viernes, 14 de octubre de 2016

Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo 18



CAPÍTULO 18 
Vivir en un propósito superior 
El propósito superior es una corriente de energía a la que te unes al crear algo que sirve a la humanidad o a tu propia evolución espiritual. Sin un propósito superior eres como un errante, que va de un lado a otro, que toma por varios caminos con muchos giros potencialmente equivocados y pérdida de tiempo. 
Con un propósito superior puedes elegir cada momento, saber qué hacer con cada hora, cada día y semana. 
Eso te permite crecer y evolucionar rápidamente en esta vida. Todo el mundo tiene un propósito superior sobre la tierra. Habéis venido aquí para formar parte de un sistema de energía que trata con emociones, personalidad y pensamientos, que supone ver lo que hay dentro de vosotros mismos reflejado en el mundo exterior. 
Y eso es así para que podáis crear y ver a vuestro alrededor quiénes sois. Hay otros universos donde las formas vienen y se van más rápidamente; casi en el mismo instante en que se piensa en ellas, aparecen y desaparecen. Aquí, las cosas se mueven más despacio. 
El tiempo se halla literalmente ralentizado para que podáis centrar la atención sobre ciertas cosas. Os segmentáis a- vosotros mismos en cierta estructura temporal llamada nacimiento a muerte, y trabajáis sobre energías específicas. Pero yo hablo de la estructura mucho más amplia del universo para la que, a una escala universal, el plano terrenal es muy lento. La longitud de la nota es muy larga, para que podáis experimentar la materia. Desde esa perspectiva deseáis evolucionar hacia arriba, en dirección a la frecuencia más alta de la nota, por lo que debéis ir a otros lugares donde las reglas cambian. 
Hay lugares donde se es más un ser de pura energía, no limitado por el mundo concreto del tiempo, el espacio y la materia. Aquí, vuestros pensamientos crean y se convierten en realidad; podría decirse que el vuestro es un mundo de pensamiento congelado. 
Se necesita más tiempo para crear forma y, para algunos de vosotros, todavía más para desprenderse de ella. Como quiera que el tiempo es lento sobre este plano, debéis practicar economía de energía, y esa es una de las razones por lo que parece que se tarda tanto en crear lo que deseáis. 
Si centras la atención en tener algo, puedes dirigirte directamente hacia ello, con pleno propósito. 
Quizá tengan que transcurrir todavía años antes de que podáis alcanzar vuestros objetivos, sobre todo para vosotros, que sois autores, o a los que practicáis la formación física, pero tener un propósito superior ahorra tiempo. 
Cuando hablo de un propósito superior, estoy hablando de contraer el tiempo, de acelerar la evolución de vuestra alma y de elevar vuestras vibraciones. 
Cuanto más tengáis un propósito, tanto menos energía desperdiciaréis y tanto más rápidamente os elevaréis. 
En último término el propósito superior es la evolución espiritual. El nuevo hogar, el libro terminado, no es el objetivo del crecimiento. Pero el proceso por el que creas estas cosas y el crecimiento que te proporcionan, las nuevas habilidades que adquieres, las comprensiones, la apertura de tu corazón cuando amas, el nuevo aprecio por la belleza que te ofrece tu jardín cuando aparecen las flores, los sentimientos que ofreces cuando terminas un proyecto, el enfoque y la concentración que empleas cuando trabajas, todo eso es propósito superior, eso es evolución. 
EL crecimiento espiritual significa aumentar tu conciencia de la belleza, abrir tu corazón y experimentar más amor y compasión Cuando hablo de propósito superior, estoy hablando de propósito del alma, que consiste en equilibrar todas tus energías y armonizar tu ser con la nota de tu alma. 
Cada uno de vosotros tiene un sonido del alma, una nota característica; y cuanto más puedas expresarla hacia el exterior, hacia el mundo, a través de tu propia voz, tanto más podrás crear formas en ese mundo exterior que se correspondan con tu ser interior. 
Observarás que, al hacer sonar tu nota, empiezas a respirar más profunda y rítmicamente. Puedes empezar por permitir que los sonidos surjan de tu boca, hasta que encuentres un sonido hermoso y reconfortante. 
Eso te ayudará a aclarar tu aura y a elevar tu vibración, simplemente el emitir notas hermosas y reconfortantes. 
Eso armonizará las diversas partes de tu ser. 
