viernes, 18 de noviembre de 2016

Los Secretos de ENOCH (INSTRUCCIONES DEL XII-XXI)


ENOCH 
COLECCIÓN METAFÍSICA DE CONNY MÉNDEZ

INSTRUCCIONES-XI-XXI


XI SUBEN A ENOCH AL CUARTO CIELO, DONDE ESTÁ EL CURSO DEL SOL Y LA LUNA 

1. Aquellos hombres me llevaron y me dejaron en el Cuarto Cielo, y me mostraron todos los sucesivos viajes y todos los rayos de la Luz del Sol y de la Luna. 
2. Y yo medí sus viajes y comparé su luz y vi que la luz del Sol es más fuerte que la de la Luna. 
3. Sus círculos y los discos, que siempre están marchando como un viento que pasa con una muy maravillosa velocidad, y no tiene reposo ni en el día ni en la noche. 
4. Su tránsito y regreso están acompañados por cuatro grandes estrellas, y cada estrella tiene debajo de ella mil estrellas, a la derecha del disco del Sol, y por cuatro a la izquierda, cada una debajo de ellas contiene mil estrellas, que hacen un total de ocho mil, surgiendo continuamente en el Sol. 
5. Y en el día, quince miríadas de Ángeles la atienden, y por la noche, un mil. 
6. Y seis aliados de ellos, salen con los Ángeles antes de que el disco del Sol entre en las finas llamas, y cien Ángeles encienden e Sol y lo ponen a alumbrar. 
XII DE LOS MUY MARAVILLOSOS ELEMENTOS DEL SOL 
1. Y yo miré y vi otros elementos * [De este modo el Sol rota y va, y se levanta bajo el cielo, y en su curso sigue alumbrando a la tierra con la Luz incesante de sus rayos] del Sol y cuyos nombres son: 
Phoenixes y Chalkydri, maravillosos y estupendos con pies y colas en la forma de un león, y una cabeza de cocodrilo. 
La apariencia de ello es de color empurpurada, como el arco iris; y su tamaño es de novecientas mensuras; sus alas son como las de los Ángeles. Cada uno tiene doce, y ellos atienden y acompañan al Sol, gestando calor y rocío, como les ha sido ordenado por Dios. 
XIII LOS ÁNGELES TOMARON A ENOCH Y LO COLOCARON EN ESTE DE LAS PUERTAS DEL SOL 
1. Aquellos hombres lleváronme lejos hacia el Este y me dejaron a las puertas del Sol, donde el Sol sigue hacia delante de acuerdo con la regulación de las estaciones y el circuito de los meses de todo el año, y el número de las horas del día y de la noche. 
2. Y yo vi seis puertas y cada puerta tenía sesenta y un stadía y la cuarta parte de un stadium y los medí exactamente y comprendí que su medida era ese tanto a través de la cual el Sol seguía su paso, marchando hacia el oeste, y se hace igual y se levanta a través de todos los meses, y se devuelve de nuevo de las seis puertas de acuerdo con el curso de las estaciones; de este modo el cielo de todo el año se ha terminado después del retorno de las cuatro estaciones. 
XIV ELLOS LLEVARON A ENOCH AL OESTE 
1.Y otra vez aquellos hombres me condujeron hacia los sitios del oeste, y me mostraron seis grandes puertas abiertas, correspondiendo con las puertas del Este. 
En sentido opuesto, al lugar donde sale, el Sol se pone, de acuerdo con el número de los días trescientos sesenta y cinco y un cuarto. 
2. Y así otra vez él baja a las puertas del oeste, extrayendo sus luces, la grandiosidad de su brillar, bajo la tierra, ya que la luminosidad de su corona permanece en el cielo con el Señor, custodiada por cuatrocientos Ángeles, mientras el Sol va rotando en círculo bajo la tierra, y permanece siete largas horas en la noche* [Esta cosmogonía] debe entenderse estudiando al hombre como un Universo]; y allí queda la mitad de su curso bajo la tierra, y cuando él vuelve aproximándose al Este en la octava hora de la noche, él trae sus luces, y su corona de resplandores y las llamas del Sol flamean más que el fuego. 
XV LOS ELEMENTOS DEL SOL, EL PHOENIXES Y 
CHALKYDRI ROMPEN A CANTAR 



1. Entonces Los elementos del Sol, llamados Phoenixes y Chalkydri rompen a cantar; por consiguiente, cada ave vibrando con sus alas, regocijan al dador de la luz, y ellos entonan su canto al mandato del Señor. 

