, o te crearán sufrimientos inútiles, ilusiones peligrosas.

Por esto debes de ser prudente, no insistas en querer conocer tus Vidas pasadas.

Si no estás lista para recordarlo, si esto no es necesario para tu crecimiento, para ese momento que estás viviendo, e insistas, recordarás o revivirás sólo construcciones de tu mente o de otras mentes.

No olvides que la Luz está delante de ti, nunca detrás.”

Pregunta:
Me gustaría saber quién era yo.

Respuesta:
“Las vidas son muchísimas, porque pueden servir muchos viajes para superar o para comprender una sola cosa.

Muchas vidas te han conducido a esta, te han preparado para esta, y numerosas han sido las experiencias, las cosas vividas, las cosas hechas, las cosas padecidas.

Observa tu vida: ha estado llena de situaciones, de experiencias que te han forjado, que te han ayudado a evolucionar, y muchas de ellas han sido dolorosas, difíciles.

He aquí porque, si no existe necesidad para sanar o para comprender, Nosotros bien poco hablamos de las vidas pasadas. Muchas veces estos conocimientos, alimentan sólo la mente, no nutren cierto el corazón, todo lo contrario, a menudo lo sobrecargan.

Si a veces intentamos recordar y comprender aquello Antiguo, es porque ello es útil para vivir ese momento, para reconocer algo que debe ser sanado, o transformado, o de nuevo expresado.

Y si fuera necesario, también sin que tú Me lo pidas, te llevaré a recordar aquello que es bueno para ti.

Para ti ahora es importante redescubrir tu Luz, tus colores, tus perfumes, y mirar hacia adelante para ver el sol y olvidar la noche.”

Extraído del libro: Tu mano en la Mía
Autora: Satya

http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar/
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

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