miércoles, 3 de agosto de 2016

Telepatía y el Vehículo Etérico (Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul (Alice A. Bailey) CAPITULO XII (RELACION DEL CENTRO HUMANO CON EL CENTRO JERARQUICO)



CAPITULO XII 
RELACION DEL CENTRO HUMANO CON EL CENTRO JERARQUICO
La verdadera relación telepática constituye parte de la suprema Ciencia de Contacto y se vincula con la humanidad en forma peculiar y definida. 
Podrían emplearse distintos términos para poder impartir cierta comprensión de este sutil método de relación subjetiva y, entre otros, he empleado los siguientes: 
 1. La Ciencia de Contacto. 
 2. La Ciencia de Impresión. 
 3. La Ciencia de Invocación y Evocación. 
 4. La Ciencia de Relación. 
 5. La Ciencia de Sensibilidad. 
Estos términos abarcan los distintos aspectos de la reacción de la forma o formas al contacto, a la impresión, al impacto, al medio ambiente, al contenido mental de distintas mentes, a las energías ascendentes y descendentes, a la invocación de los agentes y a la evocación de su respuesta. 
Todo el sistema planetario es, en realidad, una vasta complejidad de vehículos entrelazados, interdependientes e interrelacionados que se comunican o responden a la comunicación. 
Cuando se estudia este sistema de comunicación e interrelación, desde el ángulo de las relaciones, los procesos de la evolución y la meta del espíritu del hombre (que en verdad es el Espíritu del Logos planetario), llegan a ser de suprema y vital importancia, pero al mismo tiempo difíciles de comprender. Tan extenso es el tema que no es conveniente considerar más que dos factores: 
1. La Ciencia de Impresión, en relación con la humanidad. 
2. Los Centros impresores, en lo que afectan a la comprensión de las relaciones. 
Los numerosos métodos de contacto entre las distintas formas, grupos y reinos subhumanos y superhumanos, son demasiado complicados para ser comprendidos en esta época por los estudiantes y lo que es más importante cualquier información sería de poca utilidad. 
Por lo tanto, nos limitaremos a las Ciencias de Impresión y de Invocación y Evocación, hasta donde afectan a la humanidad. Dichas ciencias desde el ángulo humano abarcan la recepción de la impresión y de las ideas y la manifestación de las consecuencias producidas por la sensibilidad, en esta época y en este ciclo particular. 
Vamos a considerar, por lo tanto, la relación que existe entre el centro humano y el jerárquico, y la acrecentada respuesta de la humanidad al "Centro donde la Voluntad de Dios es conocida". Como dije anteriormente, no tengo la intención de exponer aquí las reglas que rigen el intercambio telepático. 
Esto existe entre un hombre y otro y entre un grupo y otro, lo cual se está desarrollando normal y lentamente sin necesidad de acelerarlo, en la misma forma en que se han desarrollado los otros sentidos del hombre y sus órganos de percepción. 
Sin embargo, la humanidad está superando el desarrollo telepático debido a que los grupos y seres humanos, en conjunto, responden rápidamente a las impresiones y a la inculcación grupal de ideas. 
La respuesta inmediata de grupos y naciones a la ideología de la masa ha sido inesperada y difícil de manejar en forma inteligente y constructiva. 
No fue anticipado por Shamballa o la Jerarquía que la impresión general se desarrollaría con más rapidez que la sensibilidad individual. Pero ha ocurrido así. 
El individuo que está en un grupo y trabaja en él, es más sensible que aquél que lucha sólo y desea llegar a ser sensible a la impresión. Uno de los factores que militan en contra del desarrollo telepático personal, consiste en que la fuerte, potente y moderna ascendencia del espíritu en el hombre, contrarresta, con frecuencia, las reacciones de la personalidad, y la telepatía es algo personal que depende del contacto de una mente con otra. En cuanto el hombre trata de ser telepático, es arrastrado inmediatamente a un vórtice de energías abstractas, que más bien lo condicionan para recibir impresiones espirituales que lo capacitan para establecer telepáticamente relaciones personales. 
Ese sorprendente desarrollo permitió a los Maestros supervisores dedicarse a algunos de Sus planes y abandonar el entrenamiento individual sobre la sensibilidad telepática, impartido a los discípulos, aprovechando la oportunidad para entrenar y desarrollar grupos invocadores. 
En vez de trabajar empleando sustancia mental inferior con aspirantes seleccionados, cambiaron ese medio de hacer contacto por el contacto con el alma, e iniciaron una nueva Ciencia de Invocación y Evocación. 
La mente inferior se convirtió entonces en simple intérprete de impresiones con el énfasis puesto sobre la mente, propósito y voluntad grupales. 
