sábado, 23 de julio de 2016

Cómo Leer los Registros Akásicos Descubre la Memoria de tu Alma (Linda Howe) CÓMO LEER LOS REGISTROS AKÁSICOS Capítulo 1



CÓMO LEER LOS REGISTROS AKÁSICOS

Capítulo 1 (Primera parte)
UNA INTRODUCCIÓN A LOS REGISTROS AKÁSICOS 
¿Qué son los Registros Akásicos? Los Registros Akásicos son una dimensión de la conciencia que contiene un registro vibratorio de cada alma a lo largo de su viaje. 
Este cuerpo vibratorio de conciencia se halla íntegramente en todas partes, y se puede acceder a él en todo momento y en todo lugar. 
Como tal, los Registros constituyen un cuerpo experiencial de conocimiento que contiene todo cuanto haya pensado, dicho y hecho cada alma a lo largo de su existencia, así como todas sus posibilidades futuras. Vamos a descomponer la definición de arriba en partes más pequeñas, comenzando con el significado de dimensión de la conciencia. Una dimensión de conciencia es una esfera del mundo invisible que los seres humanos podemos identificar y experimentar a través de sus cualidades, características o rasgos. 
Por ejemplo, el estado de sueño es una dimensión de la conciencia que contiene diferentes niveles de actividad que los seres humanos podemos identificar y experimentar. 
Otras dimensiones de la conciencia se pueden identificar como diferentes «regiones» de la mente (el consciente y el subconsciente, la zona de la memoria, las áreas de las capacidades musicales o de las matemáticas) y áreas del cerebro que gobiernan nuestras capacidades físicas. 
Aun hay otras dimensiones de la conciencia que son diferentes estados de relajación, que se miden mediante la actividad cerebral. Lo que todas estas dimensiones de la conciencia tienen en común es que, aunque son invisibles, sabemos que existen. Durante el proceso de acceso a, o «apertura» de, los Registros Akásicos, pasamos desde un estado de conciencia humana ordinaria hasta un estado de conciencia universal divina en el cual reconocemos nuestra Unidad con lo Divino en todos los niveles. Este estado de conciencia nos permite percibir las impresiones y las vibraciones de los Registros. 
De este modo, los Registros han venido prestando un servicio a la humanidad a lo largo de su desarrollo, gracias al hecho de que constituyen un estado extraordinario mediante el cual podemos recibir la iluminación divina a un ritmo manejable, un ritmo que nos permite integrarla en nuestra experiencia humana. Gracias a esta integración, se podría decir sin caer en la exageración que acceder al Akasha es como tener vislumbres del Cielo en la Tierra. 
Entremos ahora en el significado del Akasha. 
En la introducción de El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, de Levi H. Dowling, 2 se encuentra quizás la mejor descripción de esta palabra: Akasha es una palabra sánscrita que significa sustancia primaria, de la cual todas las cosas han sido formadas.
Es el primer estado de la cristalización del espíritu.
Esta sustancia akásica o primaria es de una finura exquisita, y es tan sensible que la más ligera vibración de un éter en cualquier lugar del universo hace que quede registrada una impresión indeleble sobre ella. 
Cuando hablamos del Akasha, la sustancia primaria, nos estamos refiriendo a la energía en su primer y más primitivo estado, antes de que haya sido dirigida por nuestros pensamientos individuales, y afectada por nuestras emociones en esta vida. Esta energía es una cualidad de la Luz, tanto en un sentido físico como espiritual. 
Es una cualidad de la vitalidad, individualizada exclusivamente como almas específicas. 
Aunque Akasha es una palabra sánscrita, de los Registros Akásicos se habla en muchos textos sagrados. 
A continuación encontrará varias referencias: De mi vida errante.
Biblia judía, Tanaj. Salmo 56:8-9 ... dije entonces: «Heme aquí, que vengo; se ha escrito de mí en el rollo del libro; me deleita hacer tu voluntad, oh Dios mío; sí. Tu ley está dentro de mi corazón». 
Biblia ampliada, Salmo 40:7-8 ... entonces dije: «He aquí que vengo a hacer Tu voluntad, oh Dios... [para cumplir] lo que está escrito de mí en el rollo de El Libro».