La evolución se produce de muchas formas, dependiendo de en qué parte del camino te encuentras. En último término, las almas empiezan sobre la tierra en las energías más densas y se van abriendo paso hacia las energías superiores y más exquisitas. 
Algunos de vosotros lo hacéis muy rápidamente, mientras que a otros os cuesta más. ¿Cuáles son algunas de las cosas que hacen que se tarde más tiempo en crecer? 
Una de ellas es la incapacidad para desprenderse de la forma cuando no hay ninguna esencia tras ella. 
Cuando se ha creado una forma, pero ha desaparecido la razón para esa forma, ha llegado el momento de desprenderse de ella. Eso mismo lo has visto en las relaciones; son muchos los que se aferrán al cascarón de la forma cuando la energía se ha desconectado. Otra de las cosas que hace más lenta tu evolución es la falta de propósito. Si miras hacia arriba, con la intención de llegar más alto, entonces lo harás, si es ése tu propósito. Entonces puedes tomar cualquier situación en tu vida y preguntarte: «¿Me permite esto evolucionar y me lleva más alto o no?». Y si no lo hace así, puedes volver a preguntarte: «¿Existe algún modo de que pueda cambiar esta situación o estar con esta persona de tal modo que yo pueda crecer?». Cualquier situación en la que te encuentres puedes emplearla en un propósito superior. Puedes surgir de las energías más densas de las pesadas emociones, el temor o el dolor. 
El plano terrenal puede llegar a ser un lugar hermoso que experimentar. La capacidad para disfrutar de los sentidos, de escuchar sonidos, de tocar, sentir y conocer el amor pueden ser experiencias muy alegres. Puedes surgir también de entre aquello que separa. Tú mismo creas separación y soledad de muchas formas. 
En vuestro universo, no sólo tenéis cuerpos individuales, sino que a menudo os encontráis separados de vuestro mismo y profundo yo. Por ejemplo, cada vez que tienes una duda, que piensas que eres lo bastante bueno o lo bastante fuerte, te has separado de tu yo superior. El camino de tu alma consiste en unir todas tus partes y fundirlas con tu yo superior. 
También puedes hablar de propósito en términos de cosas concretas que deseas conseguir. Yo recomendaría que antes te preguntaras: «¿Cuál es la esencia que hay detrás de la forma?». Por ejemplo, si deseas empezar un negocio, ¿cuál es el más elevado propósito de eso, cómo sirve al planeta? ¿Cómo te sirve a ti? Si lo que quieres es alcanzar un objetivo financiero, antes te puedes preguntar cuál es la esencia de ese objetivo. ¿Cómo sirvo a mi propósito superior al crear esa forma? Si deseas dinero para conseguir que tu trabajo llegue al mundo, para crear un proyecto que cure a los demás, si sólo lo quieres como un vehículo para ello (no por razones egotistas), entonces el universo te enviará dinero en abundancia. Pero cualquier cosa que busques poseer o a la que te quieras aferrar no hará sino hacer más lento tu crecimiento. 
El universo, a su modo cariñoso y suave, tratará de impedirte que lo consigas. Si se te permitiera tener aquellas cosas a las que te aferrarías hasta mucho después de que hubieran dejado de serte útiles, te descubrirías viviendo inmerso en una lucha más dura y en una energía más pesada. 
La vida no tiene por qué ser dura Puedes crear alegría al ablandar tu energía. ¿Qué quiero decir con ablandar? 
Cada vez que los demás se enojan contigo puedes responder con cólera y dureza. O bien puedes ablandarte tanto que eres capaz de mirarlos con una profunda compasión. 
Eso separa tu energía de la de ellos al nivel de la personalidad, y te conecta a ti en el corazón. Muchos de vosotros pensáis que necesitáis tener una gran voluntad y control sobre vuestra energía. Si vivís con propósito, descubriréis que también estáis viviendo en armonía con vuestra energía, y que no necesitáis controlarla. Eso significa, en un nivel más concreto, no perder ociosamente el tiempo, ni siquiera en vuestra mente, y resistiros a la tentación de repasar situaciones del pasado que no os aportaron alegría. 
Una vez más, hacer sonar vuestra nota, cantarla, es una forma de volver a encontraros en el centro. Observa cómo tu mente se hace más clara y libre cuando lo haces así. Cuanto más hagas sonar tu nota, tanto más descubrirás una que sientes en armonía con tu ser. 