Este sistema de invocadores entrenados hace que la mente se convierta en un factor positivo y activo, anulando toda tendencia a la negatividad. 
Tal decisión jerárquica condujo necesariamente a instituir los procesos de iniciación grupal, transfiriendo la zona de entrenamiento y la enseñanza y preparación para la iniciación a niveles más elevados. 
Se llevó a cabo el experimento de dar La Gran Invocación a la humanidad, lo cual está dando buenos resultados, aunque queda mucho por hacer. Se podría decir que los requisitos para ayudar al discípulo a enfrentar las exigencias del proceso iniciático son: "la habilidad de ser impresionado, la capacidad de registrar con exactitud dicha impresión, el poder para grabar lo que ha sido dado y luego darle forma en la Conciencia de la mente mediante las palabras". 
Basándose en la información recibida, el discípulo ha de invocar correctamente las energías necesarias y aprender, mediante la experiencia, a evocar respuesta. 
La afirmación que hice en otra página, sobre este tema, estaba destinada a llevarlos a esta enseñanza, y la repito aquí: 
"Toda la familia humana constituye hoy un maravilloso receptor de impresiones, debido a los innumerables tipos de mecanismo sensible... Por esta causa el reino humano (ese gran reino intermedio cuya función es mediar entre los reinos superiores e inferiores), es objeto de la impresión divina impartiendo el Propósito de Sanat Kumara... 
En estas instrucciones me ocupo de las posibilidades grupales, de los grupos que pueden ser entrenados para recibir, registrar y ser impresionados por la Jerarquía. 
Si quisieran, dichos grupos podrían ser capaces de invocar poderosamente a la Jerarquía. 
Llevo esto a la atención de los aspirantes y discípulos, pero desde un ángulo distinto del de mis escritos anteriores; pues la responsabilidad de la impresionabilidad, del registro telepático y de la demanda invocadora es muy grande". 
Para el aspirante y particularmente el discípulo consciente, la impresión a considerar procede de cuatro fuentes: 
1. Del alma del discípulo. 
2. Del Ashrama al cual pertenece. 
3. Del Maestro directamente. 
4. De la Tríada espiritual, vía el Antakarana. 
Las dos primeras etapas abarcan el período de las dos primeras iniciaciones; la tercera etapa precede a la tercera iniciación y persiste hasta que el discípulo se convierte en Maestro; el cuarto tipo de impresión informativa puede ser registrado después de la tercera iniciación y llegar al discípulo en el Ashrama; entonces tiene la tarea de impresionar su mente con lo que se le ha dicho y ha conocido en el Ashrama; finalmente, como Maestro de un Ashrama, emprende una de las principales tareas jerárquicas, la de dominar la Ciencia de Impresión. 
Por lo tanto esta etapa de impresión comprende dos aspectos: uno se refiere a la capacidad de recibir impresiones; el otro a la capacidad de ser agente impresor. 
No se le permite al discípulo practicar el arte de la impresión hasta que se encuentre entre quienes reciben impresión de la Tríada y, por lo tanto, de Shamballa, dentro de la zona protectora o aura del Ashrama al que pertenece. 
Debe recordarse que esta Ciencia de Impresión es, en realidad, la ciencia de la construcción, vitalización y dirección de las formas mentales; sólo a un discípulo que haya pasado por los procesos de la Transfiguración y no sea ya víctima de su propia personalidad, se le puede confiar un ciclo tan peligroso de poderes. 
Mientras exista el deseo de obtener el poder egoísta y controlar e influir materialmente las mentes de otros seres humanos o grupos, no se le puede confiar al discípulo, de acuerdo a las reglas jerárquicas, la creación deliberada de formas mentales, designadas para producir efectos específicos y su divulgación entre individuos y grupos. 
Sólo pueden hacerlo después de pasar las pruebas de la iniciación de la Transfiguración. 
La Ciencia de Impresión constituye la base para la práctica de la telepatía. Si se llevara a cabo una importante encuesta mundial, quienes son aptos para recibir impresiones podrían constituirse en dos grupos: 
1. Aquellos que son receptores inconscientes de la impresión telepática. En la actualidad constituyen una mayoría, que recibe las impresiones mediante el plexo solar; las formas mentales así generadas son enviadas por el agente impresor desde el centro laríngeo. 
2. Aquellos que han desarrollado o están desarrollando la receptividad consciente, donde la impresión es, ante todo, recibida por medio de la mente y luego impartida y registrada por el cerebro. 
El agente impresor en este caso trabaja mediante el centro ajna, el centro entre las cejas. 