Biblia ampliada, Hebreos 10:7 Tú habías escudriñado cada una de mis acciones, en tu libro estaban todas registradas, mis días listados y determinados, aun antes de que el primero de ellos tuviera lugar. 
Nueva Biblia de Jerusalén, Salmo 139:16 ... el libro en el cual las acciones de los hombres, buenas y malas, se registran, El Libro de la Vida.
Nueva Biblia de Jerusalén, Apocalipsis 20:12 Que nosotros y toda la Casa de Israel seamos recordados y registrados en el Libro de la Vida, bendición, sustento y paz. 
Majzor para Rosh Hashana y Yom Kippur: Un libro de oraciones para los días austeros, Rabí Jules Harlow, editor 
Y Jesús abrió a [los discípulos] el significado del camino oculto, y del Santo Aliento, y de la luz que no puede apagarse. 
Les habló de todo lo referente al Libro de la Vida, a los Pergaminos de Grafael, al Libro del Recuerdo de Dios, donde todos los pensamientos y las palabras de los hombres están escritos. 
El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo 158:3-4 
Los Registros Akásicos son el Cuerpo de Luz de la autoconciencia universal. 
Como tales, contienen la conciencia universal, con sus tres principales componentes de mente, corazón y voluntad. 
Los Registros contienen también las vibraciones radiantes de Luz que generan todas las cosas. Cada vez que accedemos a los Registros, nuestra conciencia se ve afectada por esta cualidad de Luz, y nos «iluminamos» con ella. 
Cuando esto ocurre, los efectos de la Luz se hacen evidentes en nuestros pensamientos y emociones (y en los de nuestros clientes), y comenzamos a experimentar una sensación creciente de paz y bienestar. Los Registros Akásicos están gobernados y protegidos por un grupo de Seres de Luz no físicos llamados los Señores de los Registros. Estos seres aseguran la integridad y la seguridad de los Registros. 
Ellos determinan no sólo quién puede acceder a ellos, sino también qué información puede recibir quien accede. 
Los Señores de los Registros trabajan con los Maestros, Profesores y Amados (que sirven para conectar el reino akásico con el reino terrestre) a quienes les «descargan» la información que éstos retransmitirán durante cada lectura akásica. 
Aunque los Señores de los Registros y los Maestros Akásicos son seres no físicos, algunos de los Profesores y todos los Amados han tenido una existencia humana en la Tierra. Cuando usted trabaje en los Registros Akásicos, no verá nunca a los Señores de los Registros, ni verá a los Profesores ni a los Amados con la forma humana con la que existieron, pero podrá sentir su presencia energética si un Profesor o un Amado considera adecuado y necesario adelantarse y transmitir cierta información. 
Sin embargo, normalmente, los Maestros, los Profesores y los Amados prefieren mantener el anonimato, a fin de que aprendamos a confiar en la energía de los Registros, en lugar de depender de identidades específicas que trabajan en los Registros. «La terapia tradicional suele ser necesaria para aprendizajes y problemas básicos; pero cuando una persona está preparada para ir más allá de lo básico y alcanzar lo extraordinario, los Registros Akásicos superan el poder de la terapia tradicional. 
Me siento muy agradecida por poder disponer de esta poderosa y excitante herramienta para poder conocerme mejor a mí misma y para poder convertirme en la persona que, desde que nací, se pretendía que tendría que ser.» 
Kathryn 
En el capítulo 3, hablaremos con más detalle de los papeles que juegan los Señores de los Registros y los Maestros, Profesores y Amados. Sin embargo, como ya habrá supuesto por la explicación anterior, para trabajar en los Registros Akásicos se necesita comprender y aceptar el concepto de la reencarnación. Desde la perspectiva de los Registros, todas las almas son eternas. En este nivel de comprensión, los Registros conservan el archivo de cada alma en sus sucesivas vidas como seres humanos diferentes en el plano terrestre, mientras evolucionan en el tiempo y el espacio. 
