lunes, 3 de abril de 2017

MISIÓN DE JESÚS EN LA TIERRA.- CAP. 4



¿Cómo distinguir a un verdadero profeta de uno que es un embaucador? Es decir, ¿cuáles son los requisitos que debería reunir, según tú, un auténtico profeta, guía o mensajero espiritual?
Los guías espirituales desencarnados ayudan a todos los espíritus sin ningún tipo de distinción. La espiritualidad auténtica no conoce fronteras ni diferencias económicas, de raza, religión o de cualquier otro tipo. Por lo tanto, no discrimina entre ricos y pobres, blancos y negros, creyentes y no creyentes, ya que estas diferencias son solo una condición temporal y circunstancial del encarnado, y cambia de unas vidas a otras. Aquellos que se consideren dignos de propagar el mensaje espiritual han de actuar de la misma forma.


Un auténtico guía espiritual encarnado intenta vivir su vida conforme a las leyes espirituales, sin ningún alarde y con humildad. Está dispuesto a ayudar y a esclarecer sin recibir nada a cambio. Por ello, todos aquellos que pretenden recibir compensaciones económicas o de otro tipo por desvelar supuestas verdades espirituales no pueden considerarse verdaderos guías espirituales, ya que no hay verdades “solo para abonados”. Un auténtico maestro respeta el libre albedrío, es decir, nunca intenta imponer su criterio a los demás, sino que predica con el ejemplo y deja libertad a los demás para tomar o dejar lo que se les ofrece. Por tanto, no hace uso nunca del principio de autoridad para justificarse, es decir, nunca dirá: “Esto es así porque yo lo digo, que para eso soy el maestro, el iluminado o el representante de Dios”. La elevación del mensaje en sí es suficiente para convencer a los que están receptivos, y si no interesa o no convence a otras personas, están en su libre albedrío de manifestarlo y de seguir libremente su camino, sin que por ello deban ser obligados o coaccionados a creer o admitir algo que no desean.
¿Algún consejo para no dejarse atrapar por los falsos maestros o la falsa espiritualidad?
Jamás renunciéis a vuestra voluntad por una creencia, sea esta una religión, una ideología política o filosófica, por muy elevada que parezca, porque si se os pide que renunciéis a vuestra voluntad, que renunciéis a vuestra libertad por ella, tened por seguro que no merece la pena. Analizad los mensajes, no idolatréis al mensajero. Si el mensaje no os convence, exponed vuestras dudas y exigid aclaraciones, y si seguís sin identificaros con dicho mensaje, entonces rechazadlo. No aceptéis nada por dogma de fe, que os exija creer sin comprender. Lo que no se interioriza por experiencia propia, por sentimiento, por comprensión, por análisis, sino que se hace como una imposición externa que no se comprende y solo se acata por un principio de autoridad, es decir, porque alguien supuestamente divino lo dice, no sirve para evolucionar ni para ser más feliz, porque el espíritu solo es feliz en libertad. Por tanto, nada de fe ciega, ni de estamentos que controlan y manipulan la espiritualidad. Buscad las respuestas en vuestro interior, que es mucho más sabio de lo que creéis, porque tiene una conexión directa con vuestros propios guías espirituales, con la espiritualidad superior.