El primer grupo de receptores está exclusivamente enfocado o conectado con la personalidad. En algunos casos son sólo físicamente conscientes de los procesos vitales y de algún contacto qué desconocen y no pueden mantener ni controlar de ninguna manera. 
En este grupo debemos incluir todos los fenómenos mediumnímicos, incluso los de naturaleza astral elevada o espiritual, y los mensajes recibidos del subconsciente del término medio de las personas que se hallan en el Sendero de Probación. Los mensajes que provienen de la propia alma del discípulo pueden ser, tanto impresiones mediumnímicas como definidamente mentales. 
Se hallará que este último tipo de comunicación contiene ciertos mensajes o impresiones que provienen del Ashrama y, que posiblemente el discípulo confunda con telepatía grupal, comunicación del alma y relación directa con el Maestro relación que no existe en esta etapa, lo cual no es de gran importancia, porque cuando el discípulo comience a darse cuenta de ciertas diferencias, surgirá un nuevo tipo de registro que guiará y despertará su conciencia, Esta etapa que comprende el segundo tipo de impresión en su forma más primitiva, puede ser muy extensa porque abarca un período de transición muy definido que va desde el plano astral al mental. La ecuación tiempo varía según el rayo y la edad del alma. 
Las personas de sexto rayo, por ejemplo, son muy lentas para efectuar esta transición, debido al espejismo predominante; las personas de primero y segundo rayos son relativamente rápidas. 
Las de tercer rayo también son lentas, porque se pierden en la maraña de sus propias manipulaciones ilusorias y sus pensamientos confusos, y apenas se dan cuenta dónde empieza la verdad y termina el engaño. 
La ilusión, problema esencial de los tipos mentales de todos los rayos, es mucho más momentánea que el engaño. 
Cuando el discípulo ha dominado, en alguna medida, la significativa diferencia que hay entre los mensajes de su propio subconsciente o el de otras personas, con las cuales puede estar en contacto, y los que provienen de su propia alma, entonces orienta y organiza su vida haciéndola más fructífera en lo que respecta al servicio y por lo tanto más útil a la Jerarquía. Aprende a distinguir entre los mensajes que provienen de su propia alma y los de la Jerarquía; su vida está mejor regida, y distingue nítidamente las comunicaciones enviadas desde el Ashrama, para impresionar las mentes de los aspirantes y discípulos de todos los grados y tipos de rayo. 
Cuando puede distinguir entre las diversas comunicaciones, es posible obtener el tercer tipo de comunicación mensajes directos que se deben al contacto personal con el Maestro de su Ashrama. 
A esta altura entrará en posesión de lo que se llama "la libertad que otorga el Ashrama" y de "las llaves del Reino de Dios", pudiéndosele confiar parte de la potencia rectora del Ashrama mismo. Entonces, sus pensamientos afectarán y llegarán a otros. La eficacia aumenta rápidamente cuando el discípulo se familiariza con el cuarto tipo de impresión, la cual procede de la Tríada espiritual y por lo tanto de la Mónada y Shamballa. En consecuencia (en esta última etapa de impresión) existen tres estados menores pero bien definidos; cada uno marca una expansión en el campo de servicio y se relaciona con las últimas tres iniciaciones, de las nueve posibles que enfrenta la humanidad en su desarrollo. 
La sexta iniciación, de la que sólo los Maestros pueden participar, marca una transición que comienza en las tres primeras etapas de sensibilidad, necesarias para el discípulo, como preludio para la quinta iniciación en realidad para la tercera, cuarta y quinta, teniendo que ver con las tres etapas de comunicación de la Tríada, cada una de las cuales está relacionada con la séptima, octava y novena iniciaciones. 
Nunca se quebranta el arquetipo geométrico, la progresión numérica o la Ley de Correspondencia o Analogía en la comprensión del propósito y planes del Logos planetario, establecidos antes de la creación de los mundos y que han encontrado su prototipo en los planos mentales cósmicos. 
Esto difícilmente lo comprenderán quienes tienen actualmente centrada su conciencia en la individualidad. 
Sin embargo, el hombre responde acrecentadamente a la expansión del medio ambiente, por ejemplo, cuando reconoce la diferencia que existe entre nacionalismo e internacionalismo. Esta respuesta, está condicionada lógicamente, por el libre albedrío humano, que se hace especialmente eficaz en el proceso regulador del tiempo. 
Puede aprender rápidamente o bien seguir el camino más lento, pero su conciencia reacciona siempre al medio ambiente de acuerdo a su percepción, hasta que etapa tras etapa se convierte en un factor integrador. 
Esta integración en el medio ambiente, la absorción de la atmósfera que lo rodea y su potencia en constante desarrollo, se relacionan con el hecho de que él ha sido creado para recibir impresiones y es poseedor de un mecanismo que responde a todas las facetas de la divina expresión en manifestación. 
Por esta razón el hombre verdaderamente iluminado y quienes han recibido las tres iniciaciones superiores son denominados "almas diamantinas"; constituyen la "joya en el loto" ese loto de doce pétalos que es símbolo y expresión de la potencia del Logos planetario. 
Como podrá verse, el tema de la revelación se va desarrollando a través de todo el proceso evolutivo y ha de recordarse que paso a paso, etapa tras etapa, expansión tras expansión, iniciación tras iniciación, el hombre va comprendiendo al divino TODO. 
El método es impresionado desde un medio ambiente hasta ahora desconocido; esto sólo es posible realizarlo de esta manera particular cuando "los Hijos de la Mente, que son los Hijos de Dios y cuya naturaleza está unificada con la Suya, empezaron a moverse en la Tierra". 
La Ciencia de Impresión es en realidad la técnica por medio de la cual la Jerarquía espiritual ha instruido a la humanidad, desde el momento en que ésta apareció en la Tierra. 
Todos los discípulos deben aprender esta técnica (no importa cuál de los Siete Senderos elijan), siendo también el arte sublime que cada Maestro practica, inspirado desde Shamballa; dicha técnica está complementada por la voluntad, y su consumación implica la completa asimilación de las "pequeñas voluntades de los hombres" al propósito divino; constituye la aceptación, por su parte, de la promoción de ese propósito por medio de la correcta impresión sobre todas las formas de vida, en alguna etapa de la evolución. 
Los discípulos se convierten entonces en agentes de la voluntad divina y se les confía la dirección de las energías, el Plan y los secretos de la inspiración, ocultos en la Mente de Dios. 
 A ese conocimiento –que germinó y se formó en el sistema solar anterior los discípulos agregan lo que el actual sistema solar debe producir y madurar, la atracción  magnética del segundo rayo de Amor-Sabiduría, en una de sus tres formas mayores o rayos de Aspecto, suplementada por los cuatro rayos de Atributo. 
Este poder de utilizar las energías de Rayos para atraer e imprimir constantemente la revelación progresiva, es la clave de todo el trabajo que actualmente se desarrolla, denominando a esta actividad Ciencia de Impresión. 
Involucra la continua apertura de un nuevo ambiente, que abarca desde el nivel inferior de a vida cotidiana del ser humano menos desarrollado, hasta el punto en que el aspirante llega a ser, en la escala de la evolución, conscientemente susceptible a lo que se llama impresión espiritual. 
En esta etapa es capaz de ser más sensible a una gama superior de impresión y, al mismo tiempo, comienza a aprender el arte de impresionar las mentes de otros, a comprender plenamente el nivel en el cual trabaja como agente impresor y a saber quiénes son los hijos de los hombres, a los cuales puede impresionar. 
Debe también dominar lo aprendido y adaptarse al medio ambiente, en tal forma, que pueda impresionar a otros y esta impresión abrirse camino a través de las circunstancias que lo rodean, penetrando en las mentes desprevenidas de quienes él se siente responsable. 
Esto lo realiza acrecentando el conocimiento de sí mismo y aprendiendo el arte de registrar. 
Cuanto más clara y honda es su capacidad para registrar la impresión a la que es sensible y está sujeto, tanto más fácilmente llegará hasta quienes deben ayudar a obtener una percepción más amplia y profunda. 
El registro de su propio medio ambiente en expansión con todas las implicaciones de una nueva visión, nuevos objetivos y un amplio campo de servicio hace que las energías afluyentes (que vienen en alas de la inspiración) se conviertan en una reserva de sustancia mental que deberá acostumbrarse a utilizar.
El primer paso consiste en grabar y en reducir a conceptos correctos y accesibles, las ideas y formas mentales de aquello que ha registrado. 
Esto señala la primera etapa del verdadero servicio ocultista y a este nuevo tipo de servicio se dedicará cada vez más. 
Desde la reserva existente de sustancia mental aprenderá a proyectar esas formas e ideas magnéticas que invocan la atención de aquellos a quienes trata de ayudar; a esta etapa se la denomina "invocación resultante". 
Es un acto invocador, una forma invocadora de vivir, que penetrará en las mentes de los hombres, evocando en ellos una respuesta y una conciencia de expansión; así se establecen los procesos de la impresión espiritual, constituyendo también una invocación por parte del discípulo para una mayor y mejor impresión e inspiración, a fin de acrecentar su capacidad de servir.
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