2. El dador de la luz viene para dar luminosidad al mundo entero, y el guardián de la mañana toma forma, esto viene a ser: los rayos del Sol, y el Sol de la tierra se manifiesta y recibe en fulgurante luz para encender toda la faz de la tierra; y ellos entonces me mostraron estos cálculos de los viajes al Sol. 
3. Y las puertas por donde él entra, éstas son las grandes puertas de la computación de las horas del año; es ésta la razón por la cual el Sol es una gran creación, cuyo ciclo dura veinte y ocho años, y comienza de nuevo desde el principio. 
XVI ELLOS TOMAN A ENOCH DE NUEVO Y LO DEJAN EN EL ESTE, EN EL CURSO DE LA LUNA 
1. Aquellos hombres me mostraron la otra ruta, la de la Luna, doce grandes puertas coronaban de Oeste a Este por donde la Luna va y vuelve al tiempo acostumbrado. 
2. Y va hacia adentro por la primera puerta, por los lados del Oeste del Sol: 
1) Por las primeras puertas, con treinta y un día exactos. 
2) Por las segundas puertas, con treinta y un día exactos. 
3) Por la tercera puerta, con treinta días exactos. 
4) Por la cuarta puerta, con treinta días exactos. 
5) Por la quinta puerta, con treinta y un día exactos. 
6) Por la sexta puerta, con treinta y un días exactos. 
7) Por la séptima puerta, con treinta días exactos. 
8) Por la Octava puerta, con treinta y un días exactos. 
9) Por la Novena Puerta, con treinta y un días exactos. 
10) Por la Décima puerta, con treinta días exactos. 
11) Por la Undécima puerta, con treinta y un días exactos. 
12) Por la Duodécima puerta, con veinte y ocho días exactos. 
3. Y así van a través de las puertas del oeste en el mismo orden y número que siguen las puertas del Este, y de esta forma cumple con los trescientos sesenta y cinco y un cuarto de días del año solar, mientras el año lunar tiene trescientos cincuenta y cuatro y quedan faltándole doce días del cielo solar, que son los aspectos de la luna de todo el año. 
4. De este modo, también el gran cielo contiene quinientos treinta y dos años. 
5. El cuarto año de un día se omite por tres años y el cuarto año lo completa exactamente. 
6. Por lo tanto ellos son sacados fuera del cielo por tres años y no son agregados al número de días, porque ellos cambian el compás de los años a dos nuevos meses más hacia el final de dos meses más hacia la merma. 
7. Y cuando las puertas del oeste se cierran, él regresa y va al Este a las luces, y de este modo él continúa día y noche en rededor de los círculos del cielo, que están más bajos que los demás círculos, y corre más veloz que los vientos del cielo, y más aún que los espíritus, elementos y ángeles volando; cada ángel tiene seis alas. 
8. Ella tiene un curso séptuple en diez y nueve años. 
XVII SOBRE EL CANTO DE LOS ÁNGELES QUE ES IMPOSIBLE DESCRIBIR 
1. En el centro del cielo yo vi soldados armados, sirviendo al Señor, con tímpanos y órganos, con voces incesantes, con dulce voz, con un continuo, suave y amoroso y variado cantar, imposible de describir y que enajena cada mente, tan mágico y maravilloso era el canto de aquellos ángeles y yo me deleitaba escuchándolo. 
XVIII DE LA LLEVADA DE ENOCH HACIA EL QUINTO CIELO 
1. Los hombres me llevaron hacia el quinto cielo y me dejaron allí, y allí vi muchos e incontables soldados, llamados Grigori, de humana apariencia, y su talla era mayor que aquella de los grandes gigantes y sus caras marchitas, y sus bocas de perpetuo silencio, y no había servicio en el quinto cielo, y yo les dije a los hombres que estaban conmigo: 
2. ¿Cuál es el motivo que estos seres estén tan macilentos, y sus caras melancólicas y sus bocas silenciosas y cuál el motivo de que no exista servidumbre en este cielo?. 
3. Y ellos me dijeron: Estos son los Grigori, que en unión con su príncipe Satanás, rechazaron el Señor de la Luz, y después de ellos siguen aquellos que están sumergidos en gran obscuridad en el segundo cielo, y tres de ellos bajaron a la Tierra desde el trono del Señor, el lugar llamado Ermon, y rompieron por completo sus votos en el hombro del Monte Ermon. 
Vieron a las hijas de los hombres y lo buenas que eran, y las tomaron por esposas, pervirtiendo la tierra con sus hechos, que en todo tiempo de sus años vivieron fuera de toda ley, cometiendo vilezas, promiscuando. 
Así nacieron gigantes maravillosos, grandes hombres y hubo gran hostilidad entre ellos. 
4. Y por esto Dios los juzgó con gran discernimiento, y ellos lloraron por sus hermanos y ellos también serán castigados en el gran día del Señor. 
5. Y yo les dije a los Grigori: “Yo vi a sus hermanos y sus trabajos, y sus grandes tormentos, y oré por ellos, pero las leyes de Dios los han condenado a estar bajo tierra hasta que el cielo y la tierra tengan su fin”. 