Pues hay muchas religiones que consideran que el contacto con los espíritus es una cosa del demonio y que contactar con ellos es algo pernicioso y diabólico ya que, según estos, la Biblia prohíbe este tipo de contactos y, si la Biblia es la palabra de Dios, significa que el mismo Dios prohíbe estos contactos. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Es que aceptar que cada uno tiene su propia conexión con la espiritualidad superior, llamémosle Dios, o guías espirituales, hace perder protagonismo y poder a las autoridades eclesiásticas, y entonces dejan de poder manejar la voluntad de los fieles a su antojo. Se contradicen a sí mismos, porque si ellos consideran que sus escritos sagrados son palabra de Dios y que han sido escritos por alguien inspirado por Dios, esto implica que han tenido algún contacto con el mundo espiritual de tipo mediúmnico, el mismo contacto que niegan a sus fieles y que reservan solo a los autores del pasado que escribieron aquello que ellos veneran. Jesús y otros profetas avanzados buscaron ese contacto con la espiritualidad superior y fueron inspirados y ayudados en sus misiones por espíritus avanzados, y esto es un contacto con el mundo espiritual en toda regla, en el que el ser encarnado recibe el consejo y la ayuda de entidades espirituales desencarnadas. De manera que si se censura la mediumnidad, también se deberá censurar al propio Jesús, ya que Jesús actuó como un médium muy potente, como transmisor de un mensaje del mundo espiritual a los humanos que vivieron en aquella época.
Ya, pero ellos dirán que Jesús era el hijo de Dios y que era el propio Dios el que lo inspiraba y no un espíritu.
¿Cómo saben ellos si el que inspiró a un profeta que vivió hace más de dos mil años fue Dios, el Espíritu Santo, o el mismísimo diablo, si todo se ha de creer por fe ciega y no se admite el análisis de los mensajes?
De hecho, si ahora encarnara un auténtico profeta de los del Antiguo Testamento, que fue autor de algunos de los escritos que ellos consideran palabra de Dios y que veneran tan profundamente, y escribiera nuevos mensajes espirituales que aclararan y ampliaran el trabajo hecho en otras vidas, poniéndoles en evidencia, al igual que lo hicieron los profetas antiguos con las autoridades religiosas de la antigüedad, esas mismas personas se reirían en su cara o harían ver que esa persona está loca, que está contactando con el demonio o algo parecido, sin ni siquiera permitir que se analizara la calidad del mensaje que ha recibido. Actuemos con sentido común. La calidad del mensaje es la única forma de conocer la capacidad del autor, porque ¿quién puede creer que alguien de la actualidad que promueva en sus mensajes la violencia, la guerra y el odio de unos seres humanos contra otros es un enviado de Dios? Pues si no lo admitimos de un contemporáneo nuestro, ¿por qué lo habríamos de admitir de un autor del pasado, por muy antiguo que este sea? ¿Qué es lo que lo hace especial, el ser muy antiguo? Entonces erijamos en dioses a los dinosaurios, a los tiburones o a las hormigas, que aparecieron antes en este mundo que cualquiera de los escritores de la antigüedad. Si el mensaje de Jesús ha tenido tanto impacto en la humanidad no fue porque lo hubiera dicho Jesús, sino por la grandeza del mensaje en sí mismo, que era la expresión del amor incondicional. Pero los poderosos de este mundo, ante la imposibilidad de frenar su expansión, y temiendo que ello acabaría con sus privilegios y abusos, se apropiaron de la figura de Jesús, tomaron ese mensaje y lo adulteraron de tal manera que casi consiguen hacernos creer lo contrario de lo que el mensaje decía, poniendo en boca de Jesús lo que él nunca dijo, palabras que contradicen el propio mensaje original, lo que ellos querrían que hubiera dicho para mantener sus privilegios y su poder.

Supongo que cualquier cosa que hiciera Jesús siempre estaría bien vista por un cristiano, ya que ellos lo consideran el mismo Dios o el hijo de Dios. Lo que no estarán dispuestos a admitir es que una persona normal contacte directamente con espíritus.
Les sorprendería saber que los contactos con espíritus benefactores eran muy frecuentes entre los primeros cristianos, que eran de esta manera fortalecidos desde el mundo espiritual para soportar las tremendas persecuciones que se lanzaron contra ellos. Los primeros cristianos también sabían que al orar con amor se atraían la influencia y las manifestaciones de los espíritus avanzados. En el propio Nuevo Testamento, en los Hechos de los Apóstoles, tenéis el ejemplo de cómo el propio Jesús se les aparecía y desaparecía a voluntad en espíritu a los apóstoles después de haber desencarnado. Posteriormente, la propia Iglesia persiguió este tipo de manifestaciones, porque temían que de ellas surgiera de nuevo la semilla del amor y que esta germinara de nuevo en los corazones y los liberara de la oscuridad espiritual en la que aquella institución religiosa había sumido a la humanidad. No vino Jesús, pero vinieron otros espíritus bien elevados con contacto directo con el mundo espiritual, que hicieron mucho bien, curando y atendiendo a los desfavorecidos. Muchos de ellos fueron quemados por la Inquisición bajo la acusación de brujería o herejía.
Ya, pero parece que sí existen personas que se han reunido para invocar espíritus malignos con la intención de conseguir ciertos poderes mágicos que les den la capacidad de dominar a otros seres o de conseguir riquezas o poder. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Este tipo de contactos se han producido y se seguirán produciendo mientras existan espíritus en el mundo llenos de egoísmo, sedientos de riqueza y poder. Estos contactos sí que son perniciosos y nada recomendables, porque las personas que se mueven con este tipo de intenciones acaban siendo víctimas propiciatorias de espíritus de su mismo nivel, que harán todo lo posible por mantenerlos bajo su dominio y les convertirán en sus esclavos para cometer las mayores barbaridades. Pero porque haya personas que hayan utilizado la mediumnidad para contactar con espíritus inferiores con intención de hacer daño a otras personas no podemos concluir que todo el contacto con el mundo espiritual a través de los médiums sea pernicioso. ¿O es que os resultaría razonable que porque haya personas que utilicen Internet con fines perniciosos las autoridades prohibieran toda la comunicación a través de la red para cualquier uso y a todo el mundo? La lógica nos dice que habrá que limitar su uso solo cuando atente contra la integridad de la gente, y no en general.

¿Entonces por qué existe tanta oposición en el mundo al contacto con los espíritus?
Lo que pasa es que la manera en que las autoridades de muchas religiones y otros poderes de vuestro mundo mantienen su control es evitando que cada uno logre por su cuenta el contacto con Dios, con su guía espiritual. Existen multitud de películas que se hacen con la intención expresa de mantener ese miedo al contacto con el mundo espiritual, haciendo creer que todo contacto va a ser terrorífico, como en las películas de miedo tipo La invasión de los muertos vivientes, Poltergeist o El exorcista. Así, cada uno, a través del miedo, actúa como inquisidor de sí mismo y cada vez que pueda plantearse la posibilidad de recibir un mensaje del mundo espiritual, de la forma que sea (intuiciones, sueños, etc.), ya se encarga el miedo de reprimirlo y malinterpretarlo.
También has dicho que la creencia de que la Iglesia y los sacerdotes son los intermediarios de Dios en la Tierra no es correcta.
Así es.
¿En qué te basas para decir esto?
Creo que si leemos correctamente la relación que tuvo Jesús con las castas sacerdotales de su época llegaremos a la conclusión de que él jamás tuvo intención de que se creara una casta sacerdotal y una jerarquía como la que la Iglesia católica ha creado, que es una copia bastante fiel de la Iglesia hebrea de aquellos tiempos.
Él vino a enseñar que cada uno tiene su propia conexión con Dios y a destruir la falsa idea de que solo a través de los sacerdotes puede uno contactar con Dios.
De hecho, una buena parte de la predicación pública se la pasó Jesús lidiando con los sacerdotes hebreos que veían en él un serio competidor, que no hacía más que ponerlos en evidencia. Y tenían razón, porque Jesús no paró de repetir de diversas formas, una y otra vez, el siguiente mensaje: “Oíd, esta gente no son los intermediarios de Dios, porque están más ocupados en mantenerse económicamente a costa de vosotros que en proporcionar una ayuda espiritual adecuada. Os han liado con sus leyes absurdas. No los necesitáis. Lo único que vale para entrar en el reino de Dios es amar”.
Este mensaje fue captado por las castas sacerdotales y, al comprender que se iban a quedar en el paro si la gente tomaba conciencia, actuaron en consecuencia y lo mataron.

¿Y por qué la Iglesia católica ha acabado pareciéndose tanto a la hebrea?
Al principio no fue así, porque para ser seguidor del mensaje de amor de Jesús tenías que estar muy convencido, ya que te estabas jugando el pellejo en cada momento, con las continuas persecuciones a las que estaban sometidos los cristianos, tanto por los judíos primero como por los romanos después. Pero al ver los poderosos que, a pesar de sus esfuerzos por eliminar a los seguidores de aquella filosofía tan perniciosa para sus intereses egoístas, no paraba de crecer el número de adeptos, optaron por la estrategia de “si no puedes con el enemigo, únete a él”. A partir de la conversión del emperador Constantino, que decreta la conversión al cristianismo de todo el Imperio romano, entran a ser cristianos un montón de gente por la fuerza y no por la creencia en el mensaje. Y, al ser los cristianos forzosos mayoría, lo estropearon todo. Ahí se acabó el amor al prójimo. Los antiguos sumos sacerdotes de los cultos anteriores y sus fieles se cambiaron de chaqueta y se pasaron al cristianismo sin ninguna transformación espiritual y empezaron a ocupar los cargos importantes. Porque no creeréis que los exsumos sacerdotes de los cultos anteriores iban a soportar ser uno más de los creyentes. Querían mantener su cuota de poder. Así que cambiaron el gorro de sumo sacerdote por el de obispo de la Iglesia cristiana. Ni siquiera se cambiaron de gorro, porque hasta el gorro del papa y los obispos, la mitra, viene de otra religión. Se le llama así porque lo llevaban los sacerdotes del antiguo culto a Mitra, una de las divinidades adoradas por los romanos. Adaptaron al cristianismo muchos de los rituales de sus religiones anteriores y adulteraron el mensaje de amor al prójimo original con otras ideas contrarias a este mensaje. Y así nació la Iglesia católica. Como Jesús hubiera dicho, no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo, y la Iglesia católica, como la hebrea de hace dos mil años, desde casi el principio, ya tomó partido por lo segundo.

Continuará...

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