No se trata de algo que pueda ser enseñado, sino de algo que tienes que descubrir por ti mismo. Es un sonido lleno de alegría, reconfortante y pacífico y después de eso siempre te sientes mejor. Antes de que nacieras no decidiste cómo, sino que simplemente decidiste qué energías evolucionarías dentro de ti. Las cosas que ocurren, la carrera profesional que eliges, las personas a las que atraes son simplemente el efecto de tu evolución. 
Son la creación y el producto de ello. 
Puedes sentirte confundido, pensar que una nueva casa, o una persona, caracteriza tu progreso. 
En cierto modo es así, pero tu progreso ya se ha hecho, mucho antes de que llegaran hasta ti esa nueva casa o esa nueva persona. Haz por un momento una introspección, siente tu energía, y permite que surja una imagen, un símbolo, un sentimiento o palabra que represente tu propósito aquí. ¿Alrededor de qué se centra tu propósito en esta vida? ¿Cuáles han sido tus desafíos principales? ¿Qué forma has estado deseando crear en tu mundo exterior? 
El propósito superior siempre es algo que amas Durante el próximo mes, procura ser más consciente de tu propósito. 
Eso siempre es algo juguetón y alegre. 
El propósito superior conduce a las energías más exquisitas de la vida, como una conexión profunda con una persona amada, la unión alegre de los amigos que juegan, el enfoque y la ligereza mientras llevas a cabo el trabajo de tu vida. 
Puede existir alegría en cada momento si estás dispuesto a vivir un propósito. Manifestar el propósito superior significa creer en ti mismo, y creer en la bondad del universo. 
Si tuvieras que tomar la decisión que más te ayudara a manifestar el propósito superior, ésta sería creer en ti mismo y confiar en el universo. Desde mi perspectiva, hay tanto amor, hay tantas personas dentro de un radio de diez kilómetros de tu hogar con las que podrías conectar de una manera cariñosa, hay tanta abundancia de dinero en tu sociedad, que se podría crear cualquier propósito que tú decidieras. __ ¿Cómo te sentirías si cada célula de ti mismo reconociera y estuviera en contacto con tu propósito superior? 
Al mantener ese propósito en tu corazón, refinarías tu cuerpo físico, elevarías tus pensamientos hacia lo alto y traerías paz a tus emociones. El proceso del propósito consiste en llegar hasta su yo más interior, hacerlo salir al mundo exterior y elevarlo con tu energía. 
Esta vida te ofrece una oportunidad de encontrar luz, y de vivir alegremente. Aquello que alcances en el momento de tu muerte es tuyo. Cada ganancia que obtengas, cada lugar de tu vida donde hayas puesto alegría, cada lugar donde hayas encontrado risas, paz y delicia, estarán ya ahí para la próxima vida, vayas a donde vayas. Cada vez que evolucionas tu cuerpo, que comes de una manera mejor, que haces más ejercicio, que bailas, juegas, te concentras, y aportas luz, evolucionas también en vidas futuras. Una parte del propósito de la vida terrenal consiste en aportar tu yo superior y unirte con tu espíritu a todos los niveles. Cada uno de vosotros tiene la habilidad para ayudar y curar a los demás, y la mayoría de vosotros tiene un sincero deseo de que sea así. 
Despiértate por la mañana, aunque sólo sea una vez al año, y sostén en tus manos tu propósito superior, como un símbolo. Realiza el proceso del que hablo: imagina que sostienes en las manos el propósito más elevado que viniste a crear en esta vida. Llévalo a tu corazón. Vierte luz en él, pide guía y asistencia de las fuerzas superiores. Siente cómo tu energía se eleva y déjala ir para que pueda regresar de nuevo a ti. 
Enviarás de ese modo una llamada al universo, diciéndole que estás preparado para crecer. Se te darán entonces muchas oportunidades para expandirte y evolucionar, y ninguno de tus desafíos estarán más allá de lo que puedas manejar con tus habilidades y herramientas. 
La tierra puede ser un lugar muy afable. No obstante, es posible que no lo sea tanto en algunos de los niveles de energía más rudos y densos. Aprendes y creces con todo lo que creas Creas crisis porque ha llegado el momento en que estás cerca de tu alma, en el que te extiendes hacia el interior, hacia el exterior y hacia lo alto y conectas con tu propósito. 
Si estás dispuesto a vivir con un propósito superior, escúchate a ti mismo y conecta con tu alma, emprende la acción dejándote dirigir por sus susurros, y no tendrás que crear crisis o luchas. Ni siquiera necesitas saber la forma de tu propósito, sino sólo tener la intención de crear un propósito superior que aportarte a ti mismo. El propósito representa movimiento del alma, la energía que conecta el cielo con la tierra. 
Está marcado por formas concretas, una casa nueva, un matrimonio, aquellas cosas que has estado buscando. Pero eso sólo son las ceremonias que marcan el nuevo crecimiento realizado en el alma. 
Precisamente porque todos vosotros estáis creciendo muy rápidamente, tenéis que crear nuevos desafíos para experimentar quiénes sois. 
Esas pueden ser oportunidades maravillosas en los ámbitos superiores, o crisis y luchas en los ámbitos inferiores. 
Si quieres vivir con un propósito superior empieza por comprometerte más con él. ¿Cómo empleas tu tiempo? ¿Hacia dónde se dirigen tus pensamientos cuando estás a solas? Aprende a sostener un enfoque superior, a emplear el tiempo, cuando no tengas nada mejor que hacer, en pensar por qué estás aquí y qué tienes que ofrecer a la humanidad. 
El propósito procede de servir al yo superior, de ayudar a los demás y de estar dispuesto a llevar a cabo tu visión del más elevado servicio que puedas ofrecer, sea ésta cual fuere. 
Piensa en algo que puedas hacer la próxima semana, algo específico que sepas que forma parte de tu propósito superior, ya sea de tu propósito a corto o a largo plazo. 
Afirma que estarás dispuesto a reconocerlo cuando lo hayas hecho o creado así, es decir, cuando vivas con un propósito superior. 
Cuando lo completes, puedes crear alguna otra cosa más nueva y concreta que hacer, formando así los peldaños para vivir con propósito. Mañana, mientras realizas tus actos cotidianos, procura decirte a ti mismo lo maravillosa persona que eres. Observa la belleza que hay en ti. Siente tu fortaleza interior, reconoce lo bueno que eres. Admite lo cariñoso que eres y percibe la luz que te rodea. Reconócete a ti mismo y, al hacerlo, busca tu propósito superior. 
Sabes lo que deseas hacer a continuación. Quizá tengas razones por las que no puedes hacerlo, viejos recuerdos y pautas que parecen detenerte, pero ahora sabes lo que quieres. Sácalo a la superficie, extráelo del inconsciente, de los susurros de tu mente, y conviértelo en algo real. 
Manten tu visión delante de ti. Si deseas una vida pacífica y tranquila, ser un buen padre o una buena madre tener un hombre o una mujer en tu vida que te ame, te valore y te atesore, haz salir a la luz esa visión. 
Toma una decisión y lo tendrás. Consigue que tu intención sea clara. Si deseas servir al mundo y dar a conocer tu obra, si deseas crear prosperidad, abrirte a una nueva creatividad y habilidades, siempre hay una parte de ti que sabe cómo hacerlo. Habla con esa parte, pídele que te enseñe qué pasos hay que dar. Observa tu diálogo interior y escucha los mensajes que te llegan desde esa parte. Manifestar es una cuestión de confianza y creencia en ti mismo, de sostener esa visión delante de ti. 
Hay muchas razones para dejar de creer y confiar en el universo y en ti mismo, pero también hay muchas más razones para continuar. A menudo, el universo te pone a prueba para ver hasta qué punto crees en tu visión. 
Cada objetivo es alcanzable si continúas trabajando en ello. Vivir con propósito superior 
HOJA DE JUEGO 
1. Piensa en un objetivo específico que tengas ahora mismo. Anótalo aquí. 
2. Cierra los ojos y piensa en un símbolo de la más elevada realización de ese objetivo, un símbolo que incluya su propósito para ti y para la humanidad. Dibuja o describe tu símbolo aquí. 3. Toma ese símbolo en tus manos, llévatelo cerca del corazón y pregunta: 
a. ¿Cómo aporta este objetivo más luz a mi vida? 
b. ¿Cómo aporta más luz a la vida de los demás? 
c. ¿Cómo sirve a la humanidad? 
4. ¿Qué paso podrías dar hoy o mañana, por pequeño que fuera, para dirigirte hacia ese objetivo?
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