6. Y yo dije: “¿Por qué motivo esperáis, hermanos, y no servís ante la faz del Señor?. Y no han puesto sus servicios delante del Señor, a fin de no violar totalmente a las leyes del Señor”. 
7. Y ellos oyeron mi advertencia, y hablaron con las cuatro categorías del cielo, y de ahí mientras yo permanecía con esos dos hombres, cuatro trompetas pregonaron juntas a grandes voces y los Grigori rompieron a cantar a una voz, y sus voces lastimeras subieron hasta el Señor conmovedoras. 
XIX DE LA LLEVADA DE ENOCH AL SEXTO CIELO 
1. Y desde allí me tomaron y me dejaron más arriba, en el sexto cielo, y vi ahí siete congregaciones de ángeles, muy brillantes y muy gloriosos y sus caras fulgurantes más que el brillo del Sol, relumbrando, sin diferencia alguna en sus caras, o comportamiento, ni en su modo de vestir; y estos ángeles crean las órdenes, y aprenden la salida de las estrellas y la alteración de la Luna y el buen gobernar del mundo. 
2. Y cuando ellos ven malignidad, ellos crean mandamientos e instrucción, y dulces y altos cantares, y toda clase de cantos de alabanzas. 
3. Estos son los arcángeles que están en más alto lugar que los ángeles, miden toda vida en el cielo y sobre la tierra, y a los ángeles que están a cargo de las estaciones y años, a los ángeles que están sobre los ríos y el mar, y que están sobre los frutos de la tierra, y los ángeles que están sobre la grama, alimentando a todo, a cada cosa viviente, y los ángeles que inscriben a todas las almas de los hombres, y todos sus hechos, y sus vidas frente a la faz del Señor; en el centro de ellos están seis Fénix y seis Querubines y Ángeles de seis alas, y cantan continuamente a una sola voz y no es posible describir su cantar, y ellos se regocijan delante del Señor al pie de su escabel. 
XX DESDE ALLÍ ELLOS LLEVARON A ENOCH AL SÉPTIMO CIELO 
1. Y aquellos dos hombres me levantaron desde aquí y me condujeron al Séptimo Cielo, y allí vi una muy grande luz, y encendidos ejércitos de grandes arcángeles, fuerzas corpóreas, y señoríos, órdenes y potestades, querubines y serafines y seres de muchos ojos, nueve regimientos, la estación de luz Joanti, y me entró miedo y comencé a temblar con gran terror, y aquellos hombres tomaron de mí y me condujeron detrás de ellos y me dijeron: 
2. “Ten valor, Enoch, no temas”, y me mostraron al Señor a lo lejos, sentado en un muy alto trono. Porque ¿qué puede haber en el décimo cielo, si el Señor habitaba aquí?. 
3. El décimo cielo, es Dios; en la lengua hebrea Él es llamado Aravath. 
4. Y todos los ejércitos del cielo bajaron y colocándose en el décimo escalón de acuerdo con su rango, se inclinaron ante el Señor, y de nuevo marcharon a sus sitios en alegría y felicidad, cantando sus cantares en la infinita luz con suaves y tiernas voces, sirviéndole gloriosamente.
XXI DE CÓMO LOS ÁNGELES DEJARON A ENOCH AQUÍ, AL FINAL DEL SÉPTIMO CIELO, Y SE MARCHARON SIN QUE EL LOS VIERA. 
1. Y los querubines y serafines de pie por doquiera del trono, los de seis alas y los de muchos ojos estuvieron de pie delante de la faz del Señor cumpliendo Su mandato, y cubrieron todo su trono, cantando con suave voz delante de la faz del Señor: “Gloria, Gloria, Gloria, Señor Regidor de los Ejércitos, los Cielos y la tierra están llenos de tu Gracia”. 
2. Cuando yo vi todas estas cosas, aquellos hombres me dijeron: “Enoch, de este modo, hasta aquí nos ha sido encomendado viajar a tu lado (contigo)” y aquellos hombres se marcharon de mi lado, y desde entonces no les vi. 
3. Y permanecí solo al final del séptimo cielo y tuve miedo y caí de frente y me dije: “Triste de mí, ¡qué me ha sucedido!”. 
4. Y el Señor envió uno de sus gloriosos elegidos, el Arcángel Gabriel, y él me dijo: “Ten valor, Enoch, no temas, levántate delante de la faz del Señor dentro de la eternidad, levántate, ven conmigo”. 
5. Y yo le contesté y me dije a mí: “Mi Señor, mi alma se ha fugado de mi ser, de terror estremecida”, y reclamo a los hombres que me trajeron y que me condujeron a este lugar, en ellos yo confío, y es con ellos que me presentaré ante la faz del Señor. 
6. Y Gabriel me levantó como una hoja llevada por el viento, y me dejó delante de la faz del Señor. 
7. Y yo vi el Octavo Cielo, que es llamado en lengua hebrea Muzaloth donde hacen el cambio las estaciones, de sequía, de humedad, y también de los doce signos del Zodíaco, el cual está más alto que el séptimo cielo. 
8. Y yo vi el Noveno Cielo, que es llamado en hebreo Cuchavim, donde están las moradas celestiales de los doce signos del Zodíaco.
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