Una encarnación humana tiene lugar como una manifestación específica del diseño perfecto del alma. Lo que se pretende con la experiencia humana es convertir en físico el yo perfecto que ya existe en el Akasha a nivel del alma. Pero hace falta tiempo, de hecho muchas vidas, para evolucionar en la conciencia de la propia naturaleza espiritual y para ser capaz de anclar esa conciencia en lo físico, así como para convertirse en ese yo óptimo en el plano terrestre. En los Registros, podemos ver y rastrear nuestras distintas encarnaciones. Así, en esencia, los Registros Akásicos son, al mismo tiempo, un diseño perfecto a nivel del alma y el catálogo de experiencias de un alma individual a medida que crece en conciencia de sí misma como ser espiritual, divina en naturaleza y manifestándose en el campo físico de la Tierra. 
Es fácil comprender por qué al Akasha se le llama con frecuencia «los Registros». El Akasha está organizado de tal forma que nos permite a los seres humanos interactuar con este recurso espiritual y obtener vislumbres, orientación y comprensión dentro del tiempo y el espacio terrestres. 
Para que nos resulten  accesibles, los Registros están organizados mediante los nombres legales actuales de las personas. De esta forma, sea cual sea la vida en la que nos encontremos, podemos conseguir entrar y encontrar el diseño, o el «Registro», de nuestra alma individual, y examinar el sendero de su realización. 
Aunque es cierto que los Registros Akásicos de cada alma se encuentran en todas partes a la vez y son completamente accesibles, no sería demasiado útil tener un acceso total a los Registros de un alma durante una lectura akásica. 
La información sería tan vasta y abrumadora que sería casi imposible descifrarla, y podría resultar más perjudicial que positiva. Cada nombre tiene una cualidad vibratoria diferente, de modo que, cuando abrimos unos Registros anímicos concretos, utilizamos el nombre que el alma está utilizando actualmente en esta vida. 
La vibración de ese nombre nos permite acceder a la «serie de Registros» que contienen la información que será más relevante durante la lectura. No es de sorprender que los Registros Akásicos hayan sido comparados con un «Internet cósmico», que nos permite «googlear» información muy concreta cuando abrimos los Registros de una persona. 
La energía de los Registros se mueve sobre la palabra formulada o pronunciada. Mientras una lectora o un lector akásico describe lo que está recibiendo de los Registros, el proceso fluye. Las palabras pronunciadas facilitan el movimiento de la energía, la relación con la historia que se tiene entre manos y los pensamientos, sentimientos y posteriores acciones del cliente. 
Si trabajas en tus propios Registros y asignas palabras a lo que está sucediendo (sea a través del pensamiento, de la escritura o de la palabra hablada), facilitas el mismo flujo de energía e información. Los Registros Akásicos cambian y se expanden constantemente. A medida que nuestra alma evoluciona a lo largo del tiempo, nuestros Registros se ajustan a fin de reflejar nuestro crecimiento, y se hallan en un estado continuo de refinado, en la medida en que nos alineamos con nuestra perfección y manifestamos esa perfección en nuestra vida terrestre. 
Por tanto, podríamos ver los Registros como un cuerpo intermediario de toda posibilidad, probabilidad y eventualidad pasada, presente y futura. A través de ellos podemos entender y obtener directrices, a medida que nos abrimos en nuestro interior al viaje que nos llevará a convertirnos en nuestro yo óptimo en el mundo físico. Los Registros Akásicos no admiten intrusión ni invasión alguna. No se ponen de parte de ninguna personalidad o entidad concreta, ni están gobernados ni poseídos por ninguna organización ni institución humana. 
De ahí que no sean de dominio exclusivo de religión ni escuela de sabiduría metafísica alguna; más bien, están a disposición de todos. Debido a que el Akasha es la sustancia primaria a partir de la cual se forman todos los pensamientos, los Registros se interpretan de diferentes modos según las diferentes culturas, religiones y sistemas de creencias organizados. 
Pero aquello en lo que coinciden normalmente todos es en la energía akásica en sí, que se manifiesta y se reconoce en general como amor, luz, paz, poder, belleza, armonía, alegría, fuerza, orden y equilibrio.
Continua